A veces viene bien alejarse de todo el ruido y la acción de los juegos actuales y buscar algo más relajante y, a la vez, desafiante; algo que ponga a prueba tu intelecto de forma sencilla. Pues esa fue la idea de Large Animal Games y Cypronia al traer a Wii U Color Zen, un videojuego de puzles donde los colores son la clave para avanzar. De las dos versiones disponibles (Pro y Kids), en este “Análisis Color Zen Pro” nos centraremos en la versión más compleja.
Análisis Color Zen Pro
No hay que buscarle tres pies al gato. Color Zen deja bien claro desde el principio que la cosa va de puzles. Una vez pasada la pantalla del título se nos propondrán 4 grandes categorías, habiendo en cada una de ellas más de 4 capítulos con 40 puzles cada uno. A través de los primeros se nos explica el funcionamiento de forma sencilla. En la pantalla aparecerán diversas figuras de colores sobre un fondo de otro color diferente. Si nos fijamos bien, el borde de la pantalla también será diferente. Nuestro objetivo: conseguir que toda la pantalla sea del mismo color que el borde. Para lograrlo, podremos mover algunas de las figuras que aparecen para que entren en contacto con figuras del mismo color. Cuando ambas figuras se tocan, ese color se expandirá por toda la pantalla, haciendo que desaparezcan otras figuras del mismo color que pudiera haber. Aunque habrá dos excepciones: las figuras blancas pueden chocar con las figuras de cualquier color para expandirlo y las negras eliminarán las figuras. De esta forma, tendremos que unir y eliminar para que, finalmente, toda la pantalla sea del mismo color.
Si bien puede parecer sencillo, no conviene tomárselo a la ligera. Los primeros compases de cada capítulo son más fáciles, pero conforme avancemos, los niveles nos propondrán desafíos más complejos con numerosas figuras y obstáculos. Ello nos obligará a pensar en el orden adecuado en el que hacer las uniones para evitar que, al final, quede algún elemento del color equivocado que nos obligue a empezar de nuevo. La única ayuda con la que contaremos serán 5 oportunidades con las que podemos saltarnos un puzle más complicado para poder continuar sin completarlo. El resto será puro razonamiento nuestro, lo cual, en ocasiones, puede llegar a ser bastante complicado y frustrante. Aún con ello, los niveles suelen ser bastante cortos, lo que afecta en cierta forma a la duración y rejugabilidad del título.
Como se ha mencionado antes, tendremos a nuestra disposición 4 grandes categorías: Classic, Nature, Serenity y Reflection. En cada una de estas, además de encontrar diseños variados, también encontraremos funciones adicionales: el modo Classic es el ya explicado antes, con las funciones más básicas; en el modo Nature, algunas figuras podrán “bloquearse” para que no se expandan al tocar otra del mismo color; el modo Serenity nos pedirá manejar formas más complejas y diversas; y el modo Reflection está preparado para que algunas figuras se muevan al mismo tiempo, a veces en el mismo sentido y otras en sentido contrario. Todo esto añade un nivel adicional de variedad y complejidad a los puzles de Color Zen Pro.
Los colores inundan la pantalla
Una vez más, no busquéis lo que no hay. A nivel gráfico, Color Zen es sumamente modesto: todos los elementos están diseñados en 2D y serán principalmente formas básicas, tales como círculos, cuadrados, triángulos, barras… Aún así, al unirlos, el equipo de desarrollo ha logrado crear niveles con un diseño espectacular. Estos, unidos a los llamativos colores y a su distribución, nos mostrarán imágenes que recuerdan en cierta medida, por un lado, al arte “pop”, y por otro, a los cuadros y decoraciones arquitectónicos de la India.
En cuanto al apartado musical, el título contará con diversas melodías lentas y tranquilas. El objetivo de esta banda sonora no es la de acelerar el ritmo de juego, obviamente, sino el de intentar tranquilizarnos y relajarnos para que nos podamos concentrar mejor en el puzle. Y si os gustan este tipo de melodías, también las podréis disfrutar.
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