Super Hydorah, Hydorah.. Suena a nuevo Pokémon, ¿verdad? Nada más lejos de la realidad. Nos encontramos con un shooter clásico de scroll horizontal que promete hacer un paréntesis, en esa frenética carrera de novedades en la que nos hayamos inmersos, y hacernos volver a la época dorada del género de los matamarcianos. ¿Culpables? Locomalito (Maldita Castilla), Gryzor87 (a cargo de su apartado sonoro) y la desarrolladora española Abylight Studios. Nos ponemos de lleno con su análisis, ¡GO!
Un Shoot’em up de los de antes, pero como los de ahora
Marzo de 1981, faltaban unos meses para que un servidor naciera, pero Konami lanzaba Scramble, precursor espiritual de Gradius, y un shooter compuesto por una nave y 6 niveles que teníamos que completar del tirón. ¿Su secuela? Un título que, esta vez sí, brillaría volaría con luz propia. Era mayo de 1985 y había nacido Gradius, uno de los matamarcianos más completos de todos los tiempos.
¿A qué viene este golpe de nostalgia arcade? Sencillo, viene a cuento del título que nos ocupa en este análisis, Super Hydorah. Antes de entrar de lleno con el análisis, me parece oportuno comenzar señalando que Super Hydorah viene a ser la remasterización de Hydorah, un shoot´em up gratuito que apareció hace ya algunos años en PC y que, a pesar de los premios y reconocimientos, no cosechó demasiada expectación entre la comunidad jugona. Los «super» añadidos (nuevas armas, nuevos niveles, filtro retro , 60 frames por segundo…) y el carácter portátil de Nintendo Switch parecen haberle brindado una segunda, y bien merecida, oportunidad.
Super Hydorah es toda una oda a los matamarcianos de finales de los ochenta y principios de los noventa. Así de alto y así de claro. Todo un alegato que queda de manifiesto desde el minuto uno, desde el mismo momento en que su pantalla de título aparece frente a nosotros. Tras una primera toma de contacto comprobamos, como era de esperar, que, al igual que ocurre con la inmensa mayoría de títulos de su género, no nos encontramos con una gran historia que contar. Una fuerza oscura, los meroptians, han invadido la estrella Omios y nosotros pilotamos su última esperanza. Ni más ni menos.
El esquema de control es tan básico como el de los títulos clásicos a los que pretende homenajear. Un botón para disparar el arma principal y otro para nuestra arma secundaria. A partir de aquí vamos desbloqueando distinto armamento (cuya potencia puede ser mejorada durante la partida), así como diversos power ups que nos ponen las cosas algo más fáciles.
¡Vuela, vuela… o muere!
Hablando de dificultad… Tenemos a nuestra disposición dos modos: novato y veterano, siendo su principal diferencia nuestro número de escudos y la puntuación obtenida. Si bien es cierto que la curva de dificultad de los primeros niveles está bien ajustada, conforme avanzamos vamos comprendiendo que Super Hydorah no nos va a poner las cosas nada fáciles. Estamos ante una prueba de habilidad continua que, aunque se nos presenta de forma directa y sencilla, sin llegar a los niveles de complejidad apocalíptica alcanzados por títulos como Ikaruga, nos va a poner en más de un aprieto.
Otro de los aspectos en los que Super Hydorah deja su impronta personal es en su extensión. Estamos ante un título enorme para su género. Contamos con 21 niveles, divididos en 35 subniveles y 35 enemigos finales de un tamaño y dificultad considerable. Aprendernos sus patrones de comportamiento ha sido todo un reto que hemos disfrutado al máximo. Por si fuera poco, nos enfrentamos a una gran cantidad de enemigos (más de 100), armas, potenciadores y secretos varios. Todo ello dentro de una estructura que nos permite elegir el camino a seguir en todo momento. Incluso en el mapa del mundo contamos con diferentes rutas que podemos tomar, permitiendo que sea el jugador el que decida como afrontar la aventura, ya sea optando por jugar todos los niveles o por el contrario escogiendo los que completar a su paso.
Además, su desarrollo no lineal (de arriba a abajo y viceversa) y sus puntos de guardado tras completar cada misión aportan cierta frescura. Algunos pueden pensar que la incursión de bifurcaciones no hace más que imitar lo ya visto en juegos como Darius. Nada más lejos de la realidad. Super Hydorah sabe dejar su huella propia en todo momento y esto es algo que, los que llevamos ya unos años de juego a nuestras espaldas, agradecemos. Por otro lado, tenemos a nuestro disposición el típico sistema de puntuaciones que se irán sumando conforme vayamos destruyendo todo a nuestro paso y que sirve para mejorar nuestra clasificación personal.
En referencia a su apartado gráfico, podemos afirmar que Super Hydorah, simple y llanamente, busca que nuestra experiencia sea lo más retro posible. Aquí no se trata de colar píxeles por aquí o por allá. El trabajo de Locomalito va mucho más allá del gusto por el pasado y logra recrear niveles, naves, planos e incluso armas con un profundo respeto y admiración por esa esencia clásica. En definitiva, nos encontramos con unos gráficos que, si obviamos algunas explosiones o efectos, bien podrían haber sido sacados de cualquier recreativa de 16 bits. Por si fuera poco, el juego nos permite escoger entre una definición normal y un filtro que imita las franjas horizontales que mostraban los televisores antiguos. Toda una chulada que enfatiza, aún más, su aspecto clásico.
En relación a su apartado sonoro, aquí nos topamos con una enorme BSO que cuenta con más de 60 pistas cada una con su estilo propio. El eje central de su música no es otro que el sintetizador y los toques retrofuturistas con clara inspiración en grupos como Judas Priest, Dream Theater o Symphony X. Las melodías son variadas y casan a la perfección con la obra que se nos presenta. Resulta innegable afirmar que la labor de Gryzor87 ha sido más que notable.
Super Hydorah cuenta con múltiples finales, secretos, modo multijugador local y una suerte de minijuego cooperativo, llamado Robot Chase, en el que manejamos a dos robots que tienen que apañárselas para trabajar en equipo si quieren salir indemnes. Puede que estos extras a muchos no les parezcan gran cosa, pero ya es más de lo que aportaban los títulos en los que se inspira. Por nuestra parte, los consideramos motivos más que suficientes para hacer que la aventura gane bastantes enteros y aporte un factor rejugable que se agradece sobremanera.
Super Hydorah – MÁS que una oda a los shoot´em up clásicos
Super Hydorah coge Gradius, Darius, Thunderforce, R-Type y muchos otros, los agita bien fuerte y los sirve con una pizca de sal retro y un toque de pimienta arcade. Todo un shoot´em up con marcado sabor español que rinde un homenaje a los clásicos del género, pero que no renuncia a dejar su sello personal. ¿Listos para salvar la estrella Omios? 3, 2, 1, ¡GO!
El análisis de Super Hydorah ha sido posible gracias a un código de descarga cedido por Abylight Studios
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