A veces, no hay nada como volver a los clásicos de siempre. Y uno de los clásicos por referencia son los shoot’em up, o en otras palabras, los archiconocidos juegos en los que una nave avanza por un nivel en 2D mientras hordas de enemigos intentan destruirte. ¿A que os resulta familiar? Pensareis entonces que, tras tantos años en la industria, es difícil sorprender en este género, pero… ¿y si en vez de una nave, controláramos a un perrito muy mono que puede destruir a todos las naves del cosmos? Entonces estaríamos hablando de ProtoCorgi, el título que nos ocupa en este análisis.
Cuando el estudio nicaragüense Kemono Games dice que se inspira en los juegos clásicos de recreativa, no lo dice en broma. ProtoCorgi es una propuesta interesante que toma muchos de los conceptos del género de disparos, pero también le añade su propia chispa para hacerlo más interesante. En NextN hemos podido echarle unas cuantas horas a este juego y hay que decirlo: este perrito puede hacer algo más que morder.
Perro vs invasores
Como suele ocurrir en los juegos de este género, ProtoCorgi no tiene una historia de por sí, o al menos de forma evidente. Controlamos a un corgi especial de combate que se enfrenta a les aliens después de que secuestran a su ama, una científica. A partir de ahí es simplemente avanzar por las diferentes fases y derrotar a tantas naves y bichos como podamos para llegar al final.
Lo primero que notamos es el precioso estilo pixel-art, muy inspirado en los juegos retro. Les personajes y escenarios están muy bien hechos y cuentan con bastante detalle. La música está bien, siendo la habitual en estas ocasiones: animada, con cierto toque retro y tecno para animar los combates. En conjunto logran crear esa armonía entre juego arcade clásico pero con un toque más animado o estilo cartoon que le sienta de maravilla.
Derrota a los monstruos… o prepáralos tú misme
Donde destaca más ProtoCorgi es en las diferentes opciones que ofrece. Contamos, por supuesto, con un modo Campaña que es donde en principio pasaremos más tiempo. En cuanto a jugabilidad, como se suele decir: si no está roto, no lo arregles. Las bases de todo shoot’em up están ahí y funcionan bien, pues hay que mover al corgi por la pantalla esquivando balas y obstáculos y disparando a todo lo que se ponga por delante. Algunes enemigues sueltan mejoras en forma de diferentes tipos de armas principales y secundarias, aunque aquí hay que decir que parece todo muy “orquestrado”: las diferentes veces que hemos jugado a los niveles hemos obtenido las mismas armas en los mismos sitios, por lo que se pierde un poco el factor de aleatoriedad. Eso sí, no penséis que eso hace que los niveles sean fáciles: Protocorgi es un juego bastante desafiante que muy difícilmente se puede completar a la primera. Hay que tener cuidado no solo con les enemigues, sino también con el propio entorno, obstáculos y la velocidad.
Es en esa parte en la que se introduce un poco de factor “roguelike”: a medida que jugamos y perdemos, se desbloquean nuevas opciones, como vidas o reintentos adicionales que nos permiten aguantar un poco más. Otras opciones para personalizar nuestra partida incluyen el nivel de dificultad o incluso la opción de modificar nuestro ladrido para poner la palabra que queramos al hacer disparos normales (aunque la verdad, es más útil emplear el disparo continuo así que no se utiliza mucho). Como añadido cabe destacar la forma en la que la IU se adapta al modo sobremesa o portátil: en una pantalla más grande, los indicadores de armas, vida y puntuación son más visibles, mientras que en el modo portátil se minimizan para que no ocupen espacio (con el aspecto negativo de que resulta difícil ver las mejoras).
El otro aspecto importante es el creador de niveles (apodado graciosamente como “ProtoCorgi Maker”). ¡Eso es, podemos crear nuestros propios niveles y compartirlos por Internet! Según completemos las diferentes fases del modo Campaña y alcancemos objetivos (como derrotar a un enemigo X veces), desbloqueamos enemigos, fondos y obstáculos que podemos emplear. Sin embargo, el que parecía ser el mayor atractivo del juego cuenta con sus defectos que le restan algo de valor, ya que el creador de niveles no parece funcionar bien. Es confuso moverse por los menús, e incluso el botón L no parece funcionar para seleccionar enemigos. Por suerte, en modo portátil puedes utilizar la pantalla táctil para crear los niveles con más facilidad (aunque puede seguir habiendo alguna confusión). En definitiva, usar el editor de niveles requiere un proceso de aprendizaje para el que deberían haber preparado unas instrucciones más detalladas. Pero si no os convence eso de crear niveles, siempre podéis jugar a los que ya han creado otros jugadores.
ProtoCorgi – Un pequeño héroe en una gran aventura espacial
Es cierto que se trata de un género un poco de nicho, o quizá bastante conectado a los clásicos que hoy en día no son tan populares. Pero ProtoCorgi es una propuesta cariñosa y desenfadada dentro del género. Su estilo artístico es más animado y cercano al jugador, y es una de esas habituales ocasiones de “fácil de aprender, difícil de dominar”. Es un juego desafiante que te hará caer varias veces con la idea de que te vuelvas a levantar. Es algo limitado en modos, pero el editor de niveles es un añadido original con el que podemos alargar nuestra experiencia todo lo que queramos. En definitiva, se trata de un título llamativo si os interesa adentraros en el género.
Hemos analizado ProtoCorgi gracias a un código digital cedido por Plaion. Versión analizada: 1.0.1
Debe estar conectado para enviar un comentario.