Battle Chasers Nightwar Análisis imagen destacada

Análisis – Battle Chasers: Nightwar (Nintendo Switch). Una delicia visual y auditiva

Reconozco que la primera vez que me vi cara a cara con Battle Chasers: Nightwar, poco conocía de él aparte de su título y el género al que pertenecía. Estaba ante un RPG clásico por turnos con una estética realmente llamativa, y tras un par de meses jugando casi exclusivamente Roguelites, la verdad es que el cuerpo me pedía algo más pausado y estratégico, y vaya si lo encontré. Curiosamente, parece que estamos viviendo un discreto renacer de los juegos de rol de corte más clásico, en el que nombres como Lost Sphear, el cercano Octopath Traveler o este mismo Battle Chasers hacen las delicias de todos los que hace un par de décadas pasaban las tardes viajando en el tiempo con su perro virtual o derrotando unos cuantos limos. Es por esto que, tras mucho tiempo sin atreverme con el combate por turnos, me dispuse a meterme de lleno en esta obra.

 

 

Combates clásicos pero modernizados

Battle Chasers comienza de forma rápida y ligeramente confusa. Abre con una secuencia cinematográfica en la que nuestros personajes, que navegan a bordo de un barco volador, son atacados por lo que, intuitivamente, parecen una especie de piratas aéreos. Tras estos sucesos, el grupo de personajes se divide, y debemos comenzar con Gully, una chica de la que no sabemos absolutamente nada. A partir de aquí se desarrolla la trama a medida que encontramos a nuestros compañeros en diferentes momentos del juego. Ninguna explicación, ni contexto, ni puesta en situación. Y no la habrá, a excepción de unas pequeñas pinceladas en los libros que encontramos en nuestro viaje.

 

Resulta que Battle Chasers no cuenta una historia autocontenida, sino que forma parte de algo más grande: una saga de cómics con el mismo nombre creada por el mismísimo Joe Madureira, del que hablaremos más adelante. Lo interesante es que la historia contada en las viñetas nunca terminó, siendo su noveno número el último, publicado en el año 2001 y dejando un final abierto que jamás llegó a concluirse. De esta forma, los eventos ocurridos en el RPG forman parte de un arco diferenciado de la historia contada en los cómics, si bien cuesta ubicarse en un mundo que da por sentado el conocimiento previo de su existencia.

 

Entremos de lleno con uno de los principales reclamos de este título. Battle Chasers: Nightwar propone un combate por turnos puros en el que la estrategia y las decisiones son la piedra angular. Podemos llevar hasta tres personajes en el equipo, cada uno de ellos con sus habilidades, atributos, fortalezas y debilidades propios. La estructura es sencilla, y la forma de organizar los turnos depende de la celeridad de cada uno de ellos, parámetro que determina su velocidad de actuación. Esto, junto con el uso de habilidades, crea una línea temporal visible en todo momento que nos indica el orden de ataque. Para haceros una mejor idea, podéis pensar en el sistema que utilizaba para esto Final Fantasy X.

 

Battle Chasers Nightwar Análisis 07

 

Durante los combates podemos realizar cinco tipos de acciones: ataque normal, habilidades, ráfaga, utilizar objetos o huir. El primero de estos suele constar de ofensivas básicas, que como mucho pueden otorgar algún efecto pasivo perjudicial al enemigo o beneficioso a uno o varios miembros del equipo. Por su lado, las habilidades son acciones más complejas, que requieren del uso de maná y que en ocasiones aprovechan los estados alterados ejercidos anteriormente sobre los enemigos para hacerles más daño. Relacionado con el maná, Battle Chasers introduce algo interesante llamado sobrecarga, que se obtiene al atacar y que otorga una especie de reserva adicional de poder mágico que únicamente dura hasta el final del combate. No obstante, en ocasiones me ha dado la sensación de que gracias a esto es muy difícil ver vacía la clásica “barrita azul”, lo que permite lanzar habilidades casi a discreción. La ráfaga corresponde con lo que, tradicionalmente, llamaríamos un “ataque final”, y su uso está asociado a una barra que se rellena según avanza el combate. Es compartida, por lo que debemos priorizar quién utiliza su poder, aunque también se puede mejorar para realizar varios ataques o, en su lugar, movimientos más poderosos.

 

Explorar y “grindear”, todo es empezar

Aunque los combates son muy entretenidos, afortunadamente Battle Chasers no vive solo de ellos, sino que, a lo largo de la aventura, podemos movernos libremente por sus localizaciones. En este caso, nos encontramos en una isla dividida en varias zonas a las que acceder en distintos momentos. El mundo consiste en una serie de caminos muy marcados sobre el mapa, que recorremos para llegar a las zonas importantes. Los enemigos son visibles e inmóviles, por lo que podemos elegir entre enfrentarnos a ellos o dar un rodeo e ir por otro lugar, aunque seguramente terminemos haciéndoles frente igualmente. Además, en el camino podemos encontrar otros objetos como cofres o construcciones que nos otorguen cualquier tipo de efecto pasivo que sea de ayuda durante las peleas.

 

Evidentemente, también existen localizaciones más trabajadas y complejas, siendo estas las zonas explorables y las mazmorras, a las que podemos entrar y en las que cumplir una serie de objetivos. Mientras que las primeras son opcionales, las mazmorras deben ser completadas para avanzar en la historia. Estas pueden recorrerse en tres niveles de dificultad, ofreciéndonos cada uno de ellos un tesoro más valioso como premio por llegar al final de ellas y derrotar al correspondiente jefe final de rigor. Tanto las zonas explorables como las laberínticas mazmorras sirven para contar aspectos del mundo en que nos encontramos. No obstante, se hace de forma que, aunque resulta bastante clásica, hoy en día se hace vaga. Y es que leer treinta líneas cada dos o tres habitaciones interrumpe de forma abrupta la experiencia jugable.

