Si en un pabellón de un salón del manga le preguntamos a los transeúntes si conocen qué es Mages, es posible que la respuesta más común vaya a ser que se trata de la desarrolladora detrás de Steins;Gate. Si bien es cierto que esa novela visual tiene una historia tan excepcional que logró incluso entrar en contacto con gente que no suele consumir este género, la cruda realidad es que otras propuestas de la misma empresa como Occultic;Nine, Robotics;Notes o el futuro Anonymous;Code, no están haciendo un ruido en la industria ni remotamente similar. Es natural que haya proyectos más exitosos que otros, pero creemos que nunca está de más intentar mirar un poco más allá de cara a descubrir joyas ocultas. Dos claros ejemplos son Chaos;Head Noah y Chaos;Child, un dúo de novelas visuales que, aun sin ser aptas para todos los estómagos, hacen gala de tramas notables que se merecen no ser ignoradas por las masas. Por ese motivo, a lo largo de este texto vamos a analizar la versión híbrida de Chaos Double Pack, un recopilatorio bastante tentador que llegó a España gracias a Meridiem Games con un DLC de regalo y una caja metálica para los amantes del formato físico.
Bajo las miradas del cielo y la tierra
El primer integrante de Chaos Double Pack es Chaos;Head Noah, un título que tras hacerse de rogar durante años, por fin debuta en Occidente y nos permite descubrir la primera piedra del universo asociado al «;». A lo largo de esta experiencia nos ponen en la piel de Takumi Nishijo, un joven que se suele sentir observado y cuya forma de ser, sobre todo al principio, es difícil de digerir para la mayoría. Este chico de 17 años de edad vive dentro de un contenedor en Shibuya, se mantiene mediante los beneficios que saca vendiendo objetos de un MMO, está obsesionado con el 2D y rechaza todo lo que puede al mundo exterior. No llega a aislarse por completo para evitar que sus padres le nieguen seguir con su estilo de vida, pero tiene montado hasta un calendario para ir lo justo a clase para que no le expulsen. Los días en los que va al instituto siempre trata de pasar desapercibido, no habla con casi nadie y de una forma u otra, consigue tener una vida tranquila. No obstante, su burbuja de animes, mangas, figuritas y videojuegos empieza a temblar en el momento en el que un chat cruza el camino de esta con el de una ola de muertes fuera de lo común.
Por otro lado tenemos a Chaos;Child, una obra que arranca su trama seis años después de los acontecimientos de Noah. Aquí se produce un cambio de protagonista y pasamos a estar en los zapatos de Takuru Miyashiro, un chico de 18 años de edad que preside el club de periodismo de la «Hekiho Academy». Por ciertos motivos, él vive en una caravana por su cuenta y su algo arrogante personalidad le hace pensar que se colocó en el lado correcto, en el de la minoría que conoce la verdad de las cosas y no es engañada con facilidad. A pesar de ello, no es una mala persona y tiene un grupo de amigos con los que suele buscar información que plasmar en el periódico escolar, como verbigracia, unas pegatinas de luchadores de sumo que aparecieron por Shibuya. Sin embargo, la sed de información es un arma de doble filo y los deseos del personaje por conseguir una exclusiva, le acaban empujando a investigar una serie de muertes que parecen ser suicidios. La chispa que le hace seguir es que se percata de que las fechas de esos suicidios coinciden con las de las muertes que se produjeron años atrás y la mecha termina de prenderse en el momento en el que recibe un soplo que le cambia la vida.
