Un género que no suele ser el más explorado por la comunidad de jugadores es el de las novelas visuales. El escaso nicho de mercado del que disfruta, junto al hecho de tener su eje central en la lectura, provoca que sea muy extraño ver videojuegos de esta índole en nuestro idioma, lo que dificulta aún más su acceso a ellos. A lo largo de la redacción, vamos a realizar el análisis de un título que por las razones mencionadas, ha pasado un poco desapercibido a pesar de su calidad… hablamos de planetarian.
El año 2004 fue el elegido por Key para lanzar planetarian por primera vez en PC, tras ese suceso, atravesó multitud de plataformas como PlayStation 2, PlayStation Portable o smartphones y, antes de aterrizar en el catálogo de Nintendo Switch, recibió 5 episodios en formato ONA y una película de anime. Por ahora, su «VN» solo se puede comprar en la tienda digital de la híbrida de Nintendo y no parece que vaya a llegar una edición física a ninguna región.
La humanidad en todo su esplendor
Si hay algo que caracteriza a los seres humanos, es su aparente apego por la autodestrucción. La historia se traza en un mundo post-apocalíptico, producto de la sobrepoblación, la falta de recursos naturales y el fracaso del proyecto espacial que mantenía la esperanza entre las personas. La desalentadora situación, hizo que las grandes potencias empezaran una guerra por la supervivencia y, desafortunadamente, la cosa alcanzó un punto de no retorno. A los elementos habituales de la guerra, se sumaron armas biológicas, nucleares y máquinas de combate que atacan de forma indiscriminada a los seres vivos, lo que desembocó en la casi erradicación de la raza humana, en constantes caídas de lluvia ácida y en un ambiente no apto para la vida en muchos lugares del globo.
30 años tras del inicio de la guerra, ya no queda rastro de aquellos que la iniciaron y la Tierra está llena de ciudades fantasma. Precisamente, en una de ellas, transcurre el groso de la trama de planetarian. A lo largo de esta experiencia, nos ponen en la piel de un varón anónimo que ejerce la profesión de «Junker», lo que viene siendo un recolector de los restos del pasado en busca de un mañana, es decir, un chatarrero. Con el pensamiento de que las ciudades fantasma son capaces de esconder tesoros, el hombre se aventura a explorar la ciudad hasta que se topa con un establecimiento que parece ser militar. Al entrar al local, se da cuenta de que tiene electricidad y se encuentra con una joven misteriosa que le pone al corriente de que en realidad está en un planetario. Aunque la mayor de las sorpresas se la lleva después, cuando averigua que dicha chica es una robot guía que esperó durante décadas la llegada de nuevos clientes.
El nombre de la androide es Hoshino Yumemi, una mujer que a diferencia del protagonista, habla por los codos y tiene una actitud acorde a la de una profesional que trabaja en el sector servicios. No está programada para responder negativamente contra comentarios ofensivos y deja entrever en diversas ocasiones, una inocencia digna de una niña pequeña. El chatarrero, por su parte, es muy desconfiado y suele ser algo borde, aunque al avanzar un poco la obra, se ve que tiene buen corazón.
Al entrar al planetario, el hombre es bombardeado por los incesantes comentarios de la robot, la cual consigue tras insistir, que el chico acceda a ser testigo de la proyección especial que el staff había preparado para el cliente 2500000. Cuando esta va a tener lugar, ambos descubren que el proyector no funciona. Justo en el instante en el que iba a proceder a marcharse, el protagonista acaba sintiendo lástima por ella y se pone manos a la obra para intentar arreglar la máquina.
Podemos comentar más detalles acerca de este apartado, pero preferimos evitar posibles «spoilers». La mayoría de los sucesos transcurren dentro del planetario y aprovechan los descansos del protagonista, para introducir «flashbacks» de su pasado. En líneas generales, la trama está muy bien desarrollada y hace gala de momentos cómicos y dramáticos, como suele ser habitual en las producciones de Key. Su principal diferencia con otras obras del estudio como «CLANNAD» o «Little Busters!», dejando a un lado el tipo de novela visual que es y lo que cuenta en sus textos, es la duración: planetarian ofrece entre 5 y 10 horas de lectura, dependiendo del nivel de inglés de cada uno. En esta versión decidieron prescindir de la traducción española y la alemana que sacaron en Steam, en otras palabras, solo se puede jugar en inglés, en francés, en japonés, en chino tradicional y en chino simplificado.
