Los numerosos retrasos en la producción de Super Mario Bros. La Película, que llega hoy a la cartelera española y de casi todo el mundo, han hecho que su estreno coincida casi con el 30 aniversario de Super Mario Bros., pero la película de 1993.
Aquella película protagonizada por Bob Hoskins y John Leguizamo fue la primera adaptación de gran calibre de un videojuego al cine. Y como seguramente ya sabréis, fue un desastre mayúsculo, un fracaso en crítica y taquilla.
Como suele ocurrir en estos casos, la película de Super Mario Bros. se convirtió en una cinta de culto, reverenciada hoy por sus ocurrentes efectos especiales y diseño de producción de un mundo alternativo en el que los dinosaurios evolucionaron hasta convertirse en humanoides.
Eran otros tiempos, y en defensa de la película «dirigida» por Annabel Jankel y Rocky Morton, tampoco es que el lore de Super Mario estuviera muy desarrollado en aquella época. 30 años después, en cambio, todo el mundo tiene una imagen de cómo es el Reino Champiñón y cómo se mueven y hablan Mario, Luigi, Peach o Bowser.
Y esta película de animación, producida por Universal Studios e Illumination, pero también coproducida por Shigeru Miyamoto y monitorizada de cerca por Nintendo para evitar errores pasados, no busca cambiar nuestra imagen de Super Mario. En su lugar, la estiliza y la traslada a la gran pantalla de la forma más fiel y respetuosa posible, para jolgorio de sus fans… aunque con una película muy simple y apresurada.
Super Mario Bros., por fans y para fans
¿Es Super Mario Bros. la película que los fans llevaban soñando durante años? Rotundamente sí. Me pasé toda la película con una sonrisa de oreja a oreja, y pellizcándome para asegurarme de que no era un sueño, de que esta película es real.
Podemos respirar tranquilos, ya que esta película cumple con todo lo que se puede pedir de una adaptación, empezando por una historia original en la que Mario y Luigi, dos fontaneros de Brooklyn, son trasladados mágicamente al Reino Champiñón, un tropo habitual en esta clase de películas: el espectador que desconozca el mundo de Mario irá aprendiéndolo todo (qué son los Toads, quién es Peach, quién es Donkey Kong, qué hacen los champiñones) al mismo tiempo que el protagonista.
A la vez, los fans de Mario, tanto aquellos que lleven jugando desde la NES o la Nintendo 64, a los que hayan empezado ahora con Nintendo Switch y juegos como Mario Kart 8 Deluxe o Super Mario Odyssey, reconocerán multitud de referencias y elementos de todos sus juegos (incluyendo algunos guiños a otras sagas de Nintendo).
Queda patente que la película, a diferencia de la película del 93, ha sido hecha por fans de Mario para fans de Mario: cada power up funciona como tiene que funcionar, los personajes están animados con movimientos y poses vistas en los juegos, y la banda sonora… bueno, aquí se han lucido.
Estamos tristemente acostumbrados a que las películas americanas basadas en videojuegos tengan bandas sonoras originales, y los temas musicales originales se limiten a pequeños momentos puntuales o los créditos finales (como en Detective Pikachu, en Uncharted, en Mortal Kombat, en Sonic…).
Pero no aquí: desde el minuto uno la banda sonora está plagada de temas musicales de toda la historia de Super Mario, remezclados e intercalados con temas propios compuestos por Brian Tyler. Fijaos en este clip, ¡así es toda la película!
La banda sonora se completa con canciones «del mundo real» muy, muy populares (y también muy «manidas» de otras películas recientes) que seguramente provoquen división de opiniones: escuchar a Mario y compañía personalizando sus karts al ritmo de… bueno, ese grupo, es quizás el mayor momento de «pellízcame, que esto no puede es real» que tuve durante todo el visionado.
Pero con la cantidad de temas de Koji Kondo y otros muchos compositores de Nintendo que se han recuperado en la película, no podemos quejarnos.
