Análisis de Cannon Dancer: Osman – Nintendo Switch. Es hora de bailar un clásico

NÚMERO DE JUGADORES
1
TAMAÑO DE LA DESCARGA
61,00 MB
IDIOMAS
Español, inglés, alemán, etc.
Nuestra puntuación
70

La década de los 90 nos dejó un gran número de arcades dispuestos a que nos dejáramos hasta el último céntimo (o peseta) y uno de ellos fue sin lugar a dudas Cannon Dancer (conocido como simplemente Osman en territorio estadounidense). Un particular, colorido y frenético, título de acción engendrado por los creadores del incombustible Pang que, 30 años después, ha regresado a Nintendo Switch de la mano de ININ Games y de dos miembros del equipo original (Isuke y Utata Kiyoshi) con varias novedades. Te las contamos todas en nuestro análisis de Cannon Dancer: Osman para Nintendo Switch.

 

 

Un futuro distópico con gobiernos corruptos y malvados hechiceros

Cannon Dancer: Osman es una propuesta que nos plantea un futuro distópico (finales del S XXI) en el que el control del planeta corre a cargo de un solo gobierno federal. Para ello nos toca ponernos en la pie de Kirin, un agente Cannon Dancer, experto en artes marciales, que forma parte de una unidad de mercenarios, a lo Equipo A, llamada Teki. ¿Nuestra misión? Acabar con Abdullah the Slaver y sobrevivir a la traición de nuestros propios compañeros. Ni más ni menos. Cómo podéis ver, y más allá de su espectacular secuencia introductorio, se trata de un argumento genérico que sirve como contexto de lo que realmente aquí importa: repartir galletas (y no precisamente de trigo tostado).

 

Arcade en estado puro

Cannon Dancer: Osman se nos presenta como un título de acción en 2D (pixelado) y desplazamiento lateral que bebe de obras como Strider o Mega Man. No en vano, el juego fue elaborado por ex miembros de Capcom y TAD Corporation como Isuke (Strider Hiryu – 1989) por lo que el juego recoge muchos conceptos de este último. Los Saltos acrobáticos, y rítmicos, los ataques normales, los especiales o la posibilidad de colgarnos de las paredes son sus principales señas de identidad. Puede parecer un apartado mecánico demasiado simple, incluso para la época. No obstante, el mérito aquí radica en la fluidez de su gameplay.

 

 

Por otro lado, y aunque aquí no dispongamos de espada alguna, si que contamos con 4 power ups, de diferentes colores, que aportan desde un doble, hasta vida extra o una barra de energía más amplia. Para rematar, con cada vida se nos otorga el uso de 3 espectaculares ataques especiales que no son recargables. Algo que aporta un toque estratégico al tener que racionalizar los sabiamente durante la partida.

 

Un título exigente, pero no desquiciante

En términos de dificultad, no nos encontramos ante uno de los arcades más difíciles de la historia. Ni muchísimo menos. No obstante, Cannon Dancer: Osman nos exige aprendernos los patrones de cada contrincante de pe a pa. Y sí, como es consabido en el género, váis a morir a base de bien. También contamos con diferentes bifurcaciones que nos llevan a caminos más «accesibles». No obstante, como os podéis imaginar, acceder a estas zonas requiere reflejos plataformeros y un timing considerable. Por otro lado, de cara a aportar algo de variedad a un título que, por otro lado, resulta bastante predecible y lineal, existen secciones de persecución en los que nos toca correr a toda velocidad para lograr sobrevivir.

 

 

Podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que la intensidad de Cannon Dancer: Osman resulta inversamente proporcional a la duración del título. Pudiendo ser completado en incluso menos de 30 minutos. Algo, por otro lado, comprensible, viniendo de dónde viene: las máquinas arcade. Eso sí, la adición de contenido extra, tanto jugable como coleccionista, habría puesto la guinda al pastel.

 

¿Suficientes novedades?

La principal novedad de Cannon Dancer: Osman con respecto a la obra original pasa por la inclusión de dos versiones: japonesa y estadounidense. Aunque es cierto que, más allá del idioma, existen pocos cambios entre dichas versiones. Por otro lado, contamos con un modo que nos permite guardar partida en cualquier momento y avanzar o retroceder la partida, activar el modo dios o los créditos infinitos. Vamos, lo que vienen siendo habitual en este tipo de productos.

 

 

Aunque si lo que queremos es revivir de la manera más fidedigna posible la experiencia real, lo mejor será pasar a su Modo Desafío. Es cierto que aquí seguimos contando con habilidades como el doble salto o con créditos extra. No obstante, si que se suprime la posibilidad de guardar partida. Para rematar, tampoco podemos olvidarnos de las opciones típicas de este tipo de emulaciones. Y van desde cambiar los controles y la asignación de botones, hasta modificar el formato de vídeo, añadir filtros o sombras o, como hemos comentado más arriba, activar varios potenciadores o trucos. No, no se trata del menú más completo, pero cumple con lo que se le pide hoy en día.

 

Exprimiendo la placa CPS1 de capcom

Artísticamente hablando, la verdad es que Cannon Dancer: Osman ha envejecido bastante bien. No en vano, tanto sus coloridos escenarios, de clara ambientación cyberpunk neo-persa, como los personajes, efectos en pantalla o sprites siguen resultando bastante llamativos y espectaculares. Destacando algunas poses y momentos surrealistas que dejan claro que no nos encontramos ante un título al uso. Y es que, artísticamente, el juego llega con una marcada personalidad propia que se mantiene intacta. En definitiva, gráficamente hablando nos encontramos ante un juego que, a pesar del paso del tiempo, sigue luciendo a las mil maravillas.

 

 

Cannon Dancer: Osman – recuperando un arcade de culto

Sin lugar a dudas, Cannon Dancer: Osman es un regalo para todos los que vivimos la explosión arcade de los 90 en los salones recreativos. Quizás no se trate del título más conocido. No obstante, como sucesor espiritual de Strider, el juego nos presenta un vistosos festín pixelado de tortas, acción y frenesí sin parangón. Por otro lado, los añadidos, los modificadores, la posibilidad de jugar a sus dos versiones o los dos modos existentes aportan algo más de variedad a un título que, por otro lado, se antoja bastante escaso de contenido.

 

Hemos analizado Cannon Dancer: Osman gracias a un código digital cedido por PR Hound. Versión analizada: 1.0.1.

El regreso de todo un clásico de culto
Puede que no sea el más llamativo, ni el más famoso. No obstante, Cannon Dancer: Osman es un arcade clásico que ha alcanzado la categoría de culto. Un título que ahora llega a Nintendo Switch con las mismas virtudes y defectos y con algún que otro añadido bajo el brazo.
PROS
Poder revivir un arcade clásico de la cabeza a los pies
Una delicia jugable que, tecnica y mecánicamente hablando, ha envejecido bastante bien
Varios modos, filtros, rebobinado y guardado de partida...
CONTRAS
... aunque se echa en falta contenido nuevo
Menú bastante rudimentario
Tremendamente corto
70