Arland, Dusk, Mysterious, Secret… parece mentira, pero de tener una presencia anecdótica en consolas de la Gran N, reservada prácticamente a spin-offs como el de Nelke o el Annie de Nintendo DS, la franquicia estrella de Gust ya ha conseguido lanzar la friolera de 14 de sus entregas principales en la híbrida de Nintendo y tras la tercera aventura de Reisalin Stout, ha llegado el momento de que ese número ascienda una vez más. Es curioso como las propuestas que pisaron Occidente desde la época de PS2 se pueden contar por decenas, mas Marlone, la protagonista con la que se empezó todo, hasta la fecha solo la habíamos podido conocer a través del alocado crossover de PS3 Cross Edge, por Atelier Online y por el Nelke que mencionamos antes. Sea como fuere, con el lanzamiento de Atelier Marie Remake: The Alchemist of Salburg, ese hecho al fin es agua pasada. ¿Merece la pena este regreso a los orígenes o el peso de los años juega en su contra de alguna manera? ¡Enseguida te lo contamos en nuestro análisis de la versión para Nintendo Switch!
Media década y un destino en juego
Esta propuesta sucede en Salburg, la capital de Schigsal Kingdom. En ese lugar existe una academia enorme centrada en el entrenamiento de alquimistas y lo normal es que los estudiantes que acuden allí destaquen por su brillantez. No obstante, existe una excepción, que no para de encadenar fracasos en su vida académica. Su nombre es Marlone, también conocida como Marie para los amigos. Estando al borde de ser expulsada y siendo la protagonista de rumores no demasiado simpáticos en la ciudad, la academia acaba optando por probar un nuevo método con ella. Esta joven ya no tiene que acudir a clases como los demás alumnos y en su lugar le proporcionan un atelier para que haga un examen especial: con un margen de cinco años, debe mejorar su habilidad como alquimista de manera autodidacta, con el propósito de crear algo que logre impresionar a Ingrid, su tutora.
Acompañando a la historia principal, hay subtramas relacionadas con guerras con el reino vecino, enemigos poderosos esperando ahí fuera y multitud de eventos opcionales que permiten que los demás personajes tengan cierto desarrollo, lo que puede que haga que más de un jugador se preocupe por el límite de 5 años que comentamos en el párrafo previo. En caso de que busques una experiencia libre del estrés que supone tener un calendario pisándote los talones, ten en cuenta que Atelier Marie Remake ofrece dos formas de jugar: el modo normal que es fiel a la obra original y el «Unlimited Mode», que elimina todo rastro de «deadlines» con la única pega de que existen eventos que no están presentes en esta opción.
Cada vez que pasan seis meses, llega al taller de Marie una «misión» de parte de Ingrid, que puede ser ignorada o llevada a cabo. Dejando a un lado el premio monetario, el rol principal que tienen dichas misiones es dar pistas para que gestionemos bien el tiempo y en más de una ocasión vimos que cumplimos algunos de estos encargos antes de que le llegaran a la protagonista. Sobra decir que las fechas son extremadamente relevantes, pues hay acontecimientos anuales e incluso que solo pueden ocurrir durante unos días concretos de los 5 años que dura la aventura. El redactor de este texto optó por jugar en modo normal, con la dificultad en difícil, y tras hacer prácticamente todo lo que permite esta propuesta de Gust, alcanzó las 35 horas de juego y se quedó con un margen de alrededor de un año libre, por lo que salvo que te vayas mucho por las ramas, es raro que no saques un final decente (hay siete en total). Por cierto, si el trasfondo del resto del elenco de personajes y/o los jefes que están repartidos por el mundo no te llaman demasiado y te centras únicamente en lo necesario para avanzar, puedes llegar a los créditos en unas 15 horas o menos.
