Análisis Prince of Persia: The Lost Crown – Nintendo Switch. El príncipe de los videojuegos está de vuelta

Fecha de lanzamiento
18 enero, 2024
NÚMERO DE JUGADORES
1
TAMAÑO
16000,00 MB (tamaño estimado)
IDIOMAS
Español, inglés, alemán, etc.
Nuestra puntuación
88

Ya han pasado más de 30 años desde que Jordan Mechber y Brøderbund Software dieran vida a una de las grandes joyas de la historia de los videojuegos. No en vano, Prince of Persia logró erigirse, desde el momento mismo de su lanzamiento en Apple II, como una gran salto cuantitativo y cualitativo con respecto al resto de títulos publicados por aquel entonces. Toda una revolución en la que mecánicas como el salto, los puzles, las trampas mortales y la precisión milimétrica cobraron especial protagonismo. Todo ello aderezado con unas animaciones y un diseño de personajes y escenarios realmente rompedor para la época.

 

Y esa es precisamente la senda que, bajo una fórmula que se adapta a los tiempos que corren, pretende seguir Prince of Persia: The Lost Crown. Un título que se salta de un plumazo The Sands of Time y el polémico reboot en desarrollo para, bajo el envoltorio de un metroidvania, devolver a Persia a su máximo esplendor. ¿Logrará Ubisoft Montpellier (Rayman Legends & Origins) y Mounir Radi alcanzar dicha meta? No te pierdas nuestro análisis para Nintendo Switch si quieres descubrirlo de primera mano espada.

 

 

Devolviendo el esplendor a Persia

¿Veníais con la intención de poneros en la piel de un «Príncipe de Persia«? Pues ya podéis ir soltando lastre, porque Prince of Persia: The Lost Crown llega dispuesto a ponerlo todo patas arriba. En esta ocasión, nos toca controlar a Sargon, uno de los miembros más jóvenes del clan llamado «Los Inmortales«. Una suerte de grupúsculo de héroes que bajo una módica cantidad, todo tenía un precio en la civilización persa, está dispuestos a luchar por la causa «más justa». Y así es, precisamente, como da comienzo el prólogo del juego. Con Sargon, también conocido como el viento negro que arrasa todo a su paso o el rashabar, derrotando a los enemigos de Persia. Enemigos personificados en esta ocasión en el Imperio Kushán.

 

¿Nuestra misión tras dichos acontecimientos? Viajar al Monte Qaf y a su ciudad maldita, tras una serie de giros de guion de lo más desconcertantes, con el objetivo de rescatar al príncipe Ghassan. Algo que puede parecer nimio, pero que cobra especial importancia tras la separación del grupo. No en vano, en la soledad de dicha búsqueda la maldición afecta de forma diferente a cada uno de nuestros héroes. ¿El único nexo común? El fino hilo del tiempo.

 

 

Puede que no nos encontremos ante el argumento más sorprendente del mundo. No obstante, obviando que Prince of Persia: The Lost Crown no va a ganar un Oscar a la mejor historia, si que es cierto que la estructura narrativa, y al apartado conversacional nos remitimos, acompaña de forma bastante satisfactoria.

 

Un dulce árabe

Puestos en antecedentes, lo que se nos presenta, al menos a simple vista, es un título de acción, aventuras y plataformas 2.5D. Nada nuevo aquí, ¿no? No obstante, si en algo destaca Prince of Persia: The Lost Crown es en hacer de lo clásico toda un virtud que se sostenta bajo un sólido y completo sistema jugable, un llamativo reciclado de mecánicas y diversas incorporaciones que aportan una nueva capa de chapa, pintura y profundidad a una fórmula ya de por sí notable.

 

 

Por un lado, el sistema de combate resulta realmente completo y dinámico. Contamos con ataques normales, cargados, movimientos de evasión, bloqueo o esquive, timing, dash, saltos imposibles y un sinfín de posibilidades que, al menos en parte, hemos ido desbloqueando conforme avanzaba la aventura. Algo que se traduce en unos combos brutales y en la posibilidad de estructurar nuestro propio estilo de combate. Y ello es de agradecer sobre todo durante los enfrentamientos con los jefes. Instantes tan divertidos como desafiantes.

 

Por otro lado, y ello engarza a la perfección con la propuesta que aquí se nos presenta, contamos con una serie de ataques especiales complementarios. Ataques, todos ellos, que requieren completar una barra de energía que crece con cada golpe infringido y disminuye con los recibidos. Energía que, en esta ocasión, se personifica en forma de Athra. Una suerte de mana que fluye en el universo y en todos los seres vivos. Pudiendo ser canalizado como extensión misma de nuestra propia voluntad. ¿Su máxima expresión? El «Pico de Athra«. Un ataque realmente devastador que requiere de toda nuestra Athra.

