Si hay algo en lo que se especializa NIS America es en los juegos de nicho, y muchos de ellos dentro del género JRPG. Hasta la fecha, han sido diversos los títulos que han llegado a Nintendo Switch por parte de esta distribuidora, como Disgaea 1 y Disgaea 5, Labyrinth of Refrain o Fallen Legion, y otros tantos que están por venir. Juegos con complejas y variadas mecánicas, y a veces, con historias y situaciones más complejas y variadas si es posible.
El título que tratamos en esta ocasión es The Caligula Effect Overdose. Desarrollado por Furyu, este juego fue lanzado originalmente para PS Vita en Japón allá por el 2016 (llegando a Occidente en 2017). Esta nueva versión es más que un simple port, ya que introduce cambios en diversos ámbitos. Aunque, siendo su estreno en una plataforma de Nintendo, se trata de una novedad en su totalidad.
Bienvenidos a Mobius
Como hemos dicho al principio, The Caligula Effect Overdose sigue esa estela de título complejo, y eso se percibe desde el primer combate. A primera vista, estamos ante un JRPG habitual en el que exploramos “mazmorras” y luchamos contra enemigos (en forma de estudiantes poseídos, pero esa explicación la dejamos para después) en combates por turnos, pero el sistema de combate se vuelve original gracias a varios factores. Cada personaje que utilizamos posee una buena lista de habilidades que le confieren un rol o función concreta dentro del combate, ya sea para desestabilizar enemigos o producir grandes daños. Pero el elemento principal de los combates es el “Imaginary Chain”, un sistema que nos permite predecir (hasta cierto punto) las acciones de los rivales y las consecuencias de nuestras acciones.
En un principio, parece que este sistema está pensado para ayudar. Por ejemplo, si vemos que un enemigo pretende crear un escudo para protegerse de nuestro ataque, podemos seleccionar una habilidad para romper ese escudo. Sin embargo, el sistema ofrece también la opción de “programar” el momento y el orden en el que se ejecutan las habilidades de forma milimétrica, con el objetivo de crear combos (como elevar el enemigo al aire y que otro ataque con un movimiento que hace más daño en esa situación). Y es ahí donde encontramos un fallo, ya que este sistema puede ser cansado a la larga, ya que hace que los combates vayan más lentos de lo habitual. Es básicamente como ver una repetición de lo que queremos hacer, y por cada cambio que hacemos en el movimiento o el tiempo de ejecución, el resultado puede ser diferente o no tener efecto. Eso, unido a que los personajes tienen demasiadas habilidades (tanto activas como pasivas), puede ser un inconveniente.
Otro aspecto por el que se caracteriza The Caligula Effect Overdose (o bien un aspecto que suele promocionar) es la opción de reclutar a más de 500 personajes. ¿Cómo se logra algo así? Mediante las relaciones sociales y el Casuality Link, una gran “red” de contactos. Al explorar las mazmorras, no solo encontramos enemigos, sino también cientos de estudiantes rondando como si los combates no les afectaran. Podemos entablar relación con todos ellos y, según mejore nuestra relación con cada uno, podemos hacernos amigos de otros estudiantes que al principio se cerraban a nosotros. El inconveniente es que es otra función en la que inviertes mucho tiempo, y por desgracia, esos personajes “secundarios” se limitan a ser copias de los principales, usando las mismas armas y con habilidades similares.
¿Por qué molestarse entonces? Bueno, hay ciertas ventajas en hacerlo. Estos personajes nos ofrecen misiones secundarias cuyas recompensas son objetos equipables llamados Stigmas, los únicos disponibles en todo el juego (y que también se pueden conseguir en combates o explorando). No hay que preocuparse por pociones, antídotos ni nada así, sino que lo único disponible son estos Stigmas que equipamos a los luchadores para fortalecerlos. Por otro lado, contribuyen al sistema de aprendizaje de habilidades. Todos los personajes obtienen puntos de habilidad al subir de nivel, pero en vez de ser exclusivos de cada uno, se suman a un total que podemos distribuir como queramos. Por tanto, a más personajes disponibles, más puntos podemos conseguir. Pero se entiende que alguien no quiera invertir tanto tiempo en algo que no sea combatir.
Volver o no volver
¿Pero cómo es posible todo esto? Tanto estudiante rondando por ahí, mazmorras situadas en lugares aparentemente normales (y más enrevesadas de lo que nos gustaría), alumnos poseídos… Aquí entra en juego una historia extraña y algo oscura. Mobius es un mundo creado por la idol virtual μ para que la gente que ha sufrido en el mundo real pueda cumplir sus sueños. No obstante, la gente que llega allí no es consciente de que es un mundo falso… con una excepción. Los alumnos del Go-Home Club son un grupo de jóvenes conscientes de que ese mundo no es real y desean volver a su hogar a toda costa. En el otro bando se encuentran los Ostinato Musicians, músicos que se encargan de lavar el cerebro a toda la gente para que vivan convencidos de que ese mundo es real y que así Mobius siga existiendo (son estas personas hipnotizadas las que después luchan contra nosotros).
Esta situación acaba desarrollando una historia compleja donde descubrimos que las apariencias no son lo que parecen, y todo el mundo tiene un trauma oculto que les llevó a Mobius, a veces por temas algo desagradables o siniestros. Incluso los personajes secundarios, mediante el Casuality Link, también poseen sus propios traumas, y las misiones secundarias que nos ofrecen están relacionadas con ellos y cómo resolverlos. Y si ya resulta difícil seguir una trama así, es aún peor cuando vemos que el título está solo en inglés. Demasiados diálogos y conversaciones (incluyendo secuencias especiales que vivimos con cada protagonista) hacen que sea un título con una cantidad ingente de texto, y si no dominas el idioma de Shakespeare, resulta bastante difícil disfrutar de todo lo que caracteriza a The Caligula Effect Overdose.
Ahora bien, si hablamos de apariencias y de lo que sí parecen es que se percibe el origen del título. El apartado gráfico es algo limitado, consciente de que es un port de un juego de PS Vita. Los escenarios son repetitivos y no demasiado complejos, y lo mismo se repite en los personajes. Se nota cierta optimización, la cual es más visible al comparar entre el modo portátil y el sobremesa. Al jugar en la televisión, los gráficos son algo más definidos y detallados, mientras que en modo portátil es todo más borroso y tosco. El apartado musical tampoco contribuye mucho. Las melodías tienen buen ritmo, con ese estilo electrónico típico de una idol virtual (a lo Miku Hatsune), pero son excesivamente repetitivas.
The Caligula Effect Overdose – El poder del corazón superará los traumas
Al jugar y repasar todas sus características, se nota que The Caligula Effect Overdose pretende ser un título ambicioso, pero ese exceso de ambición tiene consecuencias. Su sistema de combate es original y complejo, pero no se puede disfrutar bien si se busca una experiencia más rápida. El objetivo de ofrecer cientos de personajes jugables hace que tienda a la repetición. Por otro lado, su historia destaca por su análisis de la personalidad humana, aunque en ocasiones va a ciertos momentos desagradables. Pero en general, es un buen JRPG y una buena opción dentro del catálogo de Nintendo Switch.
Análisis realizado gracias a un código de descarga de The Caligula Effect Overdose proporcionado por NIS America.
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