Lo prometido es deuda. Hace dos semanas os trajimos el anuncio de Cubit The Hardcore Platformer Robot, uno de los plataformas más duros que nos hemos podido cruzar; creado por el estudio español CoderChild para la eShop de Nintendo 3DS por un precio bastante sugerente, tan sólo 2,99€, y en el que nos hemos zambullido de lleno para poder dar forma a este análisis.
Una de las cosas que caracteriza a Cubit es su simpleza y su simpatía, algo que empapa a todo el juego en su conjunto, sin embargo algo simple no tiene por que dejar de ser divertido, ni atractivo, ¡ni fácil! Viajaremos por unos escenarios minimalistas y coloridos al ritmo de una música discotequera, bastante cañera por cierto, mientras corremos y saltamos para evitar que nuestro protagonista choque con los enemigos o caiga al vacío con su particular grito.
[divider]HISTORIA[/divider]
Nuestro querido Cubit es un padre que parte en busca de su esposa con la única compañía de un MP3 cargado de música de sus años mozos como DJ. Su mujer desapareció tras salir a comprar tabaco una fría y lluviosa noche de domingo y desde entonces nuestro Padre Coraje ha tenido que llevar adelante tanto su casa como a sus cinco hijos, lastrando además con el fuerte trauma que le supuso abandonar su carrera musical debido a la falta de dedos con los que poder manejar correctamente las mesas de mezclas, cayendo en una rutina de total tristeza y desesperación.
Un día, comiendo en un restaurante chino, leyó en una galletita de la suerte el siguiente mensaje: “No regales berenjenas a tu novia en otoño”, fue en ese momento cuando Cubit vio la luz, debía encontrar a su amada costara lo que costara, aunque tuviera que bajar al mismísimo infierno, ver dinosaurios, o subir al cielo; pero tenía que hacerlo, ¡tenía que decirle que jamás le regalaría berenjenas en otoño!
Aunque parezca tonto, es sólo el comienzo de una historia llena de matices y de giros inesperados que harán que derramemos alguna lagrimita en más de una ocasión.
La verdad es que todo lo que habéis leído hasta este punto sobre la historia no tiene nada que ver con la realidad, Cubit The Hardcore Platformer Robot es un título carente de trama, está totalmente centrado en la diversión y el desafío con el que nos toparemos en cuanto empecemos a jugarlo. Aunque no habría estado de más dar al jugador alguna razón que explicase por qué Cubit hace lo que hace en vez de soltarnos ahí a correr sin motivo.
[divider]JUGABILIDAD[/divider]
La mecánica de este plataformas de scroll-lateral “on-rails” es bien sencilla: avanzar y saltar. El abanico de movimientos de nuestro perseverante e irrefrenable robot se limita al salto y al salto doble. Sólo un botón será necesario para desarrollar toda la experiencia de juego que nos brinda CoderChild con este plataformas, pero os podemos asegurar que pocas veces un botón podrá provocaros tantas ganas de lanzar vuestra portátil por los aires o, en el lado opuesto, sonreír de satisfacción al superar esa plataforma a la que no podíamos llegar.
Otro de los aspectos interesantes de este título es la posibilidad de elegir el camino a seguir. En ciertos puntos del juego podremos escoger por dónde seguir la ruta mediante unas bifurcaciones que determinarán el nivel al que pasaremos y que están integradas de forma totalmente natural y sin romper el ritmo del juego al ser elecciones del tipo: ¿salto a esa plataforma o me dejo caer por ese otro camino?
Sin embargo, algo que se podía haber potenciado un poco más, y que se echa en falta, es una mayor variedad de esas rutas. Tenemos hasta 6 niveles diferentes, cada uno con sus peculiaridades, pero habría estado bien que se hubiesen incluido algunos más para darle un toque algo más complejo a la elección de caminos.
[divider]GRÁFICOS[/divider]
Cuando os pongáis manos a la obra por primera vez con este juego no esperéis una “bestia parda” en cuanto al apartado gráfico, nos encontramos ante un título que se desarrolla en unos escenarios simples a la vez que coloridos y variados. Cada nivel contará con su propio entorno, pudiendo ver desde dinosaurios, engranajes gigantes o incluso pasar por el mismísimo cielo.
En cuanto al uso del 3D, sí, Cubit también tiene la opción de emplearlo resaltando el plano donde transcurre la acción del fondo, pero no es algo fundamental ni que diferencie la experiencia jugable de como sería en el modo 2D tradicional.
Siempre se puede exigir más, pero es un aspecto que, dada la finalidad y el desarrollo del que goza este juego, tampoco es un pilar fundamental; tened en cuenta que pasaréis más tiempo midiendo vuestros saltos y reaccionando lo más lúcidamente posible que observando los decorados. Aunque hay algo que no podemos pasar por alto, y es la pequeña caída del framerate que se da en el nivel 2, por lo demás, ¡chapó!
[divider]SONIDO[/divider]
Seis niveles, seis canciones. Desde que comencemos a correr y saltar como bellacos hasta que completemos nuestro camino, o desistamos, estaremos escuchando constantemente melodías al más puro estilo chimpumchimpum, se podría decir que gozaremos de una sesión de discoteca portátil gracias a las pegadizas sintonías que tarde o temprano nos descubriremos tarareando involuntariamente. “Cubit Cubit, Cubit Cubit the Robot.”
Una pena que no haya más canciones para poder disfrutar algo más de ese estilo maquinero que gasta la banda sonora de este juego.
[divider]DURACIÓN[/divider]
Este es uno de los aspectos más ambiguos de este título. Si se te dan bien los juegos de este tipo puedes ventilarte el “Modo Soft” en cuestión de pocas horas, lo interesante viene con la otra modalidad disponible, el “Modo Hardcore”, la diferencia entre ambos es que en el primero tendremos vidas ilimitadas (de hecho tendremos un contador de muertes) y en el segundo sólo dispondremos de 3 vidas para completar esta pequeña odisea de saltos. Además, si añadimos los elementos coleccionables, los desafíos, los personajes desbloqueables (con cierto cameo unépico por ahí…) os aseguramos que Cubit no es un juego de una tarde, ni de dos, ni de tres… ¡Tenéis robot para rato!
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