A lo largo de muchos años, Nintendo ha ido creando personajes que se han quedado en la memoria colectiva a través de sus juegos, personajes que incluso se han hecho famosos más allá de la frontera de los videojuegos, como es el caso de Super Mario o Link, en cambio otros, aunque más discretos, también van haciendo su camino por ganarse el favor del público. Dentro de esta última categoría se encuentra el vaquero armadillo Dillon, también conocido como el Relámpago Bermejo, quien, junto a sus amigos, ha hecho ya varias incursiones en la familia de consolas 3DS a través de su eShop, e incluso ya ha participado en forma de ayudante temporal durante los combates en las entregas más recientes de la saga Super Smash Bros. Así pues, tras la aparición de Dillon’s Rolling Western y The Last Ranger hace unos cinco años atrás, ya tocaba que este misterioso armadillo hiciera su regreso con Dillon’s Dead-Heat Breakers, manteniendo su esencia de acción y mecánica de estrategia Tower Defense pero a su vez introduciendo nuevos elementos como la aparición de los Miis, y todo un cambio de ambientación del Lejano Oeste a otra más cercana a un mundo postapocalíptico, entre otras novedades. ¿Va a poder Dillon dar en esta ocasión el salto definitivo que lo pueda catapultar a la fama junto a otras estrellas de la Gran N? Es hora de que lo descubramos con el siguiente análisis. ¡Adelante valientes forajidos!
Soy Mii propio protagonista
Hace muchos años ocurrió un fatal cataclismo que ha sumido el mundo en un lugar oscuro y en ruinas, los supervivientes del mismo se han refugiado en una ciudad central y en desperdigados pueblos remotos en medio de la nada. En este desolado lugar los habitantes tratan de hacer una vida medio normal cuidando su ganado, cultivando y ayudándose unos a otros, sin embargo, la situación es de todo menos pacífica puesto que han llegado una serie de aeronaves espaciales y de las mismas no paran de llover horrorosos monstruos, llamados Grocks, dispuestos a asaltar los asentamientos y robar todos los Manjus, una curiosa especie de cerdo con forma que recuerda a los Meatbuns japoneses, la principal forma de ganado del lugar. Ante esas desesperantes circunstancias un joven Amiimal (la versión animalizada de nuestro Mii) decide abandonar su hogar a toda mecha en busca de ayuda, por suerte cuando está a punto de ver derribado su vehículo por los monstruos, el legendario Dillon en persona (bueno, en armadillo) y su fiel colega Tapón hacen su aparición dispuestos a salvar el día.
Comienza así la trama y nuestro cometido, que no es otro que defender a los diversos asentamientos de los sucesivos ataques y encontrar la manera de acabar con esa terrible banda de invasores del espacio exterior, y para ello tenemos que reunir materiales y piezas con que montar el Génesis, una legendaria arma lo suficientemente devastadora para ese cometido, además de para reforzar las barricadas frente a los invasores. La aventura principal nos lleva a movernos entre la metrópolis central y los pueblos fronterizos que nos manden peticiones de ayuda, siendo la primera nuestra base de operaciones donde podemos descansar, ganar dinero a través de diversos trabajos en forma de minijuegos y contratar tiradores de apoyo (otros aMiimales basados en los Miis que tengamos guardados en la consola, como en Miitopia), muy necesarios para ayudarnos a defender nuestros bastiones en ángulos muertos y demás puntos especialmente vulnerables a la entrada de los Grocks. El juego, por tanto, va alternando con un ciclo sucesivo de día y noche entre los momentos de frágil paz desde que cae el sol en que controlamos a nuestro aMiimal mientras reunimos dinero realizando mandados, aportamos los materiales para la Génesis o para confeccionar equipamiento más poderoso, entrenamos nuestros movimientos de batalla o elegimos a nuestros mercenarios acompañantes, con aquellos otros de batalla estratégica cuando comienza el día donde controlamos a Dillon y nos encargamos de perseguir y pelear contra los asaltantes cuerpo a cuerpo, entrando en pequeños campos de batalla para golpearlos uno a uno, o bien pasando al modo persecución donde debemos rodar continuamente y atacar a empellones sin frenar ni un segundo.