En líneas generales, Atelier Marie Remake hace gala de una trama muy sencilla y desenfadada, que gracias a eventos secundarios consigue ir un poco más allá. No vamos a entrar en detalles porque los spoilers no son santo de nuestra devoción, pero te adelantamos que a veces los personajes que parecen menos prometedores, son los que acaban poniendo más carne en el asador. Evidentemente, no es oro todo lo que reluce. Si bien es cierto que tienen su gracia, que haya acontecimientos que se pierden con facilidad por un mero despiste con los días (solo te avisan si te vas a saltar alguno anual) o por acabar con jefes de una manera distinta a la prevista, corta el ritmo, pues provocan que el jugador deba revisar y apuntar constantemente fechas o los requisitos de activación de diversos eventos. Por ejemplo, la mayoría de los relacionados con el caballero Enderk giran en torno a Flammpfeil, el dragón que habéis visto en tráileres. Ese detalle no lo sabíamos porque no nos dio por mirar cómo desbloquear las conversaciones de alguien que aún no era contratable y, de alguna manera, pudimos acabar con el dragón con una desventaja de unos 15 niveles. Lo malo es que este no vuelve a aparecer tras ser derrotado y no hay nada que impida simplemente acercarse a él para empezar una pelea, lo que ocasionó que buena parte de las interacciones con Enderk tengan que esperar a que en un futuro decidamos sacarle partido al «New Game +». Fuera de eso, echamos en falta una mayor presencia de diálogos entre los diferentes personajes que son controlables en combate.
La sencillez de antaño vuelve a la carga
Como es natural, para que seamos capaces de llenar el caldero, es necesario recolectar ingredientes y a veces hasta pelear por ellos. De base, la recolección de materiales no tiene mucho misterio. Los escenarios suelen ser pequeños y Marie puede obtener materiales de «puntos de recolección» que se identifican con facilidad gracias a una serie de brillitos que les acompañan. Además, si están relacionados con un elemento necesario para cumplir una «quest» activa, un icono te avisa de ello y como novedad, introdujeron la posibilidad de recoger cosas al azar con solo pulsar un botón. A diferencia de en Atelier Ryza 3, para pillar algo aquí la protagonista siempre debe pararse y esperar a que termine una breve animación. No obstante, esa agilidad perdida a la hora de acumular materiales, es compensada con el detalle del paso del tiempo. Aparte de notarse el cambio de las estaciones, lo más relevante es que hay cosas que solo son recolectables en ciertos momentos del año. Es importante mencionar que en esta entrega no existen las horas como tal, por lo que, salvo por eventos que ocurren en el apartado de novela visual de esta obra, no hay ciclo día y noche. Es decir, cada vez que luchas, que viajas a otro lugar desde el «World Map», que cosechas materiales, que sintetizas o que simplemente vuelves a casa, lo que pasan son días.
Hablando del «World Map», este consiste en un tablero en el que el jugador elige ir desde Salburg a su próximo destino. Por el camino a menudo aparecen combates u objetos y una pega es que al salir de un escenario, sí o sí debes volver a Salburg, lo que imposibilita aprovechar ese viaje para acercarse antes a un sitio un poco más alejado. Siguiendo con el hilo de la recolección, no tenemos que preocuparnos por crear y usar herramientas para obtener ciertos materiales, pues Marie ya las lleva encima y elige por nosotros. Sí, salvo que se produzca un cambio de estación durante una exploración, un punto de recolección concreto siempre va a darte lo mismo. Algo que posiblemente le choque a más de uno a estas alturas, es que los ingredientes no tienen una calidad asociada. Cuando haces una bomba, todo el mundo puede usarla y el daño que esta produce depende en gran medida del ataque mágico del usuario. Sin ir más lejos, un «Megacraft» lanzado por Marie apenas le hace nada a los enemigos porque su ataque físico es bajo, mientras que la bomba es otro cantar. En cuanto a los objetos y las habilidades curativas, no tienen en cuenta al usuario y siempre curan los mismos puntos de salud, de fatiga o MP.
Antes de entrar en detalles de cómo funciona el resto del sistema de combate de este RPG por turnos, conviene aclarar que no existen ni resistencias ni debilidades a elementos como el fuego. En otras palabras, los cálculos de daño dependen de la potencia del objeto o la habilidad usada, del posicionamiento y de las estadísticas de ataque físico y mágico, así como de la defensa física y la mágica. En cierto sentido, se puede comparar Atelier Marie Remake con Atelier Ayesha. Incluyendo a la protagonista, los equipos están formados por hasta tres integrantes, a los cuales hay que «fichar». Huelga decir que el resto de candidatos se quedan libres y sin subir de nivel junto a nosotros. Lo que diferencia a ambos, es que aquí son capaces de rechazar acompañar a Marlone y que te cobran por ello (cuanto más alta es tu amistad con alguien, menos hay que pagar). Por suerte, si un aliado va bajo de nivel recibe más experiencia, independientemente de que sobreviva al combate, lo que facilita hacer rotaciones en el equipo. Asimismo, existe una mecánica de formaciones: la vanguardia aumenta el ataque físico y la defensa mágica a cambio de reducir su ataque mágico y la defensa física, mientras que la retaguardia hace justo lo contrario y la zona central no aumenta ni reduce nada. En otras palabras, los magos tienden a quedarse en la zona de atrás y los caballeros en la de delante.
