Estamos en el año 2018 después de Cristo. Todas las adaptaciones videolúdicas de cómics, películas o similares han desaparecido de las estanterías de los antiguos Centros Mail. ¿Todas? ¡No! Un grupo de irreductibles galos, agrupados bajo el sello de Microïds, resiste a las inclemencias de la industria con dos lanzamientos que desafían toda lógica, pero que cuentan con el carisma de Astérix, Obélix y sus 60 años de editorial a sus espaldas. Asterix & Obelix XXL2 se trata de un remaster de un juego originalmente publicado en 2006 para PlayStation 2, PSP y Nintendo DS, desarrollado por el estudio extinto Etranges Libellules. OSome Studios ha sido el encargado de esta versión, que publica Microïds (viejo conocido en Switch gracias a sus Syberia y sus Gear.Club Unlimited). Su anuncio sirve como precedente para un futuro Asterix XXL 3, del que aún no se sabe nada, excepto que saldrá a finales de 2019.
Están locos estos desarrolladores
Desde luego, traer de vuelta a Astérix a las consolas era algo que estaba en pocas quinielas, a pesar de que los cómics siguen siendo (y siempre serán) populares, y hay una nueva película animada a la vuelta de la esquina. El panorama del videojuego ha cambiado mucho en los diez años que han pasado desde el último Astérix en consolas, ensanchando el espacio entre las grandes superproducciones de estudio, los AAA; y la efervescente escena indie, condenando a todos los juegos “de clase media” a caer en un hoyo cada vez más profundo, en el que nadie quiere meterse. Los juegos con licencia, principalmente adaptaciones de películas populares, fueron uno de los principales grupos afectados, y ahora están en peligro de extinción. Muchos lo celebrarán, porque es cierto que la calidad solía dejar mucho que desear, y la mayoría se limitaban a avanzar por pasillos resolviendo puzles básicos y peleando contra interminables hordas de enemigos con un nivel de desafío casi nulo. Cosa que define a la perfección a este Astérix XXL 2, pero oye, ¡a veces eso tenía su gracia!
Así pues, este juego, que es una adaptación directa del original con cambios mínimos, se basa en avanzar por pasillos, resolver puzles básicos y machacar a centenares de romanos. Es un juego fácil, que dura poco (unas 6 horas), y que se puede hacer repetitivo muy pronto. En su día, si lo comparásemos con, no sé, Batman Begins: El Videojuego, Ice Age 2: El Videojuego o X-Men 3: El Videojuego, pues podríamos decir que está por un poco por encima de la media. A su favor tiene escenarios bastante amplios con zonas interconectadas entre sí, un buen número de coleccionables que dan pie a la exploración para conseguir el 100% y puzles y jefes finales originales. En su contra, tiene un árbol de habilidades muy escueto, problemas de cámara bastante frecuentes, casi ninguna diferencia jugable entre controlar a Astérix u Obélix y muy poca variedad de movimientos y variantes en el combate, que hace que aburra pronto y desespere por la dependencia del juego por el mismo: la mitad del tiempo la pasas peleando con oleadas interminables de romanos para poder abrir la siguiente sala.
A ratos, es entretenido. A ratos, es simplemente aburrido. Nada en su jugabilidad es original ni rompedor, y tampoco lo era en 2006, aunque tampoco hay nada terriblemente malo y tiene alguna sección más inspirada. Es moderadamente disfrutable si eres fan de los personajes, si lo jugaste en su día y tienes nostalgia y sobre todo si rondas los once años, que a veces olvidamos esas cosas de los targets. Para los demás, no hay mucho de interés, aunque es indudable que el juego está hecho con cariño: los escenarios son muy variados, calcando el estilo de Uderzo pero añadiendo su propia personalidad. En este sentido, cabe mencionar que la principal gracieta de Astérix XXL 2 (que originalmente llevaba el subtítulo de Mission: Las Vegum) es que se ambienta en una versión romana de Las Vegas, que representa zonas tan dispares como una Torre Eiffel, un casino, un embarcadero pirata o un estadio. Los gráficos son sólidos y coloridos (teniendo en cuenta que es un remaster HD sobre el original de PS2) y merece la pena detenerse a explorar los detallitos de cada uno de estos rincones.
Por su eso fuera poco, el juego parodia un puñado de videojuegos muy populares, con cameos de romanos vestidos de Pac-Man, Sonic, Rayman, Ryu o Super Mario con el Acuac. En la mayoría de los casos, estos no pasan de guiños, y nunca llegan a imitar las mecánicas de los juegos (una deshonrosa excepción sería Mario, que con su Acuac se convierte en uno de los enemigos más puñeteros). Tiene mucha gracia, aunque a veces se pasen de gratuitos, hasta el punto de dudar si estos cameos no traerían problemas legales (en una sala hay una estatua gigante de un Pikmin y el Capitán Olimar, sin maquillaje: son literalmente ELLOS).
Asterix & Obelix XXL2 – La reconstrucción del Imperio Romano
Curiosamente, estas referencias simbolizan bien lo que representa jugar a Asterix & Obelix XXL 2 en 2018: un viaje en el tiempo hacia un tipo de juegos (adaptaciones de pelis o cómics en forma de simplones machacabotones en 3D) que ya no se hacen, porque, para bien o para mal, perdieron su hueco en la industria. No es genial, pero tampoco es lo peor, y mentiría si dijera que no sentí algún cosquilleo que otro imaginando estar jugando a un juego sacado directamente de los 2000s, de mi infancia. ¿Y qué hay más de los 2000 que Super Mario Sunshine, Splinter Cell, Mortal Kombat, Rayman, Bomberman o la Lara Croft original? ¿Una referencia a Matrix? ¡Por Tutatis!
Hemos realizado este análisis gracias a un código de decarga cedido por Microïds
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