Resulta difícil no pensar en dos juegos al oír que nos ofrece Morphite. Por un lado tenemos un amplio universo que explorar con planetas generados aleatoriamente, con su fauna y flora y podemos explorarlo con total libertad; y por el otro el visitar los planetas en primera persona disparando a los enemigos, escaneando todo lo que se mueva y resolviendo el misterio de los enigmáticos Morphite. ¿Pero está esta mezcla a la altura?
«El espacio, la última frontera»
Los Morphite son algo raro, tan raro que se creen extintos de todos los lugares del infinito cosmos. Sin embargo las historia de estos legendarios artefactos es lo único que Myrah, la protagonista y cadete espacial, recuerda de sus difuntos padres. Y sin embargo, un día durante una de sus primeras exploraciones en busca de materiales y recursos encuentra uno delante de sus narices. Como consecuencia decide explorar la galaxia acompañada de Kit Cat, su robot de compañía que va bastante bien servido de sarcasmo en su circuitería.
Con esa excusa se nos presenta un universo completo a explorar libremente, bueno quizás no del todo. Eso que comentaba al principio del texto de que el universo es explorable con total libertad quizás no sea del todo cierto. Para acceder a algunos planetas necesitamos mejoras para nuestro traje y para las cuales hemos de encontrar tanto información de cómo hacerlas como de los materiales necesarios, y para obtener esta información toca bajar a los planetas e investigar. Pero os advierto, si queréis escanear elementos para vender información ahorrad dinero y materiales para mejorar el escáner, porque de otra forma escanear alguno de los animales más rápidos se torna casi imposible debido a unos controles que deberían de perfilarse un poco más.
Lo primero que hay que saber al respecto es que Myrah es una aprendiz de exploradora, no es una cazarrecompensas espacial, por lo que no es la más dicha a la hora de moverse por la superficie de los planetas o hacer frente a grandes enemigos, pero tiene sus trucos bajo la manga. A medida que avanzamos por la trama principal vamos adquiriendo nuevas armas y utensilios para Myrah. Estas herramientas ayudan a adentrarse en cuevas y templos de los diferentes planetas, lo cual nos permite poder escanear más elementos para vender a los mercaderes y recoger más materiales con los que negociar y mejorar nuestro equipamiento y la nave. De esta forma estamos más y mejor preparados para adentrarnos más en el espacio sin necesidad de repostar en alguna de las estaciones espaciales que pueblan cada sistema solar.
Aunque las visitas a las estaciones son necesarias de vez en cuando, ya sea por recoger alguna misión secundaria, mejorar nuestro equipamiento o reparar la nave después de alguna de las batallas espaciales. Eso sí, no os imaginéis una gran batalla como las de según qué películas, son cosas sencillas, que están ahí y de vez en cuando podemos vernos envueltos en alguna a la hora de movernos por el vacío. Pero estas batallas no son el único conflicto que podrá abordarnos en mitad de la nada. A veces sufrimos algún asalto, avería o nos vemos en mitad de un campo de asteroides y tenemos que intentar salir con vida. En resumen diversos eventos aleatorios que sirven para amenizar un poco lo lineal que es moverse de una galaxia a otra a través de nuestra carta astral.
Una parada en el camino, mil sitios que descubrir
Explorar la gran mayoría de los planetas es algo casi hipnótico, y más si se hace en la pantalla grande. Que no os engañe la estética Low-Poly con texturas simples de Morphite, si algo sabe hacer bien es plantear paisajes y mundos casi hipnóticos que hace que haya amortizado el botón de capturar fotos de mi Nintendo Switch de la cantidad de panorámicas que he sacado. Mundos áridos, con vegetación de todo tipo, con amplias zonas acuáticas, helados o tóxicos son algunos de los tipos de planetas que encontramos, cada uno distinto al anterior y listos para ser explorados al salirnos de la marcada ruta de misiones principales. De hecho si tienes un mínimo de curiosidad, el juego invita bastante a explorar y perderse por su universo, nunca mejor dicho, y descubrirlo poco a poco.
Por desgracia los actores de doblaje no están a la altura de la bella banda sonora ambiental que acompaña cada paso que demos por los diferentes mundos, durante las aproximadamente seis horas que dura la misión principal, pero ya os aseguro que serán muchas más si entráis en el juego de descubrir lo que os rodea en este universo poligonal.
Morphite – El universo a veces da lo que esperas otras no
Morphite es un buen juego de exploración y relajación. No intenta ser mejor que otros juegos que se nos puede venir a la cabeza al ver sus premisas, simplemente las junta para dar un juego entretenido de exploración y que puede dejar mayor o menor sensación de vacío en función de lo que esperes de él. Ha sido una grata sorpresa recorrer bastantes de sus planetas disfrutando de los paisajes y la exploración a pesar de sus carencias en el control o la distancia de dibujado. Quizás no sacie el hambre que hay por la llegada de otros títulos, pero sin duda es un picoteo que gustará a más de uno.
Análisis realizado gracias a un código de descarga cedido por Blowfish Studios.
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