Outlast 2

Análisis – Outlast 2 (Nintendo Switch). Otra dosis de puro terror en primera plana

Aprovechando el inminente auge de los juegos de terror en Nintendo Switch, Outlast vuelve a hacernos presenciar todo tipo de atrocidades a través de una cámara de vídeo, sin ninguna herramienta más a nuestra disposición que un par de pilas, un modo con visión noctura y el valor que queramos echarle. Quienes vivieron la primera obra de Red Barrels, saben que no hablamos de un juego apto para cardíacos; la saga hace honor a los horror survival que requieren un nivel alto de agallas y un corazón a prueba de infartos. Si ya superaste el primer pasaje por los insanos pasillos del manicomio Mount Massive en Outlast Bundle of Terror, prepárate para sufrir una experiencia aún más violenta y frenética en un remoto pueblo habitado por fanáticos religiosos dementes; y si eres de empezar por segundas partes, que Dios te ayude a sobrevivir en Outlast 2.

 

Advertencia: este videojuego está clasificado como PEGI 18, por lo que los menores de edad no deben estar leyendo este análisis. Las personas más sensibles podrían quedar afectadas por algunas escenas violentas. 

 

Aquí todos estamos locos

Si creíamos que la gente del estudio Red Barrels no podía crear un ambiente más demencial del que diseñaron en el primer Outlast, no pudimos estar más equivocados. Esta vez los enemigos no son pacientes dementes de un psiquiátrico, no están maniatados, no están encerrados: son libres y manejan todo tipo de armas afiladas. Tenemos que volver a buscar todo tipo de escondites y pasadizos que nos mantengan unos segundos a salvo de estos perturbados acosadores, que iniciarán una caza de brujas mucho más violenta y exhaustiva que en la primera entrega. En esta ocasión los enemigos rompen paredes, te persiguen arrastrándose por cualquier recoveco, usan armas a distancia y son más numerosos.

 

Puede que la ambitenación no resulte tan sobrecogedora como aparenta un manicomio totalmente lúgubre, pero nada más lejos de la realidad, la sensación de peligro se hace muy notoria cuando cruzamos la entrada del pueblo. Esta vez no contamos con la delicadeza de un tutorial que sugiera donde esconderse, o por dónde ir cuando haya que salir por patas. Desde el primer momento en el que el enemigo nos encuentra, el único apoyo es nuestra propia intuición. Que no os tiemblen las piernas, que las necesitaréis para correr.

 

Outlast 2

 

 

Sal de la taquilla y enfréntate a tus miedos

Es muy probable que quienes jugasen a Resident Evil 4 vuelvan a recordar perfectamente cómo son recibidos los forasteros en este tipo de lugares. La diferencia es que en Outlast no cuentas con una Winchester con la que volarle la cabeza al primer pueblerino que te toque la moral; ni un triste cuchillo llevas encima (y mira que pasas por cobertizos y casas con cocina). En esta nueva entrega nos enfrentamos a situaciones límite con mucha mas frecuencia, en las que sólo podemos correr mientras somos acosados, sin saber nunca con exactitud hacia dónde nos dirigimos. Y esta vez la fatiga es un elemento a tener en cuenta. Sólo la supervivencia guía nuestros pasos por el pueblo. Pero esta zona rural no es el único escenario que tenemos que recorrer.

 

Paralelamente a la campestre pesadilla que vivimos entre cabañas y granjas, en ciertos puntos de la trama somos transportados a otro escenario totalmente distinto: los pasillos de un colegio católico. Esta es una de las mayores incógnitas de Outlast 2, que además revive bastante bien la angustia que sufrimos en su precuela, al tener que volver a movernos por largos corredores envueltos en completa penumbra, huyendo de lo que sea que aparezca y rezando porque la puerta del final del pasillo sea la correcta. Un lugar que juega contigo, despertando todo tipo de preguntas y avivando la tensión con no pocos screamers.

 

 

 

Un miedo que afecta a tus sentidos

Hablar sobre los gráficos de Outlast 2 resulta una tarea tediosa, dado que es complicado comprobar si existe mejoría al tener unos escenarios tan apagados; aunque cabe resaltar que su calidad gráfica consigue matener un alto grado de realismo. Sin bajones de fps e incluyendo zonas con niebla en algunas partes de la trama, la versión de Outlast 2 para Nintendo Switch no te hace pasar menos miedo que en el resto de plataformas. La oscuridad sigue siendo la verdadera protagonista, junto a la visión nocturna de nuestra cámara.

 

La banda sonora es tan perturbadora como adecuada. Sencillamente, está encajada en cada escena para alterar todos tus sentidos y avivar la tensión. La música o los sonidos ambientales son capaces de alterar tu mente, de tal forma que no eres capaz de avanzar sin mirar atrás o sin temer por lo que puedas encontrarte al pasar cada puerta. Incluso la respiración de nuestro personaje consigue inculcarte sus miedos, haciéndote creer que encontrarás algo donde no hay nada. Imprescindible el uso de cascos para exprimir al máximo la experiencia que presenta Outlast.

 

Outlast 2

 

Outlast 2 – Volverás al infierno en la Tierra. O aún peor

La saga Outlast es uno de los máximos exponentes del género horror survival, y lo ha demostrado con una secuela que mejora el concepto que presentaron en su primer juego. Con nuevos elementos como el cansancio y persecuciones aún más agobiantes, han conseguido dotar Outlast 2 con mucha más acción; a la vez que han diseñado un argumento para su historia que justifica el porqué nos merece la pena sufrir todo el proceso, sin ser sólo documentar por amor al arte. La historia, por cierto, deja incógnitas que van más allá del propio juego; y hasta incluye un final alternativo.

 

Quizás te propongas ocurrencias para hacer menos sufrida tu experiencia, tales como: »¿Es seguro que esa señora que viene hacia mí con un pico en brazos quiera matarme?» o »quizás debería quedarme esperando el resto de horas en este armario para ver si se cansan de buscarme». Pero da igual que intentes llevarlo con humor, y da igual lo normal que veas que la gente de un pueblo salga a la calle a rezar con un machete en la mano; tarde o temprano acabas sufriendo el momento que te hace saltar de la silla, aferrándote al mando como si la vida dependiese de él. Eso es lo bonito de Outlast: por mucho que te convenzas de que es un videojuego, el miedo siempre es real.

 

Análisis realizado gracias a un código de descarga facilitado por Red Barrels.

Red Barrels vuelve a hacernos saltar de la silla sumergiéndonos una vez más en un escenario dominado por la oscuridad. No querrás abrir los ojos una vez se haga la luz...
PROS
El juego que da la visión nocturna te hará pasar miedo de verdad
La música ambiental y los efectos sonoros consiguen meterte en escena
Gráficos realistas sin pérdida de fluidez
CONTRAS
Peca de tener un desarrollo lineal
Narrativa poco desarrollada
86
Mostrar Comentarios (2)
  1. Tiene una gran pintaca, pero sorry, soy un cagadete y no sé si me atrevo con este tipo de juegos jajaja

  2. Tengo que confesar que pese a lo difícil que soy de asustar, con los dos Outlast lo he pasado mal a veces. Diría que más en el primero, por el agobio de tener que ir siempre por pasillos y demás. Si crees que antes de jugar el juego va a poder contigo, no lo empieces porque no va a ser una experiencia agradable. A mí me ha dado justo lo que buscaba, un par de sustos como ningún otro juego me ha dado en los últimos 15 años.