Made in Abyss: Binary Star Falling into Darkness es la adaptación al mundo de los videojuegos del manga y anime homónimo, que nos lleva a explorar las profundidades del único lugar inexplorado que queda en el planeta. Así, de la mano de Spike Chunsoft y de Meridiem Games podemos prepararnos con nuestros mejores recursos y aventurarnos a convertirnos en exploradores de cuevas, todo ello teniendo en cuenta que la maldición del abismo no nos permitirá ascender de nuevo de manera precisamente sencilla. ¡El objetivo es llegar a convertirnos en un silbato blanco!
Saludemos al abismo en el primer modo de juego
Made in Abyss: Binary Star Falling into Darkness nos lleva a un mundo en el que todos los territorios ya han sido explorados, excepto un abismo, dividido en 7 capas, que se encuentra en una isla solitaria en medio del mar. El juego cuenta con dos modos de juegos: “Hello Abyss” y “Deep in Abyss”, cada uno con su propia historia. El primero de ellos cuenta la historia de la serie de animación y del anime, por lo que los jugadores que ya la conocían pueden revivir las vivencias de Riko y Reg, mientras que el segundo modo cuenta una historia totalmente nueva, protagonizada, principalmente, por dos personajes totalmente nuevos, Aki y Tiare.
Vamos a empezar hablando de “Hello Abyss”, ya que es obligatorio empezar por aquí antes de poder aventurarnos en la historia nueva. Esta historia de Riko y Reg dura tan solo unas 4 o 5 horas y finaliza justo antes de que los dos protagonistas se aventuren a la tercera capa del abismo (ya podéis iros olvidando de ver a personajes como Nanachi en esta primera parte), por lo que podríamos definirlo como un tutorial bastante largo que, en mi opinión, no funciona para nada y que es un total despropósito. ¿Y cómo puedo llegar a decir esto de una historia que ya está escrita y que a muchos de los conocedores de la serie nos mantiene enganchados? Pues básicamente porque la historia está contada de forma apresurada y haciendo muy poco hincapié en los sucesos. Y es que es aquí donde más se nota que este modo introductorio no es el principal fuerte del juego, es solo una excusa para atraer a jugadores, como una especie de pretexto para que el juego propiamente dicho no pasase desapercibido en el mercado de lanzamientos.
Igualmente, en “Hello Abyss” nos “llevan de la manita” en todas las ocasiones, ya que no sirve de casi nada hacernos con recursos para afrontar la exploración del abismo. Se nos marca en todo momento a dónde debemos ir y, ya para rematar, el control de Riko es totalmente tosco y en ocasiones nos dan ganas incluso de dejar de jugar por situaciones que se vuelven totalmente injustas debido a esto. Además, algo no exclusivo de este modo, sino también del otro, es que los enemigos no es que tengan un gran patrón de movimientos, siendo muy simples. ¿Sabéis lo que es enfrentarse a un jefe importante (el spoiler es que me refiero a Ozen en el campamento del explorador del bosque invertido de la segunda capa del abismo) en un combate ciertamente injusto porque es la primera vez que controlamos a Reg y tenemos que averiguar cómo luchar al mismo tiempo que nos enfrentamos a un enemigo que se limita a repetir los mismos dos movimientos todo el rato? Aquí, si logramos aprender rápidamente al personaje, puede que incluso muramos del aburrimiento.
Adentrémonos en el abismo en el segundo modo de juego
Si logramos superar este primer modo de juego que, como digo más arriba, es una excusa de márquetin bastante mal ejecutada, entonces ya podemos acceder a “Deep in Abyss”, lo que verdaderamente merece la pena en Made in Abyss: Binari Star Falling into Darkness. Esta historia es totalmente original e inicia poco después de que Riko y Reg desciendan al abismo, por lo que incluso nos permite ver (muy poco) cómo es la vida en el orfanato de Belchero mientras los protagonistas de la serie descienden cada vez más. Aquí acompañamos a Aki, un personaje que podemos personalizar completamente, que llega a Orth desde una nación extranjera, atraído por las historias de los exploradores de cuevas y con el objetivo de alcanzar hasta las profundidades de la séptima capa. Pero no está solo, pues también hay otros personajes nuevos, como Tiare, que nos ayudan y hacen que, con trabajo en equipo, la supervivencia sea más sencilla.
Y aquí se nota principalmente que el principal objetivo del juego es aprender a gestionar recursos y sobrevivir, puesto que, después del modo de juego anterior tan “sencillón”, ahora aquí todas las mecánicas “nos golpean la cara de golpe”, haciendo que veamos que movernos por el abismo no es para nada sencillo. A medida que descendemos al abismo para completar misiones, que es lo que hace que la historia progrese, vemos que las armas se rompen, que el peso de nuestra mochila importa para no vernos ralentizados, que incluso podemos aprender nuevas habilidades y movimientos a medida que subimos de nivel y que, en definitiva, la maldición del abismo no es una anécdota a la que no hacemos mucho caso.
