La barrera virtual de los 100 días ya se ha roto. Desde esta semana, la cuenta atrás para el lanzamiento de The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom ya sólo consta de dos cifras, y a menos de cuatro meses de su llegada, y con la ilusión de un posible y previsible Nintendo Direct en febrero (salvo que la gran N cambie su costumbre de los últimos años), no podemos dejar de pensar en él. Bueno, en él, y en lo que aún tenemos en la memoria de The Legend of Zelda: Breath of the Wild. Aunque el debut del héroe hyliano en Nintendo Switch nos enamoró a todos, los fans más clásicos echamos de menos algunas de las cosas que siempre hicieron especial a la saga. En concreto, hay 5 cosas que nos gustaría ver de vuelta en la saga. ¿Nos acompañas a verlas?
5 cosas que queremos que vuelvan en Tears of the Kingdom
1. Una narrativa que nos atrape
La historia de The Legend of Zelda: Breath of the Wild cambiaba mucho el enfoque con respecto a títulos anteriores. No veíamos el surgimiento de un héroe en un mundo al borde de la catástrofe, sino el despertar del héroe caído en un mundo ya sumido en esa catástrofe. No es que sea una historia mala, ni mucho menos. Pero, al suceder casi todo lo más interesante en flashbacks totalmente opcionales, se echaba de menos uno de esos hilos conductores que nos mantenían pegados a la pantalla en títulos anteriores: el descenso a las Tierras Inferiores, los viajes en el tiempo, la aventura por los mares para rescatar a Abril, el lamento de Midna… Son incontables los grandes momentos, y queremos que Tears of the Kingdom nos regale nuevas historias memorables.
2. Personajes carismáticos… Vivos
Sin duda, el elenco formado por Revali, Urbosa, Mipha y Daruk es realmente espectacular. ¿El problema? Están muertos. Los que jugamos Hyrule Warriors: La Era del Cataclismo pudimos disfrutar más de sus aportaciones en vida, y al margen de la jugabilidad musou, era bastante interesante. Personajes emblemáticos como Ruto, Darunia, la banda pirata de Tetra, Makore, Fay o Maripola han dado siempre un toque de color al mundo de Hyrule. ¿Podrá Tears of the Kingdom poner sobre el mapa personajes tan emblemáticos, en el resurgir de la Hyrule post-cataclismo? ¿Tendremos más desarrollo aún para Sidon, Yunobo, Teba y Riju? Así lo deseamos.
3. Mazmorras de toda la vida
Si bien las Bestias Divinas y los Santuarios eran retos interesantes, se echaba en falta el carácter propio que suelen tener las mazmorras de la saga. Se sacrificaron en pos del mundo abierto y el resultado no fue malo, pero a pesar de ello, muchos seguíamos teniendo en la memoria hitos como el Templo de Fuego de Ocarina of Time, el Templo del Tiempo de Twilight Princess o la Gran Caverna Ancestral de Skyward Sword. Algunas imágenes de Tears of the Kingdom dejan hueco a la ilusión, a pensar que el equipo de Eiji Aonuma ha tomado nota del feedback y nos va a traer de vuelta estos espectaculares diseños.

4. Enemigos más variados
El elenco de monstruos de Breath of the Wild es la punta del iceberg del espectacular catálogo de la saga. Hay que apuntarle el tanto del regreso, más increíble que nunca, del centaleón, y los interesantes duelos contra Petraroks, Hinox y Moldoras. Sin embargo, aparte de Bokoblins, Moblins, Lizalfos, Chuchus, Octoroks e Invocantis, nos encantaría ver de vuelta a otros grandes clásicos. ¿Por qué no un bosque lleno de Deku Babas? ¿No debería estar un mundo en decadencia lleno de Poes, ReDeads o Gibdos? ¿Tektites en las zonas de agua? ¿Cómo sería un duelo con un correoso Ferrus en un mundo con un combate tan pulido? Las posibilidades son inmensas. Y, por qué no, ¡nuevos enemigos nunca vistos hasta ahora! Amén, claro, de los jefes emblemáticos. Donde esté un Gohma o un Kranos, y, sobre todo, el Ganondorf de forma humana, que se quite lo demás.
5. Mucho más protagonismo a la música
He de romper una lanza a favor de la banda sonora de Breath of the Wild, que, salvo en las zonas de campo (más ambientales y sutiles), tiene composiciones estelares, con los detalles muy cuidados, y algunas de ellas referencian de forma sorprendente a hitos clave de la franquicia, como la Montaña de la Muerte, inspirada en la mazmorra final del Zelda de NES, o las postas, reinterpretación de la icónica canción de Epona. Pero en Zelda la música siempre ha tenido mucho más protagonismo, y no sólo en lo ambiental. ¿Dónde quedaron la Ocarina del Tiempo, la Batuta de los Vientos, los aullidos del Link lobo, el Arpa de la Diosa? Link siempre ha tenido una vena musical. Nos encantaría volver a verle hacer algo aparte de luchar y comer.
Hay muchas cosas que Breath of the Wild ha conseguido, y que han dado un soplo de aire fresco a la saga. Eso, claro, no quita que algunos conceptos clásicos sigan sintiéndose muy compatibles con estos nuevos aires que el tándem Aonuma-Fujibayashi está dando a Hyrule. Éstos son algunos de nuestros deseos para el ya muy cercano Tears of the Kingdom. Cuéntanos, ¿cuáles son los tuyos?
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