Es oír hablar de la compañía nipona Game Freak y probablemente a la mayoría les suene de inmediato por ser la famosa desarrolladora encargada de crear y expandir el fenómeno Pokémon desde hace casi dos décadas ya a través de las sucesivas plataformas de la Gran N. Sin embargo, el trabajo de esta compañía no se ha limitado ni mucho menos a desarrollar juegos basados en los queridos monstruos de bolsillo, y es que aparte han sido unos cuantos más los proyectos independientes que han punteado su camino (con casi treinta años a sus espaldas no podía ser de otro modo), ya desde los tiempos de NES y SNES con obras como Jerry Boy (o Smart Ball como fue llamado en tierras occidentales) o Mario & Wario, Drill Dozer en Game Boy Advance o Harmo Knight en 3DS. Ha sido ya en tiempos algo más recientes donde la desarrolladora también ha abarcado nuevos territorios como el de PC o el de móviles, en algunos casos quedándose fuera del catálogo de la consola híbrida como ha pasado con Tembo the Badass Elephant y en su momento con el título que ahora nos ocupa. Y digo en su momento porque si bien hace un año y pico atrás se trataba de un exclusivo para PC, por fin se ha expandido a nuevos horizontes como Nintendo Switch con una versión mejorada de nombre Giga Wrecker Alt, que respeta su versión original como título combinado de acción, plataformas, puzles basados en leyes de la física y exploración progresiva a base de mejoras equipadas, pero con algunos añadidos extra que detallaremos en el siguiente análisis a continuación. Prepara tu brazo biónico, ¡que la guerra está a punto de comenzar!
Echa una mano con los escombros
La humanidad ha sido sometida por una invasión de robots de lo más agresivos que han aparecido como de la nada de la noche a la mañana, acabando con todos sus ejércitos y convirtiendo al resto de la población civil básicamente en esclavos para trabajar en minas subterráneas hasta la extenuación. Reika Rekkeiji es una joven más encarcelada que se ve con un futuro nada halagüeño por delante, hasta que… otra misteriosa joven se adentra en lo más profundo de esa fortaleza aparentemente impenetrable buscándola a toda costa; no obstante, en lugar de venir a rescatarla como en un principio podía parecer, lo que viene es a asegurarse de liquidarla en ese mismo momento argumentando que es necesario para evitar la extinción de la humanidad, y casi lo consigue sino fuera por la oportuna intervención de uno de los malvados robots, que se la lleva secuestrada. Al borde de la muerte, un misterioso científico aparece para salvarla aunque a costa de hacerla renunciar a parte de su humanidad a base de mejorar sus capacidades físicas con un misterioso brazo robótico capaz de evolucionar por cuenta propia al recibir los datos que la joven se va a tener que encargar de recuperar para el mencionado científico. Y hasta aquí se puede leer para no destripar nada de la interesante trama de distópica y futurista intriga, en nuestras (biónicas) manos queda descubrir si somos la última esperanza o la última amenaza para la maltrecha humanidad.
Este título viene a estructurarse como una especie de Metroidvania, ya sabéis, esa conocida fórmula que mezcla la exploración en 2D de manera progresiva de enormes mapas divididos en múltiples pasadizos interconectados, con la acumulación de sucesivos poderes que completan las habilidades de base de nuestro personaje y que son fundamentales para continuar, pero en este caso con un mayor énfasis en el tema de la resolución de puzles, tanto a la hora de abordar obstáculos que nos impiden continuar avanzando por el escenario como incluso en los momentos en que nos enfrentamos a los enemigos, ya que la mayoría de las veces no basta con llegar y machacar un botón (no literalmente) sino que tenemos que conocer el correspondiente punto débil y atacarlo con cierta estrategia. Por suerte, sobre todo para quien tenga menos experiencia en el tema de los rompecabezas o para quien tenga menos paciencia directamente, una de las novedades incorporadas a la versión Alt del juego es la adición de un NPC ayudante que nos acompaña en nuestro recorrido y que , en caso de atascarnos a la hora de resolver un puzle, nos puede proporcionar pistas opcionales para ayudarnos a ver el camino que podemos seguir. Los rompecabezas son de los que se llaman basados en físicas, es decir, que siguen a rajatabla la ley de la gravedad y sobre todo el movimiento por inercia e impulso (mira por dónde las aburridas clases de física del instituto tienen una entretenida aplicación práctica en los videojuegos), lo cual quiere decir que tenemos que calcular muy bien los ataques que realizamos y los puntos donde los aplicamos para que los bloques que tenemos que moldear a modo de plataformas de apoyo o de pasarelas no se desintegren demasiado; no obstante, tampoco hay mucho problema si nos equivocamos ya que hay una especie de puntos de retroceso en el tiempo que vuelven a dejar el puzle en cuestión en su forma original para volver a comenzar como si nada.