Como ya nos tiene acostumbrado la franquicia, si golpeas a un adversario antes de comenzar una pelea obtienes una ventaja y en este caso se trata de que ganas un turno libre de peligros. Al combatir, los personajes pueden realizar ataques normales, gastar MP para usar habilidades u objetos, defenderse, intentar huir o cambiar de posición en la formación de cara a adaptarse mejor a las necesidades de un combate. Esto último no brilla demasiado en las tres dificultades iniciales, pero en «Very hard», que es accesible después de ver los créditos por primera vez, es una opción a barajar. La variedad de habilidades de cada luchador no es muy extensa. Hay una inicial, que al subir a cierto nivel mejora y otra que tarda un poco en ser desbloqueada, brillando por su ausencia las típicas habilidades definitivas o las de apoyo que hemos visto en entregas recientes. Las cosas como son, el sistema de combate peca de ser más sencillo de la cuenta. Sea como fuere, si los jugadores desean amenizar el asunto, tienen la posibilidad de acelerar los enfrentamientos e incluso de hacer que sean automáticos.
¿Qué pasa con los objetos tras ser usados? En esta ocasión se consumen y no está la posibilidad de duplicarlos, por lo que lo habitual es reservar los buenos para luchar contra jefes. La única medida que toma este título al respecto es una tienda que aparece de vez en cuando, la cual permite, entre otras cosas, comprar a un precio elevado más arsenal de «ítems» que ya hayamos sintetizado en el pasado (los productos rotan), para así ahorrarnos días y materiales. Por otro lado, no existen los accesorios y la mayoría de las armas y armaduras dependen de ser compradas al herrero de Salburg. Cambiando de tema, no vamos a estropearos la sorpresa profundizando de más en cómo son los minijuegos que aparecen, verbigracia, al explorar, pero sí que vamos a aclarar que son variopintos y que enriquecen al conjunto. Además, una vez completas la aventura, puedes picarte con tus puntuaciones accediendo a todos a través del apartado «Extras». Este, a falta de los ya clásicos comentarios de los actores de voz o de los compositores, contiene el «arcade» de los minijuegos, ilustraciones, la banda sonora, los modelos 3D y la posibilidad de rever eventos y cinemáticas.
Una alquimista rodeada de hadas
Siguiendo los pasos de los demás apartados, las mecánicas a la hora de sintetizar objetos no destacan por su complejidad. Como ya te adelantamos previamente, los ingredientes no tienen calidades asociadas o lo que es lo mismo, cuando sintetizas una bomba, siempre va a tener el mismo potencial ofensivo. Asimismo, los ingredientes no están dentro de categorías como en títulos recientes, por lo que para llevar a cabo una receta, solo nos permiten introducir materiales muy concretos en el caldero. Sobra decir que tampoco está la posibilidad de meter elementos distintos para crear mutaciones que cambien el objeto resultante o los efectos.
La lista de ausentes sigue, pues tantos los típicos efectos ligados al objeto a sintetizar que en otros Atelier se desbloquean consiguiendo ciertas «concentraciones elementales», como los «traits» heredados de los propios ingredientes, aquí no están presentes. Llegados a este punto, toca hablar de las características que le dan un poco de profundidad a la alquimia de Atelier Marie Remake. En primer lugar tenemos los libros de referencia, que aparte de contener multitud de recetas, a veces ocultan incluso la ubicación de ingredientes valiosos. Estos no aparecen en cofres y en su lugar tenemos dos opciones: comprarlos en la academia o emplear la biblioteca. Los libros de la biblioteca son distintos a los comprables y poseen algo especial: para que Marlone pueda acceder a ellos y entenderlos, es necesario que vayamos acumulando puntos de reputación (que dependen de cumplir misiones secundarias) y de conocimiento, que son una recompensa que recibimos cuando la protagonista crea algo por primera vez, lee un libro nuevo o escucha rumores. Nota: los rumores pueden ser gratuitos o de pago y son relevantes, dado que a veces revelan zonas explorables o eventos.
