Aeterna Noctis

Análisis Aeterna Noctis – Nintendo Switch. El tiempo es un lienzo, y… mi mando su pincel

Aeterna Noctis
Fecha de lanzamiento
4 noviembre, 2022
NÚMERO DE JUGADORES
1
TAMAÑO DE LA DESCARGA
2552,00 MB
IDIOMAS
Español, inglés, alemán, etc.
Nuestra puntuación
85

Hay quien opina, y un servidor se incluye en dicha corriente de pensamiento, que el género metroidvania se encuentra actualmente viviendo una segunda y más que bien merecida segunda edad dorada. Hollow Knight, Blasphemous, Metroid Dread, Souldiers, Ori, Ender Lilies Quietus of the Knights, Celeste y un largo etc. de títulos vienen a servir de fieles testigos de ello. En la desarrolladora talaverana Aeternum Game Studios eran más que conscientes de ello cuando se lanzaron a dar forma a esta locura con nombre propio… Aeterna Noctis. Os encomendamos ojear una de las últimas entregas de nuestro, yá clásico, NextNtrevistando para conocerlos más de cerca.

 

Recapitulando, nos encontramos ante un ambicioso metroidvania que, tras cerca de un año desde su lanzamiento inicial, llega ahora a Nintendo Switch, gracias a la distribuidora Selecta Play, dispuesto a demostrar que luz y oscuridad es un binomio eminentemente híbrido. ¿Habrán logrado su objetivo? No te pierdas nuestro análisis para averiguar si finalmente dicha propuesta ha llegado a buen puerto ciclo.

 

 

Homenajeando a los grandes del género

Corría el año 98. Sí, ese que vio nacer títulos de la talla de Zelda: Ocarina of Time, Resident Evil 2, Metal Gear o Half-Life. Por mencionar algunos. No obstante, con permiso de Link y compañía, hubo otro juego, considerado por muchos de tercera, que llamó poderosamente mi atención en Sega Saturn: Castlevania: Symphony of the Night. Un soberbio, y pixelado, apartado artístico, un espectacular sistema de progresión, plataformas, exploración, toques de rol y toneladas de acción eran algunas de sus señas de identidad.

 

Sin lugar a dudas, mi cabeza sigue siendo del todo incapaz de asimilar lo que por aquel entonces se esforzaban en procesar mis escasas neuronas. No obstante, una cosa quedó meridianamente clara, ¡el género metroidvania había entrado en mi casa para quedarse! ¿A qué viene semejante rollo? Sencillo. Aeterna Noctis llega, y la multitud de guiños al respecto lo atestiguan, para rendir un sentido tributo al título de Igarashi, Kojima, Yamane y compañía con un acertado homenaje al género metroidvania.

 

 

La eterna lucha entre «el bien y el mal»

El concepto de infinito siempre se ha presentado como referencia indisociable de la especie humana. Estando presente no solo en astronomía, matemáticas y filosofía sino también en nuestra propia cotidianidad. Por otro lado, se dice, y hablamos de jerga propia del lenguaje de programación, que cuando en un ciclo la condición es siempre verdadera se trata de un ciclo infinito del que nunca se podrá salir. Y eso es, a grandes rasgos, lo que ocurre en Aeterna Noctis.

 

El Dios supremo CAOS, como castigo a la ambición y el afán destructivo de la especie humana, maldijo a sus dos monarcas a verse inmersos en un ciclo infinito de luz y oscuridad que les llevaría a enfrentarse… vida tras vida. Con semejante panorama, comenzamos la aventura encarnando al Rey de la Noche. Una suerte de mini dios que se encuentra, como hemos comentado más arriba, encerrado en un bucle perpetuo en el que le toca enfrentarse ciclo tras ciclo a su némesis la Reina de la Luz. Quedando, ambos, privados del derecho a la muerte y condenando, ya de paso, a la propia Aeterna a un equilibrio eterno sin paz ni gloria.

 

 

Como podéis leer, pese a no contar con larguísimos textos, el peso de la narrativa resulta crucial para comprender Aeterna Noctis. Para más inri, la intro inicial nos narra su historia, con un delicioso arte, de la mano de la voz en off de la gran Nuria Mediavilla. Actriz encargada de doblar a personajes de la talla de Winona Rydet, Uma Thurman o Cate Blanchett. ¡Los pelos como escarpias! Los textos están en castellano y los personajes hablan en el lenguaje ficticio de Aeterna. Una suerte de curiosa mezcla de Japonés e italiano.

