Paleo Pines

Análisis Paleo Pines – Nintendo Switch. Estos dinos merecen un redil mejor

Paleo Pines
Fecha de lanzamiento
26 septiembre, 2023
Número de jugadores
1
Idiomas
Español, inglés, francés, etc.
Tamaño de la descarga
3003 MB
Nuestra puntuación
51

Si hay géneros que se han visto fortalecidos en los últimos años gracias a la irrupción de la escena independiente, uno de ellos es, sin lugar a dudas, el género de la simulación y gestión de recursos. Especialmente, en su vertiente rural. El testigo que cedió Harvest Moon a tantas y tantas IP sigue extendiéndose con propuestas que ya incluso atraen a grandes estudios a este género. Nintendo es una de las que más fuerte apuestan por ello, con un gran catálogo que se amplía cada vez más, y tenemos una nueva muestra con Paleo Pines, una adorable propuesta que tiene, eso sí, unos protagonistas de lo más prehistóricos.

 

Desarrollado por el pequeño estudio independiente norirlandés Italic Pig, y distribuido por Modus Games, Paleo Pines llega a Nintendo Switch con una propuesta que, si bien puede enmarcarse en el género de juegos de granja, presenta un panorama muy particular: se trata de un mundo en el que los dinosaurios conviven con las personas, y son el principal interés de toda la aventura. ¿Te imaginas gestionar una parcelita con la ayuda de un triceratops, un deinonico o un tiranosaurio rex? En Paleo Pines, todo es posible. Ponle la silla de montar a tu dino preferido, que nos vamos de viaje.

 

 

Ni rastro de los parasaurólofus

Tras diseñar a nuestro personaje protagonista a nuestro gusto, y poner nombre a nuestro dinosaurio (en este análisis le llamaremos Lucky, por ser su nombre por defecto) llegamos a Paleo Pines, una región en la que Lucky va a recibir mucha atención. No en vano, se trata de un ejemplar de parasaurófulus, una especie de dinosaurio que se considera perdida desde hace décadas. ¿Nuestra misión? Encontrar a la familia perdida de Lucky. Por suerte, los lugareños nos confían una pequeña casa en la que asentarnos, y una inmensa granja que se convierte en nuestro hogar… Aunque necesita una buena mano de chapa y pintura.

 

Si eres un habitual del género, te recomendamos que cojas todo lo que sabes de éste y lo guardes en un cajón. Nuestra tarea principal no va a ser sembrar y recolectar. Tampoco vamos a contar con un arsenal de herramientas para limpiar escombros, talar troncos, arar la tierra o romper rocas. Alguna tenemos, pero su uso es anecdótico en comparación con nuestra principal ayuda: los propios dinosaurios. Y es que son imprescindibles para dar lustre a nuestra parcela, explorar por el mundo y abrirnos paso hacia nuevos lugares en los que buscar a la familia de nuestro querido Lucky.

 

Paleo Pines
¡Hemos llegado!

 

La flauta y el canto de la amistad

Acoger a un dinosaurio en nuestra granja es una tarea compleja con varios requisitos. El más básico de todos es preparar un redil para que el dinosaurio viva en él: vallas, una puerta, un comedero y un cristal del sueño son los ingredientes esenciales. Algunos de ellos pueden comprarse, otros encontrarse mediante exploración. Por supuesto, el comedero necesita comida, ya sea para herbívoros o para carnívoros. Todo depende de la dieta del dinosaurio al que queremos hacer sitio en nuestro redil.

 

El siguiente paso es buscar al amiguete en cuestión y preparar nuestros pulmones. Los dinos de Paleo Pines hablan el idioma de la música, y para ganarnos su confianza, debemos llamarles la atención con la flauta replicar su canto de la amistad. Hay más de una treintena de dinos diferentes, y cada uno tiene su propio canto de la amistad, con lo cual es esencial dominar el arte de la flauta. Por último, debemos alimentar a los dinos con los poppins del sabor adecuado: unos dinos prefieren comida jugosa, otros picante, otros crujiente… Descubrir sus sabores preferidos es imprescindible para ganarnos su amistad. Sin poppin no hay confianza.

 

 

Paleo Pines y el cuidado de los dinos

Una vez conseguimos que los dinos se asienten en nuestro redil, hay que tratar de que se sientan cómodos en él, y hay varias cosas que atender. La comida es una de ellas, pero no la única. Nuestros dinos también quieren su ración de mimos, su redil limpio y espacioso… Obviamente, un estegosaurio no va a sentirse cómodo en un redil de apenas diez metros cuadrados. Y también tenemos que recoger sus excrementos, que a su vez nos sirven como fertilizante para los cultivos. Cuando nuestros dinos llevan varios días sintiéndose cómodos en nuestra granja, pasan de ser nuestros amigos a ser nuestros ayudantes. Y aquí es donde comienza la auténtica chicha.

