En NextN, y más concretamente en el caso del que suscribe estas líneas, hemos repetido muchas veces a lo largo de 2022 algo que es una realidad resaltable: ha sido un año de ensueño en el género del RPG estratégico. A lo largo de estos últimos meses hemos recibido una cantidad de referencias increíble de este tipo de títulos, de diversos estilos y procedencias, pero contando, eso sí, con Square Enix como la principal artífice de este año dorado de los «Tactics». Y este bonito año, que ya va tocando a su fin, ha puesto la guinda al pastel con el regreso de un absoluto histórico del género, que resucita de entre los muertos con el nombre de Tactics Ogre Reborn.
Publicado originalmente en SNES en el año 1995 bajo el nombre de Tactics Ogre: Let’s Cling Together, y trasladado posteriormente a diversas plataformas, este título, mayormente desconocido para el público español por no haber llegado a nuestro territorio en su momento, regresa de forma más ambiciosa que nunca. No hay límites geográficos esta vez para el título, cuyo lanzamiento ha sido mundial. Y hemos tardado más de lo que nos gustaría en elaborar este análisis… Pero es que había muchísimo que ver. Y ahora que lo hemos finalizado, vamos a compartir contigo nuestra experiencia.
Tactics Ogre Reborn, una historia de la que muchos han bebido
La historia de Tactics Ogre Reborn es bastante arquetípica dentro del género, especialmente teniendo en cuenta que es una de las pioneras del mismo. Muchos otros títulos de rol táctico han tenido esta narrativa como maestra, por lo que adentrarse en esta historia, cuando se lleva muchos RPG de estrategia a las espaldas., es sinónimo de encontrar ciertos clichés y giros que uno ya se espera. No es algo que recriminarle, siendo la remasterización de un título que creó escuela. Se trata, en líneas generales, de una historia bastante sólida, en cuyos detalles no vamos a profundizar para evitar spoilers.
Sí es necesario comentar uno de sus aspectos más especiales: la ramificación de la trama. En ciertos momentos del juego, se nos obliga a tomar una decisión entre dos opciones. Estas encrucijadas abren distintos posibles caminos a seguir en función de las decisiones que tomemos. Matar a alguien o perdonarle la vida, ser fiel a alguien o traicionarle, mantener nuestros principios o cambiar de opinión, son decisiones trascendentales que condicionan por completo la narrativa y tienen el potencial para convertir enemigos en aliados y viceversa. Un desarrollo de lo más interesante que, además, le da un toque de rejugabilidad potentísimo. Completar una sola ruta puede llevar en torno a las 40-50 horas de juego. ¿Quieres hacerlas todas? Enhorabuena, no vas a tener tiempo para aburrirte.
Adentrándonos en el ogro de la táctica
Hay que dejar algo muy claro: Tactics Ogre Reborn es café para muy cafeteros. Si estás buscando un título con el que adentrarte por primera vez en el rol estratégico por turnos, no es la mejor opción, ni mucho menos. En cambio, si eres un amante del género que busca probar nuevas referencias e ir un paso más allá, esta remasterización te viene como anillo al dedo. Y esto es así por un sinfín de motivos que vamos a ir desglosando poco a poco a lo largo de este análisis. Y el primero de ellos es que se trata de un título exigente, que te aprieta las tuercas a la antigua usanza.
El nivel de dificultad de este título es único, no se puede configurar. Nos ayuda a adentrarnos en él estableciendo una serie de unidades de apoyo, a modo de ruedines, durante los primeros combates. Conforme vamos tomándole la medida, estos apoyos van desapareciendo y todo pasa a estar bajo nuestro control. Y aquí es donde comienza una escalada de dificultad que, por desgracia, no es del todo regular. Hay picos casi injustos, momentos de dureza extrema, seguidos después por extraños valles en los que todo parece un paseo. Aparte, en ocasiones peca de no ser suficientemente comunicativo y pillarnos desprevenidos en una batería de batallas para la que no vamos del todo preparados, y de la que no podemos salir, a riesgo de tener que empezar desde cero si lo hacemos.
Los personajes, un abanico interminable
Al comenzar el juego, tras un breve cuestionario, podemos escoger el tipo de unidad que deseamos para el protagonista, Denam. Arquero, guerrero, mago, mago rúnico, domador, cazadragones, caballero… Hay múltiples clases, no todas disponibles desde el principio, que podemos utilizar. Cualquier personaje puede cambiar de clase en cualquier momento a lo largo de la aventura, siempre y cuando tengamos el Contrato indicado para hacerlo. Debe hacerse con cuidado, a riesgo de perder ciertas habilidades o remates de lo más útiles para el personaje.
