Planetiles

Análisis Planetiles – Nintendo Switch. Mundos hechos por piezas

Planetiles
Fecha de lanzamiento
30 septiembre, 2024
Número de jugadores
1
Idiomas
Español, inglés, francés, etc.
Tamaño de la descarga
246 MB
Nuestra puntuación
71

Es muy probable que muchos jugadores consideren que en el género de los puzles (en su definición más pura, esto es, llenar un lugar vacío colocando piezas que vayan encajando entre sí) está todo inventado. Pero la realidad es tozuda y no deja de darnos muestras de que, si pensamos eso, estamos equivocados. El videojuego independiente, tan amplio y versátil, nunca se cansa de reinventar géneros, de ofrecer nuevos enfoques y explorar mecánicas que ya conocemos de forma muy distinta a la que acostumbramos. Es el caso de Planetiles, un pequeño título que ha llegado a Nintendo Switch y que protagoniza nuestro análisis de hoy.

 

Desarrollado y distribuido por el pequeño estudio independiente polaco Mythic Owl, especializado en el género y autor de títulos como Hexologic, Planetiles nos lleva de viaje a otros planetas. Planetas vacíos, sin vida, en los que incluso el suelo que pisamos está aún por hacerse. Y justamente ésa es nuestra misión: ir colocando piezas, dando forma a la geografía de cada planeta, e intentando que quede el mejor número posible de huecos, y si conseguimos que no quede ninguno, mejor. Pero esto es sólo la premisa básica del título, uno que tiene mucho que contar a pesar de su aparente sencillez. ¿Nos acompañas?

 

 

Llenar un planeta ¿con 12 piezas?

El punto de partida en Planetiles es simple: contamos con una pequeña pieza de 1 casilla de tamaño, y otras 12 más, de las cuales sólo podemos ver dos al principio, y las cuales no podemos intercambiar entre sí libremente. Debemos colocar esas 12 piezas en el orden en el que nos van saliendo para ocupar todo el espacio disponible en el planeta. El tamaño de esas 12 piezas oscila entre las 2 y las 4 casillas, y aquí viene la principal cuestión que el jugador se hace a la hora de empezar: es totalmente imposible llenar el planeta entero con sólo una docena. ¿Cómo es posible entonces completar los mapas? La respuesta es la verdadera clave de este juego: las misiones.

 

Vayamos por partes (je). Contamos con 4 tipos de terreno: arena, campo, bosque y montaña. Cada mapa nos propone dos misiones relacionadas con este tipo de terreno (excepto montaña, que es el componente «estorbo»). Estas misiones, a su vez, son de tres tipos: Crear una zona con un número exacto de baldosas del mismo tipo, crear una zona que supere un tamaño indicado con baldosas del mismo tipo, o cerrar por completo una zona que alcance un número mínimo de baldosas del mismo tipo. En definitiva: crear y acotar zonas. Cada vez que completamos una misión, ésta se sustituye por otra, y se nos recompensa con piezas adicionales y puntos. Y es aquí donde la cosa se pone interesante: para llenar el planeta, hay que ponerse a cumplir misiones como un condenado. Y esta mecánica, aunque sencilla y aparentemente repetitiva, es un vicio.

 

 

Las ventajas de ser ordenado en Planetiles

Además de la mecánica de las misiones, contamos con un sistema de puntuación directamente relacionado con nuestra forma de organizar el terreno. Cada vez que colocamos una baldosa, ganamos 1 punto por cada una de sus casillas, pero si colocamos esas casillas al lado de una del mismo tipo dispuesta anteriormente, ganamos 5 puntos. La gran mayoría de los 10 niveles de los que se compone Planetiles tiene como objetivo principal llenar la cuadrícula todo lo posible, pero también hay objetivos adicionales (y algún otro principal) que consisten en alcanzar una puntuación determinada. Si eso no te motiva para acumular puntos a tutiplén, quizá lo haga el ránking mundial en el que te posicionas una vez logras completar el nivel.

 

Si las misiones o la puntuación no te parecen suficiente para motivarte a ser ordenado, todavía hay algo que necesitas saber. Organizando una cuadrícula de 3×3 con baldosas del mismo tipo, se abre la opción de construir una estructura que te otorga diversas bonificaciones. Bosque y montaña permiten obtener una pieza de tamaño 1 de lo más útil para completar huecos pequeños o misiones para las que sólo nos falta una casilla; la arena, renovar las misiones activas; y el campo, cambiar de piezas, por si las que tenemos no nos cuadran. Por último, está la estructura más especial de todas: el oasis. Un único árbol rodeado por 8 casillas de arena. Esta estructura nos permite desbloquear una pieza de tamaño 1 que, a diferencia de todas las demás, podemos colocar donde queramos, sin estar obligados a que esté adyacente a otra. No es sólo que esta estructura sea útil, es que hay niveles en los que es totalmente imprescindible.

 

Estructuras
Esas estructuras están deseando ser construidas

 

La naturaleza no siempre es amable… Pero vamos preparados

A medida que vamos ganando puntos, cada partida nos va ofreciendo ciertas mejoras y ciertos inconvenientes. Por cada 500 puntos, se nos da la posibilidad de elegir entre dos mejoras distintas para las estructuras que hemos ido construyendo, y que nos permiten aumentar sus prestaciones. Estas mejoras, no obstante, vienen en un pack indivisible que también trae un cataclismo al planeta. Puede ser una inundación, una ola de calor que convierta el campo en arena, un terremoto que haga surgir una cordillera, una lluvia de meteoritos… En definitiva, tenemos que elegir sabiamente para que nuestro proyecto de planeta no se vea excesivamente perjudicado por estos desastres naturales.