 

Cada dinosaurio tiene dos habilidades especiales, que van desde esprintar hasta regar plantas, pasando por sembrar, arar el suelo, machacar rocas, segar arbustos o romper troncos. Dicho de otro modo, necesitamos hacernos con una variedad suficiente de dinosaurios para poder avanzar en el juego. Dentro de la propia granja hay zonas a las que no se puede acceder si no contamos con dichas habilidades, y lo mismo sucede con los distintos biomas, rincones y recovecos del mapa. Por lo tanto, nuestros dinos son nuestros principales ayudantes en la granja, y una herramienta imprescindible para progresar en la aventura.

 

 

Las estaciones en Paleo Pines

Al contrario de lo habitual en el género, Paleo Pines no tiene cuatro estaciones, sino tres: triavera, jurano y cretoño. Cada una de ella dura tres semanas, y las fechas influyen en lo que podemos encontrar mientras exploramos. La vegetación de suelo, los frutos de los árboles, las semillas que plantamos en nuestra parcela, incluso la aparición de algunos dinosaurios, dependen de la estación en curso. Eso, sin contar con algunas festividades especiales de los lugareños, que nos guardan recompensas temáticas por nuestra participación.

 

Aunque hay algo bastante particular en el asunto de los cultivos, y es que, por mucho que cada semilla tenga asignada una estación, podemos sembrarla en cualquier momento del año. Lo único que sucede es que el cultivo obtenido es de menos calidad. Si queremos conseguir el mejor cultivo, debemos sembrarlo en la estación adecuada y aplicarle el fertilizante indicado, algo que el juego nos indica a través del diario que usa el propio personaje para registrar cultivos, dinos y otros secretos. Los cultivos de tres estrellas salen muy, pero que muy rentables.

 

 

Rediles, biomas y dinosaurios «sociales»

Para que los dinosaurios se encuentren completamente cómodos en nuestra parcela, es importante tener en cuenta su procedencia. Contamos con tres biomas: valle, bosque y desierto, cada uno con sus propias criaturas. Lo ideal es agrupar a los dinosaurios de un mismo bioma en el mismo redil, y adecuar el redil al bioma. ¿Cómo se hace esto? A la hora de instalar los cristales del sueño, podemos escoger el bioma. Asimismo, la decoración de los rediles también puede ayudarnos a determinar el bioma, creando así el ambiente que necesita cada especie.

 

Aún hay un aspecto más a tener en cuenta a la hora de organizar nuestros rediles: las preferencias sociales de cada especie de dinosaurio. Hay dinosaurios que desean vivir en manada, otros que quieren hacerlo en grupo, y otros que prefieren vivir en solitario. Por suerte, si somos exhaustivos en la exploración y en las misiones de los lugareños, podemos conseguir cristales de sobra para acoger a decenas de dinosaurios, y si aprovechamos todas sus habilidades, despejamos suficiente espacio en nuestra inmensa granja. No va a faltar espacio para los dinos, ni mucho menos: la amplitud del espacio es apabullante. Suficiente para que todo el mundo tenga su hueco.

 

Paleo Pines

 

Los vecinos de Paleo Pines

Aunque los dinosaurios se roban casi todo el protagonismo, Paleo Pines está habitado por varios personajes. Podemos entablar amistad con un total de nueve de ellos: la vendedora de semillas Agami, los investigadores Mari y Owynn, el carpintero Marlo, Pippin le repostere de poppins… Todos ellos tienen para nosotros varias misiones que nos van ayudando a aclimatarnos al lugar y a ir comprendiendo poco a poco las mecánicas de juego, además de premiarnos con materiales, semillas o conchas, la divisa oficial de la región. Si cumplimos muchas misiones, nos convertimos en sus amigos y nos dejan dormir en sus casas en caso de emergencia, si se hace de noche y estamos lejos de nuestra granja.

 

Aunque los personajes y las misiones son muy dinámicos y aportan mucho al juego, uno de los puntos flojos del mismo tienen que ver con ellos. Se trata la forma en la que Paleo Pines nos presenta las misiones. Hay misiones esenciales para avanzar en la historia, otras que simplemente sirven para entablar amistad con los lugareños, y encargos del tablón de la plaza que sirven sólo para obtener ciertas recompensas. Pues bien, el juego no hace distinción entre todo eso de ninguna de las maneras. Con lo cual, en ciertas ocasiones, es totalmente imposible saber qué tenemos que hacer para avanzar en la trama. Y, en otras ocasiones, las explicaciones para avanzar son tan obtusas y parcas que nos quedamos exactamente igual que estábamos.