Nadando entre estrellas y letras
Este juego es lo que se conoce como una «kinetic novel», o lo que es lo mismo: una novela visual con una historia lineal que carece de rutas alternativas y de decisiones que tomar. Que los eventos no cambien conforme a las acciones del jugador, reducen la interacción de este con el videojuego a avanzar o retroceder los diálogos, a esconder las ventanas de texto, a navegar en el menú del sistema, a revisar el historial de mensajes, a activar el modo automático y a la posibilidad de guardar partida siempre que quiera dentro de una de las 120 ranuras de guardado disponibles (121 si contamos la dedicada al guardado rápido).
Aparte de los controles tradicionales, también nos han brindado opciones táctiles sencillas, precisas y que se pueden emplear para completar este título sin necesidad de hacer uso de los botones de la consola. Con un toque pasas al siguiente texto y, según tu configuración, si pulsas la pantalla con dos dedos a la vez ocultas la caja de los diálogos o cambias el idioma. Deslizar el dedo dentro de la zona de los textos hacia la izquierda o hacia la derecha, los rebobina o los avanza. Si esa misma acción se hace fuera de la caja, es posible saltar los diálogos de forma rápida o retroceder al principio del capítulo. Arrastrar el dedo de arriba a abajo muestra el historial de mensajes en pantalla, mientras que si se hace de abajo a arriba, sale el menú del sistema.
Observando las luces del cosmos
Como bien mencionamos en párrafos anteriores, planetarian salió al mercado por primera vez en 2004 y ha enfrentado la prueba del tiempo en múltiples plataformas. Tras 15 años en el mundillo y recibir una versión HD en PC, ha dado un nuevo paso en Nintendo Switch, distanciándose de una vez por todas de la relación de aspecto de 4:3 con la que había cargado desde antaño. Desafortunadamente, la adaptación para la híbrida solo alcanza una resolución de 720p, pero eso no le impidió nutrir varios de sus ámbitos visuales y, por ende, ser la mejor versión del título hasta la fecha. La única pega que falta comentar, es que en algunas ocasiones echamos en falta una mayor cantidad de imágenes que ilustren las situaciones que plantean los textos, por lo demás, exhibe dibujos elaborados e hicieron un trabajo destacable dándole vida a Yumemi, tanto en sus expresiones faciales como en las emociones que se reflejan en el lazo de su cabello.
La banda sonora está compuesta por un total de 9 temas y desempeña un papel pasivo en muchos casos. Sin ir más lejos, es posible ver escenas enteras privadas de música, en las que los efectos de sonido toman el protagonismo. Ojo, con esto no queremos decir que la «OST» sea mala. Las primeras composiciones musicales que se oyen al empezar tienen un tono desenfadado, lo que no es recriminable, pues aun estando en un mundo post-apocalíptico, el planetario actúa como una especie de oasis que permite que nazcan momentos cotidianos con toques de humor. A partir de determinado punto de la novela visual, la cosa cambia y el abanico sonoro se amplía. En otro orden de cosas, están los efectos de sonido. Estos no suelen tener una gran presencia en el audio del juego, no obstante, logran brillar con luz propia cuando las circunstancias lo requieren. Por cierto, un detalle importante que no debemos pasar por alto es que, cada vez que escuchas un tema musical nuevo o debuta una imagen, se registran en las secciones del menú de inicio «Music Mode» y «CG Mode», para que podamos acceder a ellos siempre que queramos.
planetarian – Los deseos de una androide abandonada
En definitiva, planetarian es una novela visual antigua de los creadores de CLANNAD, que gracias a esta nueva versión, ha logrado adaptarse gráficamente a los tiempos modernos. La trama se sitúa en un mundo post-apocalíptico en el que la humanidad está casi extinguida, la contaminación campa a sus anchas y sobrevivir sumido en la precariedad es lo habitual. Treinta años después de estallar la guerra y aun en estas circunstancias, el protagonista se encuentra un planetario con una androide muy distinta a los robots asesinos que pueblan su día a día. ¿Todavía queda espacio en el corazón de las personas para observar las estrellas? Si viniste a este análisis buscando una buena historia y no te importa que sea un poco corta y en inglés, te recomendamos que le des una oportunidad en Nintendo Switch.
Este análisis se ha realizado gracias a una copia digital de planetarian proporcionada por Prototype Studio y Key.
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