Ha llegado por fin ese momento del año que todo el mundo estaba esperando. Apenas un mes después del lanzamiento de Leyendas Pokémon Arceus, The Pokémon Company nos sorprendió con un anuncio inesperado: la novena generación se estaba preparando. Bajo los títulos de Pokémon Escarlata y Púrpura, GAME FREAK nos prometía la posibilidad de explorar una nueva región con nuevas criaturas que descubrir, pero esta vez acompañada de dos aspectos muy importantes.
El primero tiene un nombre muy claro: “Pokémon Españita”. La región de Paldea está fuertemente inspirada en España, tierra donde se halla esta web, y con ello, muches fans españoles se lanzaron a buscar todas las referencias posibles para comprobar que la desarrolladora había hecho los deberes. Ya desde la primera aparición de criaturas como Lechonk y Smoliv, se disiparon las dudas y surgieron preguntas como “¿veremos un Tauros nuevo?”, mientras otra parte del público se dedicaba a pedir humor en forma de referencias a personajes famosos o políticos que hubieran sido imposibles sin crear polémica.
¿Cuál es el segundo gran aspecto? Que por fin, después de tantos años, Pokémon se lanza al mundo abierto. Espada y Escudo fueron los primeros experimentos de la compañía, con un primer mapa abierto donde alojar a gran cantidad de criaturas, pero muy simple. El Pase de Expansión les permitió seguir experimentando con entornos más elaborados, y después Leyendas Pokémon Arceus casi llegaba a ese concepto, con 5 mapas abiertos de gran extensión pero divididos entre sí. Pero ahora sí que sí: Pokémon Escarlata y Púrpura nos ofrecen (casi) total libertad a la hora de viajar y explorar, y aquí ya admitimos que los juegos se han beneficiado mucho de ello.
Sé que llegamos un poco tarde a la fiesta, pero en NextN hemos podido dedicarle bastante tiempo a recorrer la región de Paldea para traeros un análisis lo más detallado y honesto posible. A estas alturas, no sé qué más decir salvo… ¡Bienvenides a la academia!
La vasta región de Paldea a tu disposición
Cuando decimos que Pokémon Escarlata y Púrpura abrazan el concepto de mundo abierto, lo decimos en serio, y de hecho se nota al poco de empezar nuestra aventura. Nuestros primeros pasos por Pueblo Cahíz y tras salir de él nos mostraron como, con un poco de exploración, podemos encontrar lugares muy variados tan cerca. No solo este primer contacto con el mundo abierto fue impresionante, sino también el hecho de descubrir cómo afecta esto a los propios Pokémon. Tras tantos años con la costumbre de encontrar a unos bichos concretos al empezar el viaje, aquí logramos hacernos con hasta 22 criaturas diferentes en nuestra primera hora y media, ¡y todavía no habíamos llegado a la academia! Es aquí cuando percibimos el potencial de lo que nos ofrece GAME FREAK.
Tras pasar por la academia y conocer otros conceptos y personajes (de los que hablamos más tarde), se nos da total libertad para explorar… aunque lo de “total” no lo es tanto. Raro es el juego de mundo abierto que, ya desde el primer momento, te deje viajar con libertad sin ofrecerte obstáculos o límites. Desde el principio contamos con Koraidon y Miraidon para agilizar nuestra exploración, pero sus habilidades son limitadas, por lo que al principio hay zonas que se escapan a nuestro alcance. Todo esto, claro está, es una señal de que la exploración está ligada a la historia: conforme más avances en la historia, más recursos consigues y más se abre el mundo. Los lugares por los que paseamos al principio se nos podían antojar grandes, pero una vez tenemos plena libertad de verdad es cuando vemos lo amplia que es realmente Paldea. Incluso tras tantas horas de juego, seguimos descubriendo nuevos lugares que no habíamos pisado antes y Pokémon que a lo mejor ni hemos visto durante nuestro progreso.
Dicho progreso también se ve afectado en Pokémon Escarlata y Púrpura gracias al mundo abierto. Los combates contra entrenadores, que se habían convertido en una obligación para poder avanzar por las rutas, ahora son solo un aspecto opcional para no interrumpir el ritmo de nuestra partida. En muchas ocasiones nos hemos visto ignorando a les entrenadores del camino porque nos adentramos en el campo para buscar Pokémon nuevos. Y algo tan habitual en los juegos de mundo abierto como la supervivencia y la recolección de objetos se adapta mediante la constante aparición de objetos a lo largo y ancho del mapa que nos pueden sacar del apuro para no tener que buscar un Centro Pokémon (ingeniosamente diseñados para que parezcan puestos de paso entre ciudades) o bien conseguir materiales de los Pokémon para poder fabricar MTs. Al final del día, hay que reconocer que el mundo abierto ha beneficiado a la franquicia con un cambio radical en su funcionamiento.
