Estudiantes de la universidad de Wichita, en el condado de Barbate, han descubierto recientemente que Pokémon GO cuenta con otro efecto milagroso más. La app para móviles que ha puesto al planeta entero en la calle –y a algunos trabajadores de patitas en esta- no tenía suficiente con acaparar todos los focos, convertirnos a todos en entrenadores en potencia y hasta evitar posibles homicidios, no. ¡Ahora también cura el cáncer!
Bueno, ya os habréis dado cuenta, así que dejémonos de sandeces. Pokémon GO no cura el cáncer, de hecho ahora mismo puede ser incluso más pernicioso que saludable para aquellos jugadores que no logran conectar usando su cuenta del Club de Entrenadores Pokémon. No he podido evitar dejarme llevar por la oleada de titulares amarillistas que claman al cielo gritando como si la app fuera el nuevo mesías. No me malinterpretéis, me encanta este juego y me tiene enganchado hasta la médula; pero es precisamente su éxito y esa viralidad que ha conseguido desde su lanzamiento lo que me empieza a cansar cada vez que entro en internet.
Todos hablan estos días del fenómeno que supone este jueguecito, y lo puedo entender. Está cosechando unas cifras astronómicas sin haberse estrenado de forma oficial en todos los territorios y tiene a los accionistas de Nintendo frotándose las manos, y por supuesto también nos tiene pegados a la pantalla del móvil cada vez que salimos a la calle. Pero, ¿cuánto va a durar esto?, ¿cuánto tiempo va a vivir el fenómeno Pokémon GO?
Estas preguntas, o más bien sus respuestas, me aterran. El factor novedad, sumado a la expectación y al planteamiento de este título y multiplicado por el poder de la marca Pokémon puede darnos mucho tiempo de historias protagonizadas por los jugadores de Pokémon GO; y la verdad, no sé si sería capaz de aguantar mucho más leyendo las maravillas que causa en el ser humano esta app, o aguantando los chascarrillos de la compañía de turno para hacerse la interesante y aprovechar el filón. Lo entiendo, de veras, pero estoy seguro de que pronto el interés pasará a ser hastío si el bombardeo informativo no cesa. Tan solo hay que echar un vistazo a las webs de videojuegos –y de otras cosas- para ver todo tipo de historias relacionadas con lo que ya se puede catalogar como un fenómeno de masas.
Lo bueno, o quizás no tanto, es que en la actualidad exprimimos las cosas tan rápido que nos cansamos de ellas en cuestión de días o incluso horas. Por una parte me gusta que sea así. Joder, ¡hay más mundo aparte de Pokémon! Pero por otra parte me frustra pensar que lo que sucedió con Miitomo –salvando las evidentes distancias- pueda extenderse a este juego no por sus posibles carencias, sino por su sobreexplotación. Porque admitámoslo, como diría cierto político: “estamos usando Pokémon GO por encima de nuestras posibilidades.”
Confío en el buen hacer y en las intenciones de Niantic para seguir alimentando a Pokémon GO de forma que no se pierda el interés por él, aunque seguramente no tendrá el público que tiene estos días; ni mucho menos el protagonismo en los medios. ¿Irá a más o a menos? La verdad, no lo sé; ni tampoco tengo interés en descubrirlo. Lo que sí tengo claro es que este juego logrará uno de sus objetivos, formar parte de nuestra vida cotidiana. De hecho ya está siendo así. Ir a comprar, sacar a pasear al perro, llegar al bar donde has quedado con tus amigos… Todas esas acciones irán acompañadas de un par de lanzamientos de Poké Balls y desvíos para pasar por tal o cual Poképarada; y seguro que cuando llegues a ese destino en el que te esperan tus colegas, alguno de ellos te preguntará de forma cómplice, “¿has capturado alguno nuevo?”
Fue en los 90 con las Game Boy ladrillo y con Pokémon Rojo/Azul y ahora está siéndolo en pleno siglo XXI con los Smartphone y Pokémon GO. Qué bien lo habéis jugado en Niantic, la Pokémon Company y Nintendo; me quito el sombrero, de verdad. Ahora vamos a ver cómo hacemos entre todos que evolucione este gólem que nos habéis soltado, porque de momento nos está devorando como nunca antes había sucedido y, a este ritmo, me temo que pronto se hará realidad lo que decía al principio y veremos a algún iluminando gritando eso de “¡Pokémon GO cura el cáncer!”
Debe estar conectado para enviar un comentario.