 

Pero es que las sorpresas no se quedan ahí. El juego se encuentra plagado de numerosos guiños a la cultura más palomitera de los 80 o 90. En lo jugable tampoco oculta referencias y similitudes claras con respecto a títulos del calibre de Hollow Knight o, como hemos comentado más arriba, el mismísimo Castlevania: Symphony of the Night. Que no cunda el pánico, en NextN hemos decidido, una vez más, no incluir ningún tipo de spoiler al respecto en el análisis. Ya os adelantamos que merece la pena disfrutar cada uno de ellos de improviso y sopetón.

 

Aeterna Noctis
El humor tampoco falta en Aeterna Noctis

La suma de sus partes

Mecánicamente hablando la aventura que se presenta ante nosotros nos deja las cosas meridianamente claras desde el minuto uno de juego. Y no, no revoluciona ni inventa nada nuevo. No obstante, la gran virtud de Aeterna Noctis pasa por tomar prestado de aquí y de allá para dar forma a un metroidvania único e irrepetible. Los elementos souls, con una dificultad realmente elevada y un plataformeo milimétrico en el que el correcto timing cobra gran importancia, el backtracking, unos escenarios laberínticos, un completo sistema de progresión y desbloqueo de habilidades y la exploración son las principales señas de identidad de este cóctel jugable.

 

Los escenarios que se abren ante nosotros (bendecido sea el mapa) nos ofrecen, a lo largo y ancho de sus 16 zonas, bastantes horas de horas de juego que pueden ir desde las 20 o 30 hasta las 60 si queremos completarlo al 100%. Y todas y cada una de ellas resultan tan desafiantes como satisfactorias. El backtracking cobra aquí especial importancia ya que al principio nos hemos encontrado con multitud de zonas imposibles de acceder hasta que no hemos desbloqueado las habilidades pertinentes. Doble salto, flechas con las que teletransportarnos, dash o la posibilidad de rebotar en las paredes son solo algunas de las más destacadas.

 

 

Un sistema de progresión ascendente

Que nadie se lleve a equívoco, los comienzos pueden hacernos creer que nuestro personaje anda bastante limitado, al menos en cuanto a movimientos de refiere. Haciéndose, y ello incide en una curva de dificultad inicial demasiado pronunciada, por momentos desesperantes. No obstante, la cosa cambia conforme progresamos. Ahora bien, cada nueva mecánica o habilidad hemos tenido que ganarla con sudor, lágrimas, memoria, agilidad y un buen timing. Algo que probablemente descarte de la ecuación jugable a los más impacientes. Y es que no se trata solo de ser ágil a los mandos, el ensayo-error resulta crucial para lograr avanzar en la aventura.

 

Podemos decir que el sistema de progresión (RPG sin niveles) se erige desde el principio como uno de los pilares jugables de Aeterna Noctis. Por un lado tenemos las 10 llaves del templo. Elementos que nos permiten acceder a diversos portales en los que recuperar los antiguos poderes perdidos por el monarca caído. Ya hemos mencionado algunos como el dash o el doble salto. Por otro contamos con diferentes armas «oscuras» que nos ponen las cosas algo más fáciles en el campo de batalla.

 

Aeterna Noctis

 

En lo referente a los enfrentamientos puros y duros, nuestro progreso gira en torno a otros dos elementos claves que proceden, precisamente, de los enemigos derrotados. La moneda local con la que adquirir diferentes objetos en la tienda de Asnur (ojito a su escaparate), y la sangre. Muy útil esta última para completar los viales de salud con los que regenerarnos cual vampiro sediento de líquido rojo. Por otro lado, cierto comerciante nos facilita la posibilidad de comprar, in situ, marcadores o mapas de las diferentes zonas a recorrer.

 

Tampoco podemos olvidarnos del acceso a nuestro trono. Materializado en varios puntos repartidos a lo largo y ancho de Aeterna. Una suerte de «oasis» que nos permite resetear el árbol de habilidades y gestionar diversos apartados del personaje. Pudiendo incluso equipar potenciadores (gemas) con las que mejorar nuestras estadísticas gracias a diferentes habilidades pasivas. Por último, contamos con varios coleccionables, entre los que destacan las piezas de corazón para ampliar nuestra vida o los fragmentos del espejo del alma repartidos por el mapa.

 

 

Jefes realmente aeternos

El Rey de la Oscuridad cuenta con multitud de movimientos con los que afrontar diferentes estrategias tanto defensivas como ofensivas. Aunque, como diría el maestro Machado: «caminante, no hay camino: se hace camino al andar. Es decir, muchos de dichos movimientos o habilidades los hemos ido desbloqueando, como ya hemos comentado más atrás, por el camino. ¿Lo básico? Liarnos a espadazo limpio, saltar sobre nuestros enemigos para clavarles la espada y rebotar al más puro estilo Super Mario. ¿El resto? Ya nos contaréis vosotros y vosotras.

