Rock of Ages III Switch

Análisis Rock of Ages III: Make and Break – Nintendo Switch. Todo cae por su propio peso

Fecha de lanzamiento
21 julio, 2020
Número de jugadores
4
Idiomas
Alemán, Inglés, Español, Francés, Italiano, Japonés, Coreano, Ruso, Chino
Tamaño de la descarga
2917 MB
Nuestra puntuación
82

Hace nueve años una por entonces poco conocida desarrolladora, de nombre Ace Team, se sacó de la chistera Rock of Ages, un juego que combinaba carreras de obstáculos con estratégicas mecánicas Tower Defense bajo una temática histórica de lo más peculiar, contando con el apoyo de SEGA nada menos en su publicación. La premisa era ¿por qué limitarse a contar batallas y enfrentamientos cruciales del pasado de la humanidad de manera rigurosa y seria, habiendo ya tantos juegos que lo han hecho ya, cuando en su lugar se le podía dar un giro de humor bizarro y mezclarlo todo al azar con completa irreverencia? Esa última fue la fórmula escogida, siguiendo el esquema de humor de grandes clásicos como los Monty Python, y lo cierto es que les quedó un título único y más que digno de ser recordado, tanto es así que dio motivo a lanzar una segunda parte varios años más tarde, Rock of Ages II: Bigger and Boulder, con nuevos modos de juego, físicas de destrucción de estructuras mejoradas y más realistas, más personajes históricos caricaturizados y situaciones ridículas de fondo, vagamente inspiradas en trascendentales eventos históricos, mitología y folklore, y sobre todo la inclusión de un multijugador de dos contra dos, para que este tipo de disfrute surrealista no se limitara a una persona. ¿Cuál podría ser entonces el siguiente paso en mente para hacer evolucionar una saga tan original como ésta, en su esencia basada en alocadas competiciones de rocas rodantes? Seguro que ya lo habéis pensado, exacto, poder ser capaces de crear nuestros propios circuitos de carreras y obstáculos y compartirlos con el resto del mundo. Y eso es lo que nos aguarda en Rock of Ages III: Make and Break, además de continuar las tergiversadas andanzas de grandes personajes de la Historia, ahora vamos a poder crear nuestros propios escenarios tan retorcidos y complicados como queramos, ¡incluso sobre la marcha! cuando nuestro rival está mandando ya su peñasco a mala idea, todo un despliegue de adrenalina. ¿Preparados para echar a rodar colina abajo? ¡Pues allá vamos!

 

 

Una piedra siempre en el camino

Esta saga se caracteriza por inspirarse mucho en la historia del pasado y especialmente de la mitología griega, extrayendo de ambas un buen número de personajes destacables y entremezclándolos sin piedad en aventuras sin pies ni cabeza, aunque siempre con ese transfondo basado en la rica cultura clásica. Si bien en la primera entrega el digamos protagonista inicial era Sísifo, el rey de Éfira castigado por los dioses a arrastrar eternamente una roca enorme montaña arriba, y en la segunda era Atlas, el titán condenado por Zeus a cargar perennemente con el mundo sobre sus hombros, en esta tercera parte en cambio, no hay exactamente un protagonista obligado a cargar con un peñasco enorme sino muy tangencialmente. Partimos de uno de los momentos más famosos de la Odisea de Homero, con Ulises u Odiseo (que curiosamente era tradicionalmente considerado hijo de Sísifo, por lo que la cosa queda en familia dentro de la saga) y sus compañeros marineros luchando por regresar a Ítaca, cuando desembarcan en la isla de los cíclopes y se las tienen que ingeniar para poder escapar del hambriento Polifemo, que sí que cuenta con una roca enorme para tapar la entrada de su cueva, donde los encierra a todos. Así comienza la aventura principal en Rock of Ages III, con un tutorial basado en el enfrentamiento con el cíclope hijo de Poseidón, el dios del mar, mostrándonos sus dos modos principales: la carrera de obstáculos con nuestra roca y el campo de batalla donde por medio de estrategia tower defense tenemos que interponer lo mejor que podamos elementos que desgasten, desvíen o destruyan las rocas lanzadas por nuestro rival contra nuestro castillo.

