Nova Lands

Análisis Nova Lands – Nintendo Switch. El espacio exterior es inhóspito

Nova Lands
Fecha de lanzamiento
21 junio, 2023
Número de jugadores
1
Idiomas
Español, inglés, francés, etc.
Tamaño de la descarga
1053 MB
Nuestra puntuación
62

El género de la gestión de recursos está ligado de forma casi inseparable a los títulos de simulación de vida hogareña. Referencias como Harvest Moon, Story of Seasons y Stardew Valley han creado escuela y han llevado a que la gestión y las granjas vayan casi siempre de la mano. Pero no sólo de rábanos y gallinas vive la gestión de recursos, hay todo un mundo más allá, que da la espalda a lo rural y se entrega de pleno a la recolección, la fabricación y la automatización de procesos, con un cariz mucho más industrial. Hay muchos ejemplos de esta dinámica, y uno de los más recientes es el título del que hablamos en nuestro análisis de hoy: Nova Lands.

 

Desarrollado por el pequeño estudio independiente brasileño BEHEMUTT, y distribuido por Hypetrain Digital, Nova Lands se define a sí mismo como «lo que saldría si mezclases Factorio, Forager y Satisfactory». Si estás familiarizado con estos tres títulos, puede que ésa sea toda la presentación que necesitas. Si no es así, toma nota: nos vamos a montar en una nave espacial y vamos a explorar un planeta desconocido en busca de recursos. Todo ello, con la única compañía de un desintegrador y un arma láser. Un lugar inhóspito en el que nos vamos a sentir menos incómodos si vamos juntos. ¿Nos acompañas?

 

 

Los inicios en Nova Lands

La nave saiyan cápsula espacial aterriza con virulencia en Nova Lands. En este nuevo planeta, lo más importante es obtener recursos aprovechando lo que hay a nuestro alrededor. Incluso nuestra propia nave. El título nos suelta en un terreno aparentemente aislado, lleno de rocas, árboles y plantas de agua. Enseguida nos muestra cómo sobrevivir allí: usando nuestro desintegrador para transformar la flora, fauna y geología local en recursos que nos sirven para fabricar mobiliario y maquinaria de trabajo, como hornos, radares o mesas de investigación que nos ayuden a aprender a fabricar maquinaria y construcciones cada vez más complejas.

 

A medida que vamos fabricando nuevo mobiliario, vamos abriendo el abanico de posibles objetos a fabricar, lo cual nos lleva de la mano a desbloquear el acceso a nuevas islas. Así hasta un total de 13 terrenos con forma hexagonal, conectados entre sí, y que disponen de distintos recursos útiles (e infinitos, porque vuelven a brotar automáticamente) para fabricar más cosas. Así, en un bucle infinito de automatización de procesos. Del mineral al lingote, del lingote a la aleación, de la aleación al generador de energía, del genador a la máquina eléctrica, y así en un ascenso imparable y absolutamente adictivo capaz de hacernos perder la noción del tiempo.

 

 

Flora, fauna y geología

En Nova Lands, el primer paso para poder explorar es garantizar el suministro de oxígeno. Al principio, éste es bastante limitado, y si salimos de la isla inicial, disminuyen las reservas rápidamente, por lo que nos encontramos algo limitados. Para evitar esto, hay que desbloquear ciertos objetos, con lo cual debemos intentar hacernos con recursos variados. Los más básicos vienen de las plantas o rocas del lugar, pero hay que tener en cuenta también a los animales que hay por allí. Y no se basa sólo en enchufarles el desintegrador, porque algunos presentan batalla, y primero tenemos que acabar con ellos con nuestro arma.

 

Los animales y monstruos de este título cuentan con varias opciones: la primera y más básica, matar y desintegrar, para obtener recursos como huesos o gelatina, según el caso. La segunda, construir una granja, capturarlos usando el desintegrador, instalarlos en ella y alimentarlos para que nos den recursos que, de otro modo, son casi imposibles de encontrar. La tercera y última alude únicamente a los Antorks, esos jabalíes tan simpáticos que corretean por las primeras islas: fabricar una silla de montar y usarlos como montura. No tiene ninguna utilidad adicional, pero no deja de ser un detalle gracioso.

