El mundo de los videojuegos independientes es el caldo de cultivo perfecto para la experimentación con ideas que resultan muy difíciles de imaginar en los estudios más grandes de la industria. Para un grupo de desarrolladores preocupado por materializar una idea por encima de cualquier otro factor, el límite está en su propia imaginación. Es así como el principal desarrollador de Neon White, Ben Esposito, hizo una declaración de intenciones muy contundente al presentar en sociedad este proyecto: «Hecho por frikis y para frikis». Así es como nació esta conjunción de elementos shooter, de plataformas, de cartas y de contrarreloj, con estética de anime y temática diabólica.
Ya hace más de un año que el título distribuido por Annapurna Interactive llegó a nuestras Nintendo Switch, pero ahora vive una segunda juventud, gracias al lanzamiento de su edición física, que corre a cargo de Meridiem Games. Una nueva ocasión de descubrir un título que fue considerado uno de los mejores indies del año 2022, recibiendo múltiples nominaciones en los The Game Awards y en los Dice Awards, entre otros. ¿Te lo perdiste en su momento? Entonces, acompáñanos en nuestro viaje a través de la cuenta atrás para el Juicio Final.
Quedan 10 días para el Juicio Final
Los Creyentes, fieles siervos de Dios, han comenzado la cuenta atrás para el Juicio Final. En los diez días que restan para la apocalíptica efeméride, los pecadores que moran en el infierno, llamados Neons, han sido llamados a las armas. Tienen una oportunidad única: hacer el trabajo sucio de los Ángeles y exterminar al mayor número de demonios posible en ese período de tiempo. ¿El premio? Ni más ni menos que la redención: el mejor de ellos se unirá a los habitantes del Cielo y escapará del castigo eterno del que proviene.
En esta situación se encuentra Neon White, el protagonista que da nombre al título, y que se enfrenta a un doble desafío: intentar ganar dicha competición, derrotando al implacable Neon Green… Y recuperar los recuerdos de su vida terrenal. Y es que nuestro héroe se halla rodeado de pecadores que parecen saber más de él que él mismo. Neon Yellow, Neon Violet y Neon Red, que se autoproclaman antiguos conocidos suyos, pero a los que no recuerda. ¿Por qué es él el único que no recuerda nada? ¿Qué hay que hacer para derrotar al favorito de los ángeles? El viaje no ha hecho más que comenzar, y está lleno de incertidumbres.
Neon White y el desafío de purgar el Cielo
La estructura de Neon White es mayormente lineal. Cada uno de los días restantes para el Juicio se traducen en un episodio, con su misión correspondiente, y dicha misión se subdivide en distintos niveles. Cada nivel es una contrarreloj en la que debemos exterminar a todos los demonios antes de llegar a la meta. Según el tiempo que hayamos tardado, obtenemos una medalla de bronce, de plata, de oro o de As, y si conseguimos alguna de las dos últimas, nuestro rango de Neon mejora. Para poder avanzar en la historia y obtener nuevas misiones, es necesario alcanzar cierto nivel de Neon tras cada misión.
A priori, puede resultar intimidante la necesidad de superar el oro en varios niveles, pero en realidad el título es bastante benevolente en este aspecto. Por un lado, no es necesario obtener demasiadas medallas de oro para avanzar; de hecho, se puede completar el juego llegando apenas al rango 50 (99 es el rango mínimo, y 1 el máximo). Además, una vez completada una misión, podemos revisitar sus niveles todas las veces que queramos. Niveles, por cierto, que tienen su propio sistema de progresión individual.
Secretos dentro de cada nivel
Cada nivel de Neon White cuenta con 4 niveles de Conocimiento, que se desbloquean en función de la medalla que obtengamos. El bronce desbloquea la posibilidad de obtener un Regalo coleccionable, algo fundamental para profundizar en la narrativa del título. Entregando los Regalos a nuestros conocidos, podemos desbloquear nuevas conversaciones con ellos, además de misiones secundarias para descubrir nuevos recuerdos. Así es como llegamos al fondo de la relación del protagonista con cada uno de ellos, además de cumplir un requisito necesario para alcanzar el final verdadero del título. Estos regalos añaden un toque de rejugabilidad en todos los niveles.
El resto de medallas contribuyen a intentar superar el reto con el mejor resultado posible. La plata desbloquea el Fantasma, que reproduce nuestro mejor recorrido al rejugar el nivel, permitiéndonos así saber en tiempo real si estamos mejorando nuestro crono; El oro muestra pistas que nos guían en el camino más rápido hacia la meta; el As, finalmente, nos permite consultar la clasificación global de dicho nivel, comparándonos así con jugadores de todo el mundo. ¿Quieres ser el Neon más rápido del planeta, literalmente? Lucha entonces por cada medalla.
Juega bien tus cartas
Pero, ¿cómo se juega a estos niveles? La jugabilidad de Neon White, además de en la velocidad, se basa en las plataformas y en las cartas. Avanzamos a través de un recorrido marcado, más o menos lineal según la ocasión, y repleto de enemigos. Para luchar contra ellos, contamos con la carta más básica, la catana. Pero encontramos en nuestro camino otro tipo de cartas: ametralladoras, pistolas y lanzacohetes de todo tipo que podemos utilizar para disparar, aumentando así nuestro rango de ataque.
