Existe un tópico que dice que los juegos nacidos en móvil no pueden ser buenos, y uno que generalmente acompaña a este e insiste en que los juegos independientes son títulos menores. Cuando Gunman Clive llegó a 3DS tras haber pasado por Android e iOS, tuvo la suerte de ser lo bastante desconocido como para no cargar con la primera de ambas cruces, y su relación calidad/precio dijeron el resto. Gunman Clive 2, dos años más tarde, supuso la guinda del pastel y cementó a su desarrollador, Bertil Hörberg, como uno de los más reputados desarrolladores del ámbito nintendero, algo que no deja de ser irónico considerando que sus juegos han pisado las dos plataformas móviles principales y, en PC, al menos dos sistemas de distribución diferentes.
El éxito de la bilogía ha sido tal que Hörberg incluso ha lanzado una compilación HD para Wii U cuyo precio es inferior al resultado de comprar ambas entregas por separado. En NextN ya hemos analizado tanto el original como su secuela, pero hemos decidido echar un ojo a ver cómo ha salido la versión de sobremesa.
El Oeste adaptado a la alta definición
Cabe destacar que no es un port sin más, Gunman Clive HD Collection (Desde ahora GCHDC) nos trae las entregas originales a una resolución de 1080p y 60 frames por segundo, algo que no es especialmente difícil para la consola ni necesario en el caso del framerate, pues el ritmo de ambos títulos, especialmente en el caso de la primera entrega, es lo bastante lento como para hacer que los 30 fps de las versiones originales sean más que suficientes, no obstante es un detalle en pos de la suavidad que se agradece bastante.
Además, los gráficos se adaptan perfectamente a la HD, el estilo artístico sienta como un guante a la alta definición e incluso hace pasar desapercibido el poligonaje propio de 3DS. Algo evidente con la primera entrega y su constante color beige, pero no con la segunda, mucho más colorida, que podría sufrir en los puntos en que los colores intersectan unos con otros. Pero no hay nada que la haga desmerecer respecto a la versión portátil salvo, quizá, la ausencia de 3D estereoscópico – cosa que, por otra parte, es perfectamente lógica.
Fiel a sus raíces
La precisa y cuidada jugabilidad del original se ha mantenido intacta, con el agradable extra de añadir a Chieftain Bob, un jefe indio cuyos ataques son exclusivamente cuerpo a cuerpo y puede alcanzar a los enemigos a través de los obstáculos con su lanza. Las fases 3D de Gunman Clive 2 han perdido, obviamente, su profundidad, pero el movimiento analógico con el stick conserva su precisión.
La implementación de la pantalla del mando, por desgracia, queda por debajo del uso de la pantalla inferior de las versiones de 3DS. A diferencia de en la consola portátil, donde se muestra una representación gráfica de nuestro progreso a lo largo del nivel, en Wii U el GamePad refleja lo mostrado en la pantalla del televisor. No es el primer juego de la sobremesa que lo hace ni será el último, y de hecho permite manejar el menú de forma táctil, así que ahí ya está por encima de una vaca sagrada como es Super Smash Bros.
Conclusión
Por último, y dejando de lado el sonido -idéntico al de sus contrapartidas portátiles-, Gunman Clive HD Collection es, quizá, la mejor de las opciones a la hora de hacerse con la bilogía por su relación calidad-precio, aproximadamente unas 3 horas de juego entre ambos títulos por personaje, contando que son 3, cada uno con un enfoque diferente –sin olvidar el personaje secreto– y sin considerar que son juegos enfocados al speedrunning y la superación de puntuaciones, existiendo de hecho una marca especial para aquellos niveles que nos hemos terminado sin recibir daño alguno.
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