Si bien, muchos opinan que todos los videojuegos deben medirse bajo un mismo baremo a la hora de analizarlos y determinar si son recomendables o no, con títulos muy concretos hay que hacer excepciones. Otra tendencia que existe es, aquella que establece que los juegos no tienen edad y si, por un lado, estoy de acuerdo con ella, ya que cualquier persona puede disfrutar de cualquier título, por otro, hay que tener en cuenta que algunos van centrados a un público específico. Es el caso de Mega Party: A Tootuff Adventure que, claramente, está enfocado al público infantil. Por lo tanto, he vuelto a sacar el niño que todos guardamos dentro y he intentado, por todos los medios, que sea él y no yo, el que juzgue el juego, al menos, en cuanto a pura diversión se refiere.
Para poner en situación y dar contexto a todos aquellos que no conozcan al personaje, vamos a hacer una breve introducción del mismo. Tootuff, o Titeuf, que es como se le llamó en nuestro país, nació como protagonista de unas tiras cómicas en una revista francesa. Tal fue su éxito dentro de los países francófonos, que poco tiempo después ya disponía se una serie propia de cómics. Su repercusión fue aumentando, hasta que en el año 2001 dio el salto a la televisión, por medio de una serie animada. Una serie que pudo disfrutarse en nuestro país, y que se emitió en canales como Clan, en las horas posteriores al almuerzo, o Jetix. Al igual que otras de la época, protagonizada también por pre-adolescentes, bailaba sobre la línea del humor infantil y otro un poco más gamberro, algo que también se ve reflejado en el juego.
Un breve regreso al cole
A pesar de que, como su propio nombre refleja, Mega Party: A Tootuff Adventure, es un juego compuesto de minijuegos, pensado para competir con un grupo de amigos, incluye un modo historia. Muy simple y corto, cuya única función es darnos a probar los diferentes minijuegos, así como desbloquear un modo de juego extra cuando lo completamos. Dividido en tres capítulos, de poco más de una hora de duración cada uno, vemos cómo los protagonistas, que recordemos, son niños de poco más de diez años, hacen trastadas y viven pequeñas aventuras en varias localizaciones distintas, que podemos explorar para encontrar ciertos coleccionables y actividades secundarias. Como decimos, un modo, que puede disfrutarse por completo en modo cooperativo, pero que está pensado para presentar los minijuegos que vamos a poder jugar en el resto de modos.
Aunque, obviamente, el grueso del título se encuentra en los minijuegos, éstos están englobados en diferentes modos de juego, cuya única diferencia que tienen entre ellos es cómo enfrentar a los jugadores, aunque los minijuegos son los mismos. Por ejemplo, el modo duelo es para partidas de dos jugadores, mientras que los otros modos permiten hasta 4 y se diferencian entre sí por el tipo de minijuegos a realizar o las rondas necesarias para ganar. Para distinguirnos, podemos elegir entre hasta 10 personajes diferentes de la serie, todos ellos compañeros de clase de Titeuf.
Ahora bien, respondamos a la pregunta que realmente importa a la hora de decidirnos por comprar un juego del estilo, ¿son realmente divertidos los minijuegos que Mega Party: A Tootuff Adventure nos propone? La respuesta corta es: sí, aunque con muchos matices. De los 42 minijuegos, que realmente son unos cuantos menos, porque algunos solo cambian la localización, una gran parte son entretenidos para jugar varias veces en cada sesión de juego, sin caer en una repetitividad excesiva. La mayoría de estas pruebas, son cortas, algunas duran varios minutos, mientras que otras duran apenas 20 segundos. Algo que no tendría por qué ser negativo, si no fuera porque los tiempos de carga suelen igualar esta última cifra, haciendo que, si toca jugar varios minijuegos de los más cortos seguidos, estemos más tiempo esperando que jugando. Por otra parte, los controles también tienen una parte positiva y otra negativa. Por un lado, son muy sencillos, en muchos de ellos nos bastará con un botón, mientras que en los más complejos usaremos hasta tres. Algo que agradecer, ya que las mecánicas de juego cambian constantemente. Aunque, como decimos, por otro lado, también tiene su lado negativo y es que, en los más complejos y que exigen tener cierta maniobrabilidad, los controles no responden del todo bien. Por suerte no son muchos, pero, por ejemplo, uno de ellos, en el que tenemos que descender por una montaña haciendo snowboard, el manejo del personaje es demasiado impreciso.
La temática de los minijuegos de Mega Party: A Tootuff Adventure, así como de todo el juego, como ya hemos dicho anteriormente, es de niños haciendo gamberradas. Ya sea competir por ver quién aguanta más sin vomitar dando vueltas en una ruleta o escupir desde las ventanas a los transeúntes. Sin embargo, hay uno de ellos que me ha llamado especialmente la atención, por lo atrevido del mismo. Éste consiste en ir quitando prendas a una modelo, de curvas bastante pronunciadas, hasta dejarla con lo justo para que no quede completamente desnuda. Algo que, si bien encaja dentro del lore de la serie, donde los personajes ya comenzaban a despertar su interés sexual, tal vez se encuentre ya fuera de época y, tras haber reflexionado bastante sobre la inclusión de este minijuego, me atrevería a decir que tiene más connotaciones negativas que positivas.
No se ve mal, pero podría lucir muchísimo mejor
Desde un punto de vista técnico, el título cumple muy por los pelos. Un apartado gráfico desfasado, incluso, para la anterior generación de consolas, carente de detalles, con exceso de texturas planas y unos dientes de sierra que no le hacen ningún favor visual. Suficiente para recrear a los personajes y algunos de los escenarios de la serie, pero que hacen que luzca como un juego antiguo. El sonido, en la misma línea, tampoco es nada destacable. Hay ciertas escenas que están dobladas al inglés de forma bastante decente, pero la banda sonora y los efectos de sonido, acompañan, pero no son nada destacables.
Mega Party: A Tootuff Adventure – Más Titeuf que party
En conclusión, Mega Party: A Tootuff Adventure es un party game, divertido sin más, pero que arrastra los suficientes errores como para que no pueda ser aconsejado a todo el mundo, al menos a su precio actual, 30 euros en digital y 35 en físico. De igual manera, es un juego a tener en cuenta en alguna rebaja si estamos buscando un juego para entretener a los más peques de la casa o como alternativa para echar unas partidas con los amigos. Solo los seguidores más nostálgicos de la saga serán los únicos capaces de perdonarles todos los problemas, para poder reencontrarse en un videojuego con los personajes de su infancia.
Hemos analizado Mega Party: A Tootuff Adventure gracias a un código digital cedido por Meridiem España. Versión analizada: 1.2.0
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