 

 

La dificultad de progresar casi a ciegas

Las obtusas explicaciones de Paleo Pines se extienden también a las mecánicas principales. Si bien es intuitivo entender que hacen falta dinosaurios variados para avanzar, no lo es tanto saber qué hacer para conseguir a los que necesitamos. Para descubrir las habilidades de cada dino, debemos tocarle su canción de la amistad y, como mínimo, lograr que se duerma, para poder registrarlo en el diario. Después de eso, debemos acertar con el sabor del poppin para ganarnos su confianza. A priori, puede sonar estimulante, pero también se acaba convirtiendo en un proceso de ensayo y error algo tedioso en el que, además, gastamos bastante dinero e inventario por el camino.

 

En segundo lugar, está la lentitud en la progresión de los propios dinos. Cuanto más caminan y más acciones hacen, más experiencia ganan, subiendo así de nivel. Sin embargo, esta progresión es muy lenta, y puede llevarte semanas conseguir que el dino pueda ejecutar más de 3 o 4 acciones sin gastar su resistencia. Esto hace que el avance sea muy lento y que el ritmo del juego se resienta con demasiada frecuencia. Esta lentitud de progresión, unida a la parquedad con la que el juego nos explica cómo avanzar, resultan una losa que convierte el avance en un acto de paciencia, casi de fe.

 

 

El aspecto técnico, el meteorito de Paleo Pines

En el apartado artístico, se pueden poner pocas pegas a Paleo Pines. Los dinosaurios y los paisajes son adorables, la banda sonora casa muy bien y se acaba haciendo incluso familiar, y las opciones de personalización del personaje son bastante amplias. Por desgracia, no podemos decir lo mismo del aspecto técnico, al menos no en la versión que hemos analizado, la 1.2.2. Su rendimiento es bastante bajo, con frecuentes caídas de FPS, bugs visuales, distancia de dibujado muy baja y popping de texturas y objetos demasiado frecuente, algo que sucede tanto en modo sobremesa como en modo portátil.

 

Los problemas anteriores son algo con lo que se puede convivir, e incluso acostumbrarse, porque no llega a afectar tanto a la jugabilidad en sí. Pero hay otros problemas que sí lo hacen, y bastante. Para empezar, las pantallas de carga entre zonas se quedan atascadas con frecuencia, e incluso pueden provocar que el juego se cierre. El menú de construcción de la granja es bastante tosco, y los controles de recogida de objetos no siempre responden como el jugador desearía. Además, en función de cómo construyamos nuestros rediles, puede suceder que el juego lea una zona distinta a la que nosotros queremos acotar, complicándonos la construcción. También hay tareas del tablón bugueadas que no hemos podido cumplir, y cuadros de texto sin traducir. En definitiva, todo son problemas que podrían resolverse mediante actualizaciones… Pero son demasiadas gotas en el vaso como para que la experiencia de juego no se resienta de forma crítica.

 

 

Paleo Pines – Nintendo Switch. Rediles frágiles, pero bonitos

Paleo Pines es un título atrevido, que propone algo muy original e interesante dentro de su género, y que muestra frescura en sus ideas y en su planteamiento. Si tu principal interés es crear una acogedora parcela en la que criar dinosaurios y tener cultivos, puede que te importen muy poco los problemas técnicos, o que ni te afecten los aspectos en los que el avance por su historia puede hacerse tosco y pesado. Ofrece una experiencia que tiene un margen exponencial de mejora, si se consiguen minimizar los aspectos que afectan a la fluidez y al rendimiento del juego. Estos simpáticos y cantarines dinosaurios merecen un buen hogar.

 

Paleo Pines

Hemos analizado Paleo Pines gracias a un código digital proporcionado por Italic Pig y Meridiem Games. Versión analizada: 1.2.2

Paleo Pines
¿La prehistoria era tan cuqui?
Paleo Pines vuelca casi todo el peso de su jugabilidad sobre los lomos de sus decenas de dinosaurios. Con un mundo colorido y alegre, personajes muy simpáticos y entrañables y varios biomas, la granja se vive de forma muy particular gracias a los dinos... Aunque el estado técnico del título tiene un margen de mejora exponencial.
PROS
Los dinosaurios dan un toque distintivo dentro del género
Un espacio inmenso para montar muchísimos rediles y coleccionar dinosaurios
CONTRAS
Bastante obtuso en explicaciones, no suele ayudar demasiado al jugador
Es poco claro en los objetivos que propone la aventura
Su estado técnico es muy precario, con bugs, problemas y crasheos de todo tipo
51