Han pasado ya 21 años desde que los pequeños Pikmin hicieran su debut en el mundo de los videojuegos. Desde aquel año 2001 en el que acompañaron a Nintendo GameCube en su estreno, la IP ideada por Shigeru Miyamoto ha ido engrosando su historial, y de hecho no tardó mucho en recibir una segunda entrega. Allá por el año 2004 se estrenaba Pikmin 2 en la consola de los mini discos, y un tiempo después imitó a su prececesor aterrizando en Wii con una versión ligeramente mejorada. Ahora, casi 20 años después, se vuelve a dar la oportunidad de que una nueva generación de jugadores, o los que no tuvieran la ocasión en su momento, se adentren en el mundo de las criaturas diminutas.
Pikmin 1 y 2 han llegado por sorpresa a la eShop de Nintendo Switch, y una vez más, es posible disfrutar de todos los episodios de las criaturas florales en la misma plataforma. Ambos títulos fueron reestrenados en Wii y en Wii U, y ahora repiten jugada en la consola de los Joy-Con. La semana pasada te trajimos el análisis del primer título, y ahora, tras haber finalizado el segundo, le llega el turno de saltar a la palestra. ¿Se diferencian mucho entre sí? ¿Se implementaron mejoras en la segunda parte? Acompañadnos en un nuevo viaje espacial, ¡hay más sitio en la nave!
Un título que encaja de maravilla en Nintendo Switch
Al igual que sucede con el primer título, las aptitudes técnicas de Pikmin 2 son muy satisfactorias: La opción de control por movimiento en el apuntado, la remasterización gráfica, la fluidez de su funcionamiento, las ventajas de jugar en modo portátil… Aunque mantenga el motor y las texturas que presentaba ya en GameCube, el rendimiento del título es excelente. Y en este caso luce más que en la primera entrega, principalmente por un motivo: esta secuela es bastante más ambiciosa que su predecesor, también en su puesta en escena.
Aunque a nivel artístico y gráfico es mayormente continuista, y las texturas de GameCube siguen notándose envejecidas, la segunda entrega de las criaturitas florales tiene más momentos cinemáticos que la primera. Y aquí, gracias a la remasterización y a la resolución de Nintendo Switch, la mejora gráfica se nota mucho más. Y no es el único aspecto en el que se nota un gran salto de calidad: a nivel técnico, también hay mejoras en la IA de los Pikmin, lo que a su vez, contribuye a que los controles sean más fluidos y cómodos, a pesar de que no experimenten casi ningún cambio.
Las principales novedades de Pikmin 2
Basta jugar apenas diez minutos para darnos cuenta de que Pikmin 2 propone una experiencia muy diferente, a pesar de basarse en las «mismas» criaturas, algo que tampoco es del todo cierto. Yendo por partes: en esta ocasión no existe límite de tiempo en nuestra aventura. Podemos dedicar todos los días que queramos a cumplir el objetivo de Olimar, que en esta ocasión es recolectar objetos para pagar la deuda de Hocotate S.L., su empresa. Y no buscamos un número concreto de objetos, sino alcanzar el valor de 10000 monedas. Cada objeto que recolectamos tiene distinto valor. ¿Cuál? No lo sabrás hasta que te hayas hecho con él.
El segundo gran cambio consiste en que el capitán Olimar ya no viaja solo al planeta de las criaturitas florales, sino que lleva a Luis, su compañero de trabajo. Esto nos duplica las opciones tácticas, ya que podemos separar a Olimar y a Luis y que cada uno lidere a un grupo distinto de Pikmin. De este modo, podemos diversificar la exploración, y la gestión del tiempo y de las tareas a llevar a cabo cada día se afrontan de una manera completamente diferente. La estructura temporal de cada jornada es la misma… Pero ahora el juego avisa más tarde de cuándo se está acabando el día. ¡No te despistes!
La exploración, aún más pura
Los sistemas de exploración también experimentan algún que otro cambio. El radar del primer título mostraba la ubicación exacta de los objetos a recoger, pero en esta ocasión, tenemos un detector que, en lugar de mostrarlos en el mapa, pita cuando nos acercamos a uno. Algunos están bastante ocultos, o custodiados por enemigos, por lo que resulta mucho más orgánico explorar de este modo. Además, podemos desbloquear trajes que inmunizan a Olimar y a Luis de los peligros del camino: electricidad, fuego… El avance y la exploración nos premian con más seguridad.