Tres rutas, tres historias y personajes complejos
Las historias de los juegos de Pokémon siempre han sido algo criticado por les fans más acérrimes. Todas solían seguir una estructura similar y entremezclada, empezando con les líderes de gimnasio para entre medias luchar contra el equipo malvado de turno y al final descubrir la leyenda de la región. Esta estructura siempre hacía que hubiera aspectos mejor y peor desarrollados, ya fuera porque un juego se centrara más en la leyenda (como sería Pokémon Sol y Luna) o en los gimnasios (como Espada y Escudo). Pero en Pokémon Escarlata y Púrpura nos encontramos con otro cambio radical en este sentido.
Estos tres elementos esenciales que he mencionado antes se dividen ahora en tres rutas diferentes: Travesía de la victoria, donde nos enfrentamos a la Liga Pokémon; Senda legendaria, donde buscamos especias ocultas; y Vía Stardust, en la que luchamos contra el “malvado” Team Star. No pensamos explicar en profundidad cada ruta (eso es algo que ya haréis vosotres en vuestro viaje), pero el hecho de tomar cada uno de esos elementos y otorgarles su propio progreso y trama independientes da lugar al mejor desarrollo de una historia de Pokémon que hemos visto en mucho tiempo. En cada una de estas rutas nos acompaña un personaje (Mencía, Damián y Noa respectivamente), y a lo largo de ellas, apreciamos cómo se ha otorgado a cada acompañante con una personalidad e historia profundos e interesantes. También ocurre lo mismo con les Líderes de Gimnasio o incluso les profesores de la academia, viendo cómo compaginan sus trabajos normales con su actividad Pokémon (que por cierto, podéis comprobar el listado de nuevos Pokémon en nuestro enlace).
Esperad, ¿no os he hablado de la academia? Bien podría parecer un mero sitio de paso, pero entre sus paredes también se encuentran numerosos personajes interesantes con sus “mini historias” en las que participamos levemente. Y también tenemos las… ¡clases! Jo, ¿nos toca estudiar? Me temo que un poco sí. Las clases y los consiguientes exámenes no son necesarios para nuestra aventura en Pokémon Escarlata y Púrpura, pero me parece un acercamiento muy interesante de información que podamos necesitar. Cuando en anteriores juegos dependíamos de NPCs aleatorios para que nos dijeran “esto funciona así o asá”, ahora tenemos estas mini lecciones que nos enseñan datos interesantes, ya sea cómo conseguir huevos, cómo afecta las compatibilidades al daño que hacemos o la historia de la región.
Pero volviendo a las tres rutas, cuando lo combinamos con el mundo abierto… ¡volvemos a tener libertad! No hay caminos marcados, sino que podemos avanzar en la aventura como queramos. ¿Preferimos entremezclar las misiones de cada una? Se puede hacer. ¿Podemos centrarnos en una ruta sola? También sería posible, e incluso podemos alterar el orden (que permanece medio oculto al jugador). Aquí tendríamos en cuenta lo que mencionamos antes de los límites: las medallas de Gimnasio nos permiten capturar Pokémon de mayor nivel y que nos obedezcan, mientras que las especias ocultas activan nuevas habilidades de exploración en Koraidon y Miraidon. Ello no os impide usar vuestro ingenio y buscar rutas propias (que suelen estar más o menos escondidas), pero vuelve a ser un recordatorio de que la historia está ahí y merece la pena completarla. Ahora bien, ¿qué pasa después de todo eso? No vamos a desvelar mucho, pero solo podemos decir que la historia de Pokémon Escarlata y Púrpura (en su conjunto) es una de las mejores que haya tenido cualquier juego de Pokémon desde quizá las ediciones Blanca y Negra de Nintendo DS. E incluso siguen quedando preguntas y secretos pendientes… ¿Podría ser señal de un futuro DLC? Para llegar a esa conclusión, nos llevó unas 24 horas completar toda la historia, con varios momentos de exploración y capturar Pokémon entre medias.