Ya lo adelantamos en el comienzo del artículo, pero no está de más reiterar que Chaos Double Pack no es apto para la gente sensible. Sin ir más lejos, aunque posee una mecánica ligada a ilusiones que a veces dan pie a situaciones de comedia o subidas de tono, debemos avisar de que hay muertes brutales y eventos que logran arrancarle lágrimas a la mayoría de los lectores. Ahora es razonable pensar que acabamos de explicar la premisa de novelas visuales con terror psicológico y misterio ubicadas en un mundo tan normal como el nuestro, pero eso se debe a la costumbre de Mages de ir mezclando poco a poco la realidad con pinceladas de ciencia ficción o de fantasía que van apareciendo con el pasar de las horas. Por ejemplo, aquí se introducen conceptos ficticios en la fórmula como las «Di-Swords» o los «Gigalomaniacs» que no vamos a explicar por evidentes razones. Sea como fuere, si te atraen estos juegos, te recomendamos tener cuidado con las sinopsis oficiales y los últimos vídeos promocionales que se publicaron, pues los spoilers campan a sus anchas.
En general nos encontramos con que tanto Chaos;Head Noah, como Chaos;Child hacen gala de una historia interesante, bien desarrollada y con múltiples finales, siendo Child el que más destaca de los dos, al menos según el criterio del redactor de esta reseña. ¿Es necesario jugar Chaos;Head Noah para entender lo que pasa en su secuela? Cuando ocurre todo lo de Noah, los protagonistas de Chaos;Child son niños pequeños que no están involucrados y a pesar de que la trama se cimienta sobre lo que vivió Takumi Nishijo y compañía, estos chicos van descubriendo las cosas junto al jugador. Evidentemente, hay personajes que vuelven y guiños que se pierden por el camino, pero el argumento es capaz de funcionar en solitario. Eso sí, ten presente que Child está bien surtido de datos de su predecesor, por lo que este pierde algo de gracia si decides darle una oportunidad tras leer su secuela. Cambiando de tema, vamos a cerrar este apartado respondiendo un par de preguntas que más de uno se debe estar haciendo: entre los dos es fácil superar las cien horas de lectura y los textos están íntegramente en inglés.
Una desventura entre letras
Hace un par de párrafos mencionamos la existencia de una mecánica relacionada con las ilusiones, pero no llegamos a explicarla y esta es clave de cara a obtener otros finales, una vez se ven los créditos por primera vez. Sí, si es tu primera partida, la decisión de ver o no ilusiones, no afecta en nada a lo que va a pasar capítulos después. El caso es que de vez en cuando la interfaz de la pantalla cambia y ahí toca elegir entre continuar el evento con normalidad, ver una ilusión positiva o una negativa. Con las ilusiones positivas, el protagonista deja volar su imaginación y la situación tiende a ser cómica o con «fanservice» fuera de lugar. Luego están las ilusiones negativas, en las que nuestro personaje puede llegar a comerse la cabeza hasta tal punto que, por un momento, es capaz de imaginar cómo le matan. Una clara muestra del funcionamiento de esta idea es que, con pulsar un botón, la hermana de Takumi puede pasar de coger un refresco de la nevera a morir envenenada por culpa de esa bebida. Si bien la base sigue siendo la misma, en Child van un paso más allá, con la posibilidad de expandir ilusiones, de que salgan varias consecutivas o de que estas cambien su naturaleza sin previo aviso.
Tras terminar la ruta estándar de cualquiera de los miembros de Chaos Double Pack, combinar ilusiones se vuelve obligatorio para desbloquear los finales que previamente eran inaccesibles. Además del final verdadero y los malos, también existen los «alternativos», que entre muchas comillas, se puede decir que son las «ilusiones» necesarias para que el verdadero pueda suceder. Ya sea por ensayo y error o empleando el típico atajo de las guías, para obtener el «true ending» de Noah es necesario sacar primero todos los demás finales, mientras que Child solo requiere cuatro «finales alternativos» para liberar el real en el menú principal. Nota: es aconsejable que no los ignores para llegar antes al más relevante, dado que son interesantes y en ellos se revela información valiosa que resuelve misterios que se quedan en el tintero.
