Cuando en su día pude leer por primera vez sobre el planteamiento de Road 96, pensé que era demasiado bonito para estar bien plasmado en un videojuego. No sería la primera vez que un desarrollador te promete una experiencia muy concreta, para entregarte algo muy diferente con su versión final.
En mi humilde opinión, DigixArt cumplió con creces, con un título con toques de supervivencia rebosante de situaciones impredecibles y de todos los sabores, con una interesante historia enmarañada y repleta de variopintos personajes, aderezada con la angustia de unos jóvenes y anónimos protagonistas, que lo único que deseaban era poder escapar de su país natal. Poder saltar de un personaje a otro, tratando de salvarlos, aprendiendo habilidades por el camino, poniendo contra las cuerdas a algunos personajes… Fue una experiencia divertida, de las que te calan y atrapan, si te gustan las aventuras basadas en una narrativa.
Un par de años más tarde del lanzamiento de ese videojuego, te encuentras estás ante el análisis de Road 96: Mile 0 en su versión Nintendo Switch, una precuela para la que se nos ha prometido mantener el corazón de la experiencia del juego original, incorporando niveles musicales centrados en la habilidad del jugador, siendo el sentido de este título responder preguntas que podría haber dejado tras de sí Road 96. ¿Lo conseguirá? ¡Vamos a verlo!
En este análisis encontrarás los 3 gameplays que emitimos en nuestro canal de Twitch, en los que podrás ver la aventura de principio a fin, según la ruta que escogimos. EL TERCER VÍDEO CONTIENE UNO DE LOS FINALES, ¡advertido estás!
Punto de partida: White Sands
Comenzaremos diciendo que el orden para jugar a esta serie, sin duda debería ser comenzar por esta precuela, para luego zambullirte en el «título principal». Este es un consejo que muchas veces no es tan fácil de dar, pues los años suelen hacer que un estudio mejore sus productos y consiga experiencias más consistentes, evolucionadas, mientras que la sensación que tengo tras haber terminado Mile 0 es la de jugar a un título menos perfilado y sin parte del alma que me había conquistado.
No deseamos que un análisis se convierta en una comparativa entre dos entregas, pero hay casos, como el que nos ocupa, en los que es importante explicar que el orden sí importa. Y es que la libertad de opciones y situaciones que presentaba el primer videojuego, gracias a su planteamiento procedural, prácticamente desaparecen en esta ocasión. ¿A cambio de qué? Más tarde lo abordaremos.
Y es que hemos intentado tomar caminos, realizar elecciones, para en muchas ocasiones terminar en el mismo lugar, o bien obteniendo situaciones que no concuerdan con el camino que hemos intentado «trabajar». La sensación general es que no existe una gran variedad de situaciones/opciones, por lo que sus creadores te dirigen de forma más lineal al camino que han decidido, cuando claramente podrían existir otras posibilidades. Está claro que a veces hay situaciones en la vida que son inevitables, pero, si por ejemplo estás haciendo todo lo posible para que dos personas no tomen una decisión (no concretaremos para no estropear la historia), cuando tienes opción de que precisamente sí la tomen, es de entender que debería existir una alternativa.
Mile 0 existe para contar una historia que… ¿importa?
El sentido de Mile 0 podría ser dar sentido a algunos acontecimientos de Road 96, o servir para que los fans pudieran rellenar los huecos que quedaron en el argumento, dado que tiene lugar unos meses antes del primer título. ¿Qué ocurrió realmente en Petria? ¿Por qué el país estaba tan mal? ¿Por qué le hacían «eso» a los chavales? Quedaron tantas preguntas por resolver, o por profundizar, y eso es lo que a priori podrías pensar que vas a a encontrar aquí: respuestas. «La milla cero», desde donde se inició todo.
Lo que encontramos es un argumento centrado en la difícil situación de Zoe y Kaito, alternando entre los dos personajes para conocer el punto de vista de ambos. Y hay que decir que el viaje, aunque breve, realmente tiene momentos buenos, incluso divertidos… pero, al menos en lo personal, ni me ha «tocado», como lo hizo el primer título, ni me ha parecido una historia memorable para contar, para justificar el esfuerzo de crear un videojuego exclusivamente para ello. Por supuesto, es interesante la situación de Kaito y sus padres, y digna de pararse a contemplar, incluso creíble, así como la de Zoe, que vive en un polo totalmente opuesto de la sociedad. El problema es como se desarrollan los acontecimientos, y que finalmente lo que aporta Mile 0 a esta serie, es bien poco, nada que no pudieras imaginar. Insistimos: si es para jugarlo en primer lugar, la mejor opción es empezar por esta «Milla 0» antes de lanzarte a Road 96, para así completar la experiencia.