Todo viene rodado
Entrando en detalles técnicos, podemos mencionar el apartado visual, que aunque mantiene el esencia de anteriores entregas (aspecto cartoon, animales de aspecto humanizado, ambiente base del Lejano Oeste, el de los vaqueros, los indios y la búsqueda de oro), a su vez se reinventa en algunos aspectos, cambiando a una ambientación más cercana a situaciones postapocalípticas, aparte de experimentar una ligera mejora gráfica, con más detalles que en veces anteriores, quizás le falta un poco más de expresividad gestual a los personajes, especialmente teniendo en cuenta que algunos de ellos cuentan con el modelo de base de los Miis de nuestra consola, aunque no quita que especialmente los alcaldes de cada pueblo tienen bastante personalidad. Mención aparte merece el correcto uso del 3D, un aspecto del que muchos de los títulos más recientes de la portátil han llegado a prescindir, pero que en este caso se haya implantado muy bien, dando una sensación de mayor inmersión tanto en las batallas como cuando nos movemos libremente por la metrópolis. En cuanto al apartado sonoro, está bien cuidado, melodías que ambientan bien de trasfondo, con sus ocasionales toques épicos en los momentos de más acción, algunas de ellas incluso puede que las tarareemos sin darnos cuenta al ser algo pegadizas; en cuanto a los efectos sonoros, destacan las voces de los personajes, basadas en el uso repetido de sonidos extraños (un poco como en el lejano Banjo-Kazooie o los más recientes Splatoon y Yooka-Laylee) que a veces parece incluso que se esté oyendo el discurso al revés, algo bastante gracioso al oído.
Respecto a los controles, son de lo más sencillos, en los combates o cuando nos movemos por la respectiva zona de combate con Dillon, usamos el A para hacernos una bola y cargar nuestro ataque principal, que también nos permite desplazarnos de manera mucho más veloz, además de para realizar ocasionales combos en las distancias más cortas; el L para situar la cámara detrás (no se puede usar el segundo “stick” de New 3DS para rotarla a nuestro alrededor) y el Start para entrar en los menús y opciones. Cuando nos movemos por la ciudad es aún más simple porque sólo tenemos que usar el botón deslizante para movernos y el A para interactuar con otros personajes y avanzar en los diálogos, y la cámara es semifija, se desplaza con nosotros pero no se puede girar. La jugabilidad es bastante buena en las partes de más acción, nuestro armadillo responde muy bien, se mueve con agilidad e incluso se recupera de los golpes a gran velocidad, con lo que los combates se mueven con mucha fluidez. Las pantallas de carga son cortas, un detalle muy de agradecer teniendo en cuenta la gran cantidad de transiciones que se producen del campo de batalla a los combates contra grupos de enemigos y viceversa sobre todo.
Este día me recuerda al de ayer
Dillon’s Dead-Heat Breakers cuenta con una Aventura principal que se estructura en una serie de misiones de protección de bastiones de los pueblos alternando con las misiones de obtención de dinero y aliados tiradores, todo ello repartido en ciclos de día y noche. Antes de comenzar cada batalla debemos situar a esos tiradores en función del tipo de arma que tenga cada uno (armas eficaces de cerca y de lejos fundamentalmente), y reforzar aquellos puntos de las barricadas que veamos más vulnerables, una vez comienza la batalla controlamos a Dillon abordando a grupos de enemigos en pequeñas arenas de combate, cuando quedan los 5 últimos comienza la carrera de persecución para derribarlos uno a uno. La cuestión es que esa serie de eventos acaba resultando bastante familiar al cabo de un tiempo porque es bastante similar de una misión a otra, no obstante, la complejidad de los elementos estratégicos ayuda a que no llegue a hacerse repetitivo.
Este modo principal tiene una duración alrededor de unas veinte horas aproximadamente, sobre todo si no has jugado a los anteriores títulos de esta saga o a muchos juegos de Tower Defense en general, porque en ese caso requiere su tiempo hacerse a la mecánica de estrategia (si se hace al tuntún lo más probable es que perdamos más de una batalla contra los Grocks). Aparte hay algunos extras que contribuyen a alargar un poco más la experiencia de juego, y por supuesto las respectivas misiones son de lo más rejugables a efectos de mejorar tiempos y de obtener más materiales con los que negociar y mejorar nuestras defensas.
Dillon’s Dead-Heat Breakers – El retorno del arma-Dillon
Cinco años han pasado desde la anterior llegada del Relámpago Bermejo a nuestras vidas, un tiempo que le ha servido de descanso y para regresar con potente título que combina acción y estrategia con talento, aprendiendo de pasados errores y mejorando en aquellas partes en que ya brillaba. En conclusión, esta nueva aventura conserva la esencia que caracteriza a esta saga y a su vez integra algunos pequeños cambios para diferenciarse de las anteriores entregas; quizás hubiese estado bien darle un poco más de variedad dentro de la fórmula de las misiones para que todas no siguieran la misma estructura, y a su vez unos personajes con algo más de expresividad, pero por lo demás asegura unas cuantas horas de bastante entretenimiento que hacen que sin duda merezca la pena darle una oportunidad.
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