 

 

Finalizamos el apartado mecánico enlazando con el timing anteriormente mencionado. Prince of Persia: The Lost Crown dispone de diversos mecanismos de bloqueo y contrataque basado en automatismos y pulsaciones de botones. Y nuestra reacción frente a todos ellos siempre va a depender de su color. Es decir, mientras los ataques en rojo resultan imposibles de bloquear, los amarillos nos permiten ejecutar devastadoras ejecuciones con espectaculares cinemáticas incluidas. Algo que, con el paso de las horas, desemboca en un combate realmente ágil y, sobre todo, variado.

 

Cartografiando Persia

Al principio de este texto os hablaba del «envoltorio metroidvania». Algo que podría ser entendido como una suerte de adorno con el que aportar algo de profundidad a la vertiente más plataformera y aventurera. Vamos, la tónica general vista hasta la saciedad en la actualidad. Nada más lejos de la realidad. Prince of Persia: The Lost Crown puede ser considerado un metroidvania con todas las de la ley.

 

 

En primer lugar, nos encontramos ante un mundo mucho más vivo y profundo que nunca. Contando a nuestra disposición con diversos biomas que, más allá de su excelente ambientación, algo que abordaremos más adelante, nos ofrecen multitud de peligros, puzles, misiones secundarias y tesoros ocultos por descubrir. Vamos que, a diferencia de lo que muchos esperábamos//temíamos, completar el 100% de la aventura os puede llevar entre 20 y 30 horas. ¿Atascado? No os preocupéis, el sistema de pistas de Fariba es otro recurso que nos permite recibir consejos a cambio de los cristales obtenidos al derrotar los enemigos.

 

Por otro lado, la extensión y dimensiones de la aventura hacen que el mapa se convierta en un elemento fundamental. Pudiendo, en pos de la accesibilidad, marcar las zonas más reseñables e incluso hacer capturas de pantalla a cambio de fragmentos de memoria. Y es que, como en cualquier metroidvania, el backtracking es un elemento recurrente en Prince of Persia: The Lost Crown. Algo especialmente palpable gracias a un más que notable diseño y estructuración de niveles en el que también disponemos de algunos puntos de viaje rápido. Aunque sí que es cierto que personalmente echo en falta alguno más en determinadas zonas.

 

 

En términos brutos, el juego dispone de inventario, teclas de acceso rápido, tutorial a modo de arena de combate e incluso varios modos de juego en función de la información que queramos ver reflejada en el mapa. Amén de diversos niveles de dificultad e incluso la posibilidad de personalizar el nuestro propio. Pudiendo modificar parámetros tales como la salud y daño de los enemigos o el entorno, la ventana de esquive o la complejidad del sistema de bloqueo.

 

Pon un amuleto en tu vida

Y si el mapa juega un papel fundamental en Prince of Persia: The Lost Crown, los amuletos no se quedan atrás. No en vano, se trata de elementos que nos aportan una serie de habilidades y mejoras, tanto pasivas como activas. Eso sí, contamos con un sistema de espacios que limita nuestra capacidad de equipamiento simultáneo. Y sí, dicho límite puede ampliarse previo desbloqueo de las habilidades adecuadas. Por otro lado, el juego también cuenta con diversas técnicas desbloqueables que podemos equiparnos en los puntos de guardado. En el reverso de la moneda, se echa en falta un árbol de habilidades más completo y la posibilidad de subir de nivel para mejorar nuestras estadísticas.

 

La consecuencia de adoptar este sistema de progresión resulta meridianamente clara desde el minuto uno de juego. Y es que tanto las técnicas desbloqueables, como la posibilidad de mezclar y combinar los amuletos para adquirir cierta ventaja, hacen que podamos armar, nunca mejor dicho, un sistema adaptado al 100% a nuestra propia forma de jugar. Pudiendo fortalecer nuestros puntos fuertes y proteger los no tan fuertes. No obstante, conviene recordar que tanto los amuletos como las técnicas solo pueden ser equipadas en los diferentes árboles wakwak (puntos de guardado y recuperación de salud) repartidos por todo el mapa.

