¿No os ha pasado alguna vez que veis algo por primera vez de un juego, lo que sea, y os llama muchísimo la atención? Eso fue lo que me ocurrió en su momento con Armello. Nada más ver su “portada” o artwork principal, sentí muchísima curiosidad. ¿Un mundo que mezcla lo medieval con animales antropomórficos? Sin duda, tenía la palabra “fantasía” escrita por todas partes (y si me dais a elegir entre fantasía y ciencia ficción, suelo escoger la primera). Después de bastante tiempo disponible en otras plataformas, Armello llega a Nintendo Switch, y lo hace con una versión que no tiene nada que envidiar a sus hermanas.
La carrera por la corona
Armello, desarrollado y distribuido por League of Geeks, es un título particular, y es que, desde el primer momento, nos transporta a un mundo de magia y fantasía con tal profundidad que lo podría haber escrito el mismísimo George R. R. Martin. Armello no es solo el nombre del juego: es el reino al que nos dirigimos, habitados por diferentes clanes (siendo cada uno de un animal distinto). Un rey corrompido por la Putrefacción que dirige el reino hacia su perdición, y cuatro clanes que compiten entre sí para derrocar al rey y hacerse con el trono. Las formas de hacerlo son muy variadas: algunos deciden luchar sin temor contra las criaturas que se arrastran en la oscuridad; otros, recurrir a malas artes para sus viles objetivos. Los desarrolladores se han molestado en crear un gran contexto y en plasmarlo en las mecánicas de juego… y resulta una pena que se quede solo ahí. No hay una “historia” a seguir, pues la historia la escribe el jugador con cada partida, y siempre será diferente, pero habría resultado interesante ver un desarrollo más específico de este mundo y su conflicto. Por suerte, el mundo creado por League of Geeks se muestra bastante bien mediante su estilo artístico y unos gráficos que, sin llegar a ser excesivos, dan fuerza a la belleza natural de los paisajes.
Otro aspecto por el que también se caracteriza Armello es por su interesante mezcla de conceptos de diferentes géneros. A primera vista, da la impresión de que es un juego de mesa, con un mapeado dividido en secciones por el que nos movemos para interactuar y cada zona con diversos efectos y beneficios. Pero entonces, entran en juego las características de cada personaje (cuerpo, combate, ingenio y espíritu), y te da la sensación de que estás en un RPG. Y si piensas que ya has acabado, llegan los combates o los peligros, que has de superar al más puro estilo juego de rol a lo Dragones y Mazmorras, con dados que marcan tu destino. Todos estos elementos están bien conectados entre sí, de modo que no haya ningún cabo suelto: el valor de combate afecta al número de dados que usamos al luchar, el ingenio indica cuántas cartas (objeto, engaño o hechizo) podemos tener en la mano y que se pueden utilizar en el mapa o en los conflictos, y el espíritu nos marca cuánta magia tenemos para usar las cartas de hechizo… Puede parecer complejo, pero el propio juego te permite tomarte el tiempo necesario para entender todos estos conceptos y otros tantos que lo forman.
Ahora bien, sabemos que el objetivo es “hacerse con la corona”… ¿Pero cómo? Ahí hallamos otro factor positivo: no hay un único método. Puedes optar por derrotar al rey en combate antes de que fallezca, obtener más putrefacción que el propio rey y vencerle, purificarlo reuniendo piedras espirituales o simplemente teniendo el mayor prestigio en el último turno. Y aunque te decidas por uno, ¿quién sabe cómo puede ser el devenir de la partida? A lo mejor intentas conseguir una victoria por “matarreyes”, pero acabas infligido por la putrefacción y decidas tomar esa ruta. O quizás buscas obtener más prestigio que los demás y, sin darte cuenta, has reunido las cuatro piedras espirituales necesarias para ganar. Igual que si estuviéramos en un juego de mesa con nuestros amigos.
Luchando con garras y… espadas
Pero no hay que olvidarse que Armello es un título “competitivo”: estás jugando contra otros, ya sean controlados por la CPU u otros jugadores, y es necesario ser estratégicos para lograr la victoria. Por desgracia, esta competición con otros jugadores se limita al modo online. Por un lado, entendemos que un título como este no sirve para jugar en modo local en la misma consola (al fin y al cabo, podrías ver las cartas y objetos de tus rivales en la pantalla), pero tampoco aprovecha la conexión entre consolas para habilitar un modo local, y eso sí es una lástima. Por otro lado, el modo online viene a ser una buena opción, sobre todo por las recompensas en forma de nuevos diseños de dados y por los modos de juego con normas especiales, pero nos ha costado en ocasiones encontrar gente con la que jugar. Así que, en más de una ocasión, nos hemos visto jugando solos contra la CPU, aunque la experiencia sigue siendo igual de buena (con la opción de jugar una partida “estándar” o configurando ciertos parámetros).
Por suerte, Armello ofrece opciones adicionales para que, ya sea en modo online o por tu cuenta, no se trate solo de “jugar por jugar”. Por un lado, hay una buena lista de logros que desbloquear, exigiéndote jugar con ciertos clanes o lograr acciones durante una partida para obtenerlos. Lo mismo ocurre con ciertos “amuletos” que podemos equipar a nuestro personaje antes de empezar la partida: conforme juguemos, iremos desbloqueando más accesorios. Por último, la colección nos muestra las cartas que obtenemos al jugar, así que, si nuestro deseo es completarla, ahí se halla una razón más para seguir jugando. Como detalle final, el título está disponible en el formato “base” con el tablero básico y 8 personajes disponibles o la opción “completa” que, a lo anterior, añade 12 personajes más, dos estilos de tablero estacionales, más misiones y amuletos (en caso de optar por el formato “base”, se puede adquirir la mejora aparte).
Armello – Mucho más que un juego de mesa
Sin duda, Armello es más de lo que puede aparentar tras su fantasiosa fachada. Se trata de unir la experiencia entre juego de mesa y videojuego, y lo logra asentando unas bases sólidas que funcionan bien y un mundo que entra por los ojos. Se echa en falta una historia concreta dentro de su fabuloso trasfondo y la posibilidad de jugar con amigos que no sea por Internet, pero aun así, es un título recomendable aunque decidas jugar contra la consola.
Análisis realizado gracias a un código de descarga de Armello proporcionado por League of Geeks.
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