Vivimos en una industria capaz de hacer maravillas como The Legend of Zelda Breath of the Wild, el último God of War o propuestas la mar de curiosas (chiste intencionado) como Sea of Thieves, juego que deja en manos de su comunidad el crear las historias. Pero también vivimos en la industria de los modelos de negocio abusivos, un mercado móvil que no hace más que copiar «inspirarse» a los juegos que triunfan un poco y sistemas de monetizaciones locos cuyas empresas tienen detrás casi al mismo número de psicólogos estudiando cómo diseñar estos sistemas para estimular las compras, que programadores. Y todo esto en un mercado repleto de niños. Criaturas que parece que les dan un poco igual a muchas compañías, porque se comen lo que sea siempre que se lo acompañes con muñequitos que conozcan a modo de Caballo de Troya. Hello Kitty Kruisers usa la marca de la conocida mascota de Sanrio como reclamo de cara al público más infantil. ¿Está en el primer grupo de juegos o en el segundo?
«Los niños se tragan lo que sea, dale esto al becario»
La que probablemente sea la gatita más conocida del mundo, y un icono de la cultura Pop de las últimas décadas, se embarca con el resto personajes más conocidos de Sanrio (aunque por desgracia falta cierta panda roja fan del death metal), en su propia aventura de carreras por tierra, mar y aire. Y al decir aventura en realidad queremos decir cuatro tipo de pruebas diferentes que se repiten a lo largo de una veintena de desafíos para obtener una puntuación de una a tres estrellas con las que desbloquear nuevos vehículos.
En cuanto a las carreras nos encontramos con cuatro torneos distintos donde variaremos entre carreras de coche, lanchas motoras y aviones, casi como si fuese una especie de Diddy Kong Racing. Los primeros y los últimos se controlan bastante decente, pero manejar uno de los vehículos acuáticos…¡eso es otra historia! Pero si las lanchas dan problemas de control, los aviones los tienen con la cámara, enganchándose con puentes y otros obstáculos.
Una vez terminada las cuatro copas sin problemas, porque la máquina rara vez intenta ofrecer resistencia, siempre puedes jugar junto a otros tres amigos en local con alguno de los diez personajes; aunque por desgracia no hay diferencia entre ellos ni los coches más allá de lo visual. Tampoco hay demasiada diferencia en las temáticas de los circuitos, repitiendo el bosque, pueblo, montaña o arcoiris pero distintos trazados adaptados a cada tipo de vehículo. Lo que si destaca en las partidas locales, y para mal, es el no poder jugar con un solo Joy-Con en horizontal a pesar de publicitarse como tal en la carátula, siendo necesario un par por persona o un Mando Pro. Y creedme que he intentado por activa y por pasiva jugar con un solo Joy-Con y no había manera. Vamos, que si tenías intención de que en casa jugasen dos personas a Hello Kitty Kruisers, más vale que tengas otro mando adicional.
A estas alturas decir que el apartado técnico también deja bastante que desear es ser benévolo. Escasas animaciones y transiciones entre ellas, los personajes son mudos, popping, ninguna sensación de velocidad, falta de feedback para saber si hemos golpeado a los rivales con alguno de los objetos que dejamos por el camino, unos menús descuidados y simplones…. En definitiva Hello Kitty Kruisers no entra por los ojos u oídos de ninguna de las manera posibles. Y gran parte de las culpas de todo lo anterior es precisamente que Hello Kitty Kruisers no deja de ser un port de la versión de Wii U, que a su vez era un port del juego de mismo nombre de iOS, donde ya de por sí no era precisamente el juego mejor valorado del mercado digital de Apple.
Y lo siento, pero la excusa de «es que es un juego para los más pequeños de la casa» no es válida. Lo que podría ser un «mi primer Mario Kart» se queda lejos siquiera de intentarlo. Sé que no se ve con buenos ojos esto de analizar comparando con otro título del mismo género, pero es evidente que no cumple unos mínimos. Hello Kitty Kruisers está en el saco de juegos que trata de engatusar a los más pequeños de la casa con cosas que conocen para rascar alguna venta con productos de tercera, algo que debemos dejar de permitir.
Hello Kitty Kruisers – Los niños también son consumidores, y de lo más exigentes
En conclusión, tenemos que dejar de justificar la baja calidad de los juegos enfocados para niños con la excusa de que no entienden lo que es. Más bien es todo lo contrario. Un niño pequeño entiende a la perfección lo que le entretiene y lo que no. Son el público más exigente que existe y no se paran a preguntarse porque las cosas son así. Si no le gusta, cambia a otra cosa que le guste más. Es así de sencillo.
Hello Kitty Kruisers está repleto de carencias, dejadeces y decisiones cuestionables de diseño que no pueden consentirse bajo ninguna excusa, entre ellas una falta de interés y mimo que se ve por cada poro del juego. Cuesta pensar que haya empresas dispuestas a ceder una marca tan importante como Hello Kitty para sacar un producto de tercera categoría, que insulta a sus compradores y público objetivo. Si queréis un juego de carreras para disfrutar junto a los más pequeños de la casa Mario Kart 8 Deluxe es una mejor opción en todos los ámbitos, más aún con las ayudas para los más peques a la hora de conducir que se añadieron en esta revisión del éxito de Wii U.
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