Todo esto puede tener un pequeño aspecto negativo, y es que, al alterar el orden establecido, nos podemos encontrar a veces con un desafío demasiado grande y que después el resto se nos antojen fáciles. Pero incluso así, la libertad de opciones que ofrece el juego nos permite crear un nuevo equipo que se ajuste al nivel del líder o adaptar nuestra estrategia. Las bases del Team Star son divertidas, y los combates contra los Auto Star pueden llegar a ser complejos (no hay nada como una buena capa de tuning). Los Pokémon dominantes de la Senda legendaria nos dan batalla en varias rondas, pero quizá decepciona un poco que no lleguen al nivel de los dominantes de Sol y Luna. En aquella generación, los Pokémon dominantes recurrían a mejoras de estadísticas adicionales o a llamar a compañeros, complicando los combates. Eso aquí no lo tenemos, pero alguna sorpresa sí nos hemos llevado para bien.
De (tera)cristales va la cosa
Desde Pokémon X e Y, GAME FREAK se ha centrado en introducir una nueva mecánica de combate en cada nueva generación, y Pokémon Escarlata y Púrpura no podían ser diferentes en ese sentido. Aquí la gran protagonista es la teracristalización, en la que nuestros Pokémon adquieren una textura brillante y cristalina a la par que cambian de tipo en mitad de combate. Al hacerlo, consiguen un nuevo STAB (same-type attack bonus, es decir, bonificación de ataque por mismo tipo) y las debilidades anteriores desaparecen para ser reemplazadas por las del teratipo. Aunque el concepto parezca sencillo, las opciones son ilimitadas: todos los Pokémon pueden cambiar a cualquiera de los 18 tipos, lo que supone un factor impredecible en los combates… al menos en lo que respecta a otros jugadores.
A lo largo de la historia vemos como nuestres adversaries utilizan la teracristalización siempre que pueden, pero acaba siendo muy predecible. Cada líder de Gimnasio usa un Pokémon inesperado que de todas formas acaba cambiando al tipo de su gimnasio y no vemos que haya mucha estrategia detrás. La única gran estrategia que hemos visto ha sido al luchar contra e-Nigma, cuya combinación de Pokémon + teratipo nos hace replantearnos la estrategia de combate. Pero una vez incorporamos la teracristalización al entorno competitivo, vemos mucho potencial y estamos deseando ver las futuras competiciones para ver el talento de les jugadores.
Otra parte en la que destaca esta mecánica es en las nuevas incursiones. Nos parece genial que GAME FREAK haya decidido mantener esta mecánica de juego cooperativo, ya que le daba mucha vida a Pokémon Espada y Escudo. Eso sí, las incursiones han sufrido un gran lavado de cara que nos obliga a afrontarlas con otra mentalidad. Aunque siguen existiendo “turnos”, la incursión depende del límite de tiempo, y podemos caer en combate tantas veces como podamos mientras sigamos teniendo tiempo. Ahora las incursiones son más rápidas y fluidas, y no podemos descuidarnos en ningún momento. Pero como decíamos antes, la teracristalización juega un papel super importante, y es aquí donde se empieza a ver su potencial: el teratipo determina las debilidades, por lo que necesitamos un Pokémon del tipo adecuado, pero al mismo tiempo el Pokémon rival sigue conservando movimientos de sus tipos originales, por lo que debemos tener en cuenta nuestras propias debilidades antes de luchar. Por poner un ejemplo, me enfrenté a un Jolteon de teratipo Hielo, y usé mi inicial de Fuego para luchar. Pero Jolteon contaba con un movimiento inesperado que era muy efectivo contra mí, por lo que tenía mucha ventaja. Aquí vemos que no debemos subestimar las incursiones, especialmente las de 5, 6 y 7 estrellas, que pueden ser especialmente duras.
Al final, la teracristalización en Pokémon Escarlata y Púrpura supone, una vez más, otorgar un potencial adicional a todos los Pokémon (como ocurrió de forma similar con el Dynamax la pasada generación). Pero en vez de limitar esta mecánica a fortalecer a nuestras criaturas, nos permite cambiar el ritmo del combate y sorprender al rival, lo que en ocasiones anteriores podía ser más difícil.
