Kunitsu-Gami (Path of the Goddess) es un original título de acción, gestión y estrategia con el que Capcom logró sorprender a propios y extraños allá por el mes de julio de 2024. Y así quedó reflejado en los medios especializados que dieron cobertura al juego en aquel momento. Una apuesta arriesgada, experimental y muy de nicho que acabó descubriéndose como uno de los tapados del año. Por desgracia, la híbrida de los de Kioto se quedó sin porción de semejante pastel. ¡Qué no cunda el pánico! Su sucesora acaba de brindarnos una segunda oportunidad, en formato tarjeta llave/digital que no hemos podido dejar escapar en NextN. ¿Estáis preparados para adentraros en un folclórico cóctel nipón con grandes dosis de arte, danza, toques de estrategia y mucha acción? En tal caso, no te pierdas nuestro análisis para Nintendo Switch 2 de Kunitsu-Gami – Path of the Goddess.
Una historia con mucho arte
Kunitsu-Gami: Path of the Goddess nos lleva a tomar el control de Soh, un poderoso guerrero destinado a otorgar protección a Yoshiro, doncella divina encargada de purgar las aldeas de la «profanación» recientemente sufrida. Encomendándose, por el camino, a la difícil empresa de devolver la paz al mítico Monte Kafuku. Ahí es nada, ¿verdad? Y es que si por algo destaca el título que aquí nos ocupa es por tomar prestado diversos elementos narrativos y ornamentales extraídos, como veremos más adelante, del arraigo más tradicional japonés.
Nos encontramos un argumento que, si bien podría pasar por genérico, llega acompañado de varios elementos que, tras su combinación, resultan bastante llamativos, originales y… difíciles de explicar. El juego nos presenta diversos entornos que purgar y limpiar con mecánicas que van desde la estrategia de los tower defense a la acción más frenética vivida en el género hack & slash o algunas dosis de gestión de recursos y mejora de nuestro equipo o personajes.
Prepárate para la batalla durante el día
Los diferentes niveles del juego se presentan bajo dos mecánicas bien diferenciadas en función de la franja horaria. Por un lado, durante el día se nos encomienda a prepararnos para la batalla. Y para ello debemos explorar la fase, purificar zonas, desbloquear caminos, encontrar tesoros, reparar protecciones, salvar aldeanos y acumular cristales con los que cambiar el rol de dichos aldeanos. Pudiendo convertirlos en Leñadores, Luchadores de Sumo, Arqueros, Ladrones o Ascetas. Cada uno con unas funciones/habilidades específicas, que dotan al juego de un claro componente táctico. Por si fuera poco, cada clase cuenta con un árbol de mejora (algo escueto) con el que desarrollar sus diferentes habilidades.
Esta primera etapa preparatoria también implica la exploración de diversos escenarios que, pese a su tamaño reducido, guardan un número de secretos, recovecos y bifurcaciones proporcionales al progreso de la aventura. También podemos purificar animales a cambio de raciones de vida que usar en uno mismo o en el resto de «soldados». Por último, pero no por ello menos importante, indicar a los aldeanos donde deben situarse para defender resulta igualmente fundamental. Y es que durante ese proceso de exploración, consultar el mini mapa y recorrer hasta el último rincón resulta fundamental. ¿Ya lo tienes todo listo? Sin problema, Soh puede hacer avanzar el tiempo para que anochezca antes. También cuenta con diversos ataques y combos con los que desatar todo su poder. Pudiendo encadenar danzas de ataques (ataques especiales).
Y se hizo la noche
Al llegar la noche es cuando toca comprobar si nuestras labores de gestión y estrategia, a lo tower defense, han sido todo lo efectivas que desearíamos. Y es que al caer el sol comienzan a abrirse diferentes portales al inframundo repletos de horribles criaturas (Arreptos) ¿Nuestro objetivo? Proteger a Yoshiro de los ataques de las hordas demoníacas mientras traza el Camino Espiritual que nos permita purificar las puertas torii. Algo que en ocasiones incluye paradas a medio camino o subfases entre niveles.
Y todo lo anterior desemboca, como no podía ser de otra forma, en los instantes de frenética acción también presentes en Kunitsu-Gami: Path of the Goddess. No en vano, Soh puede realizar diversos tipos de ataques, combos, danzas de ataques e incluso desatar poderes espirituales tan espectaculares como devastadores. Eso sí, estos últimos requieren energía espiritual y un tiempo de recuperación para volver a acometerse. Gestionar correctamente los recursos y el entorno y mantener con vida a los aldeanos resulta una empresa fundamental aquí. ¿El motivo? Tras perder toda nuestra salud entramos en un estado espiritual en el que solo podemos asistir como observadores. Es algo temporal, pero si Yoshiro muere en ese periodo la partida se habrá acabado.
Por último, tras derrotar un jefe (furia poderosa, furia purulenta o furia mayor) recibimos una máscara como recompensa que nos permitirá, como ya hemos comentado con anterioridad, otorgar un rol diferente a los aldeanos. La posibilidad de cumplir determinados requisitos específicos para conseguir recompensas extra en cada misión aporta un delicioso aliciente extra.
La clave pasa por la reconstrucción
Por último, tras completar cada nivel tenemos acceso al campamento base instalado en cada zona. Aquí podemos desde reconstruir santuarios o edificios, gracias a los aldeanos, hasta recrearnos con los increíbles modelados en 3D de los diferentes jefes presentes en las placas ema obtenidas tras derrotarlos. Pudiendo leer, por el camino, algo sobre su historia en la propia placa. Por cierto, reconstruir tiene premio en forma de recursos (musubi) con los que mejorar a nuestro personaje y a los aldeanos. Y sí, dicho proceso de re-creación de ciudades se asemeja mucho a la vista en los RTS.
