Análisis – NBA Playgrounds (Nintendo Switch). Basket callejero de primer año

Probablemente todos, en especial los más viejunos del lugar, conozcáis NBA Jam, la alocada franquicia baloncestística de Midway que alcanzó gran popularidad en los 90 tanto en los recreativos como en las consolas 16 bits y que tuvo un reboot bastante digno en Wii. Su sombra como referente en este tipo de juegos es muy alargada y NBA Playgrounds no puede negar su influencia. La acción en ambos transcurre en forma de partidos 2 vs 2 que enfrentan a estrellas de la NBA y en los que, para favorecer el espectáculo, no hay apenas reglas pero sí movimientos exagerados y mates estratosféricos. Pero, para ser honestos, ahí se acaban los parecidos. Aquí no encontraremos un ritmo frenético, jugadores “on fire” o frases de los comentaristas que vayan a pasar a la posteridad. Y es que, para bien y para mal, el título desarrollado por Saber tiene personalidad propia.

 

 

Salto inicial

Nada más iniciar nuestra andadura, recibimos 3 sobres que desbloquean 15 de los 152 jugadores que componen la extensa plantilla de este título de Saber Interactive. El número es considerable y están presente la mayoría de estrellas actuales y leyendas retiradas, aunque entre estas se echa de menos a jugones del calibre de Jordan, Bird, Abdul-Jabbar o Kobe Bryant. A la hora de elegir a los dos que manejaremos, sin necesidad de que pertenezcan al mismo equipo, debemos tener en cuenta la puntuación que reciben en varias facetas de juego ya que, a la hora de disputar los enfrentamientos y dependiendo del nivel de dificultad de nuestro rival, son más decisivos algunos atributos que otros.

 

Parece que no, ¡pero LeBron y Curry van a morder el polvo!

 

Una vez hayamos configurado nuestro dúo de estrellas, saltaremos obligatoriamente a la primera cancha para jugar un partido en modo exhibición, único accesible en un primer momento y que nos servirá como tutorial para aprender los aspectos básicos del desarrollo de los encuentros. Al terminarlo, nos da la posibilidad de entrar en la modalidad Torneo, donde nos encontraremos con 8 pistas callejeras, 2 de ellas ocultas en un principio, repartidas por enclaves como Nueva York, nuestra primera parada, Tokio o la playa de Venice en L.A., en las que tendremos que vencer 4 partidos (todos con un reto opcional a batir) para ganar cada campeonato y desbloquear el siguiente.

 

La mecánica de los partidos es la que todos más o menos podíamos esperar: ataques y defensas en los que no tenemos que respetar ninguna regla salvo lanzar antes de que se agoten los 12 segundos de posesión. Además, como peculiaridad, algunas canastas valdrán un punto más, en concreto la primera de cada duelo y todas las que anotemos realizando un “tiro perfecto”. Cada equipo cuenta con una “barra de lotería” que se irá llenando a medida que se realicen movimientos espectaculares (como mates increíbles o tapones bestiales) o vaciando si se utilizan empujones o codazos. Cada vez que se complete proporcionará una ventaja temporal aleatoria (multiplicadores de puntuación, velocidad, un ataque infalible…) que generalmente influye positivamente a la hora de igualar y dar más emoción a los partidos. A mayores, cada jugador tiene el clásico medidor de energía que se irá agotando al usar el turbo o dribblings especiales, provocando una vibración exagerada del mando cuando esto ocurre.

 

Os lo dijimos. In your face, LeBron!

 

La curva de dificultad está bien ajustada y pasaremos de ganar con cierta suficiencia los primeros partidos a tener que sudar la gota gorda para llevarnos la victoria. Como aliciente y recompensa fundamental a dedicarle horas a disputar y, sobre todo, ganar encuentros y torneos, tenemos los citados sobres con 5 jugadores, que sirven para aumentar nuestra cartera de deportistas, bien para conformar un tándem competitivo, bien para hacernos con nuestro ídolo del deporte de la canasta favorito. Los obtendremos tanto al aumentar nuestro nivel de usuario (envoltorios normales) como al proclamarnos vencedores de un torneo (dorados, con más posibilidades de conseguir uno de los 44 “legendarios”). Hay que decir que algunos podrían salirnos repetidos, aumentando en ese caso el nivel de experiencia del baloncestista en cuestión. Pero el método principal para aumentar el XP de los jugadores es simplemente compitiendo con ellos. Hay tres niveles, con movimientos más vistosos otorgados en plata y oro, pero esta mejora no otorga cambios en los atributos.