Pienso luego existo (y destruyo bloques)
Llegamos a otro de los puntos esenciales de este juego, y es la mecánica de las habilidades de nuestro personaje, cuyo brazo biónico es la clave para interactuar con el medio y sobre todo con los puzles. Contamos con un ataque base con el botón Y que permite romper determinados bloques hasta reducirlos a escombros, a continuación podemos concentrar en una esfera esos materiales usando el R o ZR llevándola encima sin esfuerzo apenas y usarla tanto para golpear a algunos enemigos como para destruir otras superficies y apilar más escombros con que hacer la esfera que portamos aún más grande. Siguiendo un poco los patrones de juegos como Katamari Damacy, aquí el tamaño sí que importa (el de la esfera de escombros acumulados por supuesto), ya que la resistencia de ciertos enemigos frente a nuestros ataques depende cuánto hayamos recopilado, y aparte los bloques compactos que podemos crear para ayudarnos a superar algunos puzles pueden requerir un volumen determinado. Esa es esencialmente la mecánica de base de este juego, que por suerte vamos a poder aprender cómodamente con un completo tutorial de inicio y las mencionadas pistas para recordarnos nuestras habilidades más importantes; aparte hay otros poderes posteriores vinculados al uso de escombros concentrados, como la creación de una espada enorme con que cortar en ciertos puntos o de una javalina que actúa a modo de plataforma adicional, todo ello dirigido a poder afrontar los sucesivamente más complejos rompecabezas que van apareciendo por el camino. Aparte contamos con un sistema de mejoras en forma de árbol desplegable, talmente como en un rpg al uso, que nos permite escoger qué habilidades vamos a potenciar con los puntos de energía que vamos acumulando a base de destrozar rocas y robots a partes iguales, y con un mapa que nos muestra de manera esquemática las habitaciones recorridas y por recorrer en las diferentes zonas, dándonos acceso además a los diversos puntos de teletransporte que vamos activando mientras las exploramos.
Entrando en otros aspectos técnicos, el apartado gráfico destaca por su estilo dibujado a mano que recuerda un poco al de los animes, con un cierto toque parecido al impresionismo (muchos colores muy vivos, líneas y contornos difusos, representación muy expresiva del entorno…) mezclado con aires futuristas, lo que le da un aspecto único y llamativo, el tamaño de los caracteres en los textos resulta un tanto pequeño, algo que se nota un poco si tenemos en cuenta el gran número de conversaciones entre los personajes. Sí que es verdad que en ocasiones los planos resultan un tanto lejanos, con lo que nuestro personaje a veces se ve un poco diminuto, sin llegar a perderse en el conjunto; aunque se puede entender si la idea es que se aprecien los escenarios con más detalle y para que los diversos puzles se vean en perspectiva. Respecto al apartado sonoro, las melodías son sencillas pero acompañan bien, como suele ser corriente en muchos juegos de rompecabezas, tienden a mostrarse discretas como en un segundo plano, quizás para que no perdamos la concentración, no obstante en algunos momentos sí se marcan algo de ritmo acompañando los momentos de más acción; se echa en falta que hubiera algunas voces, para darle más emoción a los diálogos y más cercanía con los personajes.
Entrando en temas de jugabilidad, en general el personaje responde bien, quizás sea una sensación pero en ocasiones parece que hay un retardo, nada, una décima a lo sumo, entre el instante de pulsar el botón de salto por ejemplo y el de ejecutarse el comando, y una ligera tosquedad a la hora de arrimarse a los bordes de las plataformas, lo que nos puede llevar a caernos sin querer o a darnos contra algún enemigo inadvertidamente. Por lo demás el juego rinde estupendamente con total fluidez tanto en modo portátil como con la consola conectada al dock, todo lo anterior son en realidad pequeños detalles que realmente apenas empañan la experiencia del conjunto, que realmente es muy buena, sumado a lo entretenida que se despliega la historia, manteniendo la intriga en su punto y sin desorientar con tramas innecesariamente enrevesadas. Junto al sistema de pistas asociadas a los puzles, otras de las aportaciones con que cuenta esta nueva versión Alt del juego es el modo Ironman, en el que recibimos 5 veces más daño del habitual, lo que viene siendo el modo aún más difícil, puesto que de por sí podemos elegir entre uno normal y difícil al principio de comenzar la partida, elegido el cual ya no se puede cambiar eso sí. Sumando todas las áreas por explorar y el tiempo medio que cada jugador pueda requerir para superar los múltiples puzles, la duración más o menos puede alcanzar alrededor de doce horas en adelante para el modo principal de Campaña, teniendo en cuenta que la aventura está pensada en todo momento para un jugador exclusivamente.
Giga Wrecker Alt – La bola que no deja de crecer
En conclusión, Game Freak ha hecho un buen trabajo con un juego de acción y exploración que se aparta por completo de la temática por la que es más que conocida, tiene algunos detalles como la ligera tosquedad de los controles o la frecuente lejanía de la cámara que empañan un pelín pero tampoco llega a ser nada que moleste demasiado considerando el conjunto; por otro lado, la originalidad de la mecánica junto con lo bien estructurada que se encuentra la trama son en cambio otros factores que dan bastante peso a favor. Estamos por tanto ante un Metroidvania que se sale un poco de lo que ofrecen otros muchos representantes dentro del género, al tener algo más de importancia la cuestión de los puzles que de la acción, por lo que si estamos buscando un juego que se diferencie dentro de las abundantes opciones que hay a este respecto dentro del catálogo de la consola híbrida, esta es sin duda una elección más que recomendable.
Debe estar conectado para enviar un comentario.