 

Dominar nuestros movimientos se torna aquí crucial. Y esto es así tanto en las secciones de plataformeo puro y duro como frente a los enemigos. No en vano, el bestiario presente en Aeterna Noctis resulta tan variado como los diferentes patrones de combate de hasta el más minúsculo, y repelente, contrincante. ¿Qué quiere decir esto? Pues que, sobre todo al principio, casi cualquier enemigo puede acabar con nosotros a poco que nos lancemos a golpearle sin ton ni son. Eso sí, una vez asimilados los controles se echa en falta un mayor desarrollo de unos enfrentamientos que pueden terminar resultando algo monótonos.

 

Aeterna Noctis

 

Por otro lado, mención aparte merecen las espectaculares batallas contra los distintos jefes finales existentes en Aeterna. Un verdadero desafío, muy por encima de los enfrentamientos comunes, que requiere observar cada uno de sus movimientos y elaborar verdaderas estrategias de combate. Efectivamente, vais a morir cientos de veces.

 

Una obra de ingeniería plataformera

Es cierto que, como hemos comentado unas líneas más atrás, el combate, el sistema de progresión y los toques RPG resultan realmente satisfactorios. No en vano, nos encontramos ante un metroidvania de los pies a la cabeza. No obstante, conviene tener en cuenta que aquí la exploración, y algunos puzles, cobran especial importancia gracias a sus titánicas, y milimétricas, secciones plataformeras al más puro estilo de juegos como el premiado Celeste. Y es que es ahí, entre tantos pinchos, plataformas flotantes o sierras circulares, donde Aeterna Noctis brilla con luz, u oscuridad, propia.

 

 

No vamos a negar que el diseño de sus niveles, a pesar de lo laberíntico, puede no resultar tan enrevesado como el de otros títulos. No obstante, todos ellos logran fusionarse/interconectarse de una forma realmente orgánica. Ofreciéndonos la suficiente libertad, retos y recompensas para no caer en la monotoneidad. En nuestras manos queda en todo momento, amén de contar con las habilidades necesarias, escoger el camino a seguir. Eso sí, descubrir el mejor posible es una cuestión de ensayo-error-muerte-estrello el mando-compro otro.

 

Vida tras vida y… ¡muerte tras muerte!

En lo relativo a su dificultad, ya hemos mencionado que nos encontramos ante un título realmente desafiante. Contando con varios picos de dificultad bastante desquiciantes a poco que no hagáis acopio de algo de paciencia. No obstante, el juego se dota, como si de un seguro de vida se tratase, de algunos elementos para suavizar, al menos en parte, las pronunciadas aristas de su dificultad.

 

 

En primer lugar, contamos con multitud de puntos de guardado con los que hacer la experiencia más llevadera. El respaldo continuo de nuestros datos resulta de vital importancia aquí. Eso sí, conviene tener en cuenta que tras cada muerte perdemos la experiencia acumulada. Debiendo regresar, al más puro estilo de títulos como Diablo, para recuperarla. Y ya os adelantamos que en ocasiones esto puede resultar todo un suplicio. Por suerte, y seremos bastante parcos en este punto, contamos con otra formas de recuperarla…

 

Por otro lado, se ha incorporado el Modo Aeterna. Se trata de una modalidad de juego más accesible en la que Aeternum Game Studio se ha volcado al completo para ofrecer una experiencia más accesible. Una remodelación de niveles, enfocada a la exploración y la acción, en la que incluso los jefes cuentan con menos vida. Además, podemos cambiar de dificultad en cualquier momento. Por lo que se trata de la alternativa perfecta para esos momentos en los que nos podemos ver superados por la complejidad de una zona concreta. Eso sí, conviene recordar que Aeterna Noctis fue diseñado para ser jugado en Modo Noctis (original).

 

 

El tiempo es un lienzo, y mi mano su pincel

Alcanzamos otro de los puntos capitales de Aeterna Noctis, su apartado artístico. Lo que se presenta ante nosotros es un basto mundo dibujado a mano (2D) que gana muchos enteros gracias aún excelente sistema de animaciones y a unos efectos visuales (sombras, explosiones y pirotecnia varía) realmente llamativos y espectaculares.