 

 

Dicho tutorial es bastante generoso en cuanto a intentos y está dirigido a familiarizarnos con las dos mecánicas principales del juego, para después dejarnos más a nuestro aire en el mapa principal, donde, en función de las estrellas que vayamos ganando con cada desafío superado contra cada personaje histórico -unos reales como Julio César, el emperador azteca Moctezuma, la reina de Inglaterra y Escocia Elisabeth I (la precuela de la actual de Reino Unido), Genghis Khan o Rasputín, otros más de folklore como Krampus, el ser que castiga a los niños que se portan mal en navidad según tradiciones nórdicas, y otros directamente inventados como el Monstruo del Espagheti Volador- podremos ir desbloqueando los siguientes eventos “rigurosamente” históricos. Dentro de cada uno nos esperan diferentes tipos de pruebas, como la carrera por puntos, esquivar obstáculos, proteger nuestro castillo o destruir las defensas del rival, aparte tenemos la contrarreloj contra otros jugadores en tablas de récords online, que necesita de conexión al servicio online de pago, y varios jefes finales que requieren su propia estrategia para golpearlos con nuestra pulida roca.

 

Rock of Ages II Switch

 

Rock of Ages III: Make and Break en sí se divide en dos modos principales: Crear (Make) y Destruir (Break) que dan nombre al mismo e indican las dos opciones principales, la creación de escenarios para las carreras a través del modo Editor, pudiendo hacerlo de manera tranquila o simultáneamente compitiendo contra otro jugador, que se encargará de ir probándolo sobre la marcha conforme vayamos situando obstáculos a su paso. El editor es bastante completo, pues además de fijar el trazado de la calzada, podemos modelar la altura y cambios de inclinación de las cuestas, mientras vamos colocando todo tipo de trampas (el león enganchado de un globo, uau) y cosas que entorpezcan el paso, desde rocas, jarrones griegos, hasta catapultas que pueden mandar a paseo a la roca cuando más tranquila iba rodando. Para la primera vez que vayamos a crear nuestro escenario, eligiendo previamente a qué modo de juego va dirigido (carrera de obstáculos, tower defense, etc), tenemos a Napoleón en persona a modo de tutorial para ayudarnos a hacernos con los controles y lo necesario para que nuestro escenario sea factible de superar. Por supuesto, todas nuestras creaciones se pueden compartir online una vez completadas desde el mismo editor, al igual que podemos disfrutar de las atrocidades ideadas por los demás, y eso se hace a través del segundo modo que es el que abarca tanto el modo Historia, descrito antes, como los niveles de la comunidad. Mencionar también el modo Humpty Dumpty, que cambia la recia roca que usamos para rodar por los escenarios por un frágil huevo gigante con el aspecto de ese siniestro personaje del folklore británico, con lo que se añade el reto de no poder darnos el menor golpe para llegar de una pieza hasta la correspondiente meta, un desafío entretenido que pone a prueba nuestros reflejos con su dificultad.

 

 

Cuando viene todo rodado

Rock of Ages III: Make and Break se mantiene fiel a su estilo bizarro basado en las representaciones artísticas de diferentes épocas, pero con personajes que se mueven como si fueran marionetas, fiel a su seña de identidad como saga, añadiendo la novedad en algunos momentos de un estilo gráfico que recuerda al cel shading. En conjunto se ve bonito, en consonancia con el humor raruno del que hace gala Ace Team en sus juegos y que gusta mucho ver de vuelta en esta tercera entrega, aunque quizás hubiese estado bien un poco más de variedad visual para que no pareciera demasiado continuista respecto a los anteriores. La pega principal que se le ve en este caso es por ejemplo al jugar en Switch Lite, pues la letra queda literalmente diminuta, costando bastante verla a veces, sería conveniente una futura actualización al respecto para que resulte más cómodo jugar en esa pantalla portátil, no así cuando se juega en Switch normal o en televisión claro. El apartado musical también se mantiene a la altura de anteriores entregas, con mezclas modernizadas y muy animadas de conocidas melodías de la música clásicas, destacando para mi gusto hilos musicales como el del mapa del modo Historia, que podría dejar durante horas de fondo por lo bonito que suena. Los controles aprovechan bastante bien el mando, especialmente en el modo tower defense, que incluso hace uso separado de los gatillos ZL ZR para desplazarse por los menús respecto a los botones L R para rotar los objetos que vamos colocando, y se puede usar el stick para un desplazamiento más rápido por el mapa, en tanto la cruceta (o los botones direccionales en la Switch normal) sirven para desplazarse cuadro a cuadro, mucho más preciso si queremos situar un elemento en un lugar más preciso. Dichos controles están siempre presentes en modo de leyendas para que no nos despistemos cuando más concentrado se está desplegando nuestra estrategia de defensa, es un detalle a tener en cuenta en tanto nos vamos familiarizando con todo.

