El mercado del ecchi, tanto en anime como en videojuegos, es algo que lleva existiendo durante décadas en Japón pero que en los últimos años parece que se está haciendo más y más hueco en el mercado Occidental con juegos como Senran Kagura, Hyperdimensonal Neptunia o Dead or Alive ( y en especial los spin-off Xtreme). En medio de todo este nuevo nacimiento en Occidente de los juegos nació también una compañía Inti Creates que no tardó en subirse al carro de los juegos de enseñar cacho hasta llegar a Nintendo Switch con Gal*Gun 2 .
Bragángeles y demonios
¿Quién no ha deseado alguna vez en su adolescencia ser la persona más popular del instituto y que absolutamente cualquier persona del sexo que nos interese viniese corriendo hacia nosotros para declarar su amor incondicional? Sin embargo, es un deseo que, si dejamos las hormonas de la edad a un lado, se convierte un poco en una pesadilla. ¡Ni siquiera podrías ir al baño sin ser atacado!
Ese particular «infierno» es en el que se ve envuelto el protagonista de Gal*Gun 2 tras encontrarse lo que parecen ser unas gafas de realidad virtual con un controlador en forma de pistola y descubrir, a las malas, que lo que el pensaba que era el último hit en videojuegos, en realidad le permite ver a los demonios que pueblan la tierra y el arma es la versión más actualizada del mítico arco y flechas de Cupido, diseñados para acabar con los demonios que poseen a las personas. Pero, por desgracia ,estos artilugios tienen el efecto secundario de volver a su poseedor el objeto de deseo de todas las chicas de su alrededor. De esta manera, sin comerlo ni beberlo, el protagonista tiene que ayudar a la ángel Risu a acabar con la amenaza que ha desatado por el instituto Kurona, una demonio la mar de bromista. Comienza la particular lucha del protagonista, Risu, su vecina hikikomori Chihiru y su amiga de la infancia Nanako para salvar el mundo de las trastadas de los demonios.
Si los párrafos anteriores parecen la sinopsis de cualquier harem manga con toques de erotismo y una historia simple, sencilla, sin ninguna pretensión más que entretener y enseñar pantyflashes, es porque Gal*Gun 2 no deja de ser precisamente eso. Durante los 20 días disponibles para cazar demonios debemos de compaginar el avanzar en la historia con misiones secundarios, optativas y conocer a cada una de las chicas principales del título.
A nivel jugable el título es un shooter on-rail donde podemos usar el control por movimiento de los Joy-Cons o el stick de control para apuntar a las chicas que vienen corriendo a declarar su amor a base de golpes o manifestando sus sentimientos a gritos a lo largo de todo el instituto. Y tanto ellas como las mini Kuronas estarán ahí en cualquiera de las misiones de capturar demonios, proteger a un grupo de chicas o encontrar objetos perdidos mientras intentamos evadir a las chicas. En función de la puntuación total que obtengamos a lo largo de los 20 días y de las misiones secundarias de cada una de las chicas que hayamos realizado obtendremos alguno de los nueve finales con los que cuenta el juego y que en ningún momento se especifican como conseguirlos, teniendo que descubrir la manera a base de investigar, al igual que como mejorar tanto las gafas como la pistola de feromonas con la que disparamos a nuestras compañeras. Además al llegar a ciertas cuotas de puntuación recibiremos paquetes en nuestra casa con distintos objetos con los que decorarla, guardando alguno de ellos más de un guiño a otros juegos de la compañía.
En realidad existe otro tipo de misión, uno bastante vergonzoso y aterrador a la que te paras a pensarlo fríamente que consiste en estar a solas con las chicas de las misiones en cuestión para ojearlas mientras ponen poses para nosotros y compramos su afecto a base de chocolate y dulces hasta que nos ganamos su amistad y entra en juego una de las mecánicas principales de la saga y de las más polémicas: el modo Doki Doki. Como su nombre indica («Doki Doki» es la onomatopeya japonesa para los latidos del corazón) en este modo toca intimar con las chicas a base de disparar en unas zonas concretas para «librarlas de los demonios y que vuelvan a ser puras» y si se hace de cierta manera hacer desaparecer la ropa de las chicas hasta acabar este modo. Afortunadamente estas misiones están contadas con los dedos de una mano con múltiples amputaciones dactilares durante la historia y solo son necesarias si decidimos hacer las misiones secundarias. Sea como sea es cierto que el juego trata a veces a las mujeres de una forma que solamente puede parecer normal en Japón, lo cuál tiene aún más delito si recordamos que estas chicas son menores de edad. Japón te queremos, pero háztelo mirar que estamos en 2018.
Algo que sorprende de Gal*Gun 2 es lo fluido que va en cuanto a cómo se sienten los personajes. Todo se mueve bien y tienes constantemente la sensación de que los personajes son muy blanditos (a tope con los términos científicos), aunque es cierto que se agradecería más variedad de animaciones en las chicas que nos atacan que a veces se repiten bastante con sus patrones de aproximación y ataque. Otra cosa que también se repite bastante pero que al poco que te despistes se te mete en la cabeza todo el día son las melodías del juego. ¡Ah! Un último comentario, como suele ser habitual en este tipo de productos, está localizado únicamente al inglés con doblaje en japones.
Gal*Gun 2 – Donde reina hormona no manda neurona
Gal*Gun 2 es un título con un público muy especifico, el mismo que el de los animes con temática similares. Un público que no se parará a pensar si lo que le esta mostrando el juego está bien o mal. Lo importante a la hora de jugar a este título es hacerlo con la misma mentalidad con la que se aborda este tipo de animes: si los toleras y te gustan los shooter on-rail, adelante. Si, por el contrario, te dan toda la tirria del mundo, probablemente ni hayas abierto este análisis.
Pero, recordad: ni se os ocurra forzar situaciones o replicar nada de lo que veáis en este juego.
Hemos analizado Gal*Gun 2 para Nintendo Switch gracias a un código de descarga proporcionado por Pqube y Meridiem Games.
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