Cuando hablamos de obras que se inspiran en las ideas de otras, es habitual que lo primero que se te venga a la cabeza es que te espera algo que deja un poco que desear. No obstante, la industria de los videojuegos tiende mucho a sorprender e incluso a dar la talla en esta tesitura aportando otros enfoques interesantes a dichas ideas. Tras lanzamientos híbridos como Brawlhalla, Shovel Knight Showdown o Brawlout, hoy el centro de los focos es para ni más ni menos que Bob Esponja y sus compañeros de cadena, pues os traemos el análisis de Nickelodeon All-Star Brawl para Nintendo Switch, un curioso «platform brawler» desarrollado por el trabajo en equipo de Ludosity y de Fair Play Labs.
Los 20 personajes que no faltaron a esta contienda son: Bob Esponja, Patricio Estrella y Arenita Mejillas de la serie Bob Esponja; Leonardo, Michelangelo y April O’Neil de las legendarias Tortugas Ninja; Lincoln Loud y Lucy Loud de Una casa de locos; Reptar, el dinosaurio de Rugrats, aventuras en pañales; Aang y Toph Beifong, del mítico Avatar: la leyenda de Aang; Korra, de La leyenda de Korra; Ren & Stimpy y «Hombre Tostadas en Polvo» de Ren y Stimpy; Helga G. Pataki de «¡Oye Arnold!»; Zim de «Invasor Zim»; Oblina de «Aaahh!!! Real Monsters»; el bigotudo Nigel Archibald de Los Thornberrys; y por último tenemos a Catdog y a Danny Phantom, dos individuos que le ceden el nombre a su propia serie. Sea como fuere, ahora toca ir a por la gran pregunta: ¿es decente o se queda a medio camino? ¡Enseguida te lo contamos!
Una batalla a trece bandas
Vamos a empezar hablándoos del apartado «Batalla» de Nickelodeon All-Star Brawl. Esta es una posibilidad offline que admite batallas entre 4 personas — puedes pelear contra 3 CPU —. Al mismo tiempo, se ponen tres modos de juego con normas alterables sobre la mesa: por vidas, por tiempo y deportivo. La opción por vidas no tiene mucho misterio, consiste en 3 vidas para cada luchador y el primero que se queda sin ellas pierde. Además, si el tiempo límite se acaba (normalmente seis minutos), el que gana es el que posee más vidas en ese momento o un porcentaje menor en caso de empate. La alternativa que se centra solo en el tiempo, elimina las vidas de la fórmula y se resume en conseguir el mayor número de bajas posible antes de que acabe el tiempo.
Del párrafo anterior quedó por explicar al último del trío, el del ámbito deportivo, y la única elección que cuenta con objetos: 5 balones con propiedades únicas. La cosa se trata básicamente de meter el mayor número de goles que puedas dentro de la portería contraria antes de que el contador de minutos llegue a 0 y la chicha se encuentra en los balones antes mencionados (se selecciona uno para toda la partida). El primero es el balón de fútbol y como es lógico por las normas de su deporte, este no se puede agarrar, solo ser golpeado. La siguiente es la pelota de Tommy, la cual destaca por dar tres puntos si entra por la portería tras ser chutada desde lejos. A continuación toca el balón de rugbi, que se caracteriza por no poder ser pateado, solo es posible agarrarlo y lanzarlo. La cuarta es la pelota de plancton, que solo presume de su gran peso. Y la que echa el telón es la pelota de lana, que además de cumplir su función en los goles, es usable como arma arrojadiza. Personalmente, pensamos que la ejecución del modo deportivo deja que desear, siendo muy torpe el desplazamiento de las pelotas que ruedan fuera de los chutes, y que en ellos no haya ninguna mecánica para apuntar de alguna manera no ayuda precisamente. Si aun así quieres probarlo, te recomendamos el balón de rugbi con mucha diferencia frente al resto.
Por cierto, en el apartado «Batalla» hay algo que no comentamos, el cual está dedicado a entrenar. El modo entrenamiento te permite cambiar en todo momento la IA del adversario, siendo 9 el tope alcanzable y 0 enfrentar prácticamente a un saco de boxeo. También es posible establecer con qué porcentaje empieza tu personaje y el enemigo, si dicho porcentaje se resetea al pisar tierra, activar que las hitboxes sean visibles y la posibilidad de hacer que el avance del juego vaya a un fotograma por cada vez que pulsas «+» (puedes seguir dirigiendo a tu personaje sin problema). Dejando a un lado este apartado, hablemos del modo más desaprovechado de Nickelodeon All-Star Brawl, el arcade. Desconocemos si fue por falta de presupuesto, de ganas o de inspiración, pero en vez de aprovechar la ocasión para crear una pequeña historia para cada personaje con interacciones con los demás, optaron por poner frases predefinidas antes de cada pelea, carentes de sentido, que no tienen en cuenta quién está delante de ti y que encima algunas están hasta mal traducidas… La travesía arcade de los 20 son siete combates contra oponentes y escenarios generados al azar y ni siquiera se molestaron en añadirle efectos especiales a ciertos escenarios para que así fuera más interesante el asunto. Dependiendo de tu habilidad y de la dificultad que selecciones (hay 5), completarlos todos lleva entre cinco y, como mucho, diez horas, pero os aseguramos que no merece la pena el esfuerzo salvo que seas muy completista. El premio que te dan por cada ruta realizada es un avatar para el online y para el apartado «Extras» una captura de pantalla del modelo 3D del personaje haciendo una pose, otra del escenario al que está relacionado y su tema musical para que lo escuches libremente en la gramola.
