Si nombramos a Game Freak, inmediatamente se nos vendrán a la mente los títulos de la aclamada y conocida saga de Pokémon. Sin embargo, la compañía ha querido demostrar que sabe hacer más que eso, y nos ha brindado un videojuego la mar de curioso, Pocket Card Jockey.
El nacimiento de este título viene por la fusión de dos mundos: el de las carreras de caballos y los juegos de cartas, y es que ya sabemos que a los japoneses les encantan los juegos de azar, nada más hemos de ver los grandes Pachinkos con los que cuentan. ¿Llegará Pocket Card Jockey a gustar tanto en tierras occidentales? Nuestro análisis os resolverá esa duda.
Nuestro nacimiento como jinetes
En Pocket Card Jockey nos pondremos en la piel de un jinete novato al que daremos nombre y género. Nuestra experiencia con caballos es prácticamente nula y, tras un fatídico accidente, nos quedamos entre la vida y la muerte. Pero, ¡sorpresa! Un ángel se nos aparece y, con la exigencia del ganar el Gran Derby, la carrera más importante de todas, nos da una curiosa habilidad para que podamos mejorar en las carreras: El solitario.
El solitario, tu arma para las carreras
Sí, ese juego de cartas que tienen por defecto todos los PC será nuestro aliado, ya que gracias a él podremos conseguir diversas mejoras en las diferentes carreras. Estas se muestran a doble pantalla en nuestras consolas, pudiendo ver en la parte superior los distintos caballos, la resistencia de nuestro corcel, su energía y su humor.
Estos tres últimos elementos son de tremenda importancia si queremos finalizar la carrera de manera satisfactoria (es decir, siendo los primeros), ya que afectan a los diferentes tramos de la contienda, en especial durante la recta final. ¿Que a qué se debe esto? Veréis, nuestra montura viene delimitada por el número de energía durante toda la carrera, si este se encuentra entre los números más altos (representador con coronas de Oro, Plata y Bronce) recibirá una dosis de entusiasmo enorme, que le ayudará a ir más rápido en la recta final.
Pero, claro, esto no nos servirá de nada si no tenemos suficiente energía, ya que nuestro caballo se cansará y nos quedaremos fácilmente rezagados. Una forma de obtener también energía extra es posicionando a nuestra montura en un lugar en el que se encuentre cómoda frente al resto de competidores, esto vendrá delimitado en su ficha, pudiendo ser, por ejemplo, uno que adore la «Carga Frontal», por lo que recibirá puntos extra si se sitúa justo delante de otro corcel.
El humor, por otra parte, adquiere su papel de mayor importancia durante el desarrollo de la carrera, ya que el valor de este influirá en el tiempo con el que contaremos para finalizar nuestras partidas de solitario, a la par que podremos convertir los puntos de humor en energía. Pero, ojo, hay que tener cuidado, puesto que si fallamos muchos solitarios quedándonos demasiadas cartas sin colocar, nuestro caballo se estresará, y si llega a su límite, entrará en modo estampida, en el que no podremos darle órdenes y avanzará sin hacernos caso, perdiendo, además, mucha más resistencia de lo habitual.
En la pantalla inferior es donde tiene lugar toda la «acción». El juego de cartas se desarrolla en este lugar y, como nombramos anteriormente, el completar cada tirada nos reportará beneficios dependiendo, claro está, de las zonas en la que nos encontremos. ¿Os preguntáis que son las zonas? Veréis, cada caballo tiene predilección por una u otra entre el resto de sus camaradas. Esto se conoce como «zona de confort», que irá cambiando de lugar dependiendo del movimiento de los equinos. El situarnos en una zona concreta nos reportará más o menos energía, y finalizar el solitario de manera óptima nos dará los beneficios antes mencionados, siendo el súmmum la «súper unidad» en la que nuestra energía no parará de subir y nuestro caballo no podrá ser empujado por el resto de enemigos. ¡Pero conseguir esto no es fácil!
«Vale, entonces tenemos las zonas de confort, la energía y resistencia del caballo a tope, ya puedo ganar la carrera», no, me temo que no es tan sencillo. Verás, además de estos elementos, se suman las estadísticas propias del caballo en resistencia y velocidad, que irán aumentando conforme hagamos carreras, mejorando aún más consiguiendo cartas de experiencia en la arena de juego. Las habilidades también serán de gran ayuda para este fin, mostrándonos el siguiente movimiento para que no nos saltemos ninguna oportunidad, o parando el tiempo. ¡El poder de los caballos es impresionante!
Los mejores caballos tienen padres campeones
Una de las cosas en los que son expertos Game Freak es en crear criaturitas de las que el RNG sea responsable. Y en Pocket Card Jockey no es una excepción, dado que podremos criar a nuestros propios caballos al juntar a una hembra y un macho ya adultos en la granja. Tras una serie de carreras, al acceder a la opción de obtener un nuevo caballo… ¡Felicidades! ¡Tienes un pequeño potro dispuesto a darlo todo!
Las estadísticas de nuestro nuevo amigo son heredadas de sus padres, mientras más victorias acumulen en su historial, mejores serán estas, y creedme, esto será totalmente necesario para lograr vencer en las carreras, que van complicándose más y más debido a auténticos maestros de la carrera.
Así luce un hipódromo
El estilo visual del juego, como vemos, es simplista y nada recargado, dado que lo verdaderamente importante en el título es la consecución de las diferentes tandas de solitario. Sin embargo, podemos alabar el diseño de jinetes y, en especial, el de los caballos, con aspectos la mar de pintorescos en casos concretos pero sin elementos cargados, un coloreado aceptable y, a decir verdad, un aspecto la mar de mono que casa a la perfección con el apodo «pocket» del juego.
En el tema sonoro, no hay canciones que destaquen demasiado, variando ligeramente de una carrera a otra, sin embargo, sí es curioso remarcar cómo esta música se va difuminando conforme nuestro caballo se estresa, llegando a escucharla perfectamente cuando está de buen humor a escucharla a menor volumen cuando nuestra montura está estresada. Esto le da una mayor dosis de inmersión al título, ya que comprenderemos un poco mejor cómo se sienten al llegar a este estado.
Conclusión
Pocket Card Jockey es un juego altamente adictivo que gustará a todos aquellos que quieran un título en el que distraerse de planteamientos más elaborados. El comienzo es algo difícil, dado que nuestras monturas apenas tendrán nada que hacer frente a las de los rivales, sin embargo, una vez comencemos a criar a nuestros propios caballos, y a comprender el movimiento de los rivales para posicionarnos lo mejor posible, el título no te dejará salir de las cuadras. Si a esto le añadimos el conseguir todos los premios y puzles, a la par que buscamos al caballo perfecto, tendremos un juego al que dedicar horas y horas.
Debe estar conectado para enviar un comentario.