 

 

La jugabilidad es bastante buena, responde bien en cualquiera de los modos que juguemos, si bien tenemos que mostrar una cierta habilidad extra en cada desafío que abordemos una vez superemos el tutorial, ya que incluso aunque lo pongamos en el nivel fácil, en lugar del normal o el experto, en ocasiones no va a ser nada fácil ganar la correspondiente partida, de hecho no siempre parece que la cpu sea del todo justa puesto que da la sensación de que nunca comete ni un solo fallo mientras nosotros estamos chocándonos continuamente en las carreras de obstáculos, en ese aspecto faltaría pulir un poco mejor las diferencias de dificultad entre niveles. Un par de detalles curiosos es que sí que tardan un poco en responder los controles en el menú principal del juego y en el modo editor, y en el mapa principal del modo Historia, si nos acercamos a una contrarreloj y no tenemos contratado el servicio online de pago, después de quitar el aviso el barquito se queda navegando en la dirección que teníamos antes pulsada, como si lo arrastrara la corriente, salvo mientras mantengamos pulsada otra dirección, pequeños detalles que esperamos sean solucionados sin problemas en el futuro para terminar de ofrecer una excelente experiencia de juego.

 

Rock of Ages II Switch

 

La duración en Rock of Ages III es bastante relativa, puesto que mientras el modo Historia se puede superar en cuestión de cinco o seis horas si ya nos hemos hecho con las dos mecánicas principales del mismo, y dependiendo del nivel de dificultad escogido, es en el modo editor y el multijugador en línea adonde perfectamente vamos a pasar la mayor parte del tiempo, ya que ahí sí que se pueden echar horas y horas de mucho entretenimiento. Sin duda un gran acierto ha sido añadir ese factor creativo a la ecuación ya definida por la saga, junto a sus múltiples modos de carrera y defensa de torres, y el desbloqueo de más de veinte rocas diferentes, no sólo estéticamente sino en sus características como la velocidad, aceleración, resistencia a los golpes o fuerza con la que rebota, en conjunto quedando un juego bastante atractivo, tan sólo faltando, como decía, pulir esos pequeños detalles menores, aunque igualmente importantes, reseñados antes.

 

 

Rock of Ages III: Make and Break – Rodando por la puerta grande

Ace Team ha hecho un buen trabajo en general con la siguiente entrega de su ya más que conocida saga, cada una de ellas dando un paso más allá de la anterior, que es lo que hace que tenga sentido sacar una nueva. Una experiencia fluida de juego, la continuación en las bizarras aventuras mezclando historia, mitología y mucha imaginación, una sólida experiencia de juego que se mantiene, a todo ello se añade un sencillo pero potente modo editor donde dar rienda suelta a las ideas más retorcidas que se nos vengan a la mente para hacer pasarlo mal a nuestras amigables rocas rodantes. Sí que es cierto que queda pendiente de pulir algunos detalles como la experiencia de juego, especialmente en Nintendo Switch Lite, donde la verdad que no resulta tan cómodo como podría pensarse, especialmente por el tamaño de letra, que se hace muy cansado a la vista, un modo Historia que tuviera algo más de desarrollo y circuitos con algo más de profundidad y esos pequeños bugs señalados antes. Como venía siendo costumbre en la serie, no es tampoco juego fácil, sobre todo al principio, tanto en su vertiente de carreras como en la de tower defense, pero por suerte podemos echar mano del tutorial siempre que queramos para refrescar, por lo demás, una vez se le coge el tranquillo, no está nada mal para echarle un buen puñado de horas si es el género de juegos que más nos gusta y obviamente para quien ya ha jugado a las anteriores entregas y quiere descubrir el paso de ser capaces de crear nuestros propios escenarios de batalla o circuitos de carreras.

 

Rock of Ages II Switch

 

Análisis realizado gracias al código cedido por Modus Games, Ace Team y Giant Monkey Robot

versión 1.0.1

Rock of Ages III Switch
Cuando todo viene rodado
Rock of Ages III: Make and Break continúa lo empezado por las anteriores entregas y lo amplía con un completo editor de escenarios para el modo Carrera y Tower Defense. La alocada mezcla de Historia, mitología y folklore en clave de humor sigue fresca, tan sólo levemente empañada por algunos pequeños fallos por pulir
PROS
El humor bizarro y un poco macarra sigue fuerte como marca de la casa
El editor de escenarios y el multijugador online dan para muchas horas
El excelente apartado musical y efectos sonoros acompañan de maravilla
CONTRAS
El apartado offline no es tan completo como el online
En Switch Lite faltaría optimizar el tamaño de letra, ¡es realmente diminuta!
Pequeños fallos técnicos de vez en cuando asoman, pocos, pero ahí están por pulir
82