Es cierto que, tras un boom sin precedentes durante los años 90, el género beat’em up ha vivido un largo periodo de ostracismo, olvido y, hasta cierto punto, ninguneo. Por fortuna, la industria independiente ha sabido recuperar dicha época dorada con verdaderas joyas como Streets of Rage 4 , River City Girls 1 Y 2) o el mismísimo Fight’N Rage. No obstante, si hay una saga por excelencia dentro de los «Yo contra el barrio» esa es Double Dragon. Y es que el título ideado por Yoshihisa Kishimoto y compañía en el 87 marco un punto de inflexión en los arcades de lucha. ¿Su carta de presentación? Una endiablada, y adictiva jugabilidad, su multijugador y un surtido de enemigos realmente sorprendente para la época. En esta ocasión, nos toca analizar Double Dragon Gaiden: Rise of the Dragons para Nintendo Switch. Un título que, de la mano de la desarrolladora Secret Base, el publisher Modus Games y la distribuidora española Tesura Games, llega a nuestro país con un título sazonado con un claro componente roguelite. A continuación, os contamos en nuestro análisis si tan singular propuesta logra llegar a buen puerto. ¡Es hora de repartir estopa en la híbrida!
Guerra nuclear, 199X y los hermanos Lee: todo un recurrente cóctel
Double Dragon Gaiden: Rise of the Dragons nos sitúa en el año 199X. Un año cualquiera, ¿verdad? Por desgracia, y en esta nueva entrega los átomos no han quedado eclipsados por el yugo de la censura, una guerra nuclear ha destruido casi por completo Nueva York. Obligando a sus habitantes a luchar por salir adelante en un entorno donde el crimen organizado y las bandas parecen haber tomado el control de las calles. Al menos de las que aún siguen en pie. Os suena, ¿verdad? Efectivamente, Rise of the Dragon recupera el argumento del juego original para presentarnos una aventura en la que nos vuelve a tocar expulsar a las bandas de nuestra querida ciudad.
Y ante semejante empresa, nadie nos dijo que iba a ser fácil, contamos con la inestimable ayuda de los hermanos Billy y Jimmy Lee. Dos jóvenes expertos en artes marciales que, afortunadamente, cuentan con la ayuda de Marian y un recién llegado tío Matin. Un plantel que puede resultar escaso, pero que pronto se ve ampliado con otros 9 personajes desbloqueables. Algo que no cobraría especial protagonismo si fueran todos clones unos de otros. Afortunadamente, Double Dragon Gaiden: Rise of the Dragons nos presenta un surtido de personajes tan variado como sus distintos movimientos, fortalezas y virtudes o defectos. Sin intención de entrar en spoiler, contamos con personajes que dominan los ataques aéreos, otros que se desenvuelven mejor en las distancias largas o algunos algo más lentos pero con unos ataques cuerpo a cuerpo realmente devastadores. Un repertorio que, como os podéis imaginar, ha hecho las delicias de un amante de los beat ‘em up como un servidor.
Roguelite ‘em up
Hasta aquí el guión pre-establecido de cualquier entrega de Double Dragon, ¿verdad? Y aunque más adelante seguiremos comentando los puntos comunes con respecto al resto de entregas, aquí se acaba cualquier paralelismo del juego con respecto a sus predecesores. Es cierto que nos encontramos ante un título en 2D de desplazamiento lateral a varios niveles en el que toca liarse a mamporros. No obstante, en esta ocasión contamos con una nueva estructura mecánica y jugable que adopta, y adapta, diversos elementos del género roguelite. En primer lugar, al comenzar la partida se nos permite modificar diversos parámetros que van desde la vida o las continuaciones (fichas) hasta el coste (en dinero) de revivir a nuestros personajes para poder proseguir la aventura. Pudiendo activar la tan popular permadeath (muerte permanente). Por otro lado, tras superar cada nivel se nos permite comprar (también con dinero) diversas habilidades pasivas o fichas para la tienda.
Como os podéis imaginar, todo lo anterior hace que Double Dragon Gaiden: Rise of the Dragons nos permita adaptar la experiencia al jugador como nunca antes habíamos visto en la popular saga de beat’em up. Algo que se ve impulsado por otro elemento clave, las fichas. Y es que si el dinero es fundamental las fichas no lo son menos. No en vano, amén de servir para comprar contenido adicional en la tienda, si tras caer en combate no contamos con ficha alguna para canjear nuestra partida será suprimida y tendremos que empezar desde cero.
Jugabilidad y mecánicas clásicas
Como ya hemos comentado más atrás, Double Dragon Gaiden: Rise of the Dragons se nos presenta bajo el envoltorio de un beat’em up clásico. Por ello contamos a nuestra disposición con los movimientos clásicos del género (salto, ataque, melee/agarre). A lo que se suman hasta 13 personajes con ataques bien diferenciados, un sistema de combos con premios (vida), espectaculares ataques especiales (2 por personaje), oleadas de enemigos y los tan temidos jefes. Pudiendo escoger dos personajes por partida y contando con un sistema de intercambio de jugadores a lo Street Fighter.
