En el mundo de los videojuegos tenemos toda clase de historias y, por desgracia, algunas de ellas parecen haberse quedado en el pasado, ya sea porque el estudio responsable de ellas ha desparecido o porque, simple y llanamente, se ha decidido no continuarlas. En el caso de Drawn to Life, la historia de los Raposa llegó a su fin después de dos títulos en Nintendo DS (3 si contamos un título intermedio que se lanzó para Nintendo Wii), pero ahora, de la mano de 505 Games y de Digital Continue (y de los responsables de los dos juegos anteriores de DS) tenemos la oportunidad de acompañarlos una vez más en una entrega de Nintendo Switch, PC y dispositivos móviles que nos lleva (10 años después) a explorar el mundo de estos simpáticos seres, pero también el mundo de los humanos.
Pinceladas de lo que era la saga, por aquí y por allá
Desgraciadamente para aquellos que quieran mantener los spoilers al mínimo, para conocer el punto del que parte esta nueva entrega tenemos que contar algunos (y bastante gordos) de los juegos de DS, pero en el texto vamos a mantener al mínimo los relacionados con esta nueva entrega. Así, después de que en The Next Chapter observáramos cómo todos y cada uno de los Raposa morían debido a que su mundo no era más que una creación de la mente de Mike, un personaje que tomó bastante protagonismo y del que más tarde se nos revelaba el dato de que había sufrido un tremendo accidente de coche y estaba en coma, ahora en Drawn to Life: Two Realms observamos que ese accidente lo único que hizo fue que este personaje humano se trasportara, sin saber cómo, al mundo de las simpáticas criaturas, como si de Narnia se tratase. Por lo tanto, ya vemos que existe una reescritura de este giro de guion que tanto impactó a los jugadores (de hecho, llegó incluso a censurarse en la versión recopilatoria de DS por uno más suave en el que el accidente de Mike era al caer de un árbol cuando se encontraba cazando mariposas con su hermana), pero no nos importa si con él podemos acompañar una vez más a estos personajes que para nada se merecían ese final tan desolador.
Así, el nuevo juego que nosotros hemos podido jugar en Nintendo Switch, parte unos años después de que Mike despertara de nuevo en su mundo, y precisamente en él se explora todo lo que ocurrió después del accidente, pero también las causas de lo mismo. Sin embargo, algo que notamos desde el primer momento es que los personajes no están trabajados como en las entregas anteriores, a excepción del propio Mike y de una amiga suya, que se convierte en un pilar fundamental de la trama. Si bien en el primer juego observábamos cómo Mari luchaba contra la desesperación de saber que su mundo estaba destruyéndose a causa de que Wilfre había arrancado las páginas del Libro de la Vida o en el segundo juego cómo la nueva alcaldesa intentaba estar a la altura del legado de su difunto padre al mismo tiempo que trataba de lidiar con un gran conflicto interior que le llevaría a decidir entre el bien común o entre lo que era lo correcto, aquí estos personajes aparecen de manera mucho más plana, proponiéndosenos situaciones mucho más de la vida cotidiana, a excepción de las relacionadas con Aldark, el nuevo villano que llega para tratar de dar un giro a lo que ya se había establecido en la saga (aunque, personalmente, tengo que decir que no he sentido que le haga justicia al gran Wilfre). Además, el juego presenta más interrogantes que respuestas, porque, aunque se nos expliquen algunas situaciones (como el famoso accidente de coche), otras quedan muy en el aire, suponemos que para realizar una futura secuela en caso de que Two Realms logre calar entre el público.
Jugabilidad mixta, entre luces y sombras
A diferencia de las entregas anteriores, ahora en Drawn to Life: Two Realms nos enfrentamos a pantallas de plataformas mucho más cortas, es decir, a desafíos, por lo que aquí se ha cambiado esa jugabilidad de exploración por una serie de puzles. ¿Significa esto que se trata de un mal juego? Todo lo contrario, ya que este gran cambio que se ha introducido se ha hecho de la mejor manera posible. Al inicio del juego Mari nos da acceso al Libro de la Imaginación, un nuevo escrito que esta vez nos permite introducirnos en la mente de los diferentes personajes que forman parte de los dos mundos y, si logramos superar las cadenas de desafíos, podemos cambiar su comportamiento, ya que Aldark y sus sombras están haciendo que muchos de ellos se comporten de manera muy extraña.
En las cadenas de desafíos se nos proponen varios objetivos, que pueden ir desde atravesar las cortas pantallas hasta derrotar a todos los enemigos, pasando por hacer que algunos personajes lleguen hasta algunas zonas concretas. Sin embargo, en donde principalmente destaca esta nueva jugabilidad es precisamente en los desafíos en los que tenemos que colocar algunos juguetes en la pantalla para así crear nuestro propio camino que nos lleve hasta la puerta. Por ello decimos que esta jugabilidad es de lo mejor que tiene el juego, porque, aunque esté planteada para hacerlo algo más casual (no debemos olvidar que ha salido también en móviles, en donde no suelen hacerse sesiones de juego tan extensas), lo cierto es que supone un soplo de aire fresco para la saga. Además, también encontramos una muy buena interacción con los diferentes elementos que existen en el mapa de estas pantallas de plataformas, viendo cómo los enemigos pueden atacarse entre ellos, seleccionar interruptores, subirse los unos encima de los otros y, en definitiva, aprovechar todos los elementos que en la mayoría de las ocasiones están reservados simple y llanamente al personaje de los jugadores. Eso sí, hay que mencionar que esta vez no hay ningún jefe al que enfrentarnos.
