A estas alturas de partida casi todos me conocéis. Sí, NESxtalgia a parte, probablemente seáis conscientes del especial cariño que le tengo a mi todopoderosa, y otrora grandiosa, Nintendo Entertainment System (NES para los amigos). Y si hay un género que destacara en dicha plataforma ese fue el de la acción y las plataformas. Más aún si cabe si se encontraban aderezadas de un molón componente ninja. Hablar de la cultura Ninja de los 80 y 90 daría para más de un libro. Probablemente todos tengáis en mente la saga Shadow Warriors (Ninja Gaiden), ¿verdad? No obstante, hoy os venimos a hablar de otro título destacado dentro de su ámbito: Shadow of the Ninja (ahora Reborn).
Y es que pese a pasar bastante más desapercibido que su alter ego protagonizado por Ryu Hayabusa, el juego que aquí nos ocupa trajo a las NES europeas (Blue Shadow – Taito – 1991) una excelente propuesta repleta de deliciosas, y desafiantes, plataformas, toneladas de acción, habilidades únicas, varias armas, 5 espectaculares niveles y… ¡cooperativo local para dos jugadores! ¿A qué viene semejante rollo? Sencillo. 33 años después, Tengo Project nos trae una vistosa re-edición del mítico juego re-hecha desde cero. Prometiéndonos por el camino un más y mejor, en toda regla, respetuoso al 100% con la obra original de Shunichi Taniguchi y compañía. ¿Con ganas de desatar vuestra ira ninja? Dentro análisis de Shadow of the Ninja Reborn para Nintendo Switch.
Un clásico con regusto moderno
Al igual que ocurría en el original, Shadow of the Ninja Reborn nos traslada a un desolador futuro distópico. Corre el año 2029 y el mundo anda sumido en el tiránico caos instaurado por el imperio de Garuda. Por fortuna, la aventura nos lleva a controlar a Hayate (os suena a Naruto, ¿verdad?) y a Kaede. Dos ninjas pertenecientes al clan Ryuha Shippu cuyo objetivo no es otro que infiltrarse en dicha organización y destruir desde dentro su reinado de terror. A partir de aquí de nosotros depende escoger uno u otro personaje. Aunque ya os avisamos que los cambios son meramente estéticos. Y es que jugablemente hablando no existe diferencia entre ambos personajes. Sí, al igual que en el original.
Jugablemente hablando la obra de Tengo destila amor y respeto por la propuesta original. Presentándonos una aventuras de y acción y plataformas pixel art en 2D y scroll lateral con un sistema de control tan preciso como exigente con el jugador. Nuestro personaje cuenta con un dash, puede saltar, agarrarse a paredes y superficies, atacar (en suelo y aire) y realizar devastadores movimientos especiales.
Pero es que la cosa no se queda ni mucho menos ahí. Y es que contamos con un menú que nos permite recoger y equiparnos diferentes armas secundarias, power-ups e items de vida con tan solo pulsar un botón durante la partida. Cuesta hacerse al sistema (al principio nos tocaba morir antes de conseguir la acción deseada). No obstante, una vez nos hemos hecho al sistema de control las partidas se han vuelto mucho más dinámicas. Os recomendamos ojear su manual de juego digital para asimilarlo todo de una forma más gráfica. Para finalizar, la aventura cuenta con instantes en los que realizar movimientos especiales tales como planear. Algo que aporta variedad a su apartado mecánico.
Tan desafiante como inteligentemente diseñado
Shadow of the Ninja Reborn nos presenta 5 niveles (+ uno totalmente inédito) divididos en zonas, y subzonas con espectaculares jefes, que nos han puesto a prueba de principio a fin. Todo un reto repleto de secretos y desafiantes plataformas que, sin ser demasiado complejas, se encuentran inteligentemente conectadas. Mención especial a los enfrentamientos con los espectaculares jefes. Batallas que requieren toda nuestra pericia. Amén de memorizar sus diferentes patrones de combate. Para más inri, contamos con un amplio surtido de enemigos (ampliado con respecto a la aventura original) y cada uno cuenta con sus propios patrones de combate. Efectivamente, os recomendamos no subestimar a ninguno de ellos.
