Además de información sobre nuevos juegos, un E3 siempre nos trae historias del pasado que a día de hoy todavía son desconocidas. Por ejemplo, ¿sabes qué juego considera Miyamoto como el peor que ha hecho?
Bien, si le preguntas por ello realmente te matizará como que no considera que haya hecho un juego malo en toda su carrera, sino uno en el que considera que podrían haber dado más de sí, haber ido más allá. ¿Sabes cuál es? Zelda II: The Adventures of Link.
Veamos la argumentación del gurú de Nintendo:
«Yo no diría nunca que he hecho un mal juego, pero sí un juego en el que creo que podría haber hecho más, que es Zelda II: The Adventure of Link.
Cuando diseñamos juegos, tenemos nuestro propio plan para lo que vamos a diseñar, pero nuestro proceso evoluciona y crece a partir de ahí. En Zelda II: The Advenrures of Link, por desgracia, todo lo que acabamos creando era lo que habíamos previsto inicialmente en el papel.
En el caso concreto de Zelda II, tuvimos un desafío específicamente en términos de lo que el hardware era capaz de hacer… …desde la perspectiva del hardware, si hubiéramos podido tener mayor velocidad en el cambio de escenas, si esto hubiera sido más rápido, podríamos haber avanzado más con la forma en que utilizamos el sidescrolling (desplazamiento lateral) frente al la vista overhead (la vista aérea) y ese tipo de cambios entre las dos. Sin embargo, debido a las limitaciones en cuanto a cambiar rápidamente las escenas, no pudimos.
La otra cosa (pendiente) es que habría sido agradable haber tenido enemigos más grandes en el juego, pero el hardware de Famicom/NES no era capaz de hacer eso. Ciertamente, con el hardware de hoy en día se puede hacer eso y lo hemos hecho, pero, por supuesto, hoy día la creación de enemigos más grandes requiere de un mayor esfuerzo.»
En resumen, Miyamoto no dice que el juego sea malo, sino que se quedó en lo que proyectaron inicialmente, sin evolucionar un ápice, en contra de lo que es habitual en sus proyectos. Esto fue debido, en parte, a las limitaciones del hardware de la anciana NES. Nos preguntamos si en tiempos más actuales, Miyamoto habrá sufrido este tipo de frustración en algún momento.
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