 

 

Los secretos de Nova Lands

Aunque la aventura de Nova Lands es esencialmente solitaria, no estamos del todo solos en este planeta. Conforme avanzamos, encontramos a varios viajeros y comerciantes que, a cambio de ciertos materiales, nos ayudan a mejorar nuestro equipamiento. Más velocidad para el desintegrador, más capacidad para nuestra bombona de oxígeno, más rapidez al moverse, más potencia para el arma laser… E incluso un museo en el que podemos depositar los distintos recursos que recolectamos y los objetos que fabricamos, creando así reproducciones muy fieles de los biomas del planeta.

 

Pero hay algo más. En ciertos lugares, podemos encontrar a monstruos mucho más fieros, jefes en toda regla, que nos plantean dos opciones. La primera de ellas, la clásica: combatir a disparo puro para derrotarles y obtener sus recursos. La segunda, mucho más interesante, cumplir ciertos requisitos en una suerte de puzles que nos permiten obtener esos recursos sin necesidad de combatir. ¿Eliges la ruta pacifista o la exterminadora? No te preocupes, puedes repetir el enfrentamiento o el puzle cuantas veces quieras para encontrarte con esas criaturas tan especiales una y otra vez.

 

 

Drones para no estar tan solos

Una de las mecánicas fundamentales de Nova Lands reside en la presencia de los drones. La automatización de todos los procesos de fabricación no se entendería sin ellos. Contamos con varios tipos de drones. El recolector, el más básico, explota los recursos naturales por sí mismo y los deposita en las zonas que habilitamos para ello. El de combate nos da la posibilidad de defender al recolector cuando sea atacado, o simplemente pasar a la ofensiva con un tipo concreto de criatura cuyos recursos nos interesen. El logístico, por su parte, es un todoterreno: lleva materiales de aquí a allá, los deposita en los hornos o ensambladores para que funcionen por su cuenta, riega plantas, repone las reservas de oxígeno… Está en todas partes.

 

A estos tres amiguetes, que trabajan exclusivamente en las islas en las que los instalemos, se unen otras dos piezas de maquinaria fundamentales: el brazo mecánico, que permite trasladar recursos entre dos islas adyacentes, y la base de drones, que incorporan un dron volador capaz de trasladar recursos a cualquier punto del mapa, e incluso a varios de forma simultánea. Así, la maquinaria se mantiene en funcionamiento mientras exploramos nuevas islas, cumplimos tareas para los vendedores o para el museo, nos enfrentamos a los jefes… O nos vamos de excursión fuera del planeta.

 

 

Hay vida más allá del planeta

Llegado cierto momento, Nova Lands nos permite abandonar el planeta temporalmente. Gracias a una nave espacial, podemos viajar a una base cósmica en la que nos surge la oportunidad de, a través de los recursos que vendemos, desbloquear nuevas tiendas y nuevas opciones. Un paseo astral para recolectar recursos de los asteroides cercanos, un comercio donde comprar una casa para instalarnos en el planeta, muebles para decorarla… Son opciones muy interesantes, pero vamos a ser totalmente honestos: es probable que ni te acuerdes de ellas. Y es totalmente normal.

 

Base espacial

 

La cuestión es que la dinámica que se forma en la tierra nos mantiene distraídos permanentemente. Siempre hay una máquina que revisar, un recurso que entregar, una nueva herramienta que fabricar, algo que entregar al museo, un nuevo recurso que vender. El ritmo es absolutamente imparable, capaz de hacernos perder la noción del tiempo y estimulando de forma casi constante nuestro interés y nuestras ganas de seguir avanzando. Y decimos casi, porque aunque el juego nos introduce en su dinámica de forma vertiginosa y excelente, llega cierto punto en el que la cosa se pone muy cuesta arriba. Demasiado cuesta arriba.