¿Y cómo podemos aumentar nuestro ejército? De múltiples formas. Algunos personajes se unen a lo largo de la historia principal, pero también podemos reclutarlos en tiendas, convencer a rivales para que se pasen a nuestro bando… Y esto último no se limita a humanos. Bestias, dragones, hadas, ángeles, espíritus, incluso redivivos (zombis) pueden acabar siendo nuestros aliados si nos movemos bien por el mundo de Tactics Ogre Reborn. Eso sí, para reclutar a enemigos, necesitamos ciertas habilidades que sólo clases concretas son capaces de adquirir.
Todo lo necesario para combatir
Cada unidad tiene una serie de herramientas a su disposición para combatir: las armas y el equipamiento básico, los objetos, las magias, las habilidades y los remates. Los tres primeros no necesitan presentación: los hay cuerpo a cuerpo, a distancia, puntuales y en área, los hay curativos y ofensivos, de cambio de estado y de resurrección, incluso de exorcismo. Cada clase puede equiparse armas y magias concretas, y tiene sus propias habilidades. Éstas son de dos tipos: las activas, que consumen PM y que varían desde poder reclutar hasta asegurarse un golpe crítico o un golpe doble, y las pasivas, que se activan solas y no consumen PM, y que pueden servir para recuperar más PM, asegurarse más curación, efectos adicionales al siguiente ataque físico… La variedad es generosa.
Los remates, por su parte, son un tipo muy especial de habilidad. Se aprenden con el uso continuado de un arma concreta, y sólo pueden usarse con ese arma. Por ejemplo, si tenemos un remate con espada y cambiamos a lanza, ese remate desaparece de nuestro inventario, y si volvemos a equipar espada, vuelve a aparecer. Son ataques más potentes y especiales, que consumen muchos PM, pero que usados con sabiduría pueden ser el as en la manga para cambiar una lid. Espera, ¿ases? Eso me recuerda que todavía no hemos hablado de las cartas, un aspecto esencial del combate de Tactics Ogre Reborn.
El Carro y otras cartas
La temática de Tactics Ogre Reborn cuenta con el tarot como elemento subyacente en la trama, pero también en el combate. El arcano de El Carro nos sirve para rebobinar una batalla si algo no nos ha salido bien, un aspecto que resta algo de dificultad a un título en el que la IA de los enemigos no da tregua. Al principio podemos retroceder un total de 10 acciones, pero este límite se va ampliando conforme avanzamos en la aventura, y se convierte en un aliado esencial en las lides, sin el cual superar la aventura puede ser una utopía. Si una unidad muere, tenemos tres turnos para revivirla, y si no, la perdemos para siempre. En estas ocasiones, El Carro es esencial.
Aparte, en el transcurso de la batalla, aparecen dos tipos de cartas en el escenario. Las de color azul, que aparecen de forma aleatoria, otorgan bonificaciones durante la lid, como más ataque cuerpo a cuerpo, más recuperación de PM o más golpes críticos. Las de color verde, con forma de naipe, aparecen de vez en cuando tras derrotar a un enemigo, y entregan un aumento permanente de alguna estadística del personaje. Sí, es obligatorio hacerse con ellas siempre que podamos. Porque los rivales también pueden cogerlas… Y créeme, no quieres eso. De verdad que no quieres.
¿Te parecen muy complejos todos estos aspectos del combate? Te dejamos nuestro gameplay comentado por si te ayuda a verlo todo mejor.
Las lides de Tactics Ogre Reborn
Si jugaste a algún Final Fantasy Tactics en su momento, el sistema de Tactics Ogre Reborn te resultará bastante familiar. Partimos de un escenario isométrico, con distintas alturas, escondites y recovecos que tenemos que aprovechar bien. Podemos desplegar un número determinado de unidades en cada lid, un máximo de 12, que en realidad son menos en el 80% de las batallas. El objetivo de las lides es, en la gran mayoría de los casos, derrotar a su líder, pero a veces es necesario derrotarlos a todos, o bien a un número determinado de ellos.