Sin embargo, no todo es positivo, porque los principales elementos que caracterizaban a estos juegos han desaparecido o se han convertido en algo totalmente anecdótico. La posibilidad de crear a nuestro personaje o de diseñar algunos elementos del mundo siguen ahí, pero, para comenzar, en la versión de Nintendo Switch y en la de PC no contamos con soporte de pantalla táctil (ni siquiera en el modo portátil de la híbrida), por lo que nos vemos obligados a dibujar con el mando y, puesto que esto no es lo más cómodo del mundo, acabamos yendo a la solución fácil, la de usar plantillas y sellos (y menos mal que se han incluido). Igualmente, también vemos como este elemento principal de integrar nuestras creaciones en los niveles y en los mapas que visitamos es totalmente opcional, porque en los desafíos no se nos da la opción de dibujar nada, cuando perfectamente podría haberse dado la oportunidad de dibujar los juguetes y de incluir los diseños prefijados en calidad de plantillas. Lo mismo sucede en las dos ciudades que visitamos, pues los elementos que dibujamos son totalmente opcionales, si queremos, porque no están integrados tampoco en la historia, como sí ocurría en el resto de los títulos de la saga.
Un mundo muy “wapo” que nos atrapa desde el primer momento
Si pasamos a un plano más técnico del análisis, solo podemos hacer otra cosa que elogiar el estilo artístico del juego. Esta vez se ha optado por una vista isométrica para el pueblo de los Raposa y para la nueva ciudad en la que vive Mike, y no podía haber sido una decisión más acertada, ya que nos permite tener un nuevo punto de vista de estos entornos. Además, en los desafíos, se ha elegido un estilo cartoon, como si de un libro de pegatinas se tratase, emulando así esos libros que, de seguro, todos hemos tenido en nuestra infancia. Y entre todo esto también se alterna alguna que otra escena de dibujos, como en la que se nos pone en situación con los eventos ocurridos antes del inicio de esta nueva entrega.
En lo que respecta a la banda sonora, encontramos nuevas versiones de algunos temas mucho más conocidos, lo cual se agradece, aunque en esta ocasión se ha empleado música de corte más electrónico. Eso sí, también hay nuevas pistas, ampliando así todo lo que ya habíamos escuchado.
No obstante, el peor punto de esta entrega es su rendimiento, pues cuenta con varios bugs que empañan enormemente lo que podría ofrecer. En varias ocasiones hemos tenido que reiniciar el juego al no salir de las pantallas de carga y, de hecho, también hemos podido comprobar cómo los eventos seguían sucediendo en segundo plano, aunque no desapareciera precisamente esa imagen de carga. También hemos experimentado errores en la pantalla de dibujo, en donde en ocasiones los colores no llegaban a marcarse en el lienzo.
Igualmente, el juego está disponible en español, pero la traducción no es del todo correcta con lo que respecta a los nombres de los personajes. Si bien los diálogos están bien conseguidos y suenan del todo naturales, no vamos a negar que ver escrito “Heather” en vez de “Brezo” o “CrazyBarks” en vez de “Ladridos” (por poner un par de ejemplos) nos ha sacado totalmente del juego, como jugadores de los juegos anteriores. Puede que esto no importe a los nuevos jugadores que se introducen en la historia de los Raposa, pero ciertamente es algo negativo que no se hayan respetado las traducciones prefijadas.
Drawn to Life: Two Realms – Mucho “To life”, poco “Drawn”
Drawn to Life: Two Realms ha traído del olvido una saga muy especial en la que los jugadores podían dejar volar su imaginación, y lo ha hecho adaptándola a pleno 2020. Si bien la parte de plataformas sobresale por encima de otras, presentándonos una jugabilidad que puede sorprendernos en ocasiones por las mecánicas ingeniosas que debemos emplear, el resto de los elementos característicos de la saga aparecen aquí relegados a un segundo (o incluso tercer) plano. Nos encontramos con una historia mucho más sencilla que en los anteriores, la cual sirve sobre todo para sentar las bases de una futura secuela, pero también vemos cómo los elementos de dibujar, aquellos que nos permitían precisamente dar rienda suelta a nuestras creaciones, se han introducido de forma muy anecdótica y sin integrarse del todo en la jugabilidad. Por lo tanto, teniendo en cuenta el precio por el que ha salido a la venta y haciéndonos una idea del presupuesto con el que contaría el estudio para traer esta nueva entrega, solo podemos decir que, si lo que queremos es un juego bastante casual, esta puede ser una de las mejores opciones, pero, si lo que esperamos es una secuela que esté a la altura de los títulos anteriores, puede que no acabemos del todo agradados, por mucho que esta nueva jugabilidad basada en retos más cortos suponga una reinvención muy acertada.
Hemos analizado “Drawn to Life: Two Realms” gracias a un código digital cedido por 505 Games. Versión analizada: 1.0
Debe estar conectado para enviar un comentario.