 

 

La progresión exponencial de Nova Lands

Probablemente, el mayor inconveniente de Nova Lands reside en su curva de progresión. Si bien las primeras horas de juego se pasan volando, con multitud de cosas que desbloquear y que hacer, llega cierto punto en el que el ritmo se ralentiza de forma notable. Su historia, que se puede completar en alrededor de 15-20 horas, tiene un tramo final que se hace muy pesado, debido a que nos introduce en un bucle del que es difícil salir: las últimas tareas requieren un número elevado de recursos, que a su vez exigen una gran cantidad y variedad de materiales, que vienen de otros materiales, que vienen de otros… Todo, para llegar a un final que sólo puede definirse como abrupto y aséptico.

 

No seríamos justos si no mencionamos que existen maneras de que esa curva de dificultad final se aplane un poco. Sin embargo, no es algo que esté a la vista. Hay momentos en los que el avance es bastante poco intuitivo, y en los que no tienes manera alguna de saber dónde está ese material que te hace falta para acelerar los procesos, o ese recurso necesario para seguir fabricando piezas. Nova Lands tiende a dar cosas por sabidas, y lo confía todo a que el jugador va a explorar todos y cada uno de sus recovecos. Y, debido al ritmo endiablado que propone, y que te atrapa por completo, no siempre es sencillo llegar a ciertos puntos.

 

Nova Lands

 

Un planeta muy cuco

Debido al estilo artístico del que hace gala, con un pixel art que evoca a otra época, Nova Lands es uno de esos juegos que se disfruta algo más en el modo portátil de Nintendo Switch, o en pantallas pequeñas en general. Las grandes no le sientan tan bien a este mundo pixelado, ilustrado con mucho más mimo del que pueda aparentar a simple vista, como demuestra la alta calidad de las ilustraciones de los personajes con los que interactuamos. Serán pocos, sí, pero el cariño en su diseño está fuera de toda duda. Respecto a la banda sonora, sólo diremos que no está hecha para todo el mundo. Es bastante repetitiva, y si te gusta, es un aderezo perfecto, pero si no te gusta, puedes acabar con la cabeza como un bombo.

 

El aspecto técnico, por lo general sólido, cuenta con un único lunar: las visitas al espacio si jugamos en modo portátil, en las que los FPS se resienten de forma muy molesta. Por lo demás, no hemos encontrado grandes fallos. En líneas generales, estamos ante una propuesta lo suficientemente humilde en lo artístico y en lo mecánico como para no presentar grandes desafíos técnicos. Como tantos otros títulos del género, Nintendo Switch es una opción excelente para adentrarnos en él.

 

 

Nova Lands – Nintendo Switch. El espacio es más bonito al principio

Nova Lands nos sumerge de forma rápida en su propuesta jugable y nos presenta estímulos de sobra para mantenernos pegados a la pantalla durante horas. Si eres de los que ya se conoce todos los secretos de este tipo de juegos, es probable que no le pierdas el punto en ningún momento. Sin embargo, su pronunciada curva de dificultad final y su falta de comunicación en ciertos aspectos puede llevar a que muchos jugadores afronten el tramo decisivo de la aventura con gran frustración. Viajar al espacio siempre suena bien de primeras… Pero conviene no olvidar que se trata de un lugar inhóspito.

 

Nova Lands

Hemos analizado Nova Lands gracias a un código digital proporcionado por Stride PR. Versión analizada: 1.0.25

Nova Lands
Hasta el infinito... ¿y más allá?
Nova Lands es un título que tiene dos caras. La primera, la más agradable, un mundo repleto de recursos que recolectar, de cosas que fabricar y de secretos que descubrir, como para pasarnos horas pegados a la pantalla perdiendo la noción del tiempo. La segunda, su tramo final, un muro de dificultad difícil de escalar, en parte por un salto de exigencia, en parte por la dificultad de descubrir a cuál de sus múltiples posibilidades debemos prestar atención. Una experiencia con luces brillantes, pero también con sombras tenebrosas.
PROS
Te hace perder la noción del tiempo
Plantea múltiples opciones de exploración y retos interesantes contra jefes
El ritmo de desbloqueo de edificios y herramientas es endiablado...
CONTRAS
...pero la curva de dificultad se rompe en el tramo final
Hay ciertos momentos en los que resulta poco intuitivo
La música se puede llegar a hacer bastante cansina
62