A simple vista, Pikmin 2 cuenta con menos biomas distintos que su predecesor, pero la realidad es bien diferente. La exploración es ahora más profunda, en el sentido más literal del término, gracias a las cuevas. Cada bioma cuenta con tres o cuatro cuevas llenas de tesoros y de peligros, que introducen un nuevo enfoque al juego. En ellas, el tiempo no transcurre, por lo que podemos explorarlas a nuestro ritmo. A cambio, no podemos llevar enemigos o pastillas a las cebollas para generar nuevos Pikmin, y llevar a nuestras «víctimas» a la nave nos reporta beneficios económicos. La recolección, obvio, corre a cargo de las criaturitas. ¡Aún no hemos hablado de ellas! Vamos con ello.
Nuevos tipos de Pikmin
En esta segunda entrega, regresan las criaturitas rojas y azules tal y como las conocíamos: unas fuertes e ignífugas, otras capaces de nadar. Los Pikmin amarillos experimentan un cambio importantísimo: siguen saltando más alto que nadie, pero su poder ya no es el de recolectar y lanzar bombas, sino el de la electricidad. Esto les da una relevancia mayor, ya que los escenarios cuentan con enemigos y obstáculos eléctricos, y cualquier otra criatura muere electrocutada al instante. Pero estas tres especies ya no están solas, y es que la exploración subterránea nos lleva a descubrir a nuevas especies nunca antes vistas.
En primer lugar, está el Pikmin morado. Es más grande que los demás, más pesado y más lento, pero tiene diez veces más capacidad de carga. ¿Recuerdas esos objetos que necesitan a 30 o 40 bichitos para ser transportados? Con tres o cuatro morados vas sobrado, lo cual te permite dedicar menos criaturas a la fase de transporte y tener más para otras cosas. Nuestro amigo púrpura no está solo: le acompaña el Pikmin blanco, de apariencia frágil, pero inmune al veneno y venenoso en sí mismo. Pobre de aquel enemigo que ose comerse a uno… Aparte, aparecen ocasionalmente los Bulbmin, aliados temporales que nos acompañan en las cuevas, pero no nos siguen a la superficie, y cuyas apariciones son más bien anecdóticas. Son más un «minion» temporal sin la relevancia de las criaturas morada y blanca.
Cuestión de escala y de desafío
El espíritu liliputiense de explorar un mundo mucho más grande que nosotros sigue presente en Pikmin 2, que juega con nuestras sensaciones llevándonos a recoger objetos que, para nosotros, son más que cotidianos: una fresa, un tapón de botella, un joystick de un mando de Nintendo Gamecube… Este espíritu ya vivía en el primer juego y permanece ahora, y el enfoque global de estas recolecciones también es diferente: en Pikmin 2, existe un final básico, que se muestra tras conseguir la meta económica, y un post game bastante generoso en el que se muestra el final verdadero. Llegar al primer final puede llevarnos unas 8-9 horas, pero alcanzar el verdadero nos lleva aproximadamente 3-4 horas más, ampliando la experiencia. ¿Quieres más? Hay más de 200 objetos a recoger, entre biomas y cuevas. Ánimo con ello.
Además de ser más largo y más amplio, Pikmin 2 eleva el nivel de desafío. Las cuevas se componen de varias plantas, y como no podemos plantar nuevos seres en ellas, es un ejercicio de supervivencia en el que, criatura que muere, criatura que no podemos sustituir. Y no es sencillo. En muchas ocasiones es normal toparse con enemigos que tienen la capacidad de aplastar a decenas de nuestros amigos de un solo golpe, soplarles para quitarles la flor, o incluso expulsarlos del escenario, haciéndolos caer al vacío. Por suerte, el juego nos permite guardar la partida tras avanzar en cada planta, por lo que podemos recurrir al ensayo, error y reinicio para dominar bien sus entresijos.