Pokémon Escarlata y Púrpura: pequeños añadidos aquí y allá
Hasta ahora nos hemos centrado en los grandes cambios de Pokémon Escarlata y Púrpura, pero estos juegos están plagados de nuevas funciones que pueden parecer más reducidas, pero que también cambian mucho la forma de enfocar estos juegos. En primer lugar, el combate libre con el que hacemos que la criatura en primer puesto en nuestro equipo luche automáticamente contra otros. Es una forma rápida y simple de obtener nuevos materiales para las MTs y también para conseguir experiencia adicional, aunque en este sentido, la experiencia ganada es más reducida que cuando hacemos un combate normal. La victoria en estos combates es más simple, ya que se tiene en cuenta principalmente la diferencia de niveles y la combinación de tipos.
También tenemos el nuevo pícnic, que nos sirve tanto para interactuar con nuestros Pokémon como de nueva guardería para obtener huevos. Este curioso cambio nos parece interesante y lógico: en un mundo abierto, es preferible tener la opción de criar huevos en cualquier lugar en vez de atarnos a un sitio concreto. Por supuesto, no podíamos olvidarnos de los bocadillos, que bueno… nos recuerda un poco a Cooking Mama, pero esta vez tienen su beneficio en forma de los nuevos Nutripoderes: todo tipo de ventajas como que aparezcan más criaturas de un tipo, obtener más experiencia, conseguir más huevos… Aunque no nos tenemos que limitar a los bocadillos para ello, ya que a lo largo y ancho de Paldea hay mogollón de restaurantes con todo tipo de platos y Nutripoderes (quizá igual que España, su economía depende mucho de la hostelería).
Otros cambios notables los encontramos en la forma de repartir experiencia (ahora el Pokémon que lucha obtiene toda la experiencia y el resto solo obtiene la mitad), la opción de cura rápida (aunque ello elimina la opción de usar objetos curativos de forma seguida en diferentes Pokémon) y los nuevos objetivos en la Pokédex que nos dan recompensas por cada 10 criaturas nuevas que registramos. El nuevo mapa también resulta interesante para marcar nuestro destino, aunque aquí echamos en falta poder añadir otro tipo de marcas para señalar lugares de interés (como los Gimmighoul repartidos por toda la región). Todo ello, unido a cosas insignificantes como reducir el tiempo de las animaciones de captura o de inicio de combate, logra crear un juego más ágil y dinámico que los anteriores.
Paldea tiene un color especial
Dado que Pokémon Escarlata y Púrpura están inspirados en España, es habitual que el público del país esté ansioso de ver cómo GAME FREAK ha logrado representarla. Y en ese sentido, no tenemos nada malo qué decir. ¿Qué tal os ha ido por la academia/Sagrada Familia? ¿Os ha gustado las fincas de olivos en el sur? Sierra Nevada nunca ha parecido tan grande, ¿verdad?
Ahora en serio, el estilo artístico adoptado por la compañía para estos juegos ha aprovechado mucho las influencias españolas tanto en los entornos naturales como en las ciudades. Los parajes de Paldea son variados y muy vivos, con grandes extensiones de praderas y bosques (con algunos especiales como el Bosque de Oma), desiertos, zonas montañosas y mineras, el gran Lago Cazola… Y las ciudades están diseñadas con mucho mimo, ya sea por el gran esplendor de Ciudad Meseta como por el estilo de Gaudí en Pueblo Alfajor o más moderno en Ciudad Leudal. En todos ellos apreciamos un gran trabajo para mostrar una región con mucha vida.
No vamos a mentir. Entendemos que, después de tener juegos en Nintendo Switch como pueden ser el próximo The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom, el reciente Xenoblade Chronicles 3 y otros tantos, a algunas personas les puede parecer que estos títulos podrían haber sido mucho más. Sin embargo, al compararlos con los dos grandes trabajos anteriores de la compañía (Pokémon Espada y Escudo y Leyendas Pokémon Arceus), el gran salto dado hacia estas nuevas generaciones es evidente y valorable. Se nota una buena mejora gráfica, los modelos tanto de los personajes humanos como de los Pokémon están mejor hechos, y las animaciones en ciertas secuencias están muy bien logradas.
La música también se ve influenciada por la cultura española. Nos ha sorprendido ver como muchas de las melodías de las zonas naturales son tranquilas, pero hacen mucho uso de la guitarra (claro, lo más asociado a España, ¿verdad?) para darle un toque especial a los encuentros. Pero por otro lado, también notamos mucho la influencia del aclamado Toby Fox (creador de Undertale y Deltarune y que ya compuso alguna canción para Pokémon Espada y Escudo) en varias de las melodías que nos encontramos a lo largo del juego.