Miyamoto no mentía: Charles Martinet tiene un papel muy significativo
Al igual que tampoco podemos quejarnos del doblaje, pese al drama que se montó por la elección de Chris Pratt como Super Mario, hace un muy buen trabajo de darle personalidad sin resultar estridente (porque Mario, en los juegos, es estridente), aunque el mejor sin duda es Jack Black como Bowser… que se guarda algunas sorpresas.
Charlie Day como Luigi fue una buena elección, aunque su personaje quedó en segundo plano, y Anya Taylor Joy nos hace olvidar a la chillona princesa Peach con una versión del personaje mucho más activa… mientras que Seth Rogen pasa de «hacer voces» y usa su mismo tono para Donkey Kong.
¿Y Charles Martinet? Pues al final sí que tenía un papel muy significativo… y nos pareció una de las mejores cosas de la película, aunque si la vez en español posiblemente no te des cuenta.
Miyamoto siendo Miyamoto, Illumination siendo Illumination
La película es una gozada de principio a fin, y hay muchas otras cosas de las que no puedo hablar (los tráilers han destripado muchísimo, pero no todo).
Sin embargo, sí que me dejó una ligera sensación de oportunidad perdida para profundizar un poco más en estos personajes. El guion es liviano como una pluma, y los 92 minutos que dura se pasan como una exhalación: hay muchas escenas de acción, pero muy poco desarrollo de personajes y casi nula intención de usar este medio narrativo para ir un paso más allá y contar una historia que no se pueda contar en los juegos.
¿Puede ser influencia de Miyamoto? Es bien conocido que al creador de Mario no le interesa nada contar historias, y me ha dado la sensación de que esta película era el momento de haber experimentado un poco más. Mario y Donkey Kong son los únicos personajes que tienen algo parecido a un arco narrativo, pero se zanja todo tan rápido que no deja apenas poso.
Puede haber sido cosa de Miyamoto, sí, o puede ser también que Illumination no da para mucho más: este estudio es conocido por las películas de Los Minions o ¡Canta!, que son simpáticas (como Mario), pero muy infantiles y un poco «bobaliconas».
Es una película infantil-familiar, no hay que buscarle tres pies al gato, pero es un poco decepcionante si miramos al vecino: Sony Pictures Animation está partiendo la pana con las de Spider-Man, Dreamworks dio un golpe sobre la mesa con la última de El Gato con Botas (y esa escena del ataque de ansiedad que todo el mundo comentó en Twitter) y Pixar, en las buenas y en las malas, siempre es Pixar.
Super Mario Bros. es mucho más que una película: el comienzo de una nueva era
A Super Mario Bros. La Película le puede haber faltado un poquito más de valentía en el guion y diez minutos más de metraje desarrollando personajes y subtramas para haber trascendido como un clásico animado moderno. Las sensaciones que me deja son parecidas a las de la primera película de Sonic: es entretenida y divertida, pero muy simple… y demasiado restringida a seguir el esquema de los juegos, con poca capacidad de sorprender.
Pero, claro está, los fans de los juegos de Mario llevamos 35 años jugando a las mismas historias una y otra vez, y nunca nos hemos quejado. ¿Qué necesidad había de meterse en berenjenales?
Super Mario Bros. La Película no tiene «giro posmoderno» ni pretensión de «subvertir las expectativas». No corre riesgos. Y quizás sea lo mejor: esa «valentía» que echaba en falta en el párrafo anterior puede transformarse en arrogancia fácilmente cuando las películas se sienten tan superiores a los juegos que adaptan que los dejan irreconocibles.
Y al fin y al cabo, ¡solo es la primera! La película de Super Mario deja más de un hilo sin resolver (y no solo por la segunda escena post-créditos, ¡hay que quedarse hasta el final del todo!). Y como, previsiblemente, se convierta en un éxito en taquilla, la continuidad está más que asegurada: hay margen para contar otras historias… e incluso abandonar el Reino Champiñón.
Super Mario Bros. La Película se estrena en cines españoles el 5 de abril de 2023. Here we go!

Debe estar conectado para enviar un comentario.