 

Por otra parte, Planetiles nos ofrece varias formas de prepararnos contra esto o de personalizar nuestra experiencia. Comenzamos con 1 tecnología activa, pero cuando subimos de nivel podemos preparar hasta 3, e incluso seleccionar entre varios tipos. Éstas varían entre comenzar la partida con piezas adicionales, seleccionar una estructura favorita para que nos bonifique más, protegernos contra ciertos cataclismos u obtener más puntuación por misiones o colocación de piezas, en detrimento de la contraria. Todas estas opciones dotan de una profundidad adicional a los desafíos, nos ayudan a personalizar nuestra forma de jugar y nos motivan a probar cada puzle desde distintas aproximaciones.

 

Planetiles

 

Peculiaridades de los mundos de Planetiles

Planetiles se compone de un total de 10 niveles distintos repartidos entre 4 planetas. Cada uno de estos planetas tiene sus peculiaridades y la dificultad va aumentando a medida que avanzamos. Mientras que el primer planeta ofrece mapas de forma bastante básica para que nos vayamos adaptando a las mecánicas, el segundo cuenta con recovecos e incluso zonas separadas entre sí (de aquí la importancia del Oasis), el tercero es un mapa longitudinal infinito y de geografía altamente irregular, y en el último de ellos, los volcanes se activan cada cierto número de turnos para destruir parte de lo que hemos creado. El reto va en aumento y tiene una curva de dificultad muy estimulante.

 

En total, completar estos diez niveles es algo que nos puede llevar entre dos y tres horas, en función de lo que tardemos en dominar todas las diversas mecánicas que hemos mencionado hasta el momento. Sin embargo, los objetivos adicionales de cada nivel promueven el completismo y aumentan la rejugabilidad, ya que en muchas ocasiones debemos intentar conseguir puntuaciones muy altas o completar el objetivo principal con una tecnología concreta activada, o bajo ciertas condiciones. En resumen, si te quieres pasar el juego y pasar a otra cosa, puedes hacerlo en apenas una tarde, pero si te apetece profundizar, completar todos los retos y convertirte en uno de los amos de los ranking mundiales de puntuación, tienes para rato.

 

Planetiles

 

 

Un ambiente que entra mejor por los oídos

En el aspecto artístico, Planetiles brilla mucho más en lo auditivo que en lo visual. Si bien su estilo gráfico no llega a ser feo, sí que tiene aspectos mejorables. Por ejemplo, el modo foto nos permite hacer capturas de nuestro planeta a vista de pájaro, saliendo de la vista cenital… Pero no es que estas capturas sean estampas memorables. Simplemente son geometrías poco definidas con colores intensos, pero que no son tan fascinantes como lo es, por ejemplo, la banda sonora. Compuesta de 5 pistas diferentes que se reproducen una tras otra a modo playlist, es un aderezo perfecto que contribuye a un ambiente relajante a la hora de jugar. Es una experiencia muy agradable jugar a este juego dejándose llevar por su música.

 

En el tema técnico y de diseño, no hay tampoco mucho que reprochar, pero sí hay un par de detalles que podrían enriquecer el resultado. La forma de las piezas, por ejemplo. No es que entre 2 y 4 baldosas haya mucho que añadir, pero una forma tan típica de estos puzles como la forma de T se echa mucho de menos con demasiada frecuencia, y la forma de L tampoco se aprovecha todo lo que podría: casi todo son cuadrados, palos largos y ‘L’s de 3 piezas. Una pieza más, tan solo una más, enriquecería mucho las posibilidades. En lo referente a la cámara, por otra parte, la vista cenital limita el acercamiento a los polos de los planetas, y hay algunos mapas en los que cuesta ver del todo bien las partes más cercanas a dichos polos, forzando mucho la perspectiva y haciendo incómodo el trabajo en esa zona. Son, sin embargo, problemas de relativa importancia que simplemente harían mejorable el todo.

 

 

Planetiles – Nintendo Switch. Da forma al mundo que tú quieras

Planetiles es un título muy profundo en su aparente simplicidad, mucho menos repetitivo de lo que puede parecer a simple vista. Capaz de mantenerte enganchado a sus desafíos y retos a través de múltiples mecánicas personalizables, es un juego que no te durará mucho, pero que merece la pena cada minuto. Si te gusta recibir un desafío tras otro mientras haces un puzle, encontrarás en él una experiencia de aproximación sencilla, pero con mucho empaque. Si no te estropean la experiencia los pequeños detalles que hemos mencionado en este análisis, lo disfrutarás y mucho.

 

Planetiles

Hemos analizado Planetiles gracias a un código digital proporcionado por Mythic Owl. Versión analizada: 1.3.

Planetiles
Ningún planeta sin llenar
Una premisa tan aparentemente simple como completar una cuadrícula con piezas de distinto tipo se acaba convirtiendo en toda una montaña rusa de pequeñas misiones, retos, mejoras y cataclismos que hacen de los mapas de Planetiles algo tremendamente disfrutable y revisitable.
PROS
Diversas mecánicas y retos que permiten aproximaciones muy variadas a la jugabilidad
Distintos mapas que ofrecen formas, tamaños y obstáculos variados
Una banda sonora que contribuye a la experiencia relajante
CONTRAS
Las formas de las piezas podrían ser algo más variadas
Estéticamente puede hacerse algo duro y los ángulos de cámara son algo mejorables
71