Paldea: la región para ser tu propio yo
La personalización regresa una vez más a los juegos de Pokémon, y esta vez con unas cuantas mejoras para crear a un personaje que realmente nos represente y con el que podamos mostrar quienes somos, pero también alguna cosilla que nos hubiera gustado ver mejor trabajada. Independientemente del género que elijamos (que se ofrece de forma disimulada mediante las fotografías del comienzo del juego), podemos personalizar con total libertad nuestro rostro y peinado para crear un personaje a nuestro gusto (bien puedes crear un chico con un rostro más cute o una chica con un look más macarra). Aquí las opciones no están limitadas, salvo por esa elección inicial que no nos permiten cambiar en ningún momento y que a lo mejor se podría haber solucionado preguntando simplemente por los pronombres (como ya hiciera Temtem hace unos meses).
En cuanto a vestuario, tampoco nos encontramos ningún límite. Todos los guantes, calzado, mochilas, gorros, etc, están disponibles para que luzcamos nuestro mejor look. Por desgracia, los uniformes son la opción más limitada. Solamente hay disponibles cuatro uniformes en todo el juego, uno para cada estación del año. Si bien la excusa es que “bueno, estás en una academia y aquí se utiliza uniforme”, podrían haber hecho mucho más dentro de esas opciones, como introducir diferentes prendas reglamentarias, quizá equipamiento deportivo, trajes o vestidos para ocasiones especiales… y por supuesto, mantener todas esas opciones abiertas para que cualquier jugadore, independientemente del género que elija al principio, pueda usar las prendas que decida (de una forma similar a lo que permitía Animal Crossing New Horizons).
Pero no somos solo nosotres: en Paldea nos encontramos con algunos personajes que se salen de la normatividad, ya sea por personas con diseños más andróginos, con un aspecto opuesto a la norma o que parecen tener ciertos vínculos especiales con personas de su mismo género. Es una representación muy reducida, y en cierto modo bastante oculta (ya nos gustaría que algune de elles saliera con la bandera LGTBI gritando a pleno pulmón), pero nos parece maravilloso que haya al menos algunos personajes con los que les jugadores se puedan identificar y puedan admirar.
Su mayor lastre: el rendimiento y los bugs
Pasamos ahora a hablar de uno de los temas que más polémica ha generado con Pokémon Escarlata y Púrpura. Al poco de que estos juegos salieran a la venta (o incluso unos días antes), la red ya estaba llena de todo tipo de imágenes y vídeos que mostraban problemas con el rendimiento de estos títulos. Y por supuesto, una parte considerable del público lo calificaba con todo tipo de apelativos negativos, lo que se podría resumir en las palabras “rendimiento desastroso”. Ahora bien, ¿es eso realmente así? Por supuesto, cada cual busca en un videojuego ciertos estándares, y en ese sentido cada jugadore es libre de exigir unos estándares mayores o menores. Desde aquí afirmo que, efectivamente, nos hemos encontrado con ciertos problemas aquí y allí, pero a nuestro modo de verlo, ni ha sido tan desastroso, ni ha sido tan frecuente ni ha perturbado tanto nuestra experiencia final.
Por ejemplo, nos hemos encontrado con algunas bajadas de frames, y en la mayoría de ocasiones que ha ocurrido, han sido realmente leves. Estas bajadas se suelen producir principalmente cuando el juego necesita cargar muchos elementos lejanos o necesita generar Pokémon a nuestro alrededor a gran velocidad. Solo hemos tenido dos ocasiones en las que realmente hemos notado una bajada considerable que sí ha afectado a la experiencia: nadando en el Lago Cazola con muchos Pokémon alrededor (que parece haberse solucionado en cierta medida con la actualización más reciente) y un examen de gimnasio específico que sigue causando problemas. El otro mayor problema que hemos tenido es cuando la cámara de combate se sitúa debajo del terreno, dejando ver un “precioso” vacío. Algo llamativo sin duda, pero que de nuevo, no nos ha afectado tanto, y que atribuimos al hecho de que los combates se produzcan en terreno irregular (por aquello de que los combates se realicen en el lugar concreto y no en una escena aparte).
