Seguro que cuando has entrado a este texto has pensado algo así: «Un nuevo estreno en la eShop de Nintendo Switch, un nuevo análisis en NextN y la chica de la imágen de la portada es waifu material. Vamos a ver que dicen de este tal ICEY». Pues nada pasa, adelante adelante, cógete una buena bebida fría y ponte a leer.
Ya sabes lo que hay que tienes que hacer, ¿verdad? Avanza hacia tu objetivo
Y tu objetivo como lector es bajar abajo del todo, ver el numerito y decidir si te compras el juego, ¿no? No te preocupes, tan solo tienes que superar un par de párrafos más y tendrás lo que buscas. La historia de ICEY en realidad no tiene mucho de profundo. Tras un breve tutorial en el que terminas despeñada por un puente, ICEY despierta en una cámara de restauración y se nos informa que nuestro deber es derrotar a Judas, un tirano que casi ha extinguido la vida del planeta y quiere terminar la faena por eso de ser un perfeccionista. — ¿En serio? ¿Es que no tenían algo más original? —
Ejem, ¿por dónde iba? Ah, sí. Nos encontramos ante el típico juego de acción lateral con enemigos robóticos sin personalidad alguna a los que derrotar para seguir la flecha que nos indica el siguiente combate. Algo que se lleva haciendo desde hace más de 30 años en esto de los videojuegos, pero que por alguna extraña razón sigue funcionando.
Y así, poco a poco, llegamos al final del juego. Por el camino habremos mejorado un par de ataques y conseguido algún poder con el dinero que obtengamos al derrotar enemigos, pero nada de eso es lo importante si no consiguieras derrotar a Judas al final. ¿Verdad? Pues eso, unas dos horitas de juego, algo más en difícil, y para casa. Y nuestra nota es….
— Bueno otro buen trabajo hecho. Ahora a casa, pero antes al banco a ingresar el maletín que he cobrado de los chinos estos de X.D. Network, que menudo nombre para una empresa. ¡Ostras! Tengo que acordarme de comprar el pan de camino a cas- ¿Como que seguís aquí? Pero si el análisis ya se ha acabado. ¿No veis la nota arriba? ¿Que es una imágen y la puntuación está en estrellas? Si es que os gusta entrometeros en donde no os llaman.–
Al igual que este análisis ICEY esconde bastante detrás de su fachada inicial. Se podría decir que trabaja siempre a dos niveles: el que es visible a simple vista y otro nivel de juego meta donde nada es lo que parece. Y es que precisamente de eso trata este título en cuestión, de romper con algunas barreras de los videojuegos las cuales tenemos asumidas. ¿Nunca te has preguntado por qué sigues las órdenes que te dan desde el juego? ¿Acaso no puedes hacer lo que te dé la gana? Tu eres el jugador, tu mandas. Que le den a Ganon, si quieres que tu Link se dedique a ser un comerciante de fruta en Breath of the Wild ¡que lo sea! Lucha contra lo establecido por una voz superior que ni siquiera se preocupa por ti.
Aviso que este párrafo tiene SPOILERS de la subtrama del juego. Si lo lees es porque tú haciendo uso de tu libre albedrío lo has decidido, pero creo que es necesario comentarlo para ver hasta qué punto el juego funciona en varias capas . La historia de ICEY es bastante más compleja de lo comentado arriba. Es cierto que el global es acabar con Judas para que no destruya el mundo, pero eso es solo el vehículo para contar la historia de verdad. Una que se basa en mezclar los mitos de cierto dios calamar de nombre impronunciable y el libro The King in Yellow, por lo que las teorías no tardaron en florecer, cada una con una interpretación distinta que no hacen más que enriquecerse entre sí.
La jugabilidad también hace uso de esta dualidad de la que tanto hablo. La que brilla con luz propia es la de la acción frenética de Hack and Slash en dos dimensiones. Si bien es cierto que los enemigos comunes no son de lo más variado que se ha visto, y que los combos y ataques podrían ser más, la realidad es que tanto los robots asesinos como los combos están bastante bien diseñados para funcionar en conjunto. Individualmente los enemigos no suponen mucho problema, pero es cuando se te juntan esos malditos robots que si te quedas en el suelo no hacen más que agarrarte con esos otros que no hacen más que molestarte cuando saltas, cuando te das cuenta que por muy poco variados que sean, cada enfrentamiento está bastante bien pensado. Lo mismo pasa con los combos. Muchos de ellos te permiten encadenar uno tras otro, que combinado con esa esquiva en el último segundo que ralentiza el tiempo (tan habitual hoy en día), y que te permite hacer un contraataque con el cual recuperar escudo y vida. Y os lo digo ya: no van a ser pocas las veces que jugando penséis «¿He sido yo el que ha reaccionado a todo eso y he desmembrado a todos los robots a la vez?» Y la respuesta será afirmativa. Y todo esto a una velocidad de infarto, combinada con zooms de la cámara y muchos efectos en pantalla.
La otra capa de la cebolla en lo que a jugabilidad se refiere es el narrador. Sorprendentemente el narrador tiene un papel primordial a la hora de hacer que ICEY funcione, ya sea en chino, japones o inglés, pero siempre subtitulado al castellano. Y aunque la estética del juego invite a sacar el frikazo que llevamos dentro y ponerlo en el idioma del país del Sol Naciente, es más que recomendable ponerlo en inglés si tenemos un buen nivel de escucha. Por eso, y por la banda sonora, es por lo que la primera recomendación del juego viene antes de iniciar incluso la partida: si podéis jugad con cascos.
ICEY – Y pensar que desobedecer tenía tanta recompensa
Al principio comentaba que el juego dura unas dos horas y es una verdad a medias. Si nos centramos en seguir a pies juntillas todo lo que se nos indica, en dos horas estaremos delante de Judas. Sin embargo ese es solo uno de los más de diez finales con los que cuenta el juego, todos ellos bastante curiosos de una forma u otra, y necesarios para encajar las piezas del puzle en un final secreto.
El diseño de ICEY a varios niveles narrativos y jugables es algo que sorprende a la hora de afrontar lo que parece un simple juego de acción. Desde luego no es el primer juego que destroza la cuarta pared, pero sí que es uno que lo hace con una base jugable sólida y con una especial elegancia.
Hemos realizado el análisis de ICEY gracias a una copia proporcionada por X.D. Network
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