 

Battle Chasers Nightwar Análisis 20

 

 

Como todo buen RPG, Battle Chasers incluye un buen puñado de objetos de los que, sinceramente, he prestado mi atención a bastantes pocos. Estamos acostumbrados a recoger cientos de materiales que solo sirven para forjar armas, hacer armaduras o encantar equipo, y es precisamente lo que ocurre en este título. Cuando queremos darnos cuenta y encontramos una mesa de encantamientos, vemos que esta nos pide materiales en los que apenas nos habíamos fijado. En mi caso, tenía 400 unidades de uno de ellos en el inventario, por lo que gastar 4 no me suponía ningún problema.

 

La artesanía, que así se llama en este RPG, se basa en probabilidades, de forma que podemos, por ejemplo, encantar nuestra armadura sin ofrecer todos los objetos requeridos, a cambio de que baje la probabilidad de éxito, lo que seguramente sea el aspecto más interesante de esta mecánica. Aparte de esto, existen diferentes tiendas en el juego que nos permiten adquirir nuevo equipo y objetos, así como libros que otorgan nuevas recetas artesanales. El dinero escasea, especialmente al principio, por lo que conviene tener bien claras nuestras prioridades cuando vayamos a gastarlo.

 

Madureira, Kyd y Powell: un equipazo

La progresión de los personajes en Battle Chasers es muy lineal y no tenemos que tomar ninguna decisión más allá del equipo que portan nuestros protagonistas o los puntos de ventaja que les otorgamos por medio de objetos especiales. De este modo, los personajes aprenden habilidades automáticamente, siempre las mismas y en el mismo orden, al subir de nivel. Es cierto que no es el primer ni el último juego que hace esto, pero podemos pensar en títulos como Kingdom Hearts, donde una serie de decisiones iniciales del jugador hacen que el desarrollo cambie, aunque se mantenga la linealidad a lo largo de la partida.

 

En lo relativo al sonido, me he encontrado con una banda sonora bastante sorprendente, compuesta por Jesper Kyd y Clark Powell. El primero ha trabajado en gran cantidad de obras, entre las que se encuentran Borderlands o Assassin’s Creed II, y es capa de generar atmósferas impresionantes con sus creaciones, que se tornan complejas y realmente agradables de escuchar. Aparte de la música, he de hacer una mención especial al doblaje del juego al castellano, que me ha parecido excepcional y que, aunque no forma parte de todas las conversaciones, ha conseguido que no me den ganas de cortar a cada personaje a mitad de frase y le deje hablar hasta el final.

 

 

 

Junto con el combate, el otro gran centro de Battle Chasers es su apartado artístico. Es aquí cuando volvemos a Joe Madureira y su obra. Como ya dije, el último número de la saga de cómics en que este título se basa fue publicado en 2001, y es que, tras esto, Madureira dejó esa industria para unirse a la que nos ocupa: la del videojuego. Fue aquí cuando todo tuvo sentido en mi cabeza, pues el dibujo y los diseños de este RPG me resultaban extrañamente familiares. Mis sospechas se confirmaron cuando vi que el artista estaba también detrás del apartado artístico y dirección de las dos primeras entregas de Darksiders, igualmente excepcionales y que, si bien no son santo de mi devoción, son realmente interesantes. En Battle Chasers no presenciamos unos paisajes sobrecogedores ni unas localizaciones especialmente preciosistas, pero se nota que Madureira sabe hacer que una imagen te entre por los ojos y se te quede grabada. Además, su trabajo es rápidamente reconocible desde el momento que ves esos trazos estilizados a la vez que firmes, y eso da mucha personalidad a la obra.

 

Battle Chasers Nightwar – Un RPG en equilibrio armónico

Battle Chasers: Nightwar ha sido toda una sorpresa. Le puse la mano encima con mucha ilusión, aunque lo cierto es que me costó arrancar. Quizás la primera hora y media no sea lo que más incite a jugar del mundo, pero es cierto que cuando la superas y llegas a la ciudad central, todo comienza a ir sobre ruedas. El combate no es nada realmente sorprendente, pero es cierto que incluye los elementos justos y necesarios para resultar interesante e imbuir al título de una cierta profundidad muy necesaria, sin la que pasaría sin pena ni gloria como un sistema anticuado.

 

La historia es uno de los puntos que menos me ha convencido. He intentado aislar el contenido del juego de todo lo que vino antes con los cómics, pero me resulta verdaderamente imposible, y mentiría si dijera que me he enterado de lo que estaba pasando en cada momento. Es cierto que puedes leerte las viñetas o un resumen para ponerte en contexto, pero yo juzgo Battle Chasers: Nightwar por lo que es, y no por la obra externa a la que pertenece. El apartado artístico es muy agradable y refleja el estilo de Madureira, que incluso alguien que no le ha seguido desde el principio, como yo, puede identificar rápidamente. En definitiva, me parece un muy buen título además de equilibrado, que no sobresale especialmente en ningún aspecto, pero tampoco muestra debilidades importantes. Una compra segura para cualquiera fan de los videojuegos clásicos de rol.

 

Battle Chasers Nightwar Análisis 10

Este análisis ha sido posible gracias a un código de descarga para review otorgado por THQ Nordic para NextN

Battle Chasers: Nightwar ofrece una experiencia RPG clásica con un gran apartado visual y sonoro que os dejará maravillados
Pros
Apartado artístico impecable
Banda sonora atrapante y muy buen doblaje
Mecánicas de combate interesantes
Contras
Falta de contexto en la historia
Muchos objetos intrascendentes y sin interés
80