Hace un par de meses llegó a nuestras tierras el inédito Dragon Quest VII: Fragmentos de un mundo olvidado para Nintendo 3DS, juego que analizamos en su momento, y cuyo análisis podéis consultar aquí. Ahora, Square Enix está preparando el desembarco de otra entrega de la aclamada saga, Dragon Quest VIII, al catálogo de la portátil de Nintendo. Aunque en primera instancia parezca que existe un gran downgrade con respecto a la versión de PS2, las ganas de volver a vivir las aventuras y desventuras para ayudar al rey Trode siguen intactas.
El Retorno del Rey
Y no, no hablo de El Señor de los Anillos. Dragon Quest VIII vuelve, animándonos a ayudar al rey Trode en la búsqueda de Dhoulmagus, para «pedir» explicaciones sobre su conducta. Se trata de la misma aventura ya disfrutada en PS2, al menos en lo que llevo recorrido. Lo primero que me ha entrado por los ojos es, cómo no, el downgrade que ha sufrido en el apartado gráfico. Sin embargo, no es para nada un impedimento a la hora de jugar, ya que tampoco es un bajón tan grande, y era de esperar debido a la plataforma a la que está destinado.
Otro de los aspectos que se nota ligeramente inferior a la versión de PS2 es el sonido. Ya se conocía de antemano la supresión de la banda sonora orquestada, y después de la experiencia de juego puedo decir que sí, se nota, pero, como he mencionado en el apartado gráfico tampoco, defrauda. Se trata de las mismas melodías, pero con algo menos de nitidez, una característica también razonable por las limitaciones de Nintendo 3DS (como pasa con Xenoblade). Eso sí, me ha sorprendido bastante comprobar que el doblaje en inglés sigue intacto, siendo uno de los pocos títulos de Nintendo 3DS que lo posee.
Sin embargo, el mundo de Dragon Quest VIII se muestra colorido e inundado de enemigos. Porque, al igual que Dragon Quest VII los monstruos aparecen en el mapa, dando la oportunidad de esquivarlos. Eso sí, no recomiendo para nada evitar los combates, que siguen siendo por turnos, ya que es muy necesaria la experiencia para subir de nivel y mejorar a nuestros personajes. Innumerables enemigos nos esperan, y algunos formidables que te pueden poner en más de un apuro.
Elige tu camino
Evolucionar los atributos y características de los personajes es diferente en Dragon Quest VIII. Al contrario que otros títulos de Square Enix, que se basaban en un sistema de profesiones, aquí cada personaje tiene asignados unos tipos específicos de armas. Por ejemplo, Yangus puede blandir hachas, garrotes y guadañas. Además, cada uno de los personajes tiene las ramas de combate sin armas y una característica especial. Hay que pensar en qué especializar a cada personaje, ya que cuesta bastante conseguir los puntos de habilidad al subir de nivel, y obtener habilidades y bonificadores se convierte en algo indispensable para algunas batallas. Estoy probando con tener a un héroe equilibrado y no cunde, ya que si no hubiese optado por eso ahora mismo tendría una habilidad para dañar a un grupo de enemigos, sobre todo a principios de la aventura.
Los combates siguen siendo por turnos, como viene siendo habitual en la saga Dragon Quest (excepto algunas excepciones). Eso sí, añade algunas variaciones para jugar con la estrategia, la más destacable la opción «Mentalizar«. Gracias a ella el personaje que utilice este comando subirá este indicador, que mejorará considerable la acción posterior. Con una alta mentalización el protagonista podrá incluso propinar un golpe de 200 puntos de daño en momentos tempranos de la partida. Eso sí, los enemigos suelen ser numerosos en los combates, consiguiendo que los mismos sean bastante complicados si no se poseen habilidades y magias que ataquen en grupo.
Un aspecto que me está encantando son los personajes. Cada uno de ellos tiene una personalidad muy marcada, dotándolos de un carisma increíble. Algunos protagonizan escenas tronchantes, como Angelo y Jessica o especialmente el dúo Trode – Yangus. Las caras que pone este último te soltarán una carcajada, casi siempre acompañado de una aparición repentina de Trode. Enamoradito que estoy de Yangus, cada escena suya es arte.
La vuelta al RPG clásico con Dragon Quest VIII
La primera toma de contacto no puede ser más positiva. Ahora mismo con los cuatro personajes originales de la versión de PS2, con la historia tornándose más interesante a cada paso que doy y protagonizada por unos personajes increíbles, Dragon Quest VIII está cumpliendo con creces mis expectativas de volver a recorrer el mundo como esclavo de ayudando al rey Trode. ¿Seguirá este ritmo tan optimista este videojuego? Sólo cabe esperar al análisis para conocer el veredicto final. Lo que sí queda claro es que Dragon Quest vuelve, con más fuerza si cabe.
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