Sin embargo, las cartas que recogemos no sólo tienen la función armamentística. También son un factor táctico a la hora de movernos, a través de sus funciones secundarias. Las cartas amarillas activan un doble salto; las azules, un barrido hacia adelante; las verdes, una caída en picado; y unas cuantas más que van apareciendo a lo largo de la partida. La cuestión es que, al usar una función secundaria, perdemos la carta para siempre, mientras que al disparar la mantenemos hasta que se queda sin munición. Por lo tanto, hay un factor táctico respecto a dónde, cuándo y cómo utilizar cada carta en nuestro recorrido. Y podemos asegurar que este factor está medido con escuadra y cartabón, encajando como un guante en su excelente diseño de niveles.
Neon White contra los demonios y el entorno
Otra cosa que cabe preguntarse es, ¿cómo son los enemigos de Neon White? Los hay variados. Cada uno tiene su forma de disparar y nos otorga una recompensa concreta en forma de carta, aunque también los hay que no nos dan nada por derrotarlos. Algunos de ellos son capaces de matarnos de un solo golpe, con lo cual más nos vale escondernos de su rayo letal o deshacernos de ellos antes de que hagan lo propio con nosotros. Y no están solos: también aparecen trampas en algunos lugares, y cofres que estallan disparando en todas direcciones cuando los rompemos. Todos y cada uno de esos elementos presta un servicio indispensable al diseño de los niveles, que como ya hemos comentado, resulta excelente.
La parte mala es que, en esa servidumbre total a la velocidad y al buen diseño espacial y rítmico de los escenarios, se hacen sacrificios en forma de inmovilidad. Los enemigos son estáticos, ninguno de ellos se mueve jamás de un punto fijo, por lo que realmente no aportan demasiada vida a los recorridos, más allá de marcar el camino a la meta, darnos algo que matar, y recompensas que obtener por ello. Probablemente, darles movimiento sería aumentar exponencialmente la dificultad de los recorridos. Algunos jugadores pueden llegar a considerar este aspecto algo monótono y repetitivo… Pero lo cierto es que ese sacrificio acaba mereciendo la pena.
Un ritmo endiabladamente adictivo
Esta frenética aventura, que puede durar alrededor de 10 horas de juego, tiene muchos factores que convierten al juego en un vicio endiablado. Varios de ellos son puramente narrativos: la forma en la que se va desvelando la relación de Neon White con el resto de Neons, el resto de habitantes del Cielo, los diálogos llenos de chispa y desenfado, y los misterios que van apareciendo conforme avanzamos en las misiones, motivan a seguir jugando por el simple hecho de saber más y más. Hay un gran mimo en los diversos aspectos de la historia, y muchas situaciones y referencias divertidas y simpáticas, con muy buena mano en los alivios cómicos.
Otro de los aspectos es lo motivador que resulta jugar los niveles en sí mismos. Aunque su estructura se fundamenta en gran parte en el ensayo y error, siendo normal morir varias veces en cada nivel antes de lograr superarlo, el diseño de esos niveles es prácticamente un puzle que nos motiva a intentar ir un paso más allá cada vez, a superarnos a nosotros mismos cuando le vamos tomando la medida al recorrido. Y algo que ayuda mucho a este dinamismo es la escasa duración de cada nivel: la gran mayoría de ellos dura alrededor de un minuto, o menos. Sólo los niveles finales, y algún que otro combate puntual contra algún jefe, se extiende más. Y hasta los combates contra jefes tienen un diseño adaptado con maestría a la estructura habitual de avance y velocidad. En definitiva, una gozada que no puedes simplemente dejar de jugar.
Un derroche de carisma altamente selectivo
El diseño artístico de Neon White tiene sus luces y sus sombras. Puede que haya quien opine que el diseño artístico de los niveles resulta algo aséptico, descontextualizado y repetitivo. La realidad es que no tiene grandes pretensiones (lo importante, al fin y al cabo, es la velocidad), que se justifica más o menos bien en la narrativa, y que sabe brillar cuando le toca, como en los combates contra jefes y en algunos niveles algo más significativos en el aspecto narrativo. Cumple su función a la perfección, al igual que la banda sonora, enérgica y motivadora, un chute de adrenalina adicional al frenesí de la jugabilidad.
Donde sí pretende brillar el título a nivel gráfico, y lo hace con creces, es en su diseño de personajes. La estética del protagonista, aliados, enemigos y otros personajes derrocha carisma y personalidad, y aunque los Neons están enmascarados, de vez en cuando nos regalan imágenes de sus rostros reales, ayudándonos a sumergirnos mejor en sus relaciones, sus interacciones y sus historias. A nivel técnico, en general, el juego también funciona a la perfección en Nintendo Switch… Aunque a veces, un bug provoca que algunas escenas de diálogo se queden congeladas al finalizar. Nada que no se solucione al pulsar el botón de avance rápido, por suerte.
Neon White – Nintendo Switch. Una experiencia no muy religiosa, pero adictiva
Las ágiles, adictivas y bien diseñadas mecánicas de juego de Neon White entran en una excelente comunión con una narrativa misteriosa, repleta de secretos y que se desarrolla con un ritmo excelente, para ofrecernos una experiencia única en su especie. Una nueva muestra de que el panorama indie siempre está dispuesto a regalarnos joyas que no se ponen barreras y que son capaces de brillar a pesar de aunar conceptos e ideas que, a simple vista, no parecen compatibles. Un fantástico trabajo que nunca es tarde para descubrir.
Hemos analizado Neon White gracias a un código digital proporcionado por Meridiem Games. Versión analizada: 1.0.2
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