Y hablando de mejoras, en cada campamento base contamos con una tienda en la que usar diversos objetos y mejoras de cara a prepararnos para la próxima batalla. Aquí podemos guardar partida, mejorar las habilidades de Soh y los aldeanos y ofrecerles deliciosos dulces a Yoshiro. También podemos equiparnos con diferentes Guardamanos tsuba (desbloqueables) con los que realizar diferentes danzas de ataques y habilidades de arquería. Pudiendo, por el camino, equipar a nuestro aguerrido protagonista con diferentes talismanes y conocer el lore de Kunitsu-Gami. Puede que no se trate del repertorio más completo pero todo el contenido presente en esta fase de reconstrucción aporta variedad, originalidad y grandes dosis de diversión al conjunto final.
Puro folklore, cultura y mitología nipona
Alcanzamos uno de los puntos álgidos de Kunitsu-Gami: Path of the Goddess, su dirección artística. Shuichi Kawata ha logrado impregnar cada rincón, escenario, sonido o personaje del juego con un claro toque japonés de corte eminentemente tradicional. Una deliciosa y hermosa explosión visual que logra plasmar gran parte del folclore, la cultura y la mitología nipona. Desde la vestimenta de los personajes, hasta el diseño de los enemigos (Arreptos), los paisajes, montañas o aldeas. Todo aquí parece sacado del Japón rural/feudal y de una fábula de esas que dan comienzo con el típico «Mukashi» («Había una vez»).
Por si fuera poco, la narrativa se refuerza, visualmente hablando, con diversos elementos extraídos de la cultura/mitología japonesa. La danza Kagura (teatro ritual sintoísta) juega un papel crucial, llegando a plasmarse incluso en la propia jugabilidad del título. Las máscaras, los adornos, los elementos arquitectónicos y, en definitiva, la mitología del país del sol naciente logran fusionarse con gran acierto con el resto de la propuesta que aquí nos ocupa.
En términos visuales, el juego nos presenta una variada paleta de colores y unos gráficos que, si bien no exprimen Nintendo Switch 2 (podría haberse desenvuelto de forma aceptable en Nintendo Switch), entran por los ojos. Por su parte, la BSO incorpora melodías y efectos propios de la cultura y mitología tradicional japonesa. Y lo hacen de una forma instrumentalmente atmosférica, que logra acompañar con gran acierto los momentos de gestión y acción. El título llega con textos en perfecto castellano y con doblaje a inglés o japonés. Opción está última que, dada la temática de la propuesta, ha resultado de nuestra preferencia.
Casi nada que objetar en lo que respecta a su rendimiento. Kunitsu-Gami: Path of the Goddess. Los tiempos de carga son casi inexistentes y el juego se desempeña sin casi ningún tipo de bajada de frames. Eso sí, en modo portátil si hemos notado algún que otro tirón. Más evidente en los instantes de mayor carga poligonal. Por su parte, el Re-Engine se ha optimizado bastante bien en Nintendo Switch 2. Es cierto que está un paso por detrás del resto de versiones y que algunas transparencias y texturas dejan ver sus costuras. No obstante, el resultado final, y hablamos del cómputo global, es bastante positivo.
Una deliciosa y consistente amalgama jugable
Puede que la propuesta que aquí nos presenta Capcom no alcance la durabilidad vista en el género RPG. No obstante, completar el juego y desbloquear/disfrutar todo su contenido adicional puede llevarnos perfectamente 15 o 20 horas. Tened en cuenta que cada misión (ciclo día y noche) puede ocuparnos perfectamente media hora. Pero es que la cifra se puede alargar aún más si tenemos en cuenta la inclusión de un nuevo modo de juego, llamado «Otherworldly Venture», en el que sobrevivir a oleadas de enemigos (se desbloquea al completar el juego).
También disponemos de diverso contenido adicional y, aquí otra de las grandes novedades con respecto a otras plataformas, compatibilidad con el Modo Ratón. Permitiéndonos usar dicha funcionalidad mientras navegamos por el menú o gestionamos a nuestros aldeanos. He de reconocer que está opción no la hemos usado demasiado, pero no por el motivo que os podéis imaginar. Su implementación ha sido casi perfecta. La cuestión es que el sistema de control original ya resulta lo suficientemente intuitivo y orgánico como para sentirnos demasiado atraídos por dicha alternativa.
Kunitsu-Gami: Path of the Goddess – Un cóctel tan folclórico como explosivo
Puede que no se trate de la propuesta más novedosa, al menos si tenemos en cuenta los múltiples palos ya conocidos que toca y aborda. No obstante, Kunitsu-Gami: Path of the Goddess se presenta ante el jugador como una deliciosa, y vistosa, oda costumbrista que combina con gran acierto acción, gestión y estrategia. Todo un viaje por la cultura y mitología tradicional nipona y una liviana, pero desafiante, entretenida y completa, partida de ajedrez a lo tower defense que nos ha hecho experimentar de principio a fin.
La mística de su guión artístico y narrativo, que toma prestado multitud de elementos de la tradición japonesa, ponen la guinda a un pastel que sin exprimir la bondades de Nintendo Switch 2 logra acomodarse en una buena posición dentro del catálogo inicial de la sucesora de la híbrida de los de Kioto. ¿Estás realmente preparado para purificar el Monte Kafuku?
Hemos analizado Kunitsu-Gami: Path of the Goddess gracias a un código digital cedido por PLAION. Versión analizada: 1.0.0
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