Hablamos de My Card Is Better Than Your Card. Un curioso juego de cartas con grandes toques de infancia

Ah, la infancia… Aquella época en la que cualquier cosa podía ser un juguete y cualquier momento podía ser bueno para jugar… Ahora bien, los juegos nunca eran sencillos. Les niñes eran (y siguen siendo capaces) de crear juegos complejos con todo tipo de normas. Así que cuando llegas de las vacaciones y descubres que tus amigues están jugando a un juego de cartas que han creado y es la sensación del vecindario, ¡tienes que unirte! Así nace… My Card Is Better Than Your Card.

 

Sí, lo habéis leído bien. Un juego que se llama literalmente “mi carta es mejor que la tuya” tiene todas las papeletas de ser divertido. Y realmente lo es, pero Utu Studio no quiso pararse ahí. Inspirándose en los juegos populares, el estudio ha creado una propuesta interesante en la que les niñes no solo juegan a las cartas, ¡también las crean! ¿Que cómo funciona? Os lo explicamos a continuación.

 

 

Ganando a base de pegatinas

Lo primero para comprender mejor esta novedosa idea dentro del mundo de juegos de cartas es entender el funcionamiento de los combates. Por turnos, le rival y nosotres jugamos cartas usando caramelos (cuantos más efectos tenga una carta, más caramelos necesita). Aunque hay muchos efectos distintos, el importante es acumular estrellas. Tras cada turno nuestro, se restan las estrellas de cada jugadore y quien tenga más, se suman a una barra que intenta completarse, siendo nuestro objetivo completar la barra entera sin que le rival nos quite estrellas. Hay muchos factores a tener en cuenta, entre ellos la barra de frenesí: conforme se llene a lo largo del combate, puedo duplicar o triplicar las estrellas de quien gane cada ronda, poniendo las cosas difíciles al contrario o permitiendo equilibrar la balanza.

 

Ahora que hemos entendido las reglas básicas, llega la clave de este juego: la personalización. No son muchos los juegos de cartas que te permiten crear cartas totalmente originales, pero este destaca por eso. Y eso es porque el poder de cada carta reside en… ¡pegatinas! En My Card Is Better Than Your Card, nos dedicamos la mayor parte del tiempo a reunir todo tipo de pegatinas con todo tipo de efectos específicos para cada una. Después, al pegar dichas pegatinas en una carta, se suman todos sus efectos, de forma que puedes tener una carta que te de estrellas, te permita robar más cartas y que surta efecto al cabo de X turnos al mismo tiempo. Pero ojo, cuantas más pegatinas pongas en una misma carta, más caramelos necesitas para jugarla, por lo que ya desde el principio hay que tener en cuenta la estrategia.

 

My Card Is Better Than Your Card

 

Y sí, aunque no lo parezca, estamos ante un juego con bastante profundidad. De la misma forma que otros juegos más conocidos, aquí existen también arquetipos de barajas con diferentes estrategias. A medida que jugamos y desbloqueamos las diferentes expansiones (porque sí, hay expansiones de pegatinas), descubrimos estilos de juego muy interesantes. La expansión de coches se centra en robar cartas constantemente; la de insectos te pone fichas de insectos que después puedes convertir en estrellas u otras cosas; la de plantas te hace plantar flores y cactus que producen efectos devastadores tras un cierto número de turnos. Y como al final del día puedes mezclar todo tipo de pegatinas, nunca hay dos cartas exactamente iguales… salvo que tú quieras.

 

¿Quién tiene las mejores cartas?

Otro de los aspectos por los que destaca My Card Is Better Than Your Card es por su fórmula roguelite. Cada partida transcurre en un plazo de 3 semanas (al principio solo se juega 1 semana hasta que se desbloquean las siguientes) en el que debemos intentar ser le mejor jugadore de cartas del barrio. Y como decía la canción de Phineas y Ferb: “Como veis, mucho hay por hacer antes de ir otra vez a estudiar”.

 

Cada día está compuesto de 5 actividades que se generan aleatoriamente, pero siempre se estructuran en una partida inicial contra une niñe del barrio, otras 3 actividades variadas y modificar nuestra baraja al final del día. Las partidas y las otras actividades tienen un objetivo común: conseguir cosas para nuestra baraja. Pueden ser pegatinas que desenterremos del arenero o compremos en tiendas, juguetes que aportan habilidades pasivas durante una partida o directamente cartas ya hechas (y que podemos modificar sin problemas). Todo esto con el mismo objetivo: seguir ganando. Porque claro, es un roguelite: en cuanto perdemos, se acabó todo y tenemos que volver a empezar desde cero. Bueno, no desde cero del todo, porque comenzamos con barajas ya prediseñadas y que después ajustamos a nuestro propio estilo.

 

Pero no todo tiene por qué ser “ganar”, ya que este juego nos hace explorar nuestro lado creativo. Claro, podemos poner las pegatinas sin ton ni son en una carta, pero ¿por qué limitarse a eso? El editor de cartas es bastante completo, ya que podemos mover las cartas con facilidad, superponerlas unas a otras y otras tantas cosas. Con lo fácil que resulta hacer una carta de un pulpo con sombrero montado sobre un cohete, ¿por qué no hacerlo? Nada nos lo impide.

El poder de la infancia, por todas partes

Y es que este juego rezuma cariño desde el primer momento, con toda esa fuerte inspiración infantil que lo hace único. Las pegatinas surgen de actividades cotidianas para les niñes como pescar o jugar en el arenero, o de sitios como recreativas o máquinas gachapon. Cada une de les niñes tiene su propio estilo: una chica bombero, una princesa hada, un niño monstruo y otros tantos. ¡Con lo que les gusta a les niñes disfrazarse! Todo ello destaca mucho con su precioso estilo artístico que parece dibujado a mano y coloreado con ceras, todo muy colorido y con muchas estrellas. Sin duda, es un juego que entra por los ojos y que engancha con sus mecánicas… y por el desafío. Porque sí, incluso en su modo “cómodo”, la curva de dificultad se puede hacer alta. Les niñes se toman los juegos muy en serio.

 

 

Ahora bien, de momento My Card Is Better Than Your Card solo está disponible en Steam, pero lo hemos probado con una Steam Deck para tener unas primeras impresiones de cómo puede ser la experiencia cuando llegue a Nintendo Switch y Nintendo Switch 2 en un futuro. El rendimiento es fantástico, ya que no es un juego muy exigente ni que ocupe mucho espacio. De momento, el juego solo funciona con controles clásicos de ordenador, es decir, con ratón, aunque el estudio ha asegurado que se encuentra trabajando en compatibilidad con mandos. Pero esto tiene algo bueno para Nintendo Switch 2: es un juego hecho a medida para sacarle el máximo partido al modo ratón del Joy-Con 2, especialmente a la hora de diseñar las cartas. Y en modo portátil, es tan sencillo como usar la pantalla táctil para hacerlo. ¡Son todo ventajas!

 

My Card Is Better Than Your Card – Una fórmula para ganar muchas estrellas

Aunque de momento tiene que pulir más su fórmula, como añadir más contenido, algún ajuste de texto de la IU y los controles por mando, la idea de My Card Is Better Than Your Card resulta muy interesante. Juntar el género roguelite con las cartas no suele ser fácil, pero aquí se consigue dando total libertad al jugadore para que su baraja sea totalmente única. Eso, unido al precioso y colorido estilo artístico, lo convierte en un juego que estamos deseando que llegue a Nintendo Switch y Nintendo Switch 2 más pronto que tarde.

 

Este artículo se ha redactado gracias a un código digital de My Card Is Better Than Your Card proporcionado por Utu Studio.