Ahora toca bucear en el online, uno que goza de rollback y da tres opciones. «Encuentro competitivo» y «encuentro rápido» son siempre partidas 1 vs 1, de un máximo de 6 minutos de duración y tres vidas. Se diferencian en que el competitivo limita sus escenarios a 4 de los 20 disponibles y que además implementa un sistema de puntuaciones clásico para ayudarte a encontrar oponentes adecuados para tu nivel. En caso de que quieras jugar por tiempo, de manera deportiva, con amigos o con varios jugadores a la vez, debes acudir a «Salas de espera en línea». Cada sala tiene una capacidad máxima de 12 jugadores y es posible que hayan múltiples partidas simultáneas (las normas no dependen solo del creador de la sala). No sabemos si habrá sido mala suerte, pero tras intentarlo en decenas de ocasiones, a diferentes horas, el redactor de este análisis solo consiguió probar los enfrentamientos contra 3 jugadores online en un par de ocasiones y las cosas como son, fueron a tirones — algo que no suele pasar casi nunca en las partidas 1 vs 1 —. Lo malo de que estas modalidades estén escondidas en las salas, es que el groso de jugadores se haya en las partidas rápidas o competitivas, por lo que la gente tarda mucho en unirse a las salas públicas, los que llegan no tienden a tener paciencia y se van antes de juntarse las cuatro personas…
¿Qué sensaciones se lleva el redactor de este análisis de sus peleas? Si bien es cierto que no lo experimenté de primera mano por mi relativa corta edad, el primer título que se me viene a la cabeza tras ver la naturaleza veloz de los combates y las técnicas competitivas de Nickelodeon All-Star Brawl, es el queridísimo Super Smash Bros. Melee. Puede que alguno de los que me lea no lo crea porque piense que un videojuego de Bob Esponja no puede presumir de tener una jugabilidad tan exprimible, pero genuinamente pienso que los desarrolladores de esta obra saben lo que hacen y que se basaron bastante en la entrega de Sakurai antes mencionada, añadiendo cosas como el clásico «Wavedash» para hacer que tus movimientos sean menos predecibles o el «Tech», que permite reacciones más rápidas tras una caída al suelo o evitar un rebote fuerte contra un muro que te lleve a la derrota. Los problemas que más noto son que el asunto no está tan balanceado como debería, habiendo personajes que matan a porcentajes demasiado bajos o que te encierran en un combo demoledor con relativa facilidad, que la animación de protegerse no esté acompañada de algún tipo de barrera, como la típica burbuja de los Smash, dificulta reaccionar adecuadamente a las acciones defensivas del adversario y que el hecho de que no hayan colores alternativos vuelve los «mirror matches» todo un caos. Lo bueno es que tras ser un éxito inesperado que alcanzó un pico de más de 13000 jugadores contando solo a Steam, dudo que Nickelodeon no decida apostar más por el proyecto y que futuros parches hagan de este algo muy disfrutable para los amantes del género.
El arte de la lucha no llueve siempre al gusto de todos
La banda sonora cumple bien con su cometido, pero ya te avisamos de que aquí no hay grandes temas originales o remixes muy notables que le den una vuelta de tuerca a piezas famosas de las series de las que provienen los personajes. De los efectos sonoros tampoco tenemos nada que objetar. Sin embargo, lo que nos descoloca bastante es la completa ausencia de voces, más allá de las 4 o 5 frases del narrador. Se rompe mucho la inmersión cuando en un juego de lucha los combatientes no emiten sonidos con sus burlas o cuando no se quejan al sufrir daños y al esforzarse para llevar a cabo una acción relevante como es una recuperación hacia la plataforma principal.
En términos de rendimiento esta propuesta es sólida tanto en el modo dock como en el portátil, salvo en el escenario «Cementerio de Royal Woods». Allí notamos cómo los 60 fps de los que hace gala normalmente se ponen a bailar al son de la lluvia, aunque no es que se vuelva injugable. En cuanto a los gráficos, dejando a un lado que se nota que no trataron de sobresalir en ese apartado, echamos en falta un mejor uso del cel shading para que los personajes se integren adecuadamente en los escenarios en los que se encuentran peleando. Fuera de eso, nos agrada que se tomaran el tiempo de añadir guiños a memes internos de las franquicias, tanto en burlas como en ataques.
Nickelodeon All-Star Brawl – Llegó la hora de sacar los puños a pasear
En definitiva, Nickelodeon All-Star Brawl es un «platform brawler» con mucho potencial para brillar si recibe un par de parches y que, aun sin ellos, es capaz de solventar tardes enteras con una jugabilidad que sorprende para bien. Si Nickelodeon es parte de tu infancia o Super Smash Bros. Melee te hace tilín y el precio no es un impedimento para ti, te recomendamos darle una oportunidad.
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