El mundo de Pikmin 2 está aún más vivo
En lo respectivo a los biomas externos, hay pequeños añadidos muy interesantes. A los muros derribables, las vallas eléctricas y los aspersores venenosos se unen zonas inundadas que podemos vaciar de agua usando a los Pikmin azules, añadiendo un nuevo componente de progreso a los ya vistos anteriormente. Sigue apareciendo un viejo conocido, el néctar, que ayuda a florecer a nuestros Pikmin, y también pequeñas mejoras de calidad de vida que facilitan el proceso de recolección de criaturas y de guardado en las cebollas.
Contamos, adicionalmente, con dos «poderes» nuevos: el aerosol superpicante y el aerosol superamargo. Podemos conseguir estos aerosoles recolectando ciertos frutos que aparecen en distintas zonas, y son de lo más útiles para el combate, especialmente con criaturas peligrosas o con jefes: el superamargo nos permite petrificar temporalmente a nuestro enemigo, y el superpicante vuelve a los Pikmin frenéticos, aumentando considerablemente su potencial de ataque. A veces, el material para obtener estos aerosoles aparece junto al néctar que mejora a las propias criaturas, por lo que el incentivo para explorar cada día las fuentes de néctar es mucho mayor.
Tampoco estamos solos fuera del modo Historia
Al igual que sucedía en la primera entrega, la diversión de Pikmin 2 no se termina en la campaña principal. Si la aventura te ha sabido a poco, puedes volver a probar el Modo Desafío, en el que el objetivo es intentar recolectar el mayor número de criaturitas posibles en un solo día. Pero, en esta ocasión, nos aparece un modo de juego totalmente nuevo que nos permite compartir la diversión con alguien más: el Modo Batalla 2J.
En el nuevo modo de juego, competimos contra otro jugador en una suerte de «atrapa la bandera» pikminesco. El objetivo es robar la canica grande del equipo contrario, o conseguir cuatro canicas amarillas, más pequeñas y de carácter neutral. Todo, sin descuidar la propia salud y la de los Pikmin: si alguien muere o se queda sin criaturas, también pierde la partida. Y existen objetos de bonificación que nos permiten hacer la puñeta al rival, invocando a enemigos que le obstaculicen el camino.
Pero… ¿Dónde están las pegas?
Siendo honestos, jugar a Pikmin 2 justo después de haber completado Pikmin 1 ha sido, personalmente, una gran sensación. Algunos de los defectos de la primera entrega, razonables al ser la primera y debido al paso del tiempo, se mejoran aquí. Los Pikmin son algo más inteligentes, y eso nos ayuda en muchos casos a evitar muertes estúpidas. A su vez, contribuye a que los controles, aún algo toscos, no se sientan tan encorsetados, porque todo responde mucho mejor a nuestras órdenes. Lo único que sigue acusando notablemente el paso del tiempo es el tema de las texturas, que a estas alturas se notan envejecidas en algunos casos.
Otro aspecto que podemos resaltar es el aumento de la dificultad. Si bien las zonas más complicadas cuentan con mecánicas que nos permiten no tardar mucho en reiniciar el juego (benditas cargas casi inexistentes), hay ocasiones en las que puede llegar a sentirse agotador el perder a decenas de Pikmin de forma tonta e injusta una vez tras otra. Aunque habrá jugadores que adoren este desafío, puede que haya otros a los que les produzca cierto rechazo. Pero esto es un ejercicio de crítica dura contra un título que, las cosas como son, es tremendamente sólido en todo lo que se propone, y que no se siente anticuado, a pesar de contar con casi 20 años de edad.
Pikmin 2 – Nintendo Switch. La fórmula evoluciona y justifica su vigencia
Si eres de esos jugadores que se están planteando iniciarse en la saga con Pikmin 1+2, podrás presenciar en este capítulo cómo se confirma todo el potencial del que hacía gala la primera entrega, y puliendo algunos de los detalles propios de una idea que aún estaba tomando forma, y que se presenta en esta entrega de forma mucho más sólida. Y lo mejor de todo es que aún tenemos tiempo para ponernos al día con todo hasta la salida de la cuarta entrega dentro de apenas unas semanas. Hasta entonces, aquí un nuevo tripulante en la nave de Hocotate S. L.
Hemos analizado Pikmin 2 gracias a un código digital proporcionado por Nintendo España. Versión analizada: 1.0.0
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