 

 

Un viejo nuevo diseño

Artísticamente hablando, Prince of Persia: The Lost Crown bebe de múltiples fuentes. Y es que la montaña de Qaf (Kafkuh o Cafcuh), una de las localizaciones más importantes de la aventura, se inspira en la mitología iraní y su costumbrismo más arraigado. Además, tanto Sargon como el resto de Inmortales se inspiran en leyendas reales. Por si fuera poco, el bestiario de personajes que se nos ha presentado resulta tan variado como bien adaptado a la temática existente en cada bioma. A su vez, las cinemáticas mezclan el motor del juego con imágenes estáticas realmente hermosas.

 

Por otro lado, los diferentes escenarios existentes ganan en profundidad y muestran, en segundo plano, multitud de elementos propios del arte, la cultura y la mitología persa. Y lo hacen mientras incorporan piezas de corte más novedoso con las que aportar un toque de frescura a una saga que ya se sentía algo encorsetada. En palabras del propio Jean-Christophe Alessandri, director de arte del juego:

 

… a los elementos tradicionales se han sumado multitud de referencias de la cultura moderna y urbana.

 

 

En términos sonoros, el juego cuenta con una BSO, a cargo del conocido compositor británico Gareth Coker (Ori, Immortals Fenyx Rising, etc.) repleta de poderosas composiciones que se adaptan a cada situación y momento de juego. Por si fuera poco, aunque el núcleo sonoro sigue recordándonos a la Antigua Persia, se han incorporado muchos elementos de corte más moderno, transversal y, hasta cierto punto, disruptivo con respecto a otras entregas. Para rematar, el doblaje al castellano es muy de agradecer en los tiempos que corren y afianza los altos valores de producción del juego. Presentándonos, por el camino, múltiples líneas de voz con las que evitar lecturas que puedan llevarnos a templar en exceso la aventura. Aunque, eso sí, dicho doblaje chirria en algún que otro personaje secundario.

 

El rendimiento es otra de las piezas clave en un juego tan dinámico y efervescente como el que aquí nos ocupa. Por fortuna, y más allá de unos tiempos de carga bastante bien medidos, el título se desempeña en todo momento a 60 FPS. Y ello es así tanto en formato portátil (modo en el que más hemos disfrutado) como con la consola acoplada al dock. Eso sí, el precio a pagar es más que palpable. Sobre todo al visualizar ciertas texturas de dudosa calidad o algún que otro personaje secundario que parece contar con menos carga poligonal que los personajes de Virtua Fighter. Sacrificios todos ellos que hacemos con gusto en pos de un apartado jugable que, como ya hemos comentado más arriba, es toda una delicia.

 

 

Prince of Persia: The Lost Crown – El NO príncipe está de vuelta

Prince of Persia: The Lost Crown se configura desde ya como una de las grandes sorpresas de 2024. Y es que quién esperara aquí una entrega menor dentro de la excelsa saga ideada por Jordan Mechner estaba muy equivocado. Es más, en palabras del propio Mechner nos encontramos ante…

 

…el título de Prince of Persia que llevo años esperando.

 

Un profundo sistema de combate, plataformas por doquier, un extenso mapeado con toneladas de contenido por desbloquear, un corazón 100% metroidvania o su delicioso apartado artístico. Todo aquí fluye, de forma paralela a las diferentes líneas temporales, en un delicioso combinado. Todo un cóctel de ingredientes amalgamados que encandilará tanto a los fans de la serie como a los nuevos jugadores ávidos de aventuras, combates y plataformas.

 

El viaje de un guerrero siempre está en progreso y cuando no hay nada al extremo de la espada… el guerrero se pregunta qué hay al extremo de su espada.

 

Hemos analizado Prince of Persia: The Lost Crown gracias a un código digital cedido por Ubisoft. Versión analizada: 1.0.2.

El viaje del guerrero continúa
¿Estás listo para dominar la espada, el espacio y el tiempo como nunca antes en esta nueva reinvención de la legendaria saga Prince of Persia? The Lost Crown devuelve el esplendor dorado a dicha saga añadiendo multitud de nuevos elementos y capas con las que actualizar una fórmula, ya de por sí notable, a los tiempos que corren.
PROS
Toda una sorpresa jugable y artística que pocos esperábamos
Su delicioso, y medido, apartado mecánico. Destacando un profundo sistema de combate y unas secciones plataformeras con aroma old school
Toneladas de contenido estructurado, y gestionado, de forma bastante inteligente. NO, no es un metroidvania del montón
Artísticamente entra por los ojos desde el minuto uno...
CONTRAS
... aunque los sacrificios para mantener los 60 FPS hacen que el bajón gráfico sea más que palpable en determinados momentos
Los puntos de guardado y viaje rápido deberían estar situados en la misma ubicación
No manejar al príncipe se hace extraño
88
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