En otro orden de cosas, ambos dan la opción de pasar textos ya leídos con rapidez, de cara a agilizar el acceso a otras «rutas», así como la elección de saltar diálogos indiscriminadamente, salvo cuando entran ilusiones o elecciones en acción. Asimismo, si por accidente pulsas la «A» antes de terminar de leer una frase, tienes a tu disposición un «backlog» y en caso de que te aparezcan palabras raras, un glosario suele salvar el día. Fuera de esto, del típico apartado «Extra» como premio de completar los juegos y de un tablón de corcho con un mapa, que en Child sirve para que el protagonista ponga en orden sus pensamientos y es relevante para pisar ciertos finales, falta hablar con brevedad de dos temas. Por un lado tenemos una mecánica esporádica de toma de decisiones en Noah, la cual se limita a responder «sí» o «no» y junto a las ilusiones es clave para desbloquear rutas y por el otro está el «Shortcut». Este último solo lo vimos en Noah y, tras leer el «true ending», permite revisitar cualquier capítulo seleccionándolo desde un menú.

Aunque antes de escribir este análisis esperamos a un parche que finalmente arregló varios problemas que salieron con el lanzamiento de este recopilatorio, por desgracia se limitó a solventar bugs. Si eres sordo, sentimos decirte que Chaos;Head Noah no está pensado para ti. Este carece de los clásicos rectángulos con los nombres de los que hablan, no toma medidas para indicar si Takumi está hablando o pensando y por si fuera poco, de vez en cuando hay personajes que hablan sin salir en pantalla o melodías y ruidos que se ponen en el centro de los focos de buenas a primeras, por lo que poseer capacidades auditivas es vital para disfrutar de esta experiencia con plenitud. Chaos;Child, por su parte, arregla el tropiezo de su predecesor, pero en él tampoco es oro todo lo que reluce. En su contra tiene que no es raro ver espacios y saltos de línea mal colocados que dificultan un poco la lectura. De manera anecdótica, también están los puntos suspensivos orientales que perduraron en la traducción occidental.
Incluso el caos reserva un espacio para el arte
Como es de esperarse de novelas visuales, la mayoría del tiempo el jugador va a contemplar imágenes estáticas, ligeros movimientos en las bocas, la interfaz y toneladas de letras, mas eso no le impidió a Mages jugar con el 3D. En Child esta faceta no brilla tanto, pero en Noah aprovechan que el protagonista tiende a encerrarse para hacer de la habitación en la que malvive un entorno 3D que, aun sin ser muy elaborado, da bastante juego. Los artworks y los fondos empleados, más allá de esporádicos traspiés, están por encima de la media y son variados. No obstante, lo que más queremos alabar de este apartado, es el mimo con el que hicieron las puestas en escena. Más allá del importante rol que desempeña el sonido en el terror, se toma su tiempo para ir introduciendo imágenes acertadas poco a poco hasta el punto de tener a las personas que están detrás de los mandos en vilo y temerosas por descubrir lo que viene después.
Si algo le gusta a este dúo, es someter a sus personajes a multitud de situaciones y sobra decir que eso provoca que los actores de voz carguen con una gran responsabilidad para que ciertos acontecimientos sean convincentes y no pierdan peso. ¿Hacen bien su trabajo? Sí, es más, cumplen con creces y solo somos capaces de aplaudir la labor de seiyuus como Hiroyuki Yoshino con Takumi o como Uesaka Sumire con Serika en Chaos;Child. En otro orden de cosas, los efectos de sonido están a la altura de lo que se espera de juegos con terror psicológico y en cuanto a la banda sonora… ¿qué puede salir mal estando hasta Ito Kanako involucrada? Efectivamente, para ambos casos da la talla y hace gala de un buen abanico de melodías dignas de mención.
Chaos Double Pack – ¡Dos ilusiones unieron fuerzas!
En definitiva, Chaos Double Pack es un recopilatorio de novelas visuales notables, en el que sus protagonistas acaban implicados de una forma u otra en una serie de muertes inusuales que ocurren por toda Shibuya. Si te gustan los grandes misterios y el terror o el gore no te echan para atrás, estás ante dos joyas que se merecen un hueco en tu estantería.
Hemos analizado Chaos Double Pack gracias a copias digitales cedidas por Meridiem Games. Versiones analizadas: la 1.0.3 de Noah y la 1.0.1 de Child.
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