 

¿Nos tocará Magic Johnson en este sobre?

 

Tiempo muerto

Cuando el balón es lanzado al aire desde media cancha es cuando empiezan los problemas de NBA Playgrounds ya que, aunque en líneas generales sea un título divertido, algunas decisiones de diseño bastante discutibles provocan que la jugabilidad sea algo caótica, imprecisa y, en ocasiones, irritante. Uno de los motivos, en contra de lo que sería lógico pensar, no es una acción frenética y descontrolada, sino todo lo contrario. Aunque cada posesión es de sólo 12 segundos, la volatilidad aleatoria de la barra de energía hace que sea frecuente que se nos agote antes de llegar a nuestro campo al usar el turbo o los dribblings, lo que provoca un descenso considerable del tempo del partido y limita nuestra capacidad de realizar movimientos espectaculares. Como consecuencia positiva, esto le confiere un toque estratégico ya que, por ejemplo, no podremos hacer un mate si agotamos nuestra stamina abusando del turbo en un “coast to coast”.

 

Otro factor, este indiscutiblemente molesto, que influye en la lentitud del ritmo de juego es que, tras cada canasta, la acción no se retoma hasta que el equipo que defiende se posicione, con lo que sufrimos parones indeseados de varios segundos.

 

Cuando nuestros rivales se ponen serios, las enchufan de todos los colores

 

También apreciamos ciertos problemas con la consistencia de la IA de los jugadores controlados por la máquina. En el caso de nuestro compañero, su actitud es bastante aceptable, sobre todo en defensa, mientras que nuestros rivales pueden pasar de perder el tiempo y no jugarse un último tiro para desnivelar un resultado ajustado a acribillarte con tiros perfectos o robos constantes e inevitables. Esto es algo que ocurre generalemente en las finales de los torneos más avanzados y nos obligará a cambiar nuestro estilo de juego y ser completamente infalibles para lograr la victoria.

 

Descanso – Galería de fotos de NBA Playgrounds

 

Pérdida de balón

El esquema de control es sencillo y fácil de aprender, pero a veces es impreciso, provocando que cometamos errores o que los jugadores no respondan a nuestras órdenes. Así, en ocasiones lanzaremos a canasta en lugar de fintar, perderemos el balón porque el compañero tarda demasiado en iniciar la carrera previa al alley-oop o llegaremos tarde a una pelota muerta. Esto último es especialmente recurrente en las ocasionadas por un robo de balón, acabando casi siempre en manos del equipo contrario, mientras que las originadas por un rebote son cuestión de suerte, pues es imposible saber muy bien hacia dónde sale despedido el esférico tras el fallo en el lanzamiento y saltar a por él es poco menos que inútil, siendo lo más recomendable confiar en que le caiga cerca a tu compañero y se haga con él.

 

Pero el principal problema de todo el juego es el uso de «timing» a la hora de lanzar a canasta. En el partido tutorial se nos advierte que para lograr encestar debemos soltar el botón de tiro en un momento preciso durante el salto de nuestro jugador, pero no encontraremos ningún tipo de referencia para saber cuándo hacerlo correctamente y únicamente veremos las palabras “pronto” o “tarde” tras fallar un lanzamiento. Una vez adquirimos algo de práctica, encontramos que es infinitamente más fácil anotar desde más allá de la línea de 3 que pegados del aro, debido a que las variadas animaciones de los tiros cercanos a la canasta hacen que sea prácticamente imposible saber cuándo dejar de presionar el botón. Esto desemboca en un abuso por nuestra parte del lanzamiento exterior en detrimento de acabar las jugadas con alley-oops inverosímiles, que es lo que nos pide el cuerpo en arcades de este estilo.