Volviendo a la bajada de frames, también lo hemos notado por ejemplo con los elementos más lejanos. Ya sean transeúntes caminando despreocupados o el clásico molino de Pueblo Altamía, el juego prioriza la calidad de todo lo que está más cerca del personaje, por lo que lo que se encuentre a más distancia pierde calidad y rendimiento. De hecho, en cuanto nos acercamos a esos personajes y al molino, se mueven con total fluidez, lo que entendemos que es un efecto de priorización de recursos. Lo mismo ocurre con el efecto popping en los Pokémon: cada vez que nos alejamos de una zona, las criaturas deben “desaparecer” para que se genere un nuevo spawn cuando nos acerquemos y así poder capturar más Pokémon.
Con todo esto no pretendemos negar que realmente existan todos esos problemas que otres usuaries han compartido por Internet. Las pruebas están ahí. Pero dado que este análisis se centra en nuestra experiencia, no podemos juzgar algo que no hemos “sufrido”. No hemos tenido T-poses de personajes, no hemos tenido deformaciones, ni ningún tipo de bug extraño. Lo más extraño ha podido ser que, al registrar un nuevo monstruo en la Pokédex, el texto permanecía en pantalla durante la animación del libro porque le damos muy rápido al botón. Al final, a lo largo de nuestras más de 40 horas de jugar a Pokémon Escarlata y Púrpura, si bien hemos encontrado cosas que GAME FREAK debería haber pulido de cara al lanzamiento del juego, no han ensombrecido para nada todo lo que lo hemos disfrutado.
Pokémon Escarlata y Púrpura – Paldea luce con todo el esplendor de la teracristalización
Ahora mismo, quizá muches os estéis llevando las manos a la cabeza, alarmades y extrañades ante la puntuación que hemos concedido a Pokémon Escarlata y Púrpura (o bien llevéis así durante todo el texto porque la puntuación también aparece al comienzo del texto). Quizá estéis pensando “¿pero cómo es posible que le hayan dado una puntuación tan alta cuando es un juego de m-”… bueno, entendéis a lo que me refiero.
Aquí convendría en primer lugar hablar de que la puntuación al final no es más que un simple número en base a una opinión y a una experiencia concretas, y que quizá no deberíamos darle la importancia que se le está dando. Al final, no es más importante el número en sí sino las razones que puedan “justificar” que los juegos puedan tener una puntuación u otra. Y para eso os habéis leído este tocho tan largo, que mira que es difícil que escriba yo un texto tan largo en mi vida. Intentar simplificar todas esas razones y elementos que hemos encontrado a lo largo de nuestra partida, las más de 4000 palabras que tiene este artículo, en un simple número de 2 dígitos es una tarea titánica o casi imposible.
La realidad es que, cada vez que afronto una nueva entrega de Pokémon por primera vez, siempre me embarga la emoción. La idea de conocer nuevas historias, personajes y sobre todo Pokémon es lo que hace que siga disfrutando cada juego como el anterior. Pero esta ocasión es incluso más especial, porque Pokémon Escarlata y Pokémon Púrpura son los primeros juegos desde hace mucho tiempo que me impresionan de la forma que lo han hecho. El mundo abierto y los cambios a nivel de historia, progreso y funciones logran crear una experiencia totalmente diferente a lo que hemos jugado en anteriores generaciones. Son quizá los juegos que más rompen con lo establecido, que se han arriesgado con ideas nuevas para cambiar nuestra percepción de lo que es una aventura Pokémon.
Por supuesto, a GAME FREAK le queda todavía mucho que mejorar. No son los juegos que más aprovechan el potencial de Nintendo Switch, y sus fallos se podían haber evitado con algo más de tiempo (aunque aquí entraríamos en el eterno debate de si la franquicia en sí se puede permitir o no tiempos de desarrollo más largos sin que eso perjudique a su popularidad, que eso daría para una tesis doctoral). Pero observando todo el camino recorrido por los trabajos de la compañía, especialmente en los últimos años, vemos una evolución y un progreso que han culminado en las mejores entregas que hemos tenido en años y que nos anima a pensar en el potencial que pueda tener una próxima generación ya para 2025 o 2026. Por lo que al final, en vez de quedaros con un número, quedaos con esta idea: nunca nos hemos encontrado con un mundo Pokémon que se muestre tan real y emocionante como el que hemos visto en Pokémon Escarlata y Pokémon Púrpura.
Hemos analizado Pokémon Escarlata gracias a un código digital cedido por Nintendo España. Versión analizada: 1.1.0
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