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Shigeru Miyamoto pone la IA generativa como contraejemplo de la filosofía de Nintendo: «Buscamos lo que nos hace especial»»

La inteligencia artificial generativa es una de las grandes conversaciones del mundo tecnológico en los últimos años. Los distintos sistemas entrenados a través de datos, capaces de generar imágenes e incluso vídeos a través de unas directrices dadas (los llamados prompts) traen polémica para rato. Un asunto peliagudo por su elevado coste operativo, con el impacto medioambiental que eso supone, pero también por la cuestionable mecánica de funcionamiento, basada en entrenarse a través de material con derechos de autor, sin que el autor se lleve el correspondiente beneficio y, además, conduciendo a un futuro en el que dicho autor podría quedarse sin trabajo. Este tipo de IA ha sido un tema de conversación en una reciente comparecencia de uno de los iconos de Nintendo, Shigeru Miyamoto.

 

Miyamoto, en la misma línea que Nintendo respecto a la IA generativa

La cercana apertura del museo de Nintendo en Kyoto está llevando a Shigeru Miyamoto a su propia campaña promocional y a hablar con medios de todo el mundo. El más reciente es, ni más ni menos, el prestigioso diario norteamericano The New York Times, con el que el padre de Mario y Zelda ha tenido una conversación en la que la IA generativa, esa tegnología tan controvertida, ha tenido un pequeño hueco. La reflexión de Miyamoto se alinea con lo dicho por Shuntaro Furukawa el pasado mes de julio y puntualiza: Nintendo siempre busca construir su propio camino.

 

«Podría parecer que estamos yendo en dirección contraria por simplemente porque sí, pero en realidad estamos intentando encontrar lo que hace especial a Nintendo. Hay mucha charla sobre la IA, por ejemplo. Cuando esto pasa, todo el mundo empieza a ir en la misma dirección, pero ahí es donde Nintendo prefiere ir en una dirección diferente.»

 

En definitiva, los usuarios preocupados por la utilización de IA generativa en el futuro de Nintendo pueden estar tranquilos, al menos por el momento. Y tú, ¿qué opinas? ¿Crees que la gran N acabará sucumbiendo a la controvertida tecnología en el futuro, o seguirá haciendo su propio camino?

 

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