Quedan aproximadamente dos meses y medio para que la feria de videojuegos más importante del mundo (o, al menos, la que lo ha sido durante muchos años) haga su regreso a la presencialidad. Después de un 2020 de ausencia por la pandemia, un 2021 con edición únicamente presencial y un 2022 de retirada para rearmarse, 2023 es el año de la vuelta del E3. Sin embargo, este regreso no deja de recibir duros golpes, convirtiéndose poco a poco en algo bastante desangelado en comparación con lo que ha sido históricamente la fecha marcada en el calendario anual de la industria por excelencia.
Ubisoft también se baja del carro del E3
Casi un mes después de que la mismísima gran N, una de las grandes aliadas históricas del evento, confirmara su no asistencia al E3 de 2023 «al no encajar en sus planes», otra compañía de renombre confirma que no acudirá a la feria. En esta ocasión, se trata de Ubisoft, la compañía encargada de, entre otros muchos títulos, la saga Assassins’ Creed y el spin-off estratégico del fontanero, Mario + Rabbids. La empresa francesa ha confirmado que se moverá «en una dirección diferente«, ausentándose así de una feria a la que cada vez más compañías están dando la espalda.
Lo realmente llamativo es que Ubisoft ha confirmado que realizará una de sus presentaciones, un Ubisoft Forward, el 12 de junio, un día antes del inicio del E3 2023… De forma presencial, en Los Ángeles. Es decir, acudirá presencialmente a la ciudad del oeste de los Estados Unidos, lugar de celebración del E3, en las mismas fechas, y hará un evento presencial. Por tanto, los jugadores tendremos nuestra dosis de novedades, pero con la variante de que no se enmarcará en el evento. Resulta realmente llamativo que los padres de los Rabbids decidan desmarcarse de una forma tan significativa, hasta el punto de prácticamente competir por el espacio físico en las mismas fechas.
¿Qué opinas? ¿Qué crees que está sucediendo para que tantas compañías se bajen del E3 2023? ¿Es posible que estemos ante el final de la histórica feria de videojuegos? Tristemente, parece que estamos acercándonos al fin de una era.