La crisis técnica de Petria
Es normal que la versión Nintendo Switch de un título multiplataforma sea la menos agraciada pero, incluso teniendo en cuenta que el estudio responsable es uno pequeño, hay que decir que gráficamente Road 96: Mile 0 se ve algo descuidado en la consola de la gran N. Hemos visto títulos indie con mejor factura técnica y acabado final, por lo que sabemos que podría haberse hecho un mejor trabajo. Y si bien en general podríamos decir que no se ve mal, en gran parte gracias a su inconfundible estilo artístico, a lo largo de la experiencia puedes toparte con algunos detalles que son horribles a la vista, y tiempos de carga irracionalmente largos en algunos casos.
¿Qué decir? La premisa del título no es su apartado técnico, sino el argumental, por lo que dejaremos esta cuestión en un plano menos importante. Si nos vamos al sonoro, nos encontramos con una banda sonora que toca incluso temas muy conocidos de grupos destacados, por lo general muy buena, sobre todo en los niveles de patinaje. Es muy noventera, acorde con la época en la que esta ambientado el título.
Niveles… ¿musicales?
Esta es una de las novedades de esta entrega, que cuenta también con algún minijuego que no nos ha convencido demasiado a los mandos de Nintendo Switch, como tampoco lo han hecho los niveles de patinaje. Nada más comenzar, Kaito se encuentra inmerso en un sueño surrealista, tratando de sortear obstáculos mientras suena una canción de fondo. No, el ritmo no determina la jugabilidad, sino nuestra habilidad sorteando obstáculos de izquierda a derecha, o saltando si vienen por debajo, o agachándonos, si vienen por arriba. Una falta de atención en este sistema quizás hizo que sus creadores no se dieran cuenta que puedes anular estos últimos, pues puedes jugar directamente agachado todo el rato. Es… extraño que esto haya sido mantenido en la versión final.
Estos niveles llegan en partes determinadas del videojuego, tratando de ofrecer diversidad en la jugabilidad, y un punto de vista diferente (y surrealista) de lo que está sucediendo. Incluso habrá decisiones que se tomarán escogiendo un camino u otro en ellos. El resultado es… vamos a decir que «curioso», pero no consistente. Entran más por los ojos, y los oídos, que otra cosa. Es decir, en lo jugable no son divertidos, tampoco complicados, ni pueden suponer un reto, e incluso si se te atascan te dan opción para saltarlos. Esto fue decisión de sus creadores, para evitar que alguien que vino atraído por la narrativa, se encontrara un obstáculo insalvable, y en ese sentido hicieron lo correcto.
Una precuela por debajo de lo que cabría esperar
Para aquellos fans que quedaron prendados de Road 96, Mile 0 es una oportunidad para recibir un porción de historia adicional, para comprender los motivos por los que Zoe quiso escapar de Petria. No es ningún secreto que esta joven fue uno de los personajes más queridos del primer título, por lo que tener la oportunidad de encarnarla y de aprender más sobre ella, por lo que habrá público que encuentre aquí un gran valor. Por su parte, Kaito es un chico muy interesante, su situación no es una para ignorar y nos ha encantado tener la oportunidad de conocerlo. La narrativa, la complicidad entre ambos personajes, nos ha gustado, también gracias al magnífico trabajo de localización al español. Pero, profundizando más allá, tenemos una historia más bien predecible y sin muchas alternativas, pese a contar con diferentes finales.
El argumento posiblemente no te atrape, a los niveles que lo hizo el primer título. Tampoco sirve para desentramar nada más allá de las historias personales de Zoe y Kaito. Quizás el peor enemigo de Mile 0 es que Road 96 nos dejara con tan buen sabor de boca, y todo lo que se ha desprendido para llegar «regresar a la milla cero». Si eliminamos el interés por saber más sobre esta serie, encontramos cuestiones que no son tan interesantes, para valorarlo por su propia cuenta, pues incluso su sistema de elecciones no funciona como gustaría en un título de estas características, siendo algunos destinos inevitables. Y pese a todos los defectos que podemos encontrar, el viaje todavía se puede disfrutar.
Hemos analizado Road 96: Mile 0 en su versión 1.0 por medio de un código de descarga de la versión Nintendo Switch proporcionado por Koch Media