 

¡Si lo sabemos, nos jugamos un triple!

 

(Falta) Técnica

El apartado artístico de NBA Playgrounds cumple su cometido pero no pasará a la Historia. El entorno gráfico caricaturesco, que hace uso del motor Unreal Engine 4, se mueve con soltura y aporta personalidad propia al juego. Los jugadores, cabezones pero con gran parecido con las estrellas reales, disponen de unas animaciones correctas, mientras que las canchas y los menús (traducidos al castellano aunque, curiosamente, no todas las palabras) quizá pequen de ser un pelín sosos. Eso sí, si habéis podido probar otras versiones, habréis notado que en la de Switch, aunque el bajón no es muy acusado, sí que echamos de menos detalles como las animaciones del público tras una canasta, las físicas en los uniformes de los jugadores, las sombras de estos en la cancha o una mayor definición en general, algo que se acentúa de manera grave si jugamos en modo portátil, donde las imágenes se vuelven muy borrosas y con colores demasiado lavados.

 

Curiosamente, donde mejor se juega este baloncesto callejero es en casita.

 

En cuanto al sonido, más de lo mismo: melodías correctas que no molestan pero tampoco emocionan y unos comentaristas, en inglés, que tendrían muchísimo que aprender del speaker que gritaba “Boom-Shaka-Laka”. Lo mejor de este apartado, por decir algo, son los efectos durante el partido, en especial las risotadas del público tras un mate fallido.

 

Final del partido – Conclusión

La primera incursión de Saber Interactive en el mundo de los arcades baloncestísticos tiene difícil ganar el premio de Rookie del Año. No es para nada un mal título, pues jugarlo es divertido, su base es sólida y probablemente mejore con las actualizaciones prometidas por su desarrolladora (algunas tan fundamentales como la mejora de los insufribles tiempos de carga o la activación del modo online en nuestras consolas), pero actualmente parece un lanzamiento inacabado ya que es un poco corto en cuanto a opciones y presenta ciertos errores que, sin ser graves, sí que son lo suficientemente numerosos como para empañar la experiencia de juego, haciendo que en ocasiones nos parezca que todo lo que sucede en la cancha está fuera de nuestro control. Aún así, si como nosotros eres fan del baloncesto, NBA Playgrounds puede servirte para pasar algunos ratos divertidos, sobre todo jugando con amigos, mientras matas la espera por el NBA 2K18.

 

Hemos escrito este análisis tras probar la versión de Switch con un código de descarga proporcionado por Saber Interactive.

NBA Playgrounds es como ese tiro que rebota varias veces en el aro mientras el destino decide si entra o no. Quizá si recibe un buen palmeo a tiempo en forma de las prometidas actualizaciones con mejoras, será capaz de lograr una canasta ganadora.
GRÁFICOS
70
SONIDO
70
JUGABILIDAD
60
CONTROLES
60
DURACIÓN
60
Nota de lectores4 Votos
76
PROS
El plantel de jugadores NBA es extenso
El multijugador local es divertido
Apartado técnico con personalidad
CONTRAS
Demasiados errores que perjudican la jugabilidad
Port de Switch algo descuidado: sin online y modo portátil con bajo rendimiento
Su ritmo pausado no facilita el espectáculo
65
Mostrar Comentarios (2)
  1. No parece para nada un mal juego aunque no esté a la altura del gran NBA JAM de los 90. Aún así hay que entender que es un juego con un nivel de calidad tan elevado que aunque este sea un buen juego queda empequeñecido bajo la larga sombra del vetusto juego de las 16bits.

    Igualmente espero poder probarlo pronto.

  2. Malo no es pero, en su versión 1.0, tampoco me parece que sea una compra obligada. Si eres muy «talifán» de cualquier juego en el que haya una canasta, como es mi caso, hazte con él pero siendo consciente de que no te va a cambiar la vida. Si no lo eres, me esperaría a las actualizaciones antes de gastar los «nineros»!