El combate resulta bastante satisfactorio en líneas generales. No obstante, cuenta con algún que otro lastre de cierto peso. En primer lugar, nuestros movimientos se antojan algo ortopédicos y lentos. Desembocando en una sensación de pseudoralentización bastante extraña. Por otro, tras caer aturdido en ocasiones resulta imposible reaccionar antes de que los enemigos finalicen un combo que acabe con toda nuestra vida. Algo que, afortunadamente, solo ocurre cuando la pantalla se encuentra más poblada. Por su parte, los jefes acaban siendo algo desesperantes. Obligándonos a hacer acopio de habilidades pasivas y, sobre todo, a llegar con la barra de vida a tope y con el máximo número posible de fichas para continuar. Para finalizar, que la técnica de agarre o dash y la recogida de objetos compartan botón es un error que nos ha dejado vendidos en más de una ocasión al intentar coger un arma y realizar el movimiento inadecuado. Algo que se habría podido subsanar fácilmente con la posibilidad de personalizar los controles.
Sistema de progresión adaptativo y entornos destruibles
Double Dragon Gaiden: Rise of the Dragons también nos permite hacer uso de nuestro entorno. Ya sea para destruir mobiliario en busca de dinero o para coger armas que van desde botellas o lanzas hasta martillos. Puede parecer una cuestión accesoria, y en parte es así. No obstante, cada arma arrojadiza tiene sus propias características. Algo que, junto a la recolección de dinero, hace que, aunque se trate de una mecánica algo repetitiva, resulte bastante productiva.
Por otro lado, y regresamos con los toques rogue, el orden de elección de los niveles resulta indiferente. Y es que el juego cuenta con una curva de dificultad que se adapta a nuestro propio progreso. Es decir, cada vez que completamos una fase la dificultad e incluso la duración del resto de niveles se modifica para amoldarse al progreso del propio jugador. Algo que hace que cada partida sea sustancialmente diferente entre sí. Aunque eso sí, que nadie espere una propuesta procedural.
Bonito, corto, intenso y con camino por delante
Double Dragon Gaiden: Rise of the Dragons es un juego que, con 4 niveles y distintas fases, no se extiende demasiado. Pudiendo completarse en 3 o 4 horas. No obstante, todo va a depender, y ello es algo recurrente en el género que aquí nos ocupa, de nuestra destreza a los mandos. Pudiendo multiplicarse la experiencia a poco que decidáis desbloquear todos los extras (personajes, consejos, pistas musicales, etc.) Por otro lado, el multijugador local hace que la experiencia se alargue casi indefinidamente con situaciones y batallas tan caóticas como divertidas. Tampoco podemos olvidarnos del cooperativo online. Un modo que, aunque no llega de serie, promete ser incorporado en próximas actualizaciones. Eso sí, se echan falta más modos de juego con los que aportar algo más de variedad al conjunto.
Artísticamente nos encontramos ante un juego que apuesta por un pixel art de trazo grueso con escenarios realmente coloridos. No es el más minucioso y realista posible, pero respeta el estilo macarra y ochentero de la saga y resulta bastante vistoso. Mención a parte merecen los espectaculares ataques especiales o sus diferentes intros estáticas. En lo que respecta a la BSO, aunque no destaca en ningún momento, sabe fusionarse y, hasta cierto punto, mimetizarse con el resto de apartados de una forma bastante solvente. Destacando un amplio surtido de efectos sonoros.
En términos de rendimiento no nos encontramos ante un título demasiado exigente. No obstante, a pesar de un desempeño correcto cuyo principal lastre es cierta sensación de input lag, el juego se resiente un poco en los momentos de mayor carga de píxeles. Es decir, cuando más enemigos hay en pantalla. Por fortuna, no se trata de instantes que se repitan demasiado y tampoco resultan lo suficientemente notorios como para terminar afectando a la jugabilidad.
Double Dragon Gaiden: Rise of The Dragons – Un regreso por todo lo alto
La saga Double Dragon regresa por todo lo alto con un beat’em up que, aunque logra mantener la esencia de la saga, aporta novedosos e interesantes toques propios del género roguelite. Una dificultad dinámica que se adapta al jugador, la adquisición de habilidades, permadeath o la posibilidades de modificar multitud de parámetros de juego son algunos de los más destacados. La variedad de personajes, cada uno se siente bien diferente, los entornos destruibles, el cooperativo local (online en camino) y un más que atractivo sistema de combos ponen la guinda a un pastel que, eso sí, se queda un paso por detrás de otras propuestas del género más recientes. Algunas decisiones incomprensibles en lo que respecta a asignación de botones, su escaso contenido adicional, el input lag y unos movimientos algo toscos empañan en parte una experiencia que, eso sí, resulta notable a casi todos los niveles. Para finalizar, pero no por ello menos importante, os recordamos que Double Dragon Gaiden: Rise of the Dragons ya se encuentra disponible en formato físico para, entre otras plataformas, Nintendo Switch.
Hemos analizado Double Dragon Gaiden: Rise of the Dragons gracias a un código digital cedido por Tesura Games. Versión analizada: 1.0.1.
Debe estar conectado para enviar un comentario.