Al margen de esto, hay una serie de objetivos opcionales en cada lid. Éstos varían entre usar magia curativa, provocar una miseria (estado alterado) al rival, recoger una carta, ganar teniendo una unidad de una clase concreta en el equipo o, simplemente, hacerlo sin que nadie caiga inconsciente o sin usar el arcano de El Carro. Cumplir estos objetivos secundarios se premia con experiencia extra o con diversos objetos, como equipamiento, magias o amuletos. Si queremos practicar o subir de nivel, podemos hacerlo en ciertos lugares, entrando a batallas secundarias o haciendo Maniobras en las ciudades.
No todas las lides son únicas
El mapa de Valeria está repleto de lugares en los que combatir, pero no todos son iguales. La mayoría de ellos son escenarios únicos en los que batallamos una vez y se acabó. Pero en otros, como en bosques o castillos, hay varios escenarios esperándonos. A modo de mazmorra de un roguelike, debemos superar cada sala para completar el lugar, pero si salimos de ella sin haber llegado hasta el final, toca volver a empezar desde la primera sala. Conviene estar preparado antes de entrar, porque si la mazmorra es muy larga, igual nos quedamos sin recursos demasiado pronto.
Cada lugar, además, tiene sus peculiaridades: hay casillas con agua, zonas con lava, fango venenoso y brea, que afectan a nuestras capacidades de ataque y esquiva, y algunas de las cuales sólo ciertas unidades pueden pisar. Las diferencias de altura también son esenciales durante el combate: sólo las unidades voladoras pueden salvar algunas cotas, y a partir de cierta altura, algunos ataques dejan de surtir efecto. En resumen, conocer el terreno y saber hasta qué punto nos va a exigir es una parte esencial de cada lid, de cada incursión a castillos o bosques, en definitiva, de cada paso en nuestro avance en el juego. La unión del complejo entramado de unidades y clases con la riqueza de variantes de cada escenario crea un sistema táctico muy rico, ideal para los más experimentados en el género, pero quizá demasiado duro para los novatos.
Las crónicas de Warren
Nuestro avance en la aventura se recoge en un apartado del menú llamado las Crónicas de Warren. En él, podemos consultar los tutoriales de batalla y de mundo, así como la cronología de nuestra historia, ramificaciones incluidas, en el arcano Rueda de la Fortuna. Se recoge y actualiza la información relativa a protagonistas, personajes secundarios, aliados y enemigos que conocemos a lo largo de nuestro camino, así como la cantidad de unidades enemigas que hemos abatido o el dinero gastado. Pero, además de esto, aparece un pequeño regalo que hará las delicias de los amantes del aspecto sonoro de un juego.
Las bandas sonoras que vamos descubriendo a lo largo del juego son una excelente reorquestación de las melodías originales de Let’s Cling Together, y se recogen también en las Crónicas de Warren, pero con un toque único: incluyen pequeños comentarios de los compositores y arreglistas que se encargaron de ella. Una forma preciosa de homenajear su trabajo y conocer un poco más de qué les inspiró a la hora de componer esa pieza, cómo le dieron encaje en la acción, o qué estaban haciendo cuando comenzaron a elaborarla. Un detalle excelente para un aspecto único del título.
A nivel técnico, hay que decir que Nintendo Switch le sienta de maravilla a Tactics Ogre Reborn. Su estética no se ha entregado a los gráficos HD-2D para ofrecer una experiencia visual fiel a la original, con un pixel art suavizado que encaja de maravilla con la portabilidad de la híbrida, y que además, llega por primera vez con textos en español, y con doblaje al inglés y al japonés. Se trata de uno de esos títulos que dan placer especial al ser jugados en modo portátil y con auriculares, aumentando la inmersión al máximo.
Tactics Ogre Reborn – Nintendo Switch. Una parada obligada en el género táctico
Tactics Ogre Reborn ha llegado al año 2022 demostrando que su fórmula, 27 años después, aún tiene mucho que decir. Con la jugabilidad clásica, compleja, rica en detalles y exigente, totalmente intacta, se vale de unos simples retoques estéticos para actualizarse y una reorquestación de su banda sonora para traer al presente una saga que, tanto tiempo después, sigue siendo tan divertida y al mismo tiempo desafiante como el primer día. Un imprescindible para los amantes del género que nos aprieta las tuercas de principio a fin, y que pone el broche de oro al que, sin lugar a dudas, es el año dorado del rol táctico en Nintendo Switch.
Hemos analizado Tactics Ogre Reborn gracias a un código digital proporcionado por Koch Media. Versión analizada: 1.0.2
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