Y hablando de la maldición del abismo, en mi opinión, este es uno de los aspectos mejores adaptados. Los exploradores de cuevas deben enfrentarse al hecho de que, a medida que ascienden, su cuerpo sufre diferentes efectos, los cuales son más severos a medida que nos adentramos en las diferentes capas. Aquí solo tenemos que prestar atención a lo que ocurre hasta en la quinta capa (que es hasta donde podemos llegar en el juego), y todo ello gracias precisamente a los medidores de vida, hambre y «estamina». En la parte superior central de la pantalla tenemos un medidor de metros y, conforme comenzamos a ascender a la superficie, empezamos a sufrir daño que, además de afectar a estos medidores, también pueden afectarnos de otras maneras como son alucinaciones o sangrado por todos los orificios del cuerpo. Hay que tener en cuenta que estamos ante un juego calificado para mayores de 18 años, así que hay algunas escenas nada agradables, empezando por los vómitos que vemos que causan la maldición ya en la primera capa. Como digo, un acierto, puesto que lleva a un nuevo nivel la gestión de recursos durante la exploración, haciendo que tengamos que prepararnos no solo para bajar, sino también para subir de regreso a Orth.
E incluso aquí veremos zonas del abismo que no podemos ni siquiera imaginar, llevando lo que son los desafíos hasta un nuevo nivel. Sin duda, la sensación de exploración y de adentrarnos hacia lo desconocido es algo que ha sabido (re)crearse.
La exploración del abismo no es todo lo fluida que debería
Ya si hablamos de lo que es la jugabilidad en sí misma, tengo que decir que no es todo lo fluida que podría ser. Vale que en “Hello Abyss” está muy limitada y en ocasiones le dan ganas a uno de dejar el juego, pero al menos en “Deep en Abyss” esta está más trabajada gracias al árbol de habilidades y al sistema de subir niveles a medida que llevamos reliquias de vuelta a Orth. Aun así, se siente que la exploración del abismo podía estar más trabajada para que la experiencia fuera más placentera y desafiante, y menos injusta.
Recuerdo especialmente el inicio de la historia original, en un momento en el que Aki estaba atrapado en una zona y la única forma de avanzar era seguir adelante por una pared vertical. Ahí me encontré con gran cantidad de enemigos que me atacaban por la espalda, combinado con el hecho de que los ataques no eran muy precisos y que la estamina se agotaba. En resumen, una zona que no debería haberme llevado mucho tiempo acabó costándome más de 3 horas, haciendo que me frustrara enormemente. Por suerte esta sensación de frustración fue descendiendo a medida que bajaba por el abismo y a medida que conseguía más habilidades, pero siempre se notaba esa necesidad de “trabajo extra” porque los desarrolladores no habían trabajado lo suficiente la forma en la que controlamos a nuestros personajes.
Así es cómo vemos y escuchamos al abismo y a sus criaturas
Pasando ya a un plano más técnico, hablemos de gráficos y de banda sonora, dos aspectos muy importantes en los videojuegos. Con el aspecto gráfico, solo podemos decir que, si bien podrían haber sido algo más trabajados, lo cierto es que adaptan bastante bien el aspecto de la serie de animación y del manga, por lo que es algo que podemos alabar. Eso sí, el juego está adaptado en su totalidad a gráficos 3D, siendo los únicos elementos en 2D las imágenes que podemos ver en parte del opening.
Ya pasando a la banda sonora, y como lo he mencionado en el párrafo anterior, hay que decir que tenemos un opening cantado por los actores de doblaje japoneses de Riko, Reg y Nanachi, en donde vemos principalmente escenas de la serie de animación. En cuanto al resto de la banda sonora, pues podemos decir que es aceptable, con temas que ayudan a crear las situaciones de tensión del abismo. No llega ni de lejos al nivel de la que podemos escuchar en el anime, pero funciona en contexto.
Y, por último, respecto al idioma, hay que decir que solo está disponible en inglés y en japonés, tanto en textos como en audio, por lo que, a no ser que conozcamos uno de estos dos idiomas, eso de aventurarnos al abismo ya se nos ha acabado en la mismísima casilla de salida. Y es una lástima, porque el juego está doblado en su totalidad, con todos los diálogos con su audio, pero si no conocemos estos idiomas, pues no podemos hacer nada.
Made in Abyss: Binari Star Falling into Darkness – La mochila de los exploradores de cuevas pesa demasiado
En Made in Abyss: Binari Star Falling into Darkness nos encontramos todo el rato con una de cal y otra de arena, por lo que, incluso aquellas decisiones totalmente acertadas se ven totalmente opacadas por unas 4-5 primeras horas que no alienta precisamente a llegar hasta lo más profundo del abismo. Por un lado, tenemos un sistema de gestión de recursos que se complementa totalmente con la maldición del abismo para así lograr una experiencia de lo más desafiante, pero, por otro lado, tenemos también una jugabilidad algo tosca que, si bien no lo es tanto en el modo “Deep in Abyss”, hace que no saquemos todo el potencial posible a la exploración. Al final, constatamos que este título sufre de lo que suele ocurrir con muchos de los juegos de licencias inspiradas en manga y en anime, y es que las buenas ideas no brillan todo lo que debieran, como si se tratase de una estrella que no resplandece todo lo que puede en la más absoluta oscuridad. Si somos fans del anime y del manga, puede que lleguemos atraídos por la oportunidad de revivir la historia de Riko y de Reg, pero pronto veremos que lo que verdaderamente merece la pena es adentrarnos en el abismo con Aki y con Tiare.
Hemos analizado “Made in Abyss: Binary Star Falling into Darkness” gracias a un código de descarga digital cedido por Meridiem Games. Versión analizada: 1.0.1
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