En el momento en el que Marie se pone a sintetizar, hay varios factores que deciden si la síntesis va a fallar o no. En primer lugar tenemos el nivel de Marlone, que aun sin haber un «nivel de alquimista» independiente, afecta bastante a tus probabilidades de éxito. Luego hace acto de presencia un sistema de fatiga, que hace que cada vez que la protagonista sintetice, se vaya cansando y evidentemente, a más cansancio, menos probabilidades hay. Y por último están los utensilios. Estos se compran en la academia y facilitan la elaboración de diversos productos. En caso de fallar el proceso, los materiales y los días consumidos no vuelven. Si bien es cierto que nada impide que un jugador ignore el autoguardado y haga «trampa» guardando partida manualmente antes de crear algo, no recomendamos hacerlo porque el asunto pierde la gracia y encima se vuelve tedioso.
Para cerrar este apartado, falta explicar que a partir de cierto punto de la aventura, las hadas entran en acción. Lejos de tratarse de criaturas aladas en miniatura, parecen niños pequeños y a efectos prácticos, son ayudantes. Como es normal, cobran cada mes mientras están contratadas y el jugador decide si quiere mandarlas a recolectar materiales por su cuenta, si prefiere que sinteticen objetos o ponerlas a descansar. Hicimos pruebas y esta última opción no es útil, pues cuando un hada descansa no se vuelve más eficiente durante unos días, que sepamos no desbloquea nada y te va a cobrar lo mismo. Es importante mencionar que lo que toca pagar varía dependiendo del color de la túnica del hada y que la eficiencia también depende de los colores. Por ejemplo, un hada verde es más hábil con la alquimia que una negra.
El presente y el pasado se unen en el mismo cuadro
En Atelier Marie Remake, los eventos ocurren de dos formas. Por un lado con los modelos 3D chibis elaborados con mimo que caracterizan a esta propuesta y por el otro con una sección que es literalmente una novela visual. La mayoría de los acontecimientos que ocurren como «VN», tienden a ser los más relevantes y se presentan de dos maneras: con «sprites» animadas de los integrantes de la conversación o con ilustraciones de gran calidad que ocupan toda la pantalla en momentos clave. Los eventos banales suelen seguir el modus operandi de las entregas modernas, con las evidentes limitaciones que tienen los chibis. Dentro de lo que cabe, podemos afirmar que aun así lograron que sean expresivos y en algunos casos brillan bastante.
Al explorar, nos encontramos con escenarios bonitos que entran por los ojos y que recuerdan a maquetas. Cambiando de tema, no sufrimos problemas de rendimiento ni en el modo dock ni en el portátil. No obstante, y dejando a un lado el típico reciclado de enemigos con cambios en los colores, existe un problema que no podemos dejar pasar y es que resulta que Marie siempre está rodeada de una buena cantidad de blur, que se nota independientemente de que estemos dando una vuelta por Salburg, explorando fuera e incluso en interiores.
Entrando en el campo sonoro, Atelier Marie Remake hace gala de un doblaje en japonés. El reparto es decente y cuenta con voces veteranas como la de Jurota Kosugi, pero el hecho de que no hayan demasiados diálogos doblados, impide que estos terminen de destacar. De los efectos de sonido no tenemos quejas y en cuanto a la banda sonora, no solo da el buen trato habitual en la franquicia, sino que encima la renovada BSO del remake viene acompañada de las piezas del 97, para el disfrute de curiosos y de aquellos que deseen una experiencia más cercana a la de aquella época.
Atelier Marie Remake: The Alchemist of Salburg – Las raíces de la franquicia llegan a Occidente
En definitiva, Atelier Marie Remake: The Alchemist of Salburg es un lavado de cara en toda regla del original, que apuesta por gráficos adorables y aboga por mantener la sencillez de antaño, mientras toma medidas para adaptar la experiencia a los tiempos que corren. Si alguna vez te preguntaste cómo arrancó esta IP de Gust o simplemente buscas un punto de entrada a ella, esta es una propuesta a tener en cuenta.
Hemos analizado Atelier Marie Remake: The Alchemist of Salburg gracias a una copia digital cedida por Koei Tecmo Europe. Versión analizada: 1.0.0
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