Quizá no es un género tan popular dentro del catálogo de Nintendo Switch, pero los juegos de cartas siguen dando de qué hablar. Ya sea por puro afán de coleccionismo o simplemente para retar a nuestros rivales y a nosotros mismos, no hay nada como reunir tantas cartas como sea posible para crear un mazo con el que ganar todas las partidas. Uno de los más recientes estrenos en Nintendo Switch dentro de este género ha sido Faeria. Revelado originalmente en una presentación Indie World a comienzos de año, este título desarrollado por Abrakam Entertainment y distribuido por Versus Evil le dio la vuelta al género en más de un sentido cuando salió en PC en 2016. Unos años más tarde y tras diversos cambios, por fin llega a Nintendo Switch.
Durante las últimas semanas hemos estado probando Faeria, y ha llegado el momento de que os demos nuestro veredicto. Por el momento, os podemos asegurar que a los fans de los juegos de cartas les puede interesar.
Domina las cartas… y el tablero
En principio, las bases de Faeria son muy parecidas a las de cualquier otro juego de cartas actual: robamos cartas cada turno y tenemos unos puntos de “faeria” que nos permiten jugar las cartas. Lo que hace que este título sea diferente, es que añade un nivel estratégico como no se ve en otros juegos. En lugar de simplemente colocar las cartas en una mesa, disponemos de un tablero dividido en paneles hexagonales sobre los que debemos construir “tierras” para poder invocar a nuestras criaturas y que estas se puedan desplazar hasta el avatar de nuestro rival para atacarle. Esto ya no solo plantea cómo jugar nuestras cartas, sino también nuestras tierras. A medida que nuestro territorio se amplia, el rival tiene menos opciones y viceversa. Y si creamos tierras cerca del “dios” (avatar) del rival, resulta más fácil acercarnos a él. Por si no fuera poco, existen cuatro colores de cartas (aparte de blanco) asociados a montaña, bosque, lago y desierto. Las cartas de color nos exigen tener en el tablero un cierto número de estas tierras para poder jugarlas (y en el caso de monstruos, solo se pueden jugar en esas tierras).
Por otro lado, en el mapa también encontramos pozos de faeria. Como en cada turno solo obtenemos tres puntos extra, estos pozos nos permiten obtener puntos adicionales para poder jugar más cartas si una criatura nuestra se encuentra justo al lado. Ello también supone que son puntos de conquista necesarios, ya que perderlos te impide responder a los ataques de tu adversario. Todos estos elementos son solo una parte de lo que supone jugar a Faeria, ya que también cuenta con las reglas “habituales” de los juegos de cartas, como que haya cartas de criaturas y de acciones, o que las criaturas tengan todo tipo de habilidades como Taunt (obliga a una criatura adyacente a atacarle), Jump (salta una casilla y puede saltar sobre otras criaturas) o Deathtouch (elimina a la criatura rival sin importar la vida), entre otras. La combinación de estos dos géneros hace que este título ofrezca una experiencia refrescante y divertida dentro del género.
Descubriendo el mundo
Una vez dominamos las reglas básicas, tenemos a nuestra disposición diversas formas de jugar a Faeria, según si deseamos hacerlo solo o con otros jugadores. En el modo Adventure disponemos de diferentes opciones: el modo Missions, que ofrece “paquetes” combinados de combates contra la IA y puzles; Oversky, que viene a ser un modo historia simple, pero que ofrece la posibilidad de jugar en cooperativo con la IA (es decir, tú y la IA os enfrentáis a otro rival); World Bosses, donde hacemos frente a enemigos más poderosos; y Dragon’s Lair, un modo con misiones diarias que se puede jugar solo o en cooperativo. Estos modos no están disponibles desde el principio, sino que será necesario ir subiendo de nivel para desbloquearlos.
Fuera del modo Adventure, que viene a ser el lugar principal para poder jugar solo, disponemos del tradicional modo Battle para jugar con otras personas a través de Internet (ya sea en modo Casual o en Clasificatorio). El modo Pandora es similar al Battle, pero con un giro: no usamos nuestros mazos ya diseñados, sino que nos ofrecen cartas aleatorias con las que jugar en ese momento y según las victorias que logremos, conseguimos recompensas. Además, incluye una mecánica adicional con el que usar cartas Pandora (más poderosas que las normales). Por último, el modo Puzzles nos propone “mini misiones” en las que se nos da una situación y cartas concretas y tenemos que hacer todo lo posible para ganar en un único turno.
Coleccionar cartas NO es imposible
El mayor dilema en todo juego de cartas es: ¿es posible obtener todas las cartas? En otros juegos, muchas veces necesitas gastar dinero y tener suerte para que no te salgan cartas repetidas o que consigas esa tan esquiva. Dado que Faeria es un juego de pago único (los DLC de pago añaden más cartas y mecánicas de juego al juego base), ofrece un sistema diferente que anima al jugador a seguir jugando, pero sin exprimirle.
Faeria cuenta con unos cofres que ofrecen cartas aleatorias. Hasta aquí como todos. Las dos diferencias están en que, por un lado, no tienes que comprar esos cofres, ya que los consigues de forma automática completando misiones diarias o subiendo de nivel. Además, jugando a los otros modos también se consiguen cartas adicionales. Y por si no fuera poco, también te ofrecen crear cartas que no tengas (con un límite diario de 6 cartas y las cartas disponibles varían según tu nivel). Por otro lado, el juego garantiza que, una vez has conseguido el número máximo de copias de una carta (generalmente 3), esa carta no volverá a aparecer en un cofre. Este sistema garantiza que, con el tiempo y simplemente jugando, acabes reuniendo todas las cartas. Donde sí hay que trabajar un poco más es en las opciones estéticas: para conseguir nuevos avatares, reversos de cartas o diseños de fuentes, sí es necesario gastar minerales para comprar packs de personaje o elementos concretos.
A pesar de todas sus bondades, incluyendo un estilo artístico precioso y con unos diseños interesantes (aunque en modo portátil las cartas se pueden ver un poco pequeñas) y una banda sonora relajante, Faeria no logra esquivar ciertos aspectos negativos. Por un lado, es requisito obligatorio estar conectado a Internet para jugar, incluso si queremos jugar solos. Tratándose de un juego que se podría disfrutar perfectamente en cualquier lugar (y que lo permite de forma fácil gracias a los controles de la pantalla táctil), es una pena no disponer de esa opción. El otro problema es que solo está disponible en inglés: no supone un mayor contratiempo, dado que los “requisitos” para poder jugar consisten en entender qué hace cada carta, y posiblemente tras usarla unas cuantas veces sea fácil entender su funcionamiento, pero sin duda supone un muro que los nuevos jugadores tendrán que superar para introducirse en este juego.
Faeria – Las cartas que te llevan a la victoria
Faeria se presenta como una opción interesante dentro del género de juegos de cartas. Con un sistema que convierte cada partida en una lucha estratégica con cientos de posibilidades, y una gran variedad de modos de juego para que cada partida sea única, Faeria se acaba ganando un hueco en el corazón de los fans de las cartas. Si bien el juego está solo en inglés y necesitas estar siempre conectado a Internet, eso no entorpece la agradable experiencia que hemos tenido con este juego.
Hemos analizado Faeria gracias a un código digital cedido por Plan of Attack. Versión analizada: 1.0.1
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