¿Cuántas historias hasta la fecha nos han puesto cara a cara ante una invasión por una raza alienígena que pretende conquistarlo todo? No son pocas, eso desde luego, pero… ¿y si los invasores fueran unas tortugas inteligentes lideradas por un lagarto gigante? ¿Y si el destino del universo dependiera de unas reliquias como unas tortitas o una bebida? Entonces no hablaríamos de cualquier historia, sino de Relic Hunters Zero: Remix, título desarrollado por Rogue Snail y distribuido por Akupara Games que da el salto a Nintendo Switch tras muchos años de estar disponible en PC. Una aventura galáctica que nos recuerda a otros éxitos como Enter the Gungeon o Nuclear Throne, pero que se presenta con sus propia identidad.
En NextN hemos tenido la oportunidad de analizar Relic Hunters Zero: Remix, y si bien hemos tenido una experiencia entretenida en este colorido universo, nos vamos con la sensación de que las reliquias que buscábamos podían ser mejores.
Donde pongo la mira, pongo la bala
La primera vez que juegas a Relic Hunters Zero: Remix, sientes lo mismo que cuando juegas a cualquier otro roguelike: un poco de confusión por no saber cómo se juega y emoción por ver lo que te espera. Al poco comprobamos que, por muy odiosas que sean las comparaciones, nos recuerda a Enter the Gungeon en cuanto a mecánicas de juego, teniendo que transportarnos entre niveles con enemigos a los que derrotar usando armas de fuego. Es a partir de ahí cuando notamos qué hace que este título sea único, como la opción de usar una mira especial para que nuestros disparos sean más precisos (si apuntamos al centro de los enemigos, les hacemos más daño), o la particular forma que tiene de gestionar la munición, clasificando todas las armas en tres categorías (ligeras, medianas y pesadas) con una munición diferente para cada una, pero compartida entre todas las armas de una misma categoría. Este aspecto también tiene su dificultad, porque cada arma posee una cantidad de munición concreta. Es decir, puedes tener la barra de munición pesada al máximo, pero para un arma eso supondrá tener 300 balas y para otra distinta solo 80. También es cierto que es menos frenético que otros títulos, a no ser que se reúnan muchos enemigos en un mismo lugar. Si no es así, el ritmo es más pausado que el de otros juegos ya que te permite ponerte a salvo hasta recuperar el escudo antes de volver a atacar.
Otro aspecto interesante es la posibilidad de excavar para conseguir recompensas adicionales o las ansiadas reliquias del modo Aventura (del que hablamos más a continuación), pero es una función muy poco aprovechada. Solo se usa cuando has vencido a todos los enemigos de un nivel, solo si en ese nivel hay algo que excavar (tranquilos, os avisan de ello), y solo hay una recompensa. Esto hace que quede como algo “anecdótico”, como si lo de ser cazadores de reliquias fuera tan solo un añadido en vez del eje principal sobre el que podría girar el título. No obstante, ese aspecto tan liviano del juego se ve afectado de forma positiva mediante los gráficos estilo pixelart y los entornos coloridos y minimalistas que le aportan cierta sensación “arcade”, acompañado de melodías muy sencillas y pegadizas, pero que caen fácilmente en el olvido.
También nos percatamos de que Relic Hunters Zero: Remix carece de una cosa muy importante en este tipo de juegos: variedad, tanto en las armas como en los enemigos. Encontramos diferentes tipos de armas mientras exploramos o cuando vencemos a enemigos, pero la mayoría de ellas funcionan de una forma muy similar. Algunas armas poseen efectos interesantes (como que las balas reboten o atraviesen obstáculos), pero no notamos que eso suponga un contraste entre cada una. Lo mismo se pueden decir de los enemigos, ya que mayormente son idénticos. De hecho, la única diferencia entre los enemigos es la vida y si tienen escudo o no, por lo que dependen del arma que tengan en ese momento para ponernos contra la pared o no. Donde sí encontramos algo más de variedad es en la selección de personajes, ya que cada uno cuenta con su “particularidad” que nos aporta ventajas en el combate, aunque a veces sea demasiada ventaja.
Una exploración algo corta
Pero donde quizá falle Relic Hunters Zero: Remix por encima de los demás elementos es en la variedad y profundidad de sus modos de juego. Al comenzar la partida por primera vez solo hay disponibles dos de los cuatro modos totales. El modo Aventura es la primera parada recomendada, con el tutorial y un sistema de progresión en el que desbloqueamos objetos que podemos usar desde el principio en posteriores partidas, además de poder desbloquear al resto de personajes para todos los modos. Sin embargo, acaba resultando muy corto, ya que solo consta de cuatro “niveles” con tres pantallas cada uno antes de luchar contra el jefe final, e incluso este no resulta demasiado complejo, incluido los de los niveles de dificultad más elevados si os tomáis vuestro tiempo para atacar y esconderos. Después tenemos el modo Tormenta, que sí entraña algo más de dificultad ya que genera enemigos de forma aleatoria y constante, y a medida que les vencemos, la dificultad aumenta. Supone un buen desafío de supervivencia, pero poco más.
Al completar el modo Aventura por primera vez, se desbloquean los otros dos. El modo Infinito nos recuerda a una “repetición” del modo Aventura con el añadido de que cada pantalla tiene una condición extra que incrementa la dificultad (más vida para los enemigos, que hagan más daño, etc.), con una sala intermedia a modo de “hub” donde comprar objetos o cancelar algunas de estas condiciones usando el botín. Por último, el modo Diario que viene a ser exactamente igual que el Infinito, con la condición de que no elegimos al personaje al principio y que al final hay un ranking online de puntuaciones, ya que se supone que el recorrido se ha generado de forma aleatoria… hasta que te das cuenta de que las zonas son las mismas de siempre, pero con las condiciones del modo Infinito.
Como último detalle criticable del juego, me extraña que, tratándose de una versión para Nintendo Switch, no permita un multijugador local usando solo un Joy-Con por jugador. Tiene multijugador local, claro, pero necesitas un mando completo por jugador (mando Pro o par de Joy-Con), por lo que rompe el encanto de poder echar unas partidas con un amigo en cualquier momento para mostrar las bondades de Relic Hunters Zero: Remix, aunque sean pocas.
Relic Hunters Zero: Remix – Mucha munición para tan poco roguelike
Relic Hunters Zero: Remix pretende ser ese nuevo capítulo en los juegos shooter-roguelike que tanto han enamorado al público. Sin embargo, se queda a medio gas en muchos aspectos. Las partes de exploración y jugables son interesantes y tienen potencial, pero se ven lastradas por la poca variedad de enemigos y armamento. Los modos disponibles son cortos y no aportan mucha variedad, por lo que no ofrecen ninguna razón de peso para repetirlos una y otra vez. Es una pena, porque podría haber sido otro gran lanzamiento indie para Nintendo Switch, pero desgraciadamente quedará relegado a permanecer en la eShop hasta que haya una oferta suculenta.
Hemos analizado Relic Hunters Zero: Remix gracias a un código digital cedido por Akupara Games. Versión analizada 4.0.0
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