En relación a la dificultad, el título original nos presentaba una propuesta algo más accesible en las primeras etapas de juego. Complicándose hasta el infinito en los tramos más avanzados. Y sí, como os podéis imaginar, aquí ocurre lo mismo. Para rematar, solo disponemos (más allá de los items de energía) de una vida compuesta por una barra que va descendiendo conforme recibimos daño. Afortunadamente, cada nivel se divide en subfases y ese «sub» cobra especial significado. ¿El motivo? Dichos puntos ejercen las veces de puntos de guardado tras cada muerte. Algo que aporta un plus de amigabilidad para con el jugador. ¿Veterano, purista? Sin problema. Siempre puedes reiniciar la partida tras cada muerte. Para finalizar, contamos con una tienda que nos permite canjear la experiencia ganada durante la partida por armas y equipamiento.
Shadow of the Ninja Reborn es una propuesta tan intensa y divertida como corta. Y es que, como suele decirse, las mejores esencias se guardan en frascos pequeños. ¿Qué quiere decir esto? Podéis completarla en 2 o 3 horas. No obstante, pese a su escasa duración, no se siente injusta con el jugador. Todo lo contrario. La sensación tras completarla es, como diría cierto emérito, de orgullo y satisfacción. Contando con varios niveles de dificultad para ajustar la partida a todo tipo de jugadores, un modo contrarreloj y ranking online. Algo que resulta de agradecer de cara a re-forzar su re-jugabilidad. El rendimiento es casi perfecto y los tiempos de carga comedidos. Nada que afecte negativamente a la experiencia jugable ni en formato portátil ni enganchados al dock y la televisión.
Abanderando el cooperativo local
Alcanzamos uno de los puntos álgidos de Shadow of the Ninja Reborn. Y es que si por algo logró destacar Blue Shadow fue por la posibilidad de disfrutar de un delicioso, desafíante y caótico multijugador local para dos jugadores. Algo no muy habitual por aquel entonces en mi querida, e incombustible, NES. Afortunadamente dicha seña de identidad ha sido replicada a la perfección en este «Reborn». No en vano, formar equipo con un amigo o familiar y lanzarnos a la aventura resulta tan divertido y desafiante como antaño.
Si es cierto, y algún pero tendría que haber, que se echa en falta dar un pasito más en este aspecto. Dotando, por el camino, de movimientos propios y específicos a cada personaje. Y es que, como ya hemos comentado, más allá del aspecto sus mecánicas de juego vienen a ser clónicas. A pesar de todo, la posibilidad de compartir partida con otro jugador logra alargar una experiencia tan fugaz como frenética y divertida.
Puro arte pixelado con sabor retro
Sin ningún atisbo de duda, hemos alcanzado otro de los puntales estructurales de Shadow of the Ninja Reborn: su apartado artístico. En primer lugar, se ha optado por un colorido pixel art respetuoso con la obra original, pero también rompedor y acorde con los tiempos que corren. Algo que logra transmitir una sensación constante, y hablo en nombre de alguien que conocía el título original, de nostalgia y sorpresa. Los diseños de personajes y enemigos han respetado el tamaño XXL de los modelos originales (8 bits), aportando mayor grado de detalle y multitud de vistosas animaciones. Los efectos, rayos, luces y explosiones incluidas, terminan de poner la guinda a un apartado gráfico que entra por los ojos.
Pero es que el sonido no se queda atrás. En primer lugar, los responsables del juego han contado con la participación del mismísimo Inu Mizutani. Compositor del juego original de Natsume y responsable de la BSO de multitud de títulos de NES. Y sí, ello nos garantiza potentes riffs de guitarra, frenéticas melodías de corte retro, sintetizadores y toneladas de adrenalina sonora.
Shadow of the Ninja Reborn – Homenajeando a los clásicos
Shadow of the Ninja Reborn se presenta ante nosotros como todo un homenaje al arcade original. Una puesta a punto del clásico de culto que incorpora multitud de mejoras jugables, varios modos de juego, una tienda y Modo Contrarreloj. Logrando, por el camino, respetar la esencia jugable de semejante clásico plataformero. Esencia que, por otro lado, captura a la perfección la edición en formato físico distribuida por Meridiem Games en nuestro país.
Por si fuera poco, el juego cuenta con un espectacular lavado de cara. Destacando un acertado y vistoso uso del pixel art, un enérgico apartado sonoro y un multijugador local para dos jugadores tan divertido como respetuoso con la obra original. Es cierto que se echa en falta algo más de contenido y un retoque en la curva de dificultad (idéntica a la del juego de los 90). No obstante, nos encontramos ante una propuesta realmente cuidada en lo jugable y en lo artístico. Toda una oda a la acción y a las plataformas de corte clásico que encantará a los amantes del género.
Hemos analizado Shadow of the Ninja Reborn gracias a un código digital cedido por Meridiem Games. Versión analizada: 1.0.1
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