 

Por otro lado, contamos con una gran variedad de entornos en los que predomina la estética oscura e incluso gótica, pero que gozan de un estilo y rasgos definitorios propios. Un bosque, una caverna helada, una forja o un castillo. Pocos escenarios típicos de un metroidvania se han escapado a la minuciosa mirada del equipo creativo de Aeternum Game Studios. El juego de la cámara (fija y de desplazamiento lateral) también alcanza un gran nivel. Destacando los cambios de plano en función del tamaño del escenario o las sensaciones a transmitir. El diseño de los personajes, el bestiario de enemigos y unos escenarios que parecen cobrar vida frente a nuestros incrédulos ojos ponen la guinda a un apartado que destila amor y mimo por los cuatro costados.

 

 

Hay quien sostiene que el apartado sonoro es el alma de cualquier videojuego. Y, afortunadamente, de eso también anda sobrado Aeterna Noctis. El trabajo de Juan Ignacio Teruel Torres, director de la Banda de Música de Talavera y creador de la BSO del juego que aquí nos ocupa, ha sido brillante. Y es que si importante es que todo lo que vemos entre por nuestros ojos con agrado… No lo es menos dotar a la experiencia de «una identidad sonora que potencie cada instante».

 

Temas melancólicos, tristes y solemnes, en donde predomina el piano, la música coral e incluso algún toque más eléctrico, dan forma a un delicioso apartado sonoro que, a pesar de no haber sido creado para destacar, si que sabe acompañar al resto de apartados del juego. Logrando potenciar la soledad y, en definitiva, la enmascarada angustia de nuestro protagonista en cada uno de sus 43 temas.

 

Aeterna Noctis

 

Un port a la altura del desafío

Llegados a este punto nos paramos a analizar el desempeño del juego en Nintendo Switch. Viendo el resultado de algunos de los últimos ports lanzados en la híbrida podríamos decir que nos encontramos ante un apartado de crucial importancia. Pues bien, podéis estar tranquilos. El rendimiento del juego es, amén de un par de ralentizaciones aisladas, correcto. Es cierto que para lograr esto se han tenido que hacer algunos sacrificios visuales con respecto a las versiones del resto de plataformas. No obstante, tampoco se trata de algo realmente molesto. Recomendamos disfrutarlo en modo portátil con los cascos puestos. Eso sí, los tiempos de carga entre zonas son algo superiores a los existentes en el resto de versiones. También hemos sufrido un par de cuelgues de esos que te obligan a volver a iniciar el juego. Aunque en ambos casos ocurrió tras tener la consola bastantes horas en suspensión.

 

 

Aeterna Noctis – Una desafiante, y adictiva, oda al género metroidvania con sabor patrio

Aeterna Noctis es un metroidvania que sabe aprovechar al máximo todas y cada una de sus virtudes. Que no son pocas. Es cierto que no inventa nada, pero se trata de un título que logra, con acierto, tomar prestados elementos de algunos de los clásicos del género para fusionarlos de una forma original, intuitiva y muy orgánica. No vamos a negar que se trata de un juego que, pese a la variedad de enemigos, se centra en la exploración y la aventura gracias a unas desafiantes, y milimétricas, secciones de plataformas. No obstante, también contamos con unos jefes finales cuyos variados y complejos patrones de combate nos han hecho sudar la gota gorda.

 

Su cuidado apartado artístico, tanto visual como sonoro, y la inclusión de un modo de dificultad algo más amigable ponen el colofón a uno de los metroidvania más completos de 2023. Es cierto que no se trata, ni muchísimo menos, del título más accesible para adentrarse en el género. No obstante, a pesar de algunos momentos en los que la curva de dificultad se rompe, unos tiempos de carga algo elevados y algún que otro cuelgue esporádico, Aeterna Noctis se erige desde ya como uno de los metroidvania más completos del excelso catálogo de Nintendo Switch. Vamos, ¡que ya estás tardando en adentrarte en Aeterna!

 

Aeterna Noctis

Hemos analizado Aeterna Noctis gracias a un código digital cedido por Aeternum Game Studios. Versión analizada: 1.1.000.

Aeterna Noctis
Una desafiante, y adictiva, oda al género metroidvania
Agita en la coctelera un interesante conglomerado de mecánicas jugables, añade un chorreo de endiablada, y adictiva, dificultad, grandes dosis de plataformeo, muchos secretos por descubrir y una pizca de acción para dar y repartir. Eso y mucho más es el metroidvania español Aeterna Noctis.
PROS
Una obra de ingeniería plataformera
Gran apartado artístico
Jugabilidad medida al milímetro
Una propuesta tan adictiva como desafiante que amarás...
CONTRAS
... y odiarás a partes iguales
Una aventura exigente con algunos picos de dificultad titánicos